sábado, 11 de diciembre de 2010

TELEVISA embiste a PROCESO

Muerta permanentemente de envidia por ver en otros medios independientes una libertad de prensa que no se permite dentro de sus propios noticieros chabacanos por órdenes directas de Azcárraga “el Junior”, TELEVISA después haberla tomado duramente en contra de Diario Reforma (por haberle afectado sus negros intereses monopólicos con una extraordinaria serie de reportajes que expuso una corrupción que aparece ya a flor de piel en TELEVISA) giró dos meses después las baterías de sus desinformadores a sueldo en contra de otro medio que tampoco ha aceptado jamás ser comparsa de TELEVISA, empleando para ello a su showman estrella Joaquín López-Dóriga en su amañado noticiero radiado el miércoles 1 de diciembre del 2010 con amplio espacio de tiempo, lo cual está documentado en el siguiente editorial:

Desde TELEVISA agresión a PROCESO
Agencia APRO
2 de diciembre del 2010

Nueve días después de que este semanario dio a conocer declaraciones del presunto narcotraficante Sergio Villarreal, “El Grande”, según las cuales éste sostuvo un encuentro con el presidente Felipe Calderón, Televisa, a través del noticiero que conduce Joaquín López Dóriga, acusó a Proceso y al reportero Ricardo Ravelo:



de haber recibido dinero del narcotráfico para acallar información.

Proceso rechaza estas afirmaciones y denuncia que se trata de una agresión en su contra orquestada por el gobierno de Felipe Calderón en contubernio con Televisa.

El montaje de la acusación salta a la vista a partir de un dato: de acuerdo con la versión de Televisa, el supuesto testimonio de “El Grande” en el que se acusa a Proceso fue rendido el pasado 4 de noviembre. Sin embargo, “El Grande” alude a una portada publicada 17 días después, el 21 de noviembre.

La revelación del reportaje de Ricardo Ravelo, titulado en la portada del semanario “El Grande. Hasta con Calderón convivió”, detalla que según Sergio Villarreal el senador panista Guillermo Anaya Llamas lo presentó con el presidente Calderón en el bautizo de su hija Elsa Anaya.

De acuerdo con ese testimonio, “El Grande” saludó a Calderón y le dijo: “Cualquier cosa que se le ofrezca, quedo a sus órdenes”, a lo que Calderón contestó: “Igualmente”.

Una semana después –en la edición 1778 del domingo 28 de noviembre–, Proceso difundió el adelanto del libro Los señores del narco, de la periodista Anabel Hernández, en el que revela la decisión del gobierno calderonista de establecer contacto directo con jefes de los narcos y en particular con Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera.

La embestida en contra de Proceso se da en este contexto de notas periodísticas que tocan directamente al presidente de la República y al que fuera su principal colaborador, Juan Camilo Mouriño, jefe de la Oficina de la Presidencia y secretario de Gobernación.

No es la primera vez que Televisa orquesta campañas contra empresas, personajes políticos e inclusive otros medios de comunicación que afectan sus intereses. Tampoco es la primera vez que Televisa se presta como instrumento del gobierno federal para golpear a medios de información críticos.

Esta semana, en su edición número 1778, Proceso publica un reportaje sobre el uso de los testigos protegidos a conveniencia del gobierno federal. En el epígrafe de ese reportaje, se apunta: “Mientras algunos testigos protegidos estelares de la PGR que han hecho delaciones relevantes son ejecutados, otros ven cómo matan a sus parientes tras acusar a altos funcionarios que tienen nexos con el narcotráfico. El programa correspondiente, junto con la Operación Limpieza, se dirige al fracaso por tres razones: la mayoría de los declarantes mienten, cuando dicen la verdad no les brindan la debida protección y, por último, las mismas autoridades desestiman delaciones que afectan a ciertos personajes del gobierno que reciben trato de intocables”.

Y es justamente este uso “a conveniencia” del testimonio de “El Grande” el que ahora utiliza el gobierno federal, a través de Televisa, para agredir a Proceso.

El malogrado candidato izquierdista a la Presidencia de la República en el 2006 Andrés Manuel López Obrador tuvo lo siguiente que decir acerca de la agresión en contra de PROCESO:

Confabulación Televisa-Calderón contra Proceso, denuncia AMLO
Rosalía Vergara
Agencia APRO
2 de diciembre del 2010

El excandidato presidencial, Andrés Manuel López Obrador, acusó a Televisa de confabularse con el gobierno federal para desprestigiar a Proceso, porque la revista “no está apergollada con la mafia del poder”.

De gira por Querétaro, el tabasqueño afirmó que en esta embestida mediática contra la revista Proceso, Televisa cuenta con el claro apoyo del gobierno “espurio” de Felipe Calderón y de la Procuraduría General de la República (PGR):



Sin embargo, advirtió, “no lo van a lograr”, como no lo lograron hace un par de meses con el diario Reforma, dijo.

El líder opositor destacó que el ataque contra la revista fundada por Julio Scherer se debe a que “no está apergollada por la mafia del poder y porque el semanario ha estado sacando algunos reportajes acerca de la ambición de los dueños de Televisa y de los negocios ilícitos que lleva a cabo al amparo del poder público”.

La declaración del exjefe de Gobierno del Distrito Federal se dio luego de que ayer por la noche, en su noticiero estelar, Televisa presentó un video en el que Sergio Villarreal Barragán, El Grande, acusa al periodista Ricardo Ravelo de haberle exigido el pago de 50 mil dólares a cambio de no mencionarlo en sus reportajes sobre narcotráfico.

De acuerdo con López Obrador, Televisa sale a desacreditar a “todos aquellos medios, que son muy poquitos, que no se alinean. Nada más que eso no funciona, porque habemos muchos mexicanos conscientes y vamos a estar exigiendo que se acabe con el monopolio de los medios de comunicación, que la mafia no controle los medios de comunicación”.

Es una vergüenza, dijo, que la mafia controle a los medios de comunicación, principalmente a Televisa, y “entre más dure el régimen de opresión, más empeorará la situación de México. Va a haber más descomposición social, no sólo más pobreza, sino más inseguridad y violencia en el país”, añadió.

La campaña de TELEVISA en contra de la revista PROCESO iniciada por Joaquín López-Dóriga fue tan burda que la empresa no tuvo tiempo siquiera de evitar caer en errores y contradicciones:

Corrige Televisa fecha de montaje contra Proceso
Agencia APRO
2 de diciembre del 2010

El montaje difundido la noche del miércoles por Televisa contra la revista Proceso en el que se acusa a esta casa editorial de tener relaciones con el narcotráfico tuvo que ser “afinado”.

Al repetir esta mañana el contenido en su noticiero matutino, el conductor Carlos Loret de Mola aclaró que la fecha de las declaraciones ministeriales de Sergio Villarreal, El Grande, no se hicieron el 4 de noviembre como destacó ayer sino el 24 del mismo mes.

“Surgieron algunas dudas que cómo es posible si la declaración ayer se divulgó por error que había sido el 4 de noviembre aludía a una portada de una revista del 17 de noviembre, no, la declaración no fue el 4, la declaración fue el 24 de noviembre”, corrigió Loret de Mola.

Y en efecto, la repetición del montaje ya no incluyó ninguna fecha de referencia.

Televisa transmitió ayer en el noticiero que conduce Joaquín López Dóriga, declaraciones del presunto narcotraficante El Grande, en el que acusa a Proceso y al reportero Ricardo Ravelo de haber recibido dinero del narcotráfico para acallar información.

Este documento no podría estar completo sin la publicación del ya histórico “reportaje” dado el 1 de diciembre del 2010 por el principal desinformador de TELEVISA émulo del igualmente desprestigiado ex-conductor de TELEVISA Jacobo Zabludovsky:

El montaje de TELEVISA
Agencia APRO
2 de diciembre del 2010

A continuación se reproduce textual la información difundida la noche del miércoles en el Noticiero de Televisa que conduce Joaquín López Dóriga.

López Dóriga: Acusan al semanario Proceso de recibir dinero del narcotráfico para acallar información.

A lo largo de los últimos años el tema del narcotráfico ha sido uno de los predominantes temas del semanario que fundó Julio Scherer García, su principal fuente de información han sido acusaciones e imputaciones de los llamados testigos protegidos, con el riesgo claro que implica dar por verdades consumadas, dichos sin comprobar, hoy las acusaciones se dirigen contra la revista Proceso y provienen de un jefe del crimen organizado, quien asegura que el semanario Proceso recibe dinero de jefes del narcotráfico.

Reportero Mario Torres:

--Un reportero de la revista Proceso habría sido comprado por el crimen organizado a decir de un testigo protegido; este es un video en el que Sergio Villarreal Barragán, alias El Grande, declara ante un agente del Ministerio Público Federal

……

Ricardo Ravelo de la revista Proceso está asignado a la información del narcotráfico y a la PGR. La revista Proceso ha dado seguimiento a los temas vinculados al narcotráfico y ha usado como base de muchos de sus artículos declaraciones de testigos protegidos; hoy, uno de sus reporteros, Ricardo Ravelo, y la revista misma, se ven acusados por ese testigo colaborador.

Sergio Villarreal, alias El Grande, fue detenido por elementos de la Secretaría de Marina el 12 de septiembre en el estado de Puebla, era el principal operador de Héctor Beltrán Leyva, alias El H, líder de la organización criminal Beltrán Leyva.

4 de noviembre: Sergio Villarreal, alias El Grande, compareció ante el Ministerio Público federal, y en ese video se escucha a Sergio Villarreal decir que del 2003 al 2006, el reportero Ricardo Ravelo y la revista Proceso publicaron varios reportajes sobre su persona.

Dijo que en una reunión realizada en la Ciudad de México, en una casa de Arturo Beltrán Leyva, en San Angel Inn, que ubica como El Tapiz, se abordó el tema de los reportajes de Ricardo Ravelo de la revista Proceso. En esa reunión, además de él, participaron José Alberto Pineda Villa, alias El Borrado y un hombre a quien identifica como el comandante Bereta, y los escoltas de Arturo Beltrán Leyva. Y explicó que el comandante Bereta le dijo que era amigo del reportero Ricardo Ravelo de la revista Proceso y que podía hablar con él … que podía hablar con él para tranquilizar la situación.

En su declaración, Sergio Villarreal, alias El Grande, asegura que días después el comandante Bereta le dijo que ya había hecho contacto con el reportero Ricardo Ravelo… para contarle cómo estuvo, ya Miguel va y habla con Ravelo a ver cuánto quiere, y le dice que quiere 50 mil dólares por dejarme de echar la prensa de la revista... Si va a los archivos de Proceso, va a ver que de perdida cada 15 días sale.

Reportero:

--Ante el MPF, Sergio Villarreal dijo que aceptó entregar el dinero que pedía el reportero de la revista Proceso “Al decirme a mí, en palabras textuales, recuerdo bien que fueron ‘Ok, esta bien’, se los voy a dar los 50 mil dólares, y mágicamente ya no me vuelve a mencionar”.

Declaró también que el periodista exigía un pago mensual: “Quería un pago mensual y dije que no que no se lo iba a dar”.

Reportero:

A partir de ahí, según declaró Sergio Villarreal, la revista Proceso dejó de publicar reportajes relacionados con él: “Podíamos mencionar a Arturo, a La Barbie, y así llenaban las páginas, y a mí no… cuando llegaba a salir, salía con una mínima mención”.

Según este testimonio, la revista Proceso no se volvió a ocupar de El Grande hasta que fue detenido. “No volvió a sacar una nota mía hasta ahora que recientemente salió un reportaje que incluso salí en una portada, siendo el principal en la cual sólo se incluyeron mentiras, pues me relaciona con personas que no conozco, aunque sí se quiénes son, porque son personas públicas y a otras que sí, pero que no tienen nada que ver con la organización, como el caso del senador”.

En la misma declaración ministerial también se lee: “Se que el periodista tiene comunicación con otros miembros de la organización, como Ismael Correin, alias El Judío”, también dice que varias organizaciones del crimen organizado entregan dinero al reportero Ricardo Ravelo, además de esta persona. “Sé que diversas organizaciones le dan dinero al periodista, quien toma rachas contra alguna organización, y lo que hacemos es que le dan dinero y cesan las publicaciones, como en mi caso, que yo le mandé 50 mil dólares y con eso ya no aparecí en la revista Proceso”.

La nota de Televisa (Joaquín López-Dóriga) concluye: “Esta declaración forma parte de la investigación de la PGR en contra de la delincuencia organizada”. (¿?)

Hay, desde luego, una razón muy poderosa para cuestionar todo el montaje de TELEVISA en contra de PROCESO de principio a fin: en México nadie, absolutamente nadie puede chantajear a un capo narcotraficante sin terminar desaparecido y puesto tres metros bajo tierra antes de que pueda obtener un solo centavo como resultado del chantaje, y menos si se trata de un periodista, precisamente en el país que ha sido declarado como el lugar más peligroso sobre la faz del planeta Tierra para el ejercicio del periodismo tras una década de funestas administraciones panistas, y esto no lo dice ni Spectator ni Andrés Manuel López Obrador ni los detractores de Felipe Calderón ni los cientos de miles de detractores de TELEVISA y del PAN-Gobierno, lo dijo el Instituto Internacional de Prensa ubicado en Viena, Austria, en su informe presentado el 13 de noviembre del 2010; y por razones más que obvias, merece mucha mayor credibilidad el Instituto Internacional de Prensa que los amañados, politizados y ultra-editorializados noticieros de TELEVISA que suma sus propias mentiras y fantasías a las mentiras y fantasías del panismo en el poder, habiéndose convertido ambos por la fuerza de la costumbre en mitómanos redomados sin esperanza posible de redención.

Cada vez hay más políticos y legisladores que están llegando a la conclusión de que TELEVISA, por su comportamiento irresponsable y su manejo tendencioso de las noticias, se está convirtiendo ya en una amenaza para la seguridad nacional, según lo podemos constatar en el siguiente artículo:

En riesgo, las libertades democráticas y de expresión, alertan legisladores
Roberto Garduño, Enrique Méndez, Andrea Becerril y Víctor Ballinas
LA JORNADA
3 de diciembre del 2010

La embestida mediática de Televisa contra la revista Proceso retrata a la empresa televisora como Ministerio Público de la Federación, “y encarna la figura del autoritarismo que pone en riesgo las libertades democráticas y de expresión en el país”, señalaron diputados federales de los partidos de la Revolución Democrática (PRD) y del Trabajo (PT), quienes lanzaron preguntas al gobierno federal: “Insiste Felipe Calderón que el régimen autoritario ya se había acabado. El problema es que, ahora, ¿quién va a ejercer el poder en el país?”

Alejandro Encinas, Jaime Cárdenas, Enrique Ibarra y Herón Escobar advirtieron que Televisa expone gravemente la integridad del reportero Ricardo Ravelo y, “lo peor, ¿qué medio crítico del régimen sigue?”, cuestionaron, mientras en la vieja casona de Xicoténcatl, los senadores resaltaron que detrás de la embestida se encuentra el gobierno federal y que se prefabricó la declaración del presunto narcotraficante Sergio Villarreal Barragán, El Grande, quien es ahora testigo protegido.

El priísta Francisco Labastida Ochoa dijo que el gobierno de Calderón, que dice defender la libertad de expresión, falla al atentar contra un medio de comunicación caracterizado por su independencia.

Los perredistas Pablo Gómez y Carlos Sotelo, el petista Ricardo Monreal y Dante Delgado, de Convergencia, destacaron que existe una manipulación “burda” de un testigo protegido que declara como experto en medios de comunicación y alude a la portada de una revista que apareció mucho después de su detención. El caso muestra la necesidad de legislar para acabar con el abuso de la figura de testigos protegidos, resaltaron.

En el Palacio Legislativo de San Lázaro, Jorge Carlos Ramírez Marín, presidente de la mesa directiva, fue benévolo con Televisa, pero ironizó con las “respuestas de una persona que busca privilegios”, Sergio Villarreal.

“¿Qué es lo que está haciendo este reo? Hay que considerarlo de esta manera, es un reo. ¿Qué está diciendo? Todo lo que le conviene decir. Me extraña, de verdad, que no haya involucrado en este delito a algún cardenal, al Papa, o a alguien así, tan famoso como eso y tan escandaloso como eso”, expresó.

Alejandro Encinas también la emprendió contra la administración federal porque evidencia un uso burdo de la figura del testigo protegido con tintes políticos.

“Ahora llegan al extremo de aplicar toda la fuerza del Estado contra un medio de comunicación. Es inaceptable que el testimonio de un delincuente se aplique como elemento de vendetta a un reportero y su medio. Es el modus operandi de las esferas del poder con objeto de aplastar todo aquello que se interponga a sus intereses mezquinos.”

El petista Enrique Ibarra calificó de delicada para el estado actual de la República que una declaración ministerial se utilice para lanzar un embate a un medio de comunicación. “Televisa se presta al juego perverso del gobierno para acusar a un reportero. ¿Por qué Televisa tiene material de video que el resto de los medios no tienen? Televisa ahora pretende curarse en salud, pero en su virulencia olvida que expone la integridad física de un periodista por el uso indebido que da a la filtración de la PGR.”

Jaime Cárdenas (PT) afirmó que la del gobierno es una actitud de venganza contra un medio de comunicación que publicó “el probable contacto entre Felipe Calderón y Sergio Villarreal, narcotraficante del cártel de los hermanos Beltrán Leyva. Televisa se convierte en instrumento para golpear a los críticos del gobierno, es el sabueso que sin piedad muerde a un reportero, y pretende afectar a un semanario que junto con otros contados medios se ha constituido en el bastión de la prensa digna.”

El senador Dante Delgado pidió que se alce la voz en contra de ese intento de intimidar a Proceso, mientras Carlos Sotelo y los petistas Rosario Ibarra y Ricardo Monreal expresaron todo el respaldo y credibilidad a la revista fundada por Julio Scherer.

Labastida Ochoa expuso que en caso de probarse que todo fue armado desde el gobierno federal, es muy grave, porque se trata de “un atentado en contra de un medio de comunicación que se ha caracterizado por su independencia”. Agregó que Calderón estaría fallando, ya que se vulnera la libertad de expresión y de imprenta.

El ex secretario de Gobernación expuso que el video difundido en los noticieros de Televisa le genera “grandes dudas” por las contradicciones en lo declarado por Villarreal Barragán. Señaló que sorprende que se refiera a hechos que se dieron después de su captura.

El perredista Carlos Sotelo, quien preside el grupo plural que da seguimiento al llamado michoacanazo, dijo que sin duda lo publicado en la revista hace una semana, donde se señala a Juan Camilo Mouriño como contacto con el narco, y la transcripción de una declaración ministerial de El Grande –en la que éste señala que se reunió con el titular del Ejecutivo–, es lo que motivó el video difundido por Televisa.

Pablo Gómez dijo que “es un asco el manejo de testigos protegidos”, ya que, a diferencia de lo que ocurre a escala internacional, en México declaran antes de los juicios y hasta lo hacen por televisión”.

Es, desde luego, acto de justicia el darle cabida aquí al mismo periodista difamado y calumniado por la soberbia TELEVISA que ya casi se cree dueña de México y que así como arremetió en contra del periodista en su horario “estelar” con Joaquín López-Dóriga le negó -como siempre acostumbra hacerlo- el derecho de réplica en el mismo horario estelar al que tiene derecho el afectado:

Sergio Villareal, mentiras grandes... pero frágiles
Ricardo Ravelo
Revista PROCESO
4 de diciembre del 2010

La dolosa filtración de declaraciones ministeriales del testigo protegido Sergio Villarreal Barragán, alias El Grande, según las cuales el presunto narcotraficante pagó al reportero de Proceso Ricardo Ravelo 50 mil dólares por no mencionarlo en sus trabajos periodísticos, sirvió a Televisa y sus empleados para organizar un festín mediático al gusto del poder presidencial. Tan grandes como frágiles, las mentiras del colaborador manipulado por el gobierno calderonista se desbaratan con el más objetivo de los recursos: el dato verificable. Por ejemplo, Proceso nunca dejó de hablar del presunto capo desde que su figura se hizo notoria, a partir de 2007; 27 reportajes y cuatro ediciones especiales publicados entre 2007 y 2010 así lo demuestran.

Testigo estelar de la Procuraduría General de la República (PGR) y ahora “estrella de Televisa”, Sergio Villarreal Barragán, El Grande, ha sido para Proceso un personaje central de la historia reciente del narcotráfico mexicano, según consta en 27 reportajes publicados en el semanario y en diversos materiales incluidos en cuatro ediciones especiales, entre 2007 y 2010.

En un video y en una declaración ministerial que le fueron filtrados a Televisa –el miércoles 1 el consorcio ubicó como fecha del testimonio el “4 de noviembre” y después, el jueves 2, “corrigió” la fecha a “24 de noviembre”–, Villarreal Barragán afirma que entre 2003 y 2006 le pagó a este reportero 50 mil dólares por dejarlo de mencionar en los reportajes publicados en la revista.

A partir de ahí, según declaró Villarreal Barragán, este semanario dejó de publicar textos relacionados con él: “Podían mencionar a Arturo (Beltrán), a La Barbie, y así llenaban las páginas, y a mí no… cuando llegaba a salir, salía con una mínima mención”. Según esa declaración la revista Proceso no se volvió a ocupar de El Grande hasta que fue detenido, en septiembre de este año.

El testimonio de Sergio Villarreal Barragán, El Grande, es falso. El primer reportaje que publicó este semanario sobre sus andanzas en el mundo del narcotráfico apareció en la edición 1583, del 4 de marzo de 2007, con la firma de Patricia Dávila. Ese año, según El Grande, ya había pagado a este reportero para que no se publicara nada en su contra.

En ese número de la revista se aborda la aparición de Villarreal Barragán como capo importante en la Comarca Lagunera. En uno de sus párrafos el texto dice: “La presencia del crimen organizado avanzó primero a la sombra de capos como Amado Carrillo, El Señor de los Cielos; Arturo González Hernández, El Chaky (lugarteniente de Ismael El Mayo Zambada) y ahora de Sergio Villarreal Barragán, El Grande.

El siguiente reportaje en el que se incluyó a Villarreal Barragán se publicó en la edición 1594, del 20 de mayo de 2007, y está firmado por el reportero Arturo Rodríguez García.

Fechado en Torreón, Coahuila, el texto se refiere al caso del subprocurador Reséndiz Martínez y se afirma: “El pasado jueves 17 (de mayo de 2007), a través de un comunicado, la dependencia informó que ejercerá acción penal contra el ex funcionario por delincuencia organizada y delitos contra la salud, ya que Reséndiz le deba información a Sergio Villarreal Barragán, El Grande, y a Arturo González, El Chaky”. Con base en información de la PGR, en dicho texto también se afirma que Villarreal Barragán es identificado como mando operativo del cártel de Juárez en La Laguna.

En otra edición de este semanario, la 1595, fechada el 27 de mayo de 2007, con el título Un video acusador, se menciona que Armando Ruiz Arévalo, jefe antisecuestros en La Laguna, fue grabado en el escondite donde un grupo delictivo lo mantenía secuestrado y sostiene que en abril de 2003 Sergio Villarreal Barragán se hizo cargo de la plaza en la Comarca Lagunera.

El 9 de septiembre de 2007, en un texto firmado por este reportero que se publicó en la edición 1610 de Proceso, en el que se aborda la ola de violencia –secuestros, desapariciones y homicidios– que azota a la Comarca Lagunera, se habla del descuartizamiento de un personaje conocido como Sabino Burciaga: “Los pedazos del cuerpo de Sabino Burciaga tenían un mensaje amenazante dirigido a Sergio Villarreal Barragán, El Grande, a quien se identifica con el cártel de Sinaloa y está en disputa con Los Zetas por La Laguna”.

El tema del narcotráfico en La Laguna –antiguo feudo de Villarreal Barragán– se continuó abordando en este semanario sin cortapisas. En otro texto, éste de Patricia Dávila y publicado en la edición 1614, del 7 de octubre de 2007, se da cuenta de la protección que tenía Sergio Villarreal Barragán por parte de la entonces alcaldesa de Lerdo, Durango, Rosario Castro Lozano.

El retrato criminal de Villarreal Barragán como amo y señor del narcotráfico en La Laguna fue publicado con la firma de este reportero en la misma edición de Proceso con el título Poderoso y protegido:

“Arropado por empresarios y políticos panistas, Sergio Villarreal Barragán, El Grande, se convirtió en el narcotraficante más poderoso de la Comarca Lagunera al servicio del cártel de Sinaloa: ni la Procuraduría General de la República ni el Ejército Mexicano han podido detener al capo, quien se jacta de tener compradas a todas las autoridades locales y federales”.

Centrado en la figura de Villarreal Barragán, el reportaje aborda toda la historia del presunto capo y, con base en el expediente 4/2007-III de la SIEDO, se afirma que la lista de gatilleros y operadores de la organización encabezada por Villarreal está integrada por personajes como José Luis Rodríguez, El Tenientillo, responsable del cobro y entrega de mercancía (cocaína), así como del pago por protección a las autoridades federales, estatales y municipales.

Se menciona también que el brazo derecho de Rodríguez es David Rodríguez, El Teniente; que Claro Burciaga es el jefe de sicarios, Adolfo Villarreal Barragán, hermano de El Grande, es el brazo auxiliar de Sergio y que Jorge Zamora, El Pollo, es el jefe de los halcones.

Desplazado

Aunque era un capo en ascenso, Villarreal Barragán no siempre fue noticia ni personaje trascendente, pues otros acontecimientos –desapariciones, balaceras, temas de narcopolítica– cobraron más importancia. Sin embargo, no dejó de ser mencionado en las ediciones siguientes de este semanario, como la 1668, del 17 de octubre de 2008:

“(…) También está recluido el ex subprocurador de Justicia de Durango Hugo Armando Reséndiz Martínez, acusado de delitos contra la salud y delincuencia organizada. De acuerdo con la PGR, el ex funcionario está relacionado con varias ejecuciones, así como con la filtración de datos confidenciales de dos operadores del cártel de Juárez: Sergio Villarreal Barragán, El Grande, y Arturo González Hernández, El Chaky”.

Villarreal Barragán volvió a ser mencionado cuando Proceso, en su edición 1679 (4 de enero de 2009) se ocupó de investigar la ligazón de intereses entre funcionarios de la SIEDO y el narcotráfico, lo que derivó en una investigación que la misma PGR denominó Operación Limpieza.

Firmado por este reportero y con el título Instrumentos sucios de la Operación Limpieza, se publicó un texto en el que se ahonda en el tema de la corrupción en la SIEDO al haber sido infiltrada por la organización encabezada por los hermanos Beltrán Leyva, a la que El Grande pertenecía. Con base en información oficial se afirma que los Beltrán pagaban medio millón de dólares a funcionarios de la PGR a cambio de protección e información.

El tema de la Operación Limpieza se tocó en varias ediciones de Proceso por tratarse de un asunto de interés público en el que salieron a relucir datos y evidencias de la colusión de funcionarios públicos con el narcotráfico.

Por ello, en el número 1683, del 1 de febrero de 2009, se menciona a Villarreal Barragán como una pieza clave del cártel de los hermanos Beltrán Leyva para corromper a funcionarios de la SIEDO. En el mismo reportaje se hace referencia al papel que jugó el capitán Fernando Rivera, quien fue jefe del área de inteligencia de la SIEDO, acusado de servir a la organización de los Beltrán Leyva.

Rivera se hizo testigo protegido. En el texto se incluye a Sergio Barragán en estos términos: “El testigo está acusado de delitos relacionados con la delincuencia organizada, dentro de las investigaciones que derivaron en la Operación Limpieza. Concretamente se le acusa de formar parte del grupo de funcionarios de la SIEDO que servía al cártel de Sinaloa y a capos como Sergio Villarreal Barragán, afincado en la Comarca Lagunera”.

Con el título Capos, los verdaderos jefes de la SIEDO, en la edición 1681, del 18 de enero de 2009, este reportero se volvió a ocupar de la Operación Limpieza y de Villarreal Barragán con base en los datos de la averiguación previa PGR/SIEDO/UEIDCS/0241/2008.

El reportaje señala en uno de sus párrafos centrales: “Asimismo, el capo Sergio Villarreal Barragán, El Grande, operador de los Beltrán en la Comarca Lagunera, Nuevo León y Morelos, aparece como protagonista de una historia truculenta: pretendió controlar a los policías adscritos a la SIEDO para que le brindaran protección y así traficar drogas sin ser molestado.

“El testigo Saúl –cuyo nombre real es Milton Cilia Pérez, quien fungió como comandante en la SIEDO, detalló el 4 de agosto de 2008 la manera en que se entablaron las negociaciones con Sergio Villarreal Barragán, El Grande, un narcotraficante ligado a los Beltrán Leyva que sigue impune. El Grande pretendía controlar las dos policías adscritas a la SIEDO”.

En otro texto firmado por este reportero, Se buscan soplones (Proceso 1692, del 5 de abril de 2009) Sergio Villarreal Barragán volvió a ser referido ante los fallidos intentos de la PGR por detenerlo.

En el texto se mencionan los vicios y fallas del programa de testigos protegidos de la PGR: “Testigos protegidos consultados por este reportero y que pidieron el anonimato por temor a represalias de la PGR aseguran que se encuentran frustrados y desesperados debido a que desde hace varios años están siendo utilizados por la SIEDO para denunciar a capos importantes a los que sirvieron y que, sin embargo, no son detenidos.

En ese reportaje se menciona la destitución del agente del Ministerio Público Ignacio Muñiz, quien tenía a su cargo la investigación sobre Villarreal Barragán. Muñiz fue reemplazado por Moisés Jiménez Hipólito, de quien se afirmó: “También perdió el control de la investigación, pues varios de sus subalternos han extorsionado a empresarios del ramo automotriz, de venta y renta de casas que presuntamente están relacionados con el narcotraficante Sergio Villarreal Barragán”.

Abundantes menciones

En las ediciones 1699 (24 de mayo de 2009), 1717 (27 de septiembre de 2009), 1729 (20 de diciembre de 2009) y 1730 (27 de diciembre de 2009) este reportero le siguió los pasos a Villarreal Barragán, a quien siempre se le mencionó como principal operador de la célula de los hermanos Beltrán Leyva.

Después de la caída de Arturo Beltrán Leyva en diciembre de 2009 durante un operativo de la Marina, el reportero abordó otros episodios de la historia de Villarreal Barragán en un reportaje titulado Tras la vacante criminal, que se publicó en la edición 1730.

En dicho texto se habla de los personajes que se disputarían la posición del llamado Jefe de Jefes:

“Luego del tiroteo que segó su vida (la de Arturo Beltrán), los nombres de Édgar Valdez Villarreal, Sergio Villarreal Barragán, El Grande, y Héctor Beltrán, El H, se disputan el control de buena parte del Pacífico mexicano, así como la plaza de Morelos, donde se afincó la organización de los hermanos Beltrán Leyva con la protección policiaca y presuntamente de algunos miembros del Ejército”.

En las ediciones 1747 (25 de abril de 2010), 1754 (13 de junio de 2010), 1757 (4 de julio de 2010), 1759 (18 de julio de 2010), 1760 (25 de julio de 2010), 1766 (5 de septiembre de 2010) y 1772 (17 de octubre de 2010) de este semanario, Sergio Villarreal Barragán es mencionado en diversos temas del narco, así como de crímenes y escándalos de corrupción oficial.

Incluso en el número 1754, bajo el título de Narcoamigos en el Senado, la reportera Jesusa Cervantes cuenta la historia del presunto encuentro del entonces presidente electo, Felipe Calderón, con Sergio Villarreal Barragán y el senador Guillermo Anaya Llamas, durante el bautizo de la hija de éste.

En uno de los párrafos de ese texto, la reportera señala: “Entre los invitados, a un lado de la mesa de Calderón, estuvo Sergio Villarreal Barragán, El Grande, uno de los capos más buscados por el gobierno mexicano y recientemente por el estadounidense”.

Villarreal Barragán volvió a ser figura central de un reportaje de Proceso el pasado 21 de noviembre cuando este reportero tuvo acceso a las declaraciones ministeriales del presunto capo, contenidas en la averiguación previa PGR/SIEDO/UETMIO/0992010/2010.

En dicho testimonio El Grande habla de su presunto encuentro con Calderón, con quien lo presentó el senador Guillermo Anaya. Ante el presidente, Villarreal le dijo que estaba a sus órdenes para lo que se le ofreciera, a lo que Calderón contestó, según el capo, “igualmente”.

Con base en el testimonio de El Grande, en dicho reportaje se detallan varias historias de muertes y corrupción institucional, pues el presunto capo afirma que él mismo se encargó de la logística para asesinar al agente federal Édgar Millán Gómez y planeó, por órdenes de su jefe Arturo Beltrán, la ejecución de dos funcionarios de la Secretaría de Seguridad Pública Luis Cárdenas Palomino y Armando Espinoza de Benito. Al primero porque le pagaron una suma y no se reportó con el cártel, y al segundo porque Arturo Beltrán estaba enojado debido a que recibía dinero de Joaquín El Chapo Guzmán.

En esa misma edición el reportero Arturo Rodríguez cuenta la historia de la demanda que interpuso en su contra el senador Guillermo Anaya después de la información que publicó en la que se habla de la asistencia de El Grande al bautizo de la hija del legislador panista.

El más reciente reportaje bajo la firma de este reportero se publicó el 28 de noviembre último y se titula Testigos protegidos… creerles a conveniencia.

En el texto se cuentan varias historias de testigos protegidos que se quejan de que en la SIEDO son forzados a enderezar acusaciones contra personas que no conocen, y también señalan que les mutilan las declaraciones cuando señalan a funcionarios del gabinete federal.

Con estos elementos se echa por tierra el testimonio acusador de Villarreal Barragán en el sentido de que pagó a este reportero para no aparecer en reportajes de Proceso. Su historia y sus andanzas, así como sus nexos con políticos del régimen, han sido mencionados en todos los textos referidos.

La réplica, debidamente documentada del reportero, responde de modo contundente al show montado por TELEVISA. ¿Para qué demonios va a pagar un narcotraficante un solo centavo para no ser exhibido en un medio que ya lo ha exhibido y desprestigiado de sobra en el pasado? Cualquier mención a esto, desde luego, ha sido prohibida terminantemente en todos los programas y noticieros de TELEVISA, y cualquiera que se atreva a salirse del redil le espera su cese fulminante, como ya ha ocurrido con periodistas notables como Carmen Aristegui.


Otro conocido editorialista, haciendo un somero recuento de algunas de las muchas denuncias periodísticas hechas en el pasado por la revista PROCESO hacia el proceder de TELEVISA carente por completo de ética profesional, hace las siguientes observaciones:

El canal de los linchamientos
Jenaro Villamil
Agencia APRO
6 de diciembre del 2010

“Eso no se vale. Yo estoy de acuerdo en que hagan todo lo posible por defenderse Televisa y TV Azteca, pero el poder no se utiliza así”, exclamó Miguel Alemán Velasco en enero de 2007 al referirse a la campaña de linchamiento que ambas televisoras encabezaron contra el empresario Isaac Saba a fin de frenar su participación en la sociedad con NBC-Universal para ir por la tercera cadena televisiva en México.

Los noticiarios de los canales 2 y 13 se unificaron para acusar al Grupo Casa Saba de ser responsable de “miles de muertes” (por su condición de distribuidor de medicamentos); Morir sin remedio, titularon a los reportajes que nunca hicieron explícito que Saba era un posible competidor.

Televisa y TV Azteca intimidaron al Grupo Casa Saba, que se retiró de la inversión anunciada con NBC-Universal y le canceló la posibilidad de tener un socio mexicano para una tercera cadena comercial de televisión.

Alemán se quejó de los excesos de los conductores de noticias, del uso y abuso de la pantalla para litigar intereses comerciales: “Los noticiarios no son solamente nota roja. Y el conductor no debe ser juez y parte, menos fiscal o verdugo. Eso se prohíbe en otras partes del mundo. Aquí desgraciadamente la opinión cuenta más que la información. Es decir, estamos opinando en vez de informando, y basta y sobra con que nos caiga mal alguien para que lo hagamos polvo. Y más con el poder de la edición. Eso no se vale” (Proceso 1578).

Tres años después de aquella queja de Alemán, Televisa ha arreciado sus campañas contra adversarios comerciales y exsocios en empresas de representación artística –como en el caso de Simón Charaf, accionista de Imagen y Talento–, medios impresos que han criticado la “ganga” de la Licitación 21 –como Reforma–, empresarios de la industria farmacéutica que son sus adversarios y recientemente contra Proceso, bajo el pretexto de un video con declaraciones de Sergio Villarreal, El Grande.

Bar-Bar

“¡Mataron a Cabañas, mataron a Cabañas!”

Ese fue el grito que escucharon varios asistentes al Bar-Bar hacia las cinco de la mañana del 25 de enero de este año. Una detonación seca se escuchó en los sanitarios. El agresor, Juan José Balderas Garza, el JJ, amigo del delantero paraguayo, salió del bar sin que lo detuvieran.

No mataron a Salvador Cabañas, jugador del América, pero estaba herido. Con la ambulancia y las autoridades de la Procuraduría General de Justicia del DF llegaron también las cámaras de Televisa. En la emisión Primero Noticias, conducida por Carlos Loret de Mola, comenzó una cobertura exhaustiva que se convirtió pronto en un escándalo mediático.

Televisa trató de inculpar a los trabajadores del Bar-Bar –“ese oscuro antro”, dijeron los comentaristas de la televisora– y a su dueño, Simón Charaf.

El 28 de enero Primero Noticias difundió una fotografía en la que mostraba al supuesto agresor de Cabañas al lado de Simón Charaf. Éste le reclamó en un correo electrónico a Emilio Azcárraga Jean:

“Con toda honestidad me ha sorprendido que en la misma cobertura de los medios que tú presides, el trato que hemos recibido muestra una culpa del Bar-Bar que no existe.

“(…) El mejor ejemplo de lo anterior fue el grave error cometido por Carlos Loret de Mola en Primero Noticias el día de hoy, en donde se muestra una fotografía en la que asevera que aparece el agresor de Salvador Cabañas conmigo a su lado. Por fortuna, Iván Puentes, quien es la persona que aparece en la fotografía junto a mí, llamó a la producción del noticiero y se logró corregir el error antes de que terminara la transmisión.

“(…) Creo que lo menos que puede hacer Carlos Loret es ofrecer una disculpa pública en su espacio noticioso por la afectación a mi persona”.

Ni la disculpa ni la réplica se dieron. Por el contrario, se agudizó el linchamiento.

En marzo de 2010 Charaf decidió contraatacar. Reveló en entrevista con Gloria Leticia Díaz (Proceso 1743) que el trasfondo de la agresión de Azcárraga era su intento de apropiarse por completo de la empresa Imagen y Talento Internacional (ITI), donde Charaf tenía 49% de las acciones, y Televisa, 51%.

Charaf afirmó que mes y medio antes de la agresión contra Cabañas se reunió con Alejandro Benítez, funcionario de Televisa, quien lo amenazó con iniciar ataques contra sus empresas si no vendía sus acciones de ITI.

El vínculo entre Televisa y el Bar-Bar fue más allá de la sociedad en ITI. En 2006 fue escenario del reality show El Bar Provoca, producido por Televisa y Endemol México y conducido por Roberto Palazuelos.

Charaf sostiene que la animadversión en su contra tiene como finalidad evitar el pago que le corresponde por las utilidades de la contratación de actores como imágenes de gobiernos de los estados o de campañas electorales, como el caso de Angélica Rivera en el Estado de México o de Mayté Perroni y Raúl Araiza para el Partido Verde.

Ataque a Grupo Reforma

De manera casi imperceptible, el 30 de agosto en El Noticiero de Joaquín López Dóriga se inició una campaña contra Alejandro Junco, propietario del Grupo Reforma, editor de El Norte, Reforma y Mural, entre otros impresos.

López Dóriga aludió a un mensaje enviado en Twitter por el empresario regiomontano Lorenzo Zambrano, quien convocó a los hombres de negocios a mantenerse en la entidad. “Quien se va de Monterrey es un cobarde”, decía el mensaje. Televisa lo “ilustró” con Junco de la Vega, quien desde 2008 vive en Austin, Texas.

Seis días después la campaña tomó otro cariz. Del lunes 6 al jueves 9 de septiembre El Noticiero y todos los espacios informativos de la televisora unificaron su cobertura acusando al periódico Metro, del Grupo Reforma, de promover la trata de personas a través de los anuncios clasificados de servicios sexuales. Violencia y sexo, bomba de tiempo, titularon el “reportaje de investigación”.

Televisa entrevistó a legisladores, revivió un debate de meses atrás que se dio en España para legislar en esa materia, entrevistó a supuestas sexoservidoras que denunciaron el maltrato e ilustró con varios anuncios clasificados lo que consideró “la doble moral” de Reforma.

En Tercer Grado los comentaristas coincidieron en que se trataba de “un caso muy grave” de falta de ética periodística, pero no hicieron alusión a otros medios que también tienen ese tipo de anuncios, entre ellos la revista TV y Novelas, propiedad de Editorial Televisa.

La ofensiva contra Reforma duró una semana. El periódico no respondió directamente, pero varios de sus principales colaboradores advirtieron que el ataque era una respuesta a la cobertura crítica que ese periódico realizó sobre el resultado de la “ganga” de la Licitación 21, que favoreció claramente a la sociedad Televisa-Nextel.

Sin embargo el ataque de Televisa no fue producto sólo del interés de la televisora. Proceso pudo confirmar que detrás estuvo la autorización de Los Pinos para emprender en pantalla un linchamiento contra el grupo editorial con el pretexto de los anuncios clasificados.

Reforma ha publicado resultados de encuestas que documentan los bajos índices de aprobación de Felipe Calderón. En septiembre, en vísperas del ataque de Televisa, su sondeo arrojó el más bajo nivel de aprobación al gobierno calderonista (55%). En ese sondeo 59% opinó que la guerra contra el narcotráfico la estaba ganando el crimen organizado.

Las farmacéuticas, el escándalo

El linchamiento más reciente, previo al enderezado contra Proceso y el reportero Ricardo Ravelo, ocurrió entre el 9 y el 12 de noviembre pasados cuando El Noticiero difundió dos llamadas telefónicas que documentaban “la relación corrupta a base de comisiones y sobornos” entre el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y los laboratorios farmacéuticos.

El caso fue una pifia de Televisa. La persona a la que se presentó como “funcionario aún no identificado” que negociaba con Rafael Castro, del laboratorio Novartis, era en realidad Carlos Abelleyra Cordero, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Farmacéutica de 2007 a 2009 y presidente ejecutivo de la compañía Stendhal.

Este semanario documentó que detrás del linchamiento estaban los intereses del vicepresidente de Televisa, Bernardo Gómez, en el laboratorio Landsteiner –sancionado por la Comisión Federal para la Protección de Riesgos Sanitarios–, así como la sociedad del consorcio con Gennoma Lab y la búsqueda de una multimillonaria adjudicación de telefonía interna del IMSS para Bestel, subsidiaria del grupo que preside Azcárraga Jean (Proceso 1776 y 1777).

La sospecha de un acuerdo entre Televisa y Calderón también salió a relucir. Bestel impugnó en octubre de este año las bases de licitación para otorgar –por 2 mil millones de pesos– una red interna de telecomunicaciones en el IMSS. Los abogados de Bestel argumentaron que dichas bases beneficiaban a Telmex.

El pasado 11 de noviembre el juez Francisco Rebolledo le otorgó un amparo a Bestel-Televisa. En esa fecha concluyó la campaña sobre la “red de corrupción” en el Seguro Social.

Publicidad a Televisa

La campaña contra Ricardo Ravelo y Proceso, iniciada el miércoles 1, coincidió con una larga entrevista de Joaquín López Dóriga a Felipe Calderón en el Canal 2, para hablar sobre sus nuevos retos en vísperas del cuarto año de gobierno. Asimismo, la cobertura favorable y la amplia difusión de esa entrevista coinciden con un incremento sustancial para el gasto en Comunicación Social y Publicidad que el gobierno federal planea para 2011.

Según el Presupuesto de Egresos el gasto en esta materia pasará de mil 670 millones de pesos en 2010 a mil 940 millones en 2011. Más de 50% de ese gasto se destinará a la televisión.

Un estudio del Centro de Análisis e Información, Fundar, destaca que sólo en 2009 el gasto en Comunicación Social y Publicidad del gobierno de Calderón “aumentó 501% respecto de lo que se gastó en el último año del gobierno de Vicente Fox” y además el gasto ejercido ese mismo año “fue 145% mayor de lo que se había presupuestado y 49% más de lo que se gastó en 2008”.

El análisis de Fundar no tiene aún el gasto real ejercido al finalizar 2010, pero advierte en su reporte, del cual Proceso obtuvo una copia, que existen “grandes divergencias” entre lo que reportan las dependencias de gobierno.

De lo que no hay duda es que el principal cliente de publicidad en televisión es el gobierno federal. Pese a los montos manejados en el Presupuesto de Egresos, un reporte de KP Central Media (empresa de Carlos Alazraki) basado en tarifas publicadas, calcula que sólo en 2009 el gobierno de la República destinó 4 mil 585 millones 52 mil pesos a publicidad en televisión. 60% fue a los canales de Televisa.

La descarga vitriólica en contra de la revista PROCESO enviada en forma de purulenta basofia concentrada por el mayor poder informático desinformador de Hispanoamérica inspiró al siguiente editorialista a vertir varias observaciones:

Calderón, TELEVISA, Proceso y sus lectores
Miguel Angel Granados Chapa
Agencia APRO
6 de diciembre del 2010

Proceso es una publicación curtida en su enfrentamiento a los ataques desde el poder. Nació precisamente debido a una agresión desde la Presidencia de la República, que acabó con el diario Excélsior e impulsó a algunos de sus miembros a perseverar en el oficio periodístico a través de este semanario, que hace 34 años, a la par con el asentimiento de sus decenas de miles de lectores, suscita la animadversión de quienes ven aparecer en sus páginas sus malandanzas.

Pero esta vez Proceso ha suscitado la ira simultánea de dos poderes, que el miércoles 1 lanzaron una campaña, insidiosa y difamatoria, que busca desprestigiar a esta revista, disminuir por la desconfianza que de ello resulte el aprecio de sus lectores o, en el peor de los casos, llevar a juicio a la dirección del semanario y por lo menos a uno de sus reporteros, Ricardo Ravelo.

A partir de una presunta declaración ministerial montada ex profeso, el principal noticiario de Televisa, conducido por Joaquín López Dóriga, dedicó su espacio inicial, y casi seis minutos largos, a dar voz al testigo estelar de la PGR, Sergio Villarreal Barragán, apodado El Grande por su talla física. Dijo que había entregado 50 mil dólares a Ravelo para que dejara de ocuparse de él, ya que publicaba reiteradamente informaciones sobre sus actividades delincuenciales. El dinero habría surtido el buscado efecto silenciador, pues el reportero dejó de referirse al delincuente hasta que el 21 de noviembre pasado tornó a mencionarlo en un extenso reportaje anunciado en la portada de la revista, que incluía una foto del delincuente esposado y flanqueado por dos infantes de marina. Sibilinamente se dejó flotar la impresión de que también la revista había sido gratificada de esa manera, y se llegó a la insinuación insidiosa al presentar, entre las “vistas” que acompañaban a la declaración de El Grande, la portada de un número de Proceso ya clásico en la historia reciente del periodismo. En ella aparecen el capo mafioso Ismael Zambada, El Mayo, y el fundador y presidente de Proceso, Julio Scherer García, como vivo testimonio del encuentro periodístico que mantuvieron en un lugar ignorado.

El apresuramiento con que Televisa montó la maniobra la condujo a un desliz: al aire se dijo que la declaración se produjo el 4 de noviembre. Preocupaba a los perpetradores del engendro fijar una fecha distante del momento que causó la irritación presidencial canalizada a través de esa agresión. Pero los autores del engendro hicieron hablar a Villarreal de su aparición en la portada, que ocurriría ¡17 días después! del día en que se fechó su infundio. Tardíamente advertidos de su error, los urdidores de la oprobiosa trama pretendieron corregirla al día siguiente, alegando que no se dijo “4” sino “24” de noviembre. Pero la primera fecha consta en infinidad de registros, con fuerza que desnuda la patraña.

La Presidencia se había encolerizado porque en una parte sustraída al resumen oficial El Grande narró, en su declaración ministerial (la inicial y auténtica, no la que se agregó en pegote mal hecho), el saludo que intercambió con el presidente en 2006, cuando apadrinó a una hija del senador Guillermo Anaya en Torreón. El delincuente no dijo más, ni por supuesto Proceso añadió algo. Sólo hizo notar en la portada, para precisar la importancia de El Grande, que “hasta con Calderón convivió”.

No la oficina de prensa de Los Pinos, sino el vocero de seguridad del gobierno federal (Alejandro Poiré, aunque su nombre no figure en ella) remitió una carta a la revista, en que “rechaza categóricamente que haya existido algún contacto entre el presidente de México y el presunto delincuente”, por lo que la información referida es “totalmente falsa”.

Esa contundencia no responde, no puede responder a los hechos. A pesar del retraimiento a que lo condena el Estado Mayor, el presidente de la República ha saludado a lo largo de su gestión a miles de personas. Como es obvio, no se lleva registro de cada uno de esos breves intercambios, con los nombres de los interlocutores. De haberlo, bastaría buscar en el índice el nombre de Villarreal y al no hallarlo estar en situación de negar el encuentro. Pero en otras circunstancias, las que realmente prevalecen en el entorno presidencial, es inverosímil la negativa del vocero, no puede sostenerse más que en su irritada posición.

En el mismo número de Proceso donde aparece El Grande, Jenaro Villamil se asoma a La entraña del embate de Televisa contra Cofepris, y la revista publicó un adelanto de su libro El sexenio de Televisa, donde Villamil examina los vínculos entre ese consorcio y el gobierno federal (así como su hechura de Peña Nieto). Esa reiteración hubiera bastado para que el consorcio de los Emilio Azcárraga lanzara contra este semanario una andanada como la que dirigió poco antes contra la Comisión Federal de Prevención de Riesgo Sanitario y contra el IMSS, en defensa de los intereses de una de sus filiales, que quiere el terreno llano para recibir un contrato de telecomunicaciones como el que ya se le adjudicó en el ISSSTE.

Unidas las irritaciones de los dos poderes, el Ejecutivo y el de Televisa, se produjo la andanada que a la hora de escribir estas líneas su autor ignora si continuó la noche del jueves y al día siguiente. Es de temer que así haya sido, y aun se agravaran las acusaciones. En el mejor de los casos, el gobierno federal pretendería neutralizar el efecto de que aparezca en la declaración ministerial una referencia a Calderón y al vínculo que hubo entre su compadre Anaya y Villarreal, lazo familiar ya deshecho pero indudable y comprobable. Al revertirla contra el reportero que manejó esa declaración ministerial de un testigo protegido, se priva de toda credibilidad a lo dicho por El Grande. O se cree todo lo dicho por los testigos que se agencia la PGR o no se les cree nada.

Pero el propósito parece ir más lejos. Se trata de un ataque a la esencia misma del periodismo practicado por este semanario, la búsqueda de informaciones que se hacen verosímiles a fuerza de investigación y que suscitan la confianza de los lectores. Ya en julio del año pasado se intentó la maniobra que ahora se ahonda, la de perversamente proponer que hay un nexo entre Proceso y el narcotráfico. Al presentar en ese entonces un arsenal de La Familia Michoacana, la Policía Federal exhibió, junto con armas, parque y otros pertrechos, ejemplares de Proceso, leídos por los delincuentes a los que se desposeyó de esas herramientas de su trabajo.

Si los poderes fácticos, Televisa y el gobierno, lograran imponer la infamia de que Proceso es una narco-revista y su personal cómplice o extorsionador de bandoleros, la suerte de este semanario quedaría sellada. Por fortuna, ese efecto depende en último término de los lectores, que no se dejarán engañar y defienden con su confianza una publicación nacida para servirlos…

El comportamiento cada vez más gangsteril de TELEVISA en sus noticieros y su manejo cada vez más distorsionado de las noticias son precisamente las razones por las cuales la misma empresa está haciendo crecer el número de mexicanos que cada día prefieren recurrir a Internet para obtener su información y cada día ven con mayores simpatías la posible incautación gubernamental de TELEVISA con la requisa de todas sus instalaciones y la cancelación total de sus permisos de transmisión, una nacionalización urgentemente requerida que ha sido ya retrasada por demasiado tiempo, para lo cual la expulsión del PAN-Gobierno de la silla presidencial antes de que consolide su dictadura total es un paso indispensable. Así como la dupla derecha-ultraderecha que está gobernando al país en un tiempo condenaba a medios de comunicación soviéticos como el diario Pravda acusándolo de ser un propagandista y un desinformador oficial al servicio del Estado y al servicio de la mitológica “gran conspiración judía masónica comunista” (en la que ya ni siquiera muchos otrora convencidos ultraderechistas creen), y así como en sus locas fantasías acusaba (sin pruebas, naturalmente) a todos los principales medios de comunicación de los Estados Unidos como el New York Times y las cadenas de televisión CBS y NBC estar en manos de “poderosos consorcios judíos dedicados a la desinformación” pidiendo la desaparición de los mismos, no estaría nada mal voltearles el mismo argumento para quitar del camino de una vez por todas y para siempre a quien ha sido uno de sus principales aliados y paleros en México cubriéndolos y tapándolos a más no poder.





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POST SCRIPTUM:


Tomando como punto de partida las dramáticas denuncias lanzadas por el ex-Gobernador del Estado de México Arturo Montiel:





el siguiente artículo documenta la forma francamente hamponesca, digna de las mafias criminales de Chicago en los tiempos de la prohibición del alcohol en los Estados Unidos, sobre la manera en la que se están moviendo quienes actualmente detentan las redes del poder en México:

Arturo Montiel desnuda a TELEVISA
Norma Meraz
Revista PROCESO 1973
11 de marzo del 2011

Cinco años después de haber declinado como precandidato del PRI para contender por la Presidencia de la República, quien fue gobernador del Estado de México revela los entretelones de ese hecho en el libro Arturo Montiel, desde Atlacomulco. Testimonio del exgobernador del Estado de México, escrito por la periodista Norma Meraz a partir de los testimonios del político priista. El exmandatario estatal sostiene que el presidente Fox y su esposa Marta Sahagún maniobraron para descarrilarlo mediante golpes mediáticos orquestados por Televisa en los espacios noticiosos de Carlos Loret de Mola y Víctor Trujillo Brozo. También acusa a Roberto Madrazo de espiarlo y de filtrar a los medios las informaciones acerca de su “riqueza inexplicable”. En la trama aparece un personaje inesperado: Bernardo Gómez, vicepresidente de Televisa, que intentó reconciliar a Montiel y Madrazo. Con la autorización de la autora y de la editorial Temas de hoy, reproducimos fragmentos del libro que pronto estará en circulación.

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¿Por qué abandoné la contienda? Soy político, pero sobre todo un ser humano. Lo que rige la vida no sólo es la búsqueda del poder, sino los afectos y los sentimientos. Por supuesto que deseaba ser candidato a la Presidencia, triunfar, ser presidente de la República, había trabajado toda mi vida para ello, era la culminación de mi carrera y el cumplimiento de un sueño que había nacido en Atlacomulco, como lo he relatado ampliamente en las partes anteriores. Había apostado por ser presidente de México, estaba preparado, con proyecto y visión de Estado, me sentía, además, heredero de la tradición política del Estado de México, del legado de Isidro Fabela, de Alfredo del Mazo Vélez, de Gustavo Baz y del maestro Carlos Hank; era mi momento y lo consideraba legítimo.

En octubre de 2005, regresando del estado de Michoacán y de una exitosa y tumultuosa reunión de apoyo a mi candidatura, mi secretaria, Blanca Ramírez, me informó que de nueva cuenta y durante todo el día había recibido llamadas telefónicas de personas que no se identificaban y que pedían hablar personalmente conmigo.

Eran las 11:30 de la noche cuando contesté una llamada de esas voces anónimas, una voz malsonante y bravucona que con majaderías me amenazó de muerte.

Si no renuncias, atente a las consecuencias, no estamos jugando –me dijo.

Se me exigía renunciar, si no “se pondrían los muertos y no sólo de tu familia”. Y comenzó el acoso. Éste fue constante, media docena de llamadas diarias, a mis celulares privados, a mi oficina, a mi casa, a mi esposa, a mis hijos, Pablo y Arturo, e incluso a amigos cercanos; amenazaron a Carlos Rello, Carlos Iriarte, Marco Antonio Nava y Navas y al maestro Lauro Rendón, entre otros. (El conocimiento preciso de los números telefónicos de los celulares privados de Arturo Montiel y de todos sus familiares es información que no cualquiera puede obtener fácilmente; ni siquiera las mafias del crimen organizado tienen acceso a tanta información, se necesita forzosamente de la ayuda de gente incrustada en los más altos estratos del gobierno federal y de un sofisticado aparato de espionaje trabajando tiempo completo las 24 horas del día en contra de los ciudadanos mexicanos.)

Cuando tomé una de las llamadas los enfrenté, les pregunté quién los mandaba, les dije que no fueran cobardes y que sí me importaba lo que estaban haciendo. Sólo me contestaron:

–Comenzaremos con tu hijo, el más grande (Arturo)… ¡Tienes que renunciar ya!

Solicité protección para mi familia y hubo vigilancia día y noche: en casa de mis padres, de mis hijos y de mi esposa, pero en realidad estaba a merced de esos sicarios. Era imposible defender a todos o defenderme, terminarían por dañar a alguien. Le informé a Roberto Madrazo, pero él sólo se asombró y me dijo que “no lo podía creer”. No hizo ninguna declaración pública ni recibí ningún apoyo.

Estos enemigos ocultos dieron un golpe en los medios el 10 de octubre, en los programas noticiosos de Brozo (Víctor Trujillo) y Carlos Loret de Mola. Me acusaron de enriquecimiento inexplicable y de corrupción. Ahí fui juzgado y condenado sin mediar siquiera una presunción de inocencia. Vino entonces una persecución mediática en la que se exhibieron mi patrimonio “mal habido” y mostraban historias que a los medios y a ciertos periodistas les encanta distorsionar y hacer crecer. Era imposible vivir en un clima de amenazas y de cuchicheos, de voces bajas que nos colgaban, tanto a mi familia como a mí, el “San Benito” de la corrupción.

¿Qué podía hacer? Proteger a mi familia y mi honra.

En el programa televisivo del periodista Joaquín López Dóriga dije que me ponía a disposición de las autoridades estatales y federales para responder a las acusaciones de mis supuestos ilícitos. Me dediqué a defenderme durante cuatro años y medio, hasta la fecha.

Volviendo a mi renuncia, sigo pensando que las denuncias en los medios fueron orquestadas. ¿Por quién? Por Vicente Fox y su esposa, la señora Marta Sahagún. Estaban resentidos por las diferencias que se habían ido acumulando durante los años de su mandato: el malogrado Proyecto Nuevo Texcoco (Atenco), mi oposición a su reforma fiscal, el desplegado de los gobernadores contra Fox, mi liderazgo en la Conago, la denuncia judicial que el PRI estatal le hizo por hacer proselitismo en etapas electorales, etcétera.

Además, la pareja presidencial sabía que podía complicar la elección: Andrés Manuel López Obrador (AMLO) llevaba ventaja sobre Felipe Calderón; con mi presencia, la candidatura panista no tenía viabilidad. Yo podía derrotar a AMLO y a Felipe Calderón, Madrazo era un candidato “a modo”, con un PRI atomizado en feudos estatales y sin la confianza en las organizaciones populares.

Por estas razones, se filtró la información sobre mi supuesta corrupción y se aprovecharon de la ambición de Roberto Madrazo para canalizarlas. A través de sus empleados, Madrazo colocó en manos de los señores Víctor Trujillo y Carlos Loret de Mola la información de que yo había hecho depósitos irregulares por 35 millones de pesos y que contaba con una riqueza personal inexplicable.

Estas informaciones creo que provenían de dos lugares: la Secretaría de Gobernación y la Secretaría de Hacienda; venían de acusaciones hechas cuando fui candidato al gobierno del Estado de México; en ese entonces, afronté un juicio que gané a la Secretaría de Hacienda. Nunca pensé que “alguien” extrajera las actas de la secretaría tergiversando la realidad de los hechos. Esta circunstancia me hizo pensar que los documentos oficiales que salen de una dependencia pública como Hacienda debieron haber sido autorizados desde los más altos niveles del gobierno, como la Presidencia de la República. (Nota de Spectator: Desde que la ultraderecha accedió a las redes del poder federal con el triunfo de Vicente Fox en las elecciones presidenciales del año 2000, las filtraciones de documentos oficiales a los medios de comunicación con claras intenciones de propiciar escándalos mediáticos en contra de la reputación de políticos conocidos se ha vuelto una práctica cada vez más frecuente, algo de lo cual puede dar fé el candidato priista Arturo Zamora a la gubernatura del Estado de Jalisco en las elecciones del 2006 y cuya delantera sobre el ultraderechista Emilio González Márquez -apoyado e impulsado por la ultrderechista sociedad secreta Tecos de la Universidad Autónoma de Guadalajara y su fundador Antonio Leaño Alvarez del Castillo- fue pulverizada con filtraciones de documentos oficiales que supuestamente lo implicaban con el narcotráfico y que posteriormente después de la derrota electoral de Arturo Zamora se comprobó que eran acusaciones falsas.) Por otra parte, existen grupos de monitoreo que procesan información que es usada o puede usarse como un instrumento para espiar a enemigos y adversarios políticos.

En La Jornada de Michoacán se difundió, el 13 de octubre de 2005, que Arnulfo Villegas era un hombre que había prestado sus servicios de espionaje a Roberto Madrazo en el tiempo en que fue gobernador de Tabasco, dirigente nacional del PRI y candidato presidencial. Según lo publicado, Villegas fue el que facilitó la información que después Madrazo filtró y que me orilló a retirarme de la contienda por la candidatura presidencial. También recibí fuertes presiones de personalidades de alto nivel político, de compañeros de partido que se prestaron al juego y, por supuesto, amenazas anónimas mediante las cuales me ponían un plazo de veinticuatro horas para que renunciara a mis aspiraciones; me avisaron que si pasaban esas veinticuatro horas y no declinaba, “me atuviera a las consecuencias”, lo cual significaba una virtual amenaza de muerte contra mi persona o mi familia.

Por una parte, el escándalo mediático me quitaba credibilidad y legitimidad ante la opinión pública; por otra, las amenazas de muerte intentaban quebrar mi voluntad política y desestabilizar mi equilibrio personal. Soltaron el golpe mediático el 10 de octubre, aunque tenía semanas recibiendo llamadas a mis diferentes teléfonos, fijos y celulares, de voces anónimas que buscaban amedrentarme, como lo he relatado. A casi cinco años de dichos acontecimientos, sigo sosteniendo que Roberto Madrazo tuvo una participación determinante en la creación de un ambiente de enrarecimiento y linchamiento en contra de mi persona, en momentos en que las principales casas encuestadoras me colocaban por encima de él, presentándome como la mejor opción para el triunfo del PRI en la elección presidencial.

Antes de declinar a mi precandidatura, Roberto Madrazo me invitó en reiteradas ocasiones a que nos reuniéramos a tratar futuros asuntos del partido; pero había que zanjar algunos desencuentros derivados de sus muchas veces postergada renuncia. El cambio de dirigencia se hizo fuera de contexto estatutario (31 de agosto del 2005), atropelladamente y con algunos desacuerdos de los integrantes de su comité ejecutivo; sin embargo, se logró conciliar.

Al respecto, propuse a Mariano Palacios Alcocer para sustituirlo en la dirigencia del partido. Finalmente se dio el relevo. Pero era necesario discutir las consecuencias de estos cambios. Después de mi renuncia, el 20 de octubre, Madrazo y yo nos reunimos; asistió acompañado por el presidente del CEN, Mariano Palacios Alcocer, el secretario general de la CNOP, Manlio Fabio Beltrones y algunos de sus colaboradores, como Manuel Gurría Ordóñez, César Augusto Santiago y Carlos Armando Biebrich. En ese encuentro le manifesté la necesidad de incluir a todas las corrientes del partido en la campaña presidencial. Finalmente hubo compromisos firmados y no cumplidos, concretamente seis, que a continuación enumero:

Primero, Arturo Montiel se sumaba a la candidatura de Roberto Madrazo, siempre y cuando se integrara la estructura y la fuerza político-electoral que tenía (Fuerza Mexiquense).
Segundo, Madrazo se comprometía a impulsar el acuerdo del Consejo Político Nacional para que la presidencia interina del Comité Ejecutivo Nacional del PRI recayera en Arturo Montiel a partir de marzo del 2006.
Tercero, Roberto Madrazo nombraría a Arturo Montiel coordinador general de su campaña presidencial.
Cuarto, Roberto Madrazo se comprometía a impulsar el registro de Arturo Montiel en el primer lugar de las listas de candidatos a senadores por el principio de representación proporcional que registraría el PRI a efectos de integrar la LX Legislatura federal.
Quinto, Roberto Madrazo se comprometía a impulsar la candidatura de diputados federales por el principio de mayoría relativa, propuestos por la expresión de Arturo Montiel en un 33% de los 300 distritos electorales uninominales por el principio de mayoría relativa; el 33% de los primeros diez lugares en las listas de candidatos a diputados federales por el principio de representación proporcional de las cinco circunscripciones plurinominales; el 33% de candidatos a senadores por el principio de mayoría relativa, y el 33% de los diez primeros lugares de la lista de candidatos a senadores por el principio de representación proporcional.
Sexto, Roberto Madrazo se comprometía, si asumía la primera magistratura del país, a integrar en su gabinete legal a tres secretarios propuestos por la expresión de Arturo Montiel.

Estos acuerdos fueron firmados por Roberto Madrazo, Mariano Palacios Alcocer, presidente del CEN priísta, teniendo como testigos a Manuel Gurría y Manuel Cadena. Como referí antes, ninguno de estos compromisos se cumplió. Los cinco primeros porque simplemente Madrazo incumplió, como es su costumbre; y el sexto, porque perdió catastróficamente las elecciones presidenciales, aunque estoy seguro de que tampoco lo habría cumplido. A pesar de que Mariano Palacios Alcocer no sólo atestiguó el acuerdo sino que se comprometió a ser el garante de su “estricto” cumplimiento, no lo logró o no quiso hacerlo. En conclusión: no hubo un cumplimiento de los acuerdos y se marginó de la campaña presidencial a una gran parte de los liderazgos políticos y actores representativos del priísmo nacional.

Roberto Madrazo ha sostenido que tuvo encuentros conmigo, uno de ellos en casa de Natividad González Parás, donde Rodríguez Barrera mencionó que se corrían rumores de que alguno de los precandidatos estaba involucrado en casos de corrupción. Este encuentro nunca sucedió. Al respecto, habría que hacer algunas precisiones sobre las diversas etapas en que los gobernadores priístas dialogábamos y definíamos posiciones ante la presidencia del CEN del PRI. Esta práctica se consolidó a partir del 2000, con la pérdida de la Presidencia de la República. Entonces nos planteamos como preocupación central lograr una cohesión interna que permitiera, por una parte, definir el papel de los gobiernos estatales priístas ante el gobierno encabezado por Vicente Fox, lo cual dio origen al Foro Nacional de Gobernadores priístas; por otra parte, iniciar una reflexión

Para realizar las declaraciones que desde Coahuila hice al periodista Joaquín López Dóriga, en las que señalé la participación de Madrazo en las filtraciones al señor Víctor Trujillo, no necesité de la asesoría de nadie, ni en particular de la maestra Gordillo, quien ya con anterioridad y de manera directa había hecho diversos señalamientos sobre sus diferendos con Roberto. Lo hice consciente y vehementemente, nadie meció ninguna cuna.

Cuando Roberto Madrazo fue nombrado candidato del PRI a la Presidencia, Bernardo Gómez nos invitó a desayunar en su casa. Bernardo buscaba reconciliarnos. Asistí, pero no tenía por qué reconciliarme con una persona que me perjudicó y dañó mi carrera política. No tenía rencor, pero tampoco tenía deseos de hacerle el juego a un hombre con el cual no se podía conciliar nada.

La situación para mi familia era muy complicada y decidí marcharme a París. Ahí permanecí siete meses, hasta que decidí volver para dar seguimiento directamente a las investigaciones, a las averiguaciones judiciales, y seguir aportando pruebas de mi inocencia.

Si la soberbia empresa TELEVISA, sintiéndose todopoderosa no respeta a otros medios de comunicación, haciendo mal uso del espacio radioeléctrico de frecuencias que prácticamente se le han estado regalando por varios años, ¿qué puede impedir a este pulpo el usar su músculo para acometer directamente en contra del ciudadano común y corriente, obligando incluso a que jueces y magistrados se sometan a su ley, la ley de TELEVISA ? Esto fue precisamente lo que sucedió en la última semana de abril del 2011:

Paula Cussi, crónica de una detención
Jenaro Villamil
Agencia APRO
26 de abril del 2011

Acaban de detener a Paula Cussi –me dijo vía telefónica el abogado Ernesto Canales.

Desde el vestíbulo de la oficina de Edgar Elías Azar, presidente del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal (TSJDF), yo esperaba la llegada de la viuda de Emilio Azcárraga Milmo y de su equipo de abogados. Era el único reportero. Me habían avisado que Cussi estaba citada a las nueve y media de la mañana para continuar con el desahogo de la prueba confesional, sesión que se había interrumpido desde el lunes 21 de febrero.

El juicio civil interpuesto desde enero de 2007 por Cussi se había vuelto tortuoso. Aquel 21 de febrero, la sesión en la sede de la presidencia del tribunal se suspendió porque habían notificado “una amenaza de bomba”. Dos semanas después, el jueves 3 de marzo, la jueza sexagésimo segundo de lo Civil, Yolanda Morales Romero, fue cambiada de adscripción. Ella conocía los detalles del juicio que llevaba cuatro años.

Y ahora, la viuda de Emilio Azcárraga Milmo, quien reclama el pago de 4% del valor de Televisa en cumplimiento de la sexta parte del legado que El Tigre estipuló en su testamento, había sido detenida, a las puertas de la máxima sede del Poder Judicial capitalino.

-¿Cómo? Si acaba usted de hablarme para decirme que estaban a unas cuadras –le pregunté a Canales.

-Sí. Unos ocho agentes de la Procuraduría del Distrito Federal nos detuvieron justo al bajar aquí, en la calle de Niños Héroes.

-¿Por qué?

-No mostraron ninguna orden. Sólo dijeron que era en cumplimiento de una orden que se giró ‘desde la semana antepasada’. Actuaron como unos gorilas. Me amagaron. Cussi me sujetó del brazo. No sabía lo que estaba pasando.

Canales, un hombre afable y de talante tranquilo, estaba muy alterado. Tenía la adrenalina de quien acaba de vivir un acto violento.

Canales y César García Méndez, el abogado que lleva el litigio civil de Cussi, discutían airadamente con el equipo de abogados de Televisa, encabezado por Alejandro Bustos y Everardo Hegewisch, quienes aguardaban en la entrada del edificio del Tribunal, a unos veinte metros de donde detuvieron a Cussi. Parecían atestiguar el cumplimiento de la orden de aprehensión.

Un personaje nuevo estaba en escena: el afamado penalista Alonso Aguilar Zínser. Era el abogado de la acusación penal en contra de Cussi.

-¿Por qué detuvieron a la señora Cussi? –le pregunté a Aguilar Zínser, quien fumaba, tranquilo, su infaltable cigarro.

-Fue en cumplimiento de una orden judicial por falsedad continuada de declaraciones en el juicio emprendido contra Televisa y varios codemandados –me dijo.

-¿Es una demanda penal?

-Sí. La falsedad de declaraciones continuada es un delito grave.

-Me dicen los abogados de la señora Cussi que la detención fue irregular porque no hubo notificación previa ni se le dio el derecho de audiencia.

-Todo se hizo conforme a derecho. (¿?) Sí, ella no vive en la Ciudad de México, pero tengo entendido que se le intentó localizar desde la semana antepasada.

-¿Usted es abogado contratado por Televisa?

-Soy abogado de una de las codemandadas, filial de Televisa.

-¿Y dónde se encuentra la señora Cussi?

-Está en el penal de Santa Martha Acatitla.

La sangre fría de un penalista como Aguilar Zínser me demostró que todo estaba perfectamente sincronizado. Los únicos que no estaban enterados eran la propia detenida y sus abogados.

César García Méndez estaba furioso. Argumentó que “el acto jurídico no ha terminado. ¿Cómo la pueden detener por falsedad de declaraciones?”.

García Méndez y Canales entraron muy molestos a la oficina de Edgar Elías Azar, quien “por deferencia” a los involucrados en este caso había ofrecido la sede de la presidencia para que ahí se desahogaran las audiencias.

-Licenciado Elías, vengo de la revista Proceso. Quiero saber si no es irregular que esto suceda, a las puertas de su propia oficina y del tribunal.

-Mire, mejor no declaro nada porque estoy muy encabronado.

Elías Azar salió a paso vertiginoso de su oficina.

Durante más de una hora los abogados de Cussi intentaron comunicarse con quien pudiera informar de lo sucedido: con el procurador capitalino Miguel Angel Mancera, con su secretario particular, con alguna autoridad capitalina.

La respuesta a las llamadas era la misma: “El procurador Mancera no puede atender su llamada porque está en un evento con el jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard”.

Llegué hasta las oficinas del juzgado 69 de lo penal, en las instalaciones del Centro Femenil de Readaptación Social de Santa Martha Acatitla. Paula Cussi no se había podido comunicar con sus abogados. A través de la llamada telefónica a un familiar, ella declaró que se consideraba “secuestrada”.

La información de la detención de la viuda de El Tigre Azcárraga se difundió en la página online de Proceso y a través de Twitter.

A las dos horas, el procurador capitalino Miguel Mancera declaró públicamente que la detención de Cussi fue en cumplimiento de una orden de aprehensión que se ejecutó, dictada por una juez penal.

Ante el escándalo generado en las redes sociales, la PGJDF emitió un comunicado para especificar que la averiguación previa es la número FAE/A/T3/57/11-03, iniciada el 17 de marzo del año en curso, derivado de la denuncia de hechos formulada por el apoderado legal de la empresa Grupo Acal SA.

“Cabe aclarar que obran en la indagatoria de mérito dos citatorios de fecha 25 y 30 de marzo de 2011, girados para que se presentara a comparecer en su carácter de probable responsable”, aclaró en su último párrafo el boletín de la Procuraduría.

Varios twitteros le enviaron mensajes a los principales conductores de noticias de Televisa para preguntarles si iban a dar a conocer la detención de Paula Cussi.

En su cuenta, Joaquín López Dóriga escribió simplemente, antes del mediodía:

“Feliz cumple hoy Sharon Fastlich”.

En clara referencia a la esposa de Emilio Azcárraga Jean.

Apenas el 16 de abril se cumplieron 14 años del fallecimiento de su padre, Emilio El Tigre Azcárraga. Y según el boletín de la Procuraduría, la orden de aprehensión contra Cussi fue girada un día antes: el 15 de abril de 2011. Quizá como parte de una singular advertencia.

¿Y qué tuvo que decir Paula Cussi de su detención? Lo que documenta la siguiente nota:

Mi detención es un secuestro: Paula Cussi
Jenaro Villamil
Agencia APRO
25 de abril del 2011

Paula Cussi calificó como un “secuestro” su detención y posterior arraigo en las instalaciones del penal de Santa Martha Acatitla, al tiempo que el procurador capitalino Miguel Angel Mancera, confirmó la detención de Cussi, a las puertas del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal, afirmando que fue “en cumplimiento de una orden de aprehensión” librada por el juzgado 69 de lo penal en Santa Martha Acatitla.

En una llamada telefónica que logró hacer a sus parientes y a su abogado Ernesto Canales, desde la cárcel de Santa Martha Acatitla, Cussi consideró que fue “secuestrada” por 8 agentes de la procuraduría capitalina, en el momento que apenas iba a rendir sus declaraciones en el desahogo de pruebas del juicio civil que interpuso contra Emilio Azcárraga Jean por presunto despojo e incumplimiento del reparto de la sexta parte de la herencia de Emilio Azcárraga Milmo, su ex esposo fallecido el 16 de abril de 1997.

“No existió ningún tipo de citatorio que hiciera del conocimiento de Paula Cussi las imputaciones en su contra ni tampoco la existencia de una denuncia en contra suya”, advirtió el abogado César García Méndez, quien ha llevado el litigio que la viuda de El Tigre interpuso en contra de Emilio Azcárraga Jean desde enero de 2007.

-El abogado Alfonso Aguilar Zínser, quien encabeza la acusación de una de las empresas filiales de Televisa, afirma que el delito de Paula Cussi es grave porque fue continuado a lo largo de las audiencias del juicio civil– se le comenta a García Méndez.

-Eso es falso. La audiencia es un proceso que inicia y termina como un acto jurídico, pero no se puede imputar en relación a la falsedad de declaraciones ni conductas continuadas porque apenas iban a continuar las audiencias de Paula Cussi.

“Resulta falso el argumento esgrimido por la parte acusadora y que tan rápidamente hizo suyo el procurador capitalino (Miguel Angel Mancera”, abundó, entrevistado en los pasillos del juzgado 69 de lo penal en Santa Martha Acatitla.

“Resulta atroz que una persona, en el ejercicio de sus derechos, concurra ante las instancias jurisdiccionales a efecto de obtener una pronta impartición de la justicia y que como consecuencia de las presiones de la parte demandada (Televisa) termine siendo objeto de una orden de aprehensión con la amenaza de una calificación grave”, reflexionó García Méndez.

-Hasta donde ustedes han documentado, el juicio por el litigio de la herencia de Azcárraga Milmo ha tenido varias irregularidades. ¿Cuáles han sido éstas? –se le cuestiona.

-La última de las irregularidades consiste en que después de 4 años de estar el juicio en conocimiento de la juez Yolanda Morales Romero, sin ningún fundamento ni causa fue cambiada de adscripción asignándole el caso que se ha ventilado durante 4 años a una nueva persona totalmente ajena a los detalles de la demanda.

“Debe resaltarse también que nosotros demandamos a los albaceas de la sucesión de Azcárraga Milmo por falsedad de declaraciones, el mismo delito que se le imputa a Paula Cussi, sin que hasta el momento se haya integrado la averiguación previa. Y nosotros lo hicimos varios meses antes.

“En menos de dos meses, los abogados de Televisa lograron denunciar, integrar, consignar y obtener ante un juez una orden de aprehensión sin que el ministerio público haya solicitado ninguna constancia del juzgado ni la comparecencia de la inculpada”.

En las instalaciones del penal de Santa Martha Acatitla también estaba el equipo jurídico de Televisa, encabezado por Alejandro Bustos, así como el penalista Alonso Aguilar Zínser, quien reiteró que sí hubo una notificación previa “en alguno de los domicilios” de Paula Cussi.

Cussi fue la pareja sentimental de Azcárraga Milmo durante más de 25 años. Cuatro años antes de fallecer Azcárraga Milmo se separó de Cussi, pero nunca se divorció oficialmente de ella. Mantuvo un romance con Adriana Abascal, exreina de la belleza, quien inicialmente también interpuso una demanda por el reparto de la herencia, pero luego llegó a un arreglo con los abogados de Televisa.

Emilio Azcárraga Jean, hijo de Nadine Jean y de Emilio Azcárraga Milmo, ha señalado que Televisa estaba “quebrada” al momento de morir su padre (¿?) y que, por esta razón, el reparto de la herencia no se realizó conforme a lo estipulado en el testamento de El Tigre. (¿?)

La demanda interpuesta por Cussi en 2007 contradice esta versión y pretende demostrar que Azcárraga Jean y los albaceas de la sucesión realizaron una situación de “engaño y maquinación” para quedarse con el control de la empresa, antes de que se cumpliera con el reparto del legado estipulado en el famoso testamento.

El 28 de abril del 2011, Paula Cussi se desistió totalmente de cualquier reclamo legal sobre la parte de la herencia que le pudiera corresponder de acuerdo con lo que había estipulado en su testamento el padre del junior Emilio Azcárraga Jean, Emilio Azcárraga Milmo, dándole la Justicia un triunfo simbólico de enorme importancia al junior mediático y prepotente que ha resultado ser tan bueno para todo este tipo de cosas chuecas con la plena seguridad de que su jilguerillo estrella Joaquín López-Dóriga actuando como sacerdote lo absolverá de todos sus pecados proclamándolo inocente de todas las acusaciones que carga encima, si es que se requiere hacer tal cosa en los noticieros nocturnos, que al fin y al cabo precisamente para eso le pagan a Joaquín López-Dóriga.

Veamos ahora el siguiente artículo con el cual el autor dá seguimiento al anterior reportaje elaborado por él mismo:

La PGJDF, instrumento del chantaje de Televisa
Jenaro Villamil
Revista PROCESO Número 1800
30 de abril del 2011

Para desafiar a Televisa y llevarla ante los tribunales se requiere determinación, valor y muchos recursos económicos. Con todo ello contaba Paula Cussi, la viuda de Emilio Azcárraga Milmo, pero no le bastó para salir bien librada de su confrontación con el hijo del magnate fallecido y actual mandamás del consorcio televisivo.Como una muestra del favoritismo de las autoridades judiciales hacia el gigante mediático, señala uno de los abogados de Cussi, los trámites para llevarla a prisión se agilizaron de manera inusitada. Sometida a presión física y moral, no le quedó otra alternativa que desistirse de su demanda.

“Van a perder, no se metan con nosotros”, le advirtió Alfonso de Angoitia, vicepresidente de Televisa, a Ernesto Canales, amigo y representante legal de Paula Cussi Presa Matute, en vísperas de que la viuda de Emilio Azcárraga Milmo interpusiera una demanda civil, en enero de 2007, contra el actual presidente de Televisa, Emilio Azcárraga Jean, y una veintena de codemandados, por presunto despojo de la sexta parte que le correspondía de la herencia de El Tigre.

Seis reuniones infructuosas precedieron a la demanda presentada ante la juez 62 de lo civil en el Distrito Federal, Yolanda Morales Romero. En todas las negociaciones, Angoitia y el equipo de abogados de Televisa argumentaron que la sucesión de Azcárraga Milmo estaba “quebrada”, que no habían bienes ni acciones por repartir y que a Cussi ya le habían dado “más que suficiente” con la compra del 10% de sus acciones y las obras que formaron parte del acervo del Museo de Arte Contemporáneo.

Sin embargo, Cussi alegó lo contrario. En una exposición de 45 hechos y un capítulo de daños y perjuicios, la exconductora televisiva y esposa de Azcárraga Milmo por más de dos décadas afirmó que hubo una situación de “engaño y maquinación” para despojarla de la sexta parte que le correspondía del legado de El Tigre, fallecido en abril de 1997 (Proceso1605).

Como indemnización, Cussi pidió el 4% del valor de las acciones de Televisa o su equivalente; es decir, 500 millones de dólares, al valor actual, o 117 millones de acciones.

Renuentes a aceptar cualquier negociación con la heredera, la actitud de Televisa y los codemandados fue configurando una serie de irregularidades, de obstáculos permanentes al juicio que se desarrolló durante cuatro años en el juzgado 62 de lo civil del Distrito Federal, hasta desembocar en la aprehensión de Paula Cussi, la mañana del lunes 25 de abril, y su posterior liberación del penal de Santa Martha Acatitla tres días después.

La viuda fue puesta en libertad tras una negociación entre las partes, la firma de un convenio de confidencialidad restrictiva que impide a éstas hablar sobre los detalles del arreglo y la cancelación definitiva del juicio civil iniciado en 2007.

A diferencia de los casos conocidos como posesión diabólica en los cuales se acostumbra procurar los servicios de un exorcista experimentado que pueda arrojar fuera del poseído a los demonios que lo están atormentando, en el caso de TELEVISA no se trata de un solo demonio que esté atormentando a una sola persona. Se trata de todo un conglomerado de personajes que son a la vez demonio y poseído, y en este caso los inicuos no tienen ninguna aspiración a cambiar sus malas mañas retomando el camino de las personas justas, prefiriendo seguir gozando el mucho poder terrenal y la gloria pasajera que la hidra está dispuesta a ofrecerles a cambio de dejarse corromper envileciendo sus virtudes y su integridad:







Al mes de agosto del 2011, con motivo de su quinto (y penúltimo) informe de gobierno, a raíz de decenas de millares de spots contratados por la Presidencia de México (con dinero del pueblo de México) para glorificar los presuntos logros del régimen de Felipe Calderón, el acosado periodista Jenaro Villamil continuó elaborando editoriales como el siguiente:

Calderón y Televisa, el ogro “telegénico”
Jenaro Villamil
Agencia APRO
30 de agosto del 2011

El poeta Octavio Paz tituló como El Ogro Filantrópico un extenso y profundo alegato en contra del intervencionismo estatal heredado de la era del Estado de bienestar. Para el premio Nóbel este término era una forma también de destacar el carácter monstruoso, que limitaba las libertades ciudadanas y económicas de los ciudadanos.

Imaginemos que Octavio Paz vive en esta era hipermediatizada: sintoniza la televisión y observa que a la misma hora, en diferentes señales abiertas y de paga se escucha el mismo spot de Felipe Calderón para convencernos de los logros de sus cinco años de gobierno. Levanta el teléfono y una voz anónima le receta el invasivo e insistente mensaje de los call centers para promover al primer mandatario que se ha escuchado en los últimos días. Quiere escuchar los noticiarios y se encuentra con una especie de teletón declarativo de la farándulocracia y la partidocracia que “cierra filas” en torno al llamado de unidad del mismo Calderón, a raíz de la tragedia del casino Royale de Monterrey, como ocurrió el lunes 29 de agosto en la emisión de Primero Noticias y luego en El Noticiero, de las 22:30 horas.

A pesar de su cercanía con Televisa en el ocaso de su vida, Paz tal vez no dudaría en llamar a esta nueva era como los tiempos del Ogro Telegénico. Nadie se escapa de la fascinación o de los tentáculos que este ogro cierne sobre la clase política, sobre los dirigentes empresariales, los actores, los deportistas y hasta los intelectuales.

No sólo la saturación e intoxicación de los mismos mensajes caracteriza a este Ogro Telegénico. También la explotación de las emociones más primarias de la sociedad (odio, dolor, miedo o tristeza) para infantilizar a sus audiencias masivas y pretender cambiar, no la realidad sino la percepción de la misma. De hecho, El Ogro Telegénico confunde la realidad con el reflejo virtual de la misma.

Justamente lo que ha sucedido tras los trágicos sucesos del casino Royale, vinculados a la promoción del V Informe de Gobierno de Felipe Calderón constituyen una demostración de lo que sucede cuando se sacraliza el poder del Ogro Telegénico:

1. Se insiste primero en sobredimensionar como “terrorismo” lo ocurrido en el casino Royale, como ocurrió con el mensaje de Calderón transmitido en cadena nacional, para luego forzar a un “cierre de filas” en torno al primer mandatario y su cuestionada política de enfrentar a la violencia criminal con violencia policíaca y militar.

2. Se aprovecha la tragedia para hacer una pasarela de egos y de autopromoción política, excluyendo a los propios afectados y víctimas de lo sucedido en casino Royale. Como en las labores filantrópicas de Televisa, lo importante no es solucionar las discapacidades, sino utilizarlas para el lucimiento de la empresa.

3. Se construye una “república de pantalla” que evade las diferencias, la corrupción y la impunidad que anidan en el seno de las mismas instituciones encargadas de garantizar la seguridad pública. Las “buenas conciencias” se pronuncian y quien critique o demande información y no propaganda, puede ser señalado como un “mal mexicano”, aliado a los criminales.

4. Nada de esto es gratis. El gobierno federal de Felipe Calderón no sólo ha destinados sumas multimillonarias para promoverse en la pantalla televisiva. También ha ido cediendo terreno de decisión política al Ogro Telegénico, al grado de que tenemos un “Estado capturado” por los intereses de esos mismos grupos. Calderón y las fracciones legislativas del Congreso de la Unión simplemente ya se olvidaron de la necesidad de una reforma al régimen de medios de comunicación y de telecomunicaciones.

5. El efecto efímero, circunstancial y no institucional del Ogro Telegénico no modifica la percepción social, simplemente fabrica un falso consenso y divulga una imagen virtual de unidad y fortaleza que se derrumban cuando otro acto criminal como el de casino Royale demuestra que la realidad es insistente y persistente: el fracaso de la guerra contra el crimen organizado no se resuelve con spots ni con teletones a modo.

De cualquier manera, y esto le habrá caído como una bomba a Felipe Calderón, su monstruosamente repetitiva propaganda llevada a cabo principalmente a través de monopolios como TELEVISA, lejos de obtenerle una aprobación cercana al 100 por ciento entre la ciudadanía, no le sirvió de mucho para detener la caída vertical en su popularidad. Y esta no es una conclusión a la que haya llegado algún izquierdista resentido o algún enemigo personal de Felipe Calderón o algún politico priista de Tijuana con espíritu revanchista por la fracasada maniobra con la cual la PGR trató de hacer caer por los suelos a un famoso miembro del PRI. Se trata de una conclusión a la cual llegó un centro de investigación basado fuera de México al que no se le pueden achacar intereses políticos en la emisión de sus análisis:

Insatisfacción y poco optimismo con la economía y el empleo
J. Jaime Hernández
EL UNIVERSAL
1 de septiembre del 2011

La mayoría de los mexicanos se encuentran hoy insatisfechos y poco optimistas con el actual rumbo del país, a pesar del ligero repunte de la economía.

Además, con la atenuante de que sólo 45% de los mexicanos considera que el Gobierno está logrando avances en la lucha contra el narcotráfico, la popularidad del presidente Felipe Calderón continúa en picada, de acuerdo con los resultados del sondeo que dio a conocer el Centro Pew de Investigaciones. Según el sondeo difundido ayer por el Pew, como parte del estudio que ha buscado tomar el pulso al estado de ánimo y a las preocupaciones de los mexicanos, para un 76% de la población la recuperación de la economía no ha conseguido resolver las graves carencias del país en el terreno del desempleo, acceso a la educación y la pérdida del ingreso.

“La inmensa mayoría de los mexicanos considera que la economía aún está en mala forma y no están muy optimistas de que la situación vaya a mejorar”, consideró Juliana Horowitz, una de las responsables del estudio.

A pesar de las preocupaciones de los mexicanos por el futuro de la economía y la violencia generada por la lucha contra el narcotráfico, la Presidencia de Felipe Calderón sigue teniendo “un impacto positivo” en la nación.

Pese a violencia y crisis financiera, 57% de mexicanos dan crédito a la actuación del Presidente, aunque ha caído 15% su peso desde 2009

Según el estudio, para casi 6 de 10 ciudadanos (57%) la influencia del presidente sigue siendo buena, mientras que un 39% la considera como mala.

No obstante, el estudio advierte que, comparado con el primer estudio realizado en el 2009, la imagen del presidente Calderón y su gobierno se ha tornado “crecientemente negativa”.

En aquel entonces, un 72 por ciento de la población valoraba positivamente la presidencia de Felipe Calderón, es decir una caída de 15 puntos porcentuales en la valoración de sus conciudadanos.

“Para cualquier presidente, mantener los niveles de popularidad en medio de una situación económica difícil y con un nivel de violencia que preocupa a la mayoría de los ciudadanos, es sumamente complicado”, apuntó Horowitz.

El sondeo elaborado por Pew Research Center entre un universo de 800 personas en todo el país, señala que las instituciones más valoradas siguen siendo el Ejército y los medios de comunicación, aunque con ligeros retrocesos en relación con el 2009.

El nivel de aprobación del Ejército pasó de un 77 por ciento en el 2009, a un 62 por ciento en el 2011. En ese mismo lapso de tiempo, los medios de comunicación pasaron de un nivel de aceptación de un 68 por ciento a uno del 60 por ciento.

Entre las instituciones que más han perdido terreno, se encuentran el aparato de justicia y la policía, ambas con un 32 por ciento y 30 por ciento de aceptación, respectivamente.

Sólo 45% de connacionales ve progresos contra cárteles
.

Con un saldo interminable que ya rebasa los 50 mil muertos, menos de la mitad de los mexicanos consideran que su gobierno ha sido capaz de avances importantes en su lucha contra los cárteles de la droga, mientras que casi un tercio de la población considera incluso que se ha perdido terreno, según indicó una encuesta del Pew Research Center divulgada este miércoles aquí.

Además, si bien es cierto que un considerable sector de la población (57%) se sigue oponiendo a la intervención de tropas de Estados Unidos en México, un creciente porcentaje de ciudadanos (38%) favorece el despliegue de soldados estadounidenses para sumarse a esta lucha.

Apenas el año pasado, este mismo porcentaje era del 26%, lo que parece sugerir la creciente frustración de los ciudadanos mexicanos con las capacidades de su gobierno.

El estudio señala que apenas el 45% de los ciudadanos consideran hoy que su gobierno ha hecho progresos en la lucha contra los cárteles de la droga, mientras que casi un tercio de la población (29%) considera que incluso se ha perdido terreno y un cuarto (25%) cree que las cosas no han cambiado y que siguen igual que estaban en el pasado.

TELEVISA no sólo embiste a otros medios de comunicación que sí dan las noticias que TELEVISA nunca saca al aire. Al igual que el dios Saturno que según la mitología griega se comía a sus propios hijos, TELEVISA embiste también a los suyos propios, los cuales cuando tal cosa sucede irónicamente tienen que recurrir a esos medios independientes para poder exponer su queja públicamente:





De Héctor Suárez a Azcárraga Jean: ¿Tiene usted el valor... o le vale?
Revista PROCESO online
7 de noviembre del 2011

El comediante Héctor Suárez solicitó a Proceso hacer pública la siguiente carta que envió al dueño de Televisa, Emilio Azcárraga Jean, y de la que dice no ha recibido respuesta. A continuación se reproduce de manera resumida dicha misiva.

MÉXICO, D.F. (Proceso).- Al ver que mis anteriores misivas mandadas a usted hace unos días, para conciliar y darle a usted mi versión, sobre lo ocurrido en la emisión Iniciativa México, y por la que se me culpa de rebeldía, de actor difícil y conflictivo, injustamente, jamás tuvieron respuesta de su parte, no me deja más alternativa que hacerlo por este medio.

¿Está usted enterado que durante más de 38 años colaboré en la que ahora es su empresa, en programas que no sólo dieron rating sino mucho dinero a Televisa? Y por ende a mí también, naturalmente. ¿Sabe usted que la emisión creada por mí y titulada ¿Qué nos pasa? fue una punta de lanza que vino a revolucionar las anodinas comedias que se hacían en televisión?

Comento lo anterior porque ¿Qué nos pasa? le dio a Televisa las altura y la madurez de una televisión inteligente, analítica y pensante además de valiente. Esta es la televisión y el trabajo que hago y que siempre me han caracterizado a lo largo de mi carrera. Me pregunto, entonces, ¿para qué solicitaron mis servicios en Iniciativa México?

Con respecto a lo acaecido en torno a la emisión Iniciativa México, donde de seguro los señores Rubén y Santiago Galindo, productores de dicho programa, ya le dieron su particular versión de los hechos; pero es mi deseo que usted conozca la mía y así, juntando los dos pareceres, se pueda dar una idea de lo que ocurrió.

Comprendo que los señores Galindo cuiden su fuente de trabajo. Entiendo también que hay muchos medios involucrados en Iniciativa México y que los contenidos deben ser cuidadosos, pero la esencia de la comedia es, por antonomasia, crítica y burla. No se puede pretender hacer reír al público sin ejercer dichos elementos y menos con el temor de “molestar a alguien”. Temerosa y prejuiciosa constante de los señores Galindo, de ahí los repetidos desacuerdos que tuve con los mencionados productores.

¿Le informaron a usted estos señores, que para cuidar los contenidos de los tres sketches que cada ocho días salían al aire, acordamos entonces que yo les entregaba mi trabajo editado con 72 horas de antelación? Para que si algo no les parecía, me lo informarían y así tener yo el tiempo suficiente para reeditarlos y corregirlos. En las seis semanas en que se los entregué puntualmente; por alguna razón que desconozco, mi trabajo nunca fue checado en el tiempo acordado. Siempre lo hicieron a última hora, cuando ya no había tiempo ni oportunidad de corregir ni hacer nada. De ahí que los señores Galindo, con una falta de respeto por mi trabajo como creador y enarbolando la bandera de la moral, censuraban y decidían lo que el público debía ver y lo que no debía ver, mutilando siempre con torpeza, desconsideración y un desconocimiento total del género y sin participármelo.

Otro de sus trabajadores, el señor Juan Antonio Mateos, pretende pagarme sólo seis semanas argumentando que debí haber trabajado diez semanas, de las cuales repito, el señor Galindo jamás me habló.

¿Está usted enterado de que algunos de sus empleados decidieron dar órdenes estrictas de no permitirme la entrada a la empresa a recoger mis pertenencias, mi vestuario, mi maquillaje, mis pelucas?

¿Está usted enterado también de que me encontraba yo trabajando en la serie que produce Televisa Deportes que se titula Cloroformo? Con un rol importantísimo, el de un exboxeador y que por la misma razón, fui retirado de dicha serie, afectando con esto la producción que ya estaba lista y a su director Gustavo Loza, obligándolo a buscar inmediatamente quien me sustituyera.

Señor Azcárraga: Acepté gustosamente colaborar en Iniciativa México, porque sinceramente creí en el proyecto, sin tomar en cuenta el veto que llevo padeciendo en su empresa desde hace doce largos años.

Si no está enterado lo invito a tomar medidas y obligue a sus subordinados a cumplir sus compromisos como hombres y con ética profesional y laboral. Señor Azcárraga, en su empresa están acostumbrados a someter a sus trabajadores y en muchas ocasiones a pisotear sus derechos. Pero habemos personas como yo que por ningún motivo lo permitimos y nos arriesgamos a sufrir las consecuencias antes que perder la dignidad. Y eso, señor Azcárraga, no me hace ni rebelde y mucho menos conflictivo. Me hace un hombre valiente, honorable, confiable y respetable ante mis hijos, mi familia, el mundo que habito y ante Dios.

Le pregunto ahora señor Azcárraga, por estas palabras que hoy le externo: ¿Me esperan otros doce años de veto? ¿Extenderán sus medidas a mi familia como lo hicieron injustamente con mi hijo Héctor Suárez Gomís, quien sin deberla ni temerla también fue “castigado” y vetado? Dígales que si ya me “castigaron” otra vez, no volviéndome a llamar en su empresa pa´trabajar, por lo menos que me den mi resto… ¿no? ¿Tiene usted el valor… o le vale? (De hecho, al multimillonario junior del pulpo TELEVISA le vale, ayer, hoy, y mañana.)

Atentamente: Héctor Suárez

Como tal vez diría Brozo el payaso tenebroso: El conductor “limpia-brisas” (Joaquín López-Dóriga) del gran jefe “Toro Sentado” (Emilio Azcárraga Jean) desde luego recibió instrucciones precisas de no entrevistar en su noticiero a Héctor Suárez ni darle cabida alguna ni mencionarlo siquiera, al igual que los guardias de seguridad de TELEVISA tienen órdenes de no dejar pasar adentro de las instalaciones al que se atrevió a rebelarse y a desafiar al pulpo. Y como se acostumbra decir en TELEVISA en estos casos, “aquí no pasa nada”.

Héctor Suárez no es el único ex-soldado de TELEVISA que fue tratado con la punta del pie por la empresa. A las pocas semanas de que Héctor Suárez se quejara amargamente del trato recibido de parte de aquellos a los cuales les había dado su lealtad incondicional, otro famoso cómico, ni más ni menos Luis de Alba El Pirruris:





fue echado a la calle sin contemplaciones y sin remordimientos por una empresa metalizada al máximo y a la cual ya no le era útil como en otros tiempos:

Lo despiden de Televisa
EL UNIVERSAL
27 de noviembre del 2011

El comediante Luis de Alba anunció que fue despedido de Televisa, empresa para la que trabajó por décadas.

Famoso por sus personajes como El Pirrurris, Juan Camaney y El Ratón Crispín, De Alba confirmó a Radio Fórmula su salida inesperada de la televisora de San Ángel.

Contrariado y molesto, aseguró: “Me hablaron para decirme que ya no querían que yo estuviera ahí; esto fue hace unas dos semanas y media”.

De Alba aceptó sentirse molesto, pues dijo que esa televisora siempre había sido su casa: “Yo soy Televisa, mi camiseta dice Televisa, es mi vida..., toda mi vida. Es el colmo que después de tantos años no me dejen entrar”.

El cómico Luis de Alba que tanto entregó de sí a TELEVISA olvidó un viejo y sabio refrán que dice: “Mal paga el Diablo a quien bien le sirve”. Y TELEVISA es lo más cercano que pueda haber al Diablo en los medios audiovisuales de comunicación. Bien harían los demás trabajadores de esta empresa rapaz y voraz en reflexionar y pensar que la misma suerte le puede esperar a cualquiera de ellos en cualquier momento, porque TELEVISA no tiene amigos, tiene intereses, y esta empresa es tan ingrata con su propia gente como la misma gente radical con la cual se ha aliado en tiempos políticos para proteger sus poderosos intereses económicos. Cualquier trabajador de TELEVISA que esté leyendo esto en estos momentos debería ponerse a cavilar y reflexionar qué tanto le pueda valer su lealtad incondicional a una empresa para la cual nadie es indispensable y la cual considera a sus empleados como productos desechables cuando ya no les puede sacar mucho “jugo”. Porque cuando menos lo espere, muy bien podría estar siendo escoltado a la puerta de salida de dicha empresa al igual que como les sucedió a Héctor Suárez y Luis de Alba.

El 16 de enero del 2012, el monstruoso e impío pulpo mediático TELEVISA, incapaz de moderar sus bajos instintos de ambición y de poder, desplegó nuevamente su músculo desinformativo en aras de sus propios intereses personales, como lo documenta la siguiente nota:

Televisa ataca de nuevo: va contra Cofeco
Jenaro Villamil
Agencia APRO
17 de enero del 2012

La noche del lunes 16, El Noticiero con Joaquín López Dóriga, en Canal 2 de Televisa, difundió durante más de cinco minutos las declaraciones de la diputada federal perredista Estela Damián Peralta, quien anunció que pedirán la renuncia de Eduardo Pérez Motta, presidente de la Comisión Federal de Competencia (Cofeco), por tener “resultados torpes, tibios y burocráticos para incrementar la competencia”.

La legisladora, presidenta de la Comisión de Vigilancia de la Auditoría Superior de la Federación en la Cámara de Diputados, hacía referencia a la actuación de Pérez Motta en el asunto de la concentración en el mercado de la producción y la distribución de las tortillas, alimento básico del mexicano.

Parecería loable que el principal noticiario de la televisora más importante del país se preocupara, ahora sí, por los temas de concentración y por los monopolios. Pero el tiempo dedicado a la denuncia de la legisladora no era casual. Tampoco tenía relación directa con el interés por el tema del mercado de la tortilla.

En realidad, se trató de una presión encubierta de nota informativa por una razón fundamental: Pérez Motta, funcionario que ha navegado entre las presiones de Televisa, Telcel, TV Azteca y las grandes industrias que actúan de forma monopólica, se ha expresado en contra de aprobar la fusión entre la empresa de Emilio Azcárraga Jean y la telefónica Iusacell, de Ricardo Salinas Pliego, el segundo empresario supuestamente “competidor” del primero.

Pérez Motta ha tenido una conducta errática en el tema de la creciente concentración de Televisa en el mercado de la televisión restringida. Con algunas condiciones que nunca han sido plenamente cumplidas ni vigiladas, autorizó junto con los otros cuatro comisionados de la Comisión Federal de Competencia una mayor concentración de Televisa en las empresas Cablemás y TVI (ahora Televisa Monterrey) y ha dilatado su resolución sobre el caso de clara concentración en la empresa PCTV, que opera como un grupo para negociar contenidos en televisión restringida, claramente dominado ahora por Televisa (a través de Cablemás), como se ha documentado en varios reportajes en Proceso.

Al mismo tiempo, Pérez Motta autorizó en su momento la sociedad entre Televisa y Grupo Nextel que en el 2010 se presentaron como socios para la licitación 21, con la que buscaban adquirir 30 megahertz en la banda 1.7Ghz, ideal para los servicios de triple y cuádruple play. En aquella ocasión, el presidente de la Cofeco fue apapachado por Televisa. Sólo TV Azteca, que se opuso escandalosamente a esta sociedad, emprendió una campaña contra Pérez Motta.

Pero los intereses cambiaron: Televisa anunció su rompimiento con Nextel en octubre de 2010 para sorpresa de todos, incluyendo a las autoridades de Cofetel y SCT que se quedaron en ridículo al justificar la “ganga” a aquella sociedad.

En abril de 2011, después de negarlo públicamente y denostar al periodista Miguel Angel Granados Chapa, Televisa y Grupo Salinas anunciaron su sociedad para transformarse de competidores en aliados en materia de cuádruple play. Televisa afirmó su intención de adquirir 50% de las acciones de Grupo Iusacell, la telefónica que Salinas Pliego adquirió en medio de elevadas deudas y que ahora se ha vuelto un negocio redondo para el principal accionista de TV Azteca.

El único problema es que esta sociedad anunciada por ambas empresas ante sus inversionistas y ante la Bolsa Mexicana de Valores no ha sido autorizada por la Cofeco. Existe una oposición clara de Pérez Motta y, por lo menos, de dos de los cinco comisionados que integran el pleno del organismo antimonopolio. Es decir, tres de los cinco comisionados no aprueban esta megafusión que cambiará radicalmente el mercado de los contenidos, la publicidad y los servicios convergentes de audio, video e Internet en México. Se trata de doblegar a Pérez Motta.

La Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel) encargó un estudio a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) para saber si sus especialistas daban la bendición a la megafusión. Algo ha sucedido que las autoridades dilataron del 15 al 25 de enero dar a conocer el resultado de este estudio.

De acuerdo con Aleida Calleja, actual dirigente de la Asociación Mexicana de Derecho a la Información (AMEDI), el estudio de la OCDE considera “procedente” la alianza entre Televisa y TV Azteca, aunque, contradictoriamente, admite que ambas empresas tienen una elevada concentración en el mercado de la televisión abierta, de la publicidad y del futuro de la televisión digital. Al parecer, Pérez Motta presionó para que este estudio de un organismo externo no sea el referente principal para analizar un tema tan espinoso con características muy especiales en el caso mexicano.

Grupo Nextel presentó el 11 de julio de 2011 una denuncia en contra de la fusión Televisa-Iusacell, argumentando que si se autoriza ésta, se creará un monopolio sin precedentes en el mercado de televisión abierta, de telefonía celular, de publicidad y de televisión restringida. Las cifras que aportó esta demanda son muy importantes:

Ambas empresas concentran 94% de las concesiones de televisión abierta.

Televisa y TV Azteca poseen 51% de los canales espejo que servirán para la transición al modelo de televisión digital. Y no pagaron un centavo de contraprestación por estos canales que el Estado mexicano les otorgó en 2004.

Concentran 58% del mercado de toda la publicidad en México y 30% de la publicidad oficial federal.

Tienen 80% del mercado de producción de contenidos en televisión abierta y en televisión restringida.

Televisa ya posee más de 55% del mercado en televisión por cable y satelital.

A su vez, la AMEDI ha señalado que gracias al reciente acuerdo de la Cofetel para permitir la multiprogramación, ambas empresas pueden concentrar 77.7% de la televisión digital terrestre.

En otras palabras, nos enfrentamos a un peligroso monopolio de la opinión pública en medios electrónicos y en telecomunicaciones que tienen una gran ventaja frente al poder dominante de Telmex y Telcel en los mercados de telefonía fija y móvil: Televisa y TV Azteca pretenden ser los dueños de los contenidos que se presenten en el mercado del cuádruple play.

Por eso el ataque a Pérez Motta. Por eso este miércoles, la AMEDI anunciará su franca oposición a la posibilidad de que se autorice la megafusión.

Con datos duros como estos, ¿habrá todavía quienes sean tan ingenuos que aún se resistan a creer que TV AZTECA y sobre todo TELEVISA son un peligro para México?

La siguiente nota documenta que detrás del apoyo dado por TELEVISA al PAN-Gobierno ciertamente no ha sido gratuito, con enormes pérdidas acumuladas en contra del erario público, o sea en contra de los bolsillos de los mexicanos (hasta aquellos que han votado y siguen votando ilusamente por el PAN fascinados y lavados del cerebro por la intensa propaganda mediática radiada noche y día por el monopolio televisivo):

Se perdieron $4 mil 548 millones por concesionar la fibra oscura a Televisa
Enrique Méndez
LA JORNADA
20 de febrero del 2012

La concesión por 20 años para la explotación de la red de fibra oscura de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) al consorcio Megacable-Televisa-Telefónica no generó ningún beneficio para el Estado, e incluso se calcula una pérdida de 4 mil 548 millones de pesos, concluyó la Auditoría Superior de la Federación (ASF).

"La Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) concesionó la red, a pesar de que conocía la no conveniencia de otorgarla, debiendo presentar argumentos y objeciones a CFE para no hacerlo. La CFE, dueña de la red, también", expuso.

La entrega de la red –anunciada en 2009 por Felipe Calderón– no se justificó, porque la unidad de negocios que la CFE tiene para comercializar servicios de transmisión de datos (carrier), CFE Telecom, sí genera utilidades, indicó la ASF.

En un cálculo hecho a partir de contratos previos de CFE Telecom, la auditoría considera que de haber mantenido la red en propiedad de la paraestatal habría generado ingresos por 5 mil 431 millones de pesos, pero las empresas sólo pagarán 883 millones, por lo que solicitó el inicio de responsabilidades administrativas contra los funcionarios que aceptaron entregar la red de fibra oscura a particulares, en perjuicio del Estado.

Al revisar el daño al erario, la auditoría reveló que tanto la SCT como la CFE se deslindaron de aprobar la concesión e incluso afirmaron que la opinión a favor la dieron la Comisión Federal de Competencia y Nacional Financiera, que contrató dos despachos de abogados por 10 millones de pesos, y a Transparencia Mexicana como testigo social por 757 mil pesos.

También la SCT afirmó que el visto bueno a las prebases lo dieron el CIDE –a través de Judith Mariscal y Ernesto Flores-Roux–, las cámaras de Telecomunicaciones por Cable y de la Industria Electrónica, Telecomunicaciones y Tecnologías de la Información y el consultor de The Competitive Intelligente Unit, Ernesto Piedras. Además incluyó el estudio Industria de las telecomunicaciones en México; diagnóstico, prospectiva y estrategia, de Federico Kuhlman, del Centro de Estudios de Competitividad.

Como parte del informe de la auditoría a la Cuenta Pública 2010, refirió que en los criterios de adjudicación se consideraría el importe determinado por el Instituto Nacional de Administración y Avalúos de Bienes Nacionales (Indaabin), más 3 por ciento.

De muchas maneras, el costo pagado por la Nación a los desinformadores monopolios televisivos ha sido estratosférico, excesivo, y en cualquier otro país esos monopolios ya habían sido expropiados y nacionalizados o las concesiones para transmitir al aire libre ya se les habrían cancelado para dárselas a otros empresarios menos voraces.