domingo, 25 de noviembre de 2012

Adiós

El abyecto servilismo y entreguismo de Felipe Calderón y los panistas que le apoyaron sentaron las bases del siguiente recuerdo que dejó Felipe Calderón en la ciudad mártir que de ser una ciudad próspera pasó a ser la ciudad más violenta del mundo gracias a dos sexenios de la derecha panista en el poder:

Debe Estados Unidos indemnización a Juárez
De los Reporteros
Editorial Principal
EL DIARIO
18 de noviembre del 2012

La política intervensionista de Estados Unidos escribió esta semana otro ignominioso capítulo de su historia en Ciudad Juárez. Aquí, donde se sintetizaron con la mayor crudeza los efectos de la estrategia contra el narcotráfico impulsada por Washington y seguida con los ojos vendados por el gobierno de Felipe Calderón. Aquí, donde el fuego de la disputa entre cárteles por la plaza se atizó con el despliegue de fuerzas federales y militares para cumplir la consigna de atacar únicamente el trasiego de drogas. Aquí, donde 12 mil muertos durante el sexenio calderonista se convirtieron en saldo macabro de una guerra que no era nuestra, pretenden aparecer ahora las agencias estadounidenses como benefactoras de la sociedad y financiadoras de instituciones locales, tanto civiles como gubernamentales.

El miércoles estuvieron en Juárez funcionarios de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) para anunciar que apoyarán la reconstrucción del tejido social en tres colonias marginadas de la ciudad (Felipe Ángeles, Riberas del Bravo y Francisco I. Madero).

El común denominador en esas colonias donde habitan unas 53 mil personas es la alta incidencia de delincuencia juvenil, una tasa mayor de homicidios y un claro rezago en educación e infraestructura urbana y social.

Con este plan de intervención social Juárez se convierte en laboratorio de la aplicación del Pilar IV de la Iniciativa Mérida denominado Construyendo Comunidades Fuertes y Resistentes que se pretende llevar después a colonias de Tijuana y Monterrey.

Se habló de 13 acciones en torno a programas ya definidos (como Escuela de Valores, Empleo para jóvenes, Salud mental, Oportunidades, Rescate de espacios públicos, etc.) pero ni siquiera se informó sobre la inversión global, que de cualquier manera poco puede impactar cuando el escenario descrito para esas tres colonias se repite en más de un centenar de asentamientos por todos los rumbos de la ciudad.

Resulta inaceptable que el gobierno estadounidense pretenda ahora legitimar con la entrega de migajas su estrategia continental fallida contra el narcotráfico.

Lo menos que deberían hacer sus representantes y lo menos que deberían de exigir los nuestros es el pago de una indemnización por todas y cada una de las víctimas mortales y por la devastación que la ciudad sufrió económica y socialmente en la coyuntura crítica que aquí se vivió principalmente a partir de 2008.

Como en todos sus episodios bélicos (salvo la Guerra Civil), la guerra contra las drogas la ha peleado Estados Unidos fuera de su país, especialmente en México y con Juárez jugando un rol protagónico por lo que en justicia debería ser aplicado un pago indemnizatorio para esta ciudad.

La cruzada contra el narco la pelearon las agencias norteamericanas en México y aquí la perdieron. Nuestro territorio ha sido usado como laboratorio en el que se ha pagado con sangre todo experimento fallido de esa estrategia meramente policial contra el narcotráfico en la que se dejó enganchar el aparato gubernamental mexicano ante la presión política y económica del país que militarmente sigue siendo el más poderoso del mundo.

Estados Unidos impulsó por 40 años la política de prohibir y combatir sustancias cuyo consumo consideró –únicamente en el discurso– inaceptable y luego trabajó para que la comunidad internacional lo siguiera en ese camino, incluyendo desde luego a México.

Sin embargo ni las cifras de la violencia en nuestro país, ni las del consumo de las drogas o sus precios en el mercado mostraron nunca indicios de que ese esfuerzo haya dado resultados y hoy el fracaso de la estrategia prohibicionista finalmente está orientando cambios radicales como la legalización del consumo de la mariguana con fines recreativos en Washington y Colorado.

El gobierno de Felipe Calderón asumió como propia esa táctica que hoy se está quebrando en todo el mundo y la detención de capos en este lado de la frontera fue el indicador preferido para su Administración de que la apuesta había sido exitosa. Pero el narcotráfico no se detuvo, creció el consumo interno y al final del día el saldo no se tradujo en disminución de la presencia de los cárteles, de su control territorial y del ejercicio de la violencia, sino en mero reacomodo en los corredores de la droga, reconfiguraciones internas, escisiones y nuevas alianzas.

Las drogas siguieron llegando a Estados Unidos, el mercado aumentó y la oferta ni siquiera fue encarecida.

Lo único que en el país vecino verdaderamente importó durante toda la coyuntura crítica que a México le tocó sufrir fue que el terror y la muerte, vinculadas al tráfico de drogas se quedaran fuera de sus fronteras.

Esa parece haber sido siempre la intención: invisibilizar en su territorio cualquier riesgo de manifestaciones violentas para que todos pudieran consumir sin remordimiento la drogas que se distribuyen allá fácilmente, igual que consumieron recientemente el relato de las peripecias del hoy presidente Barack Obama, en un libro que narró sus “técnicas” juveniles para aprovechar al máximo los efectos de la mariguana junto a sus compañeros de escuela.

Pero acá no pueden olvidarse los casos de la operación Rápido y Furioso de la Agencia de Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego (ATF) que dejó “caminar” armas hacia México para abastecer a los cárteles de la droga y el plan de tráfico y lavado de millones de dólares a favor de narcotraficantes que orquestó la agencia antidrogas de Estados Unidos (DEA).

Se suponía que el ingreso clandestino a nuestro país de 2 mil fusiles de asalto, medio centenar de rifles de francotirador y una cantidad indeterminada de municiones permitiría a los agentes estadounidenses seguir la red de distribución y llegar (sin detenerse en los compradores menores) hasta los jefes de los cárteles pero perdieron el rastro de la mayoría de las armas y nunca se dio el golpe a las estructuras criminales pese a que operaron con el esquema varios meses entre 2009 y 2010.

Obligadamente el caso tocó, como todo aquello que tiene que ver con criminalidad y guerra contra las drogas, a Ciudad Juárez en su condición de frontera con El Paso, Texas.

Uno de los reportes de la Cámara Baja de Estados Unidos, señala que al menos 122 de las armas traficadas durante el operativo fueron halladas en 48 escenas del crimen en México, entre el 15 de noviembre de 2009 y el 19 de febrero de 2011.

En ese grupo se encontraron 12 armas recuperadas en el estado de Chihuahua. La mayoría, ocho de ellas, fueron ubicadas en Ciudad Juárez donde el Cártel de Sinaloa liderado por Joaquín “El Chapo” Guzmán se enfrentó al cártel de Vicente Carrillo Fuentes.

En el segundo episodio, agentes de la DEA manejaron cargamentos de dólares ilegales para cruzarlos por la frontera y supuestamente identificar cómo las organizaciones criminales mueven su dinero, dónde guardan sus bienes y quiénes son sus líderes.

Los agentes encubiertos que trabajaban en México desde años atrás hacían depósitos procedentes de la droga en cuentas designadas por los traficantes, o en cuentas ficticias que ellos mismos abrían. Para dar paso al plan, la DEA permitió a los cárteles continuar sus operaciones durante meses, e inclusive años, antes de llevar a cabo algunos arrestos.
Territorios mexicanos como Ciudad Juárez pagaron un muy alto costo en vidas por la poca efectividad de ese tipo de estrategias que no hicieron sino fortalecer la capacidad de fuego, de reclutamiento y de operación de las mafias que además diversificaron su actividad criminal con el secuestro, la extorsión y el cobro del “derecho de piso”.

Ahora, cuando ya el daño está hecho, y luego de que los casos de la legalización en Washington y Colorado muestran una rectificación de su perniciosa política prohibicionista, los funcionarios de Estados Unidos llegan a ofrecer pastillitas para el cáncer que aquí generaron.

Suena a burla que bajo la careta de una agencia como la USAID el gobierno estadounidense pretenda vender la idea de que le interesa contribuir aquí en la solución de fondo al problema de criminalidad vinculado al tráfico de drogas, por medio de una intervención social tan limitada.

Si de destinar recursos financieros se trata, bien haría Estados Unidos en comenzar por resarcir el daño que aquí provocó su estrategia de guerra, con una indemnización del tamaño de la vergüenza que deberían sentir sus funcionarios por tantos civiles caídos en una guerra que debió pelearse, y perderse, en su propio territorio.

Los recursos de la compensación por el daño infringido tendrían que ser de tal magnitud que permitieran reconstruir la infraestructura urbana y el tejido social pero a nivel general, no sólo en una parte marginal.

Esa debería ser su obligación primaria y no acción complementaria de los funcionarios estadounidenses que aquí parecieron asistir a una gala de beneficencia.

Veamos el siguiente balance que debe ser sumado al juicio histórico sobre la actuación de la derecha ultraconservadora de México en su ignominioso paso el poder:

Incluso panistas repudian la docena trágica
Partida rumbo al ostracismo
Félix Fuentes
Revista Siempre!
24 de noviembre del 2012

Felipe Calderón dejará el poder dentro de cinco días —hay quienes cuentan los minutos— y ni los panistas que se precian de serlo soltarán lágrimas en esa partida rumbo al ostracismo. Llueven al michoacano insultos graves por dejar el PAN al borde del precipicio y por pretender el liderazgo del mismo, antes de dejar el mando presidencial.

Reprochan a Vicente Fox y Calderón que fueron incapaces de prolongar la vida del PAN en el poder, más allá de sus sexenios. Se les culpa del elevado índice de corrupción en ambos periodos, de la inseguridad causada por el narcotráfico y falta de realizaciones.

Se tiene presente que Fox permitió a su esposa Martha Sahagún y a los hijos de ésta cuantiosos negocios a la sombra de su gobierno, y la Secretaría de la Función Pública, próxima a desaparecer, se constituyó en tapadera de esa familia. A Fox no le perdonarán su apoyo al priista Enrique Peña Nieto.

La secuela del derrumbe del país se acrecentó en numerosas dependencias del calderonismo, entre otras la SSPF, Pemex, CFE, programas electoreros del Seguro Popular y Oportunidades, así como en los sobregiros multimillonarios del gasto público. Mucho de esto, se espera, saldrá a la luz pública.

En el ámbito político, los panistas se duelen de que  Calderón no haya apoyado a la candidata presidencial, Josefina Vázquez Mota, en la medida como se prodigó con su hermana Luisa María Calderón, Cocoa, quien recibió recursos a manos llenas y fue escoltada por cientos de policías federales en su candidatura para el gobierno de Michoacán.

Pese a tener el poder en las manos, Felipe Calderón fue incapaz de encumbrar a su consanguínea en el estado natal de ambos, por fortuna para los michoacanos y el país.

Vázquez Mota ha hecho escasos comentarios con panistas amigos suyos sobre lo sucedido en la pasada campaña presidencial y la coincidencia es que Calderón la dejó a su suerte, olvidándose de ella, tal vez porque derrotó al exsecretario de Hacienda, Ernesto Cordero. Este fue otro fracaso de Calderón al no lograr para él la nominación del PAN.

En la campaña de Vázquez Mota tampoco hizo gran cosa el presidente de Acción Nacional, Gustavo Madero, por lo general sometido a Calderón. Se apartó del presidente cuando éste pretendió reformar los estatutos del partido, desde sus  raíces, y poniéndose al frente del mismo. Fue otra  derrota más del jefe del Ejecutivo.

Lamentan los blanquiazules, asimismo, los apoyos del primer mandatario a César Nava y Germán Martínez, quienes hicieron fortunas, antes y durante su mandato como presidentes del PAN. En junio pasado les publicaron las millonarias residencias donde viven, después de ser clasemedieros.

Quienes han estado fuera de los cuantiosos presupuestos repartidos por Felipe Calderón y piensan que todavía es tiempo de salvar el organismo creado por Gómez Morín esperan discutir a fondo la realidad de su partido en la Asamblea Nacional, a realizarse en marzo próximo.

Sin embargo, no se hacen muchas ilusiones los verdaderos blanquiazules. Saben que el daño causado al partido por los regímenes de Vicente Fox y Calderón no será  superado con simples reformas. Se requiere mucho más, como hacer conciencia de que no basta llegar al poder público, generar fortunas personales e irse al retiro, con el cinismo  propio de los corruptos.

Será importante ver cuántos militantes del PAN asistirán a dicha Asamblea y, si asisten foxistas y calderonistas, qué serán capaceas de decir, visto el daño causado a la nación y a su partido.

He aquí otro balance del sexenio calderonista publicado en el mismo medio:

Adiós, don Felipe, adiós
Regrese usted a la academia
Alfredo Ríos Camarena
Revista Siempre!
24 de noviembre del 2012

Hace seis años, accedió al Poder Ejecutivo federal Felipe Calderón, en medio de una intensa tormenta política, pues las elecciones no sólo fueron muy reñidas, sino que hubo serias dudas respecto al resultado final, a tal grado que el propio Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, al dictar su resultado a favor de Calderón, dejó serias lagunas jurídicas y propició aún más la incertidumbre.

No obstante, en apego a la legalidad institucional,  la fracción parlamentaria del PRI en la LX Legislatura asistió a la toma de protesta enarbolando pequeñas banderas nacionales, como símbolo de apoyo a la gobernabilidad y al orden constitucional. Quizá este hecho marcó el principio de la reconstrucción priísta.

No se puede juzgar un sexenio en el corto plazo, pues la historia tiene un tiempo para determinar la calificación de un gobierno; sin embargo, existen elementos sólidos y fundamentados que nos permiten manifestar un balance objetivo. No hay duda: el régimen estuvo marcado por el síndrome de la inseguridad y la violencia; los más de 60 mil muertos en esta “guerra” dejan un lastre de desesperanza. No es culpa directa del gobierno federal, pero indudablemente, al ser monotemático en este asunto, constituyó la primera percepción pública para determinar la calificación del gobierno.

En cuanto al combate a la pobreza y a la desigualdad, también los resultados son magros, pues según el Ceneval, cuando menos la mitad de la población se encuentra en estado de pobreza y decenas de millones de mexicanos en pobreza extrema. Estos dos indicadores dan como resultado un mal desempeño del gobierno federal, cuya primera consecuencia fue la derrota absoluta de su candidato a la presidencia de la república en las pasadas elecciones.

La personalidad de Calderón fue percibida favorablemente por la opinión pública; pese a ello, la última encuesta lo sitúa abajo del 50 por ciento en popularidad; el gobierno, en estos últimos días finales, ha realizado una intensa campaña en todos los medios para posicionar y justificar las acciones gubernamentales, pero, por otra parte, la crítica editorial y académica ha sido devastadora.

No todo fue mal,  existen luces y sombras.  En la macroeconomía,  a pesar de las presiones globales, se mantuvo un mediano equilibrio, pudimos haber crecido más, pero también pudieron haber sido peores los resultados;   en salud, se lograron éxitos importantes; en infraestructura, los números también son positivos; en educación, se hizo un esfuerzo importante, pero las evaluaciones internacionales siguen siendo reprobatorias; en desarrollo social, se continuó con la política asistencialista que marcaron los gobiernos anteriores; en materia agraria, no se hizo absolutamente nada y la pobreza en el campo y su falta de producción se acrecentaron; las políticas en agricultura nunca permitieron que los grandes presupuestos aprobados para el campo llegaran a los productores medios y pequeños; la política de seguridad pública fue un verdadero desastre, pues ha existido, hasta el día de hoy, falta de coordinación entre la Secretaría de Marina, la Secretaría de la Defensa Nacional, la Secretaría de Seguridad Pública y la Procuraduría General de la República; al parecer no compartieron la información para combatir el crimen organizado y se enfrentaron unos con otros, para muestra basta un botón, el caso Tres Marías.

Aunque habrá que reconocer que a pesar de todo esto se constituyó una policía importante y muchos de los miembros de las fuerzas armadas ofrendaron incluso su vida en aras de la lucha contra el crimen;  en materia de relaciones exteriores, se administró burocráticamente y se obtuvieron resultados en algunas acciones multilaterales, pero desde luego faltó la decisión de defender con mayor ahínco a los inmigrantes; no se protestó adecuadamente frente a las brutalidades de la Border Patrol y tampoco se defendieron los principios de autodeterminación y soberanía que habían propiciado en épocas pasadas el liderazgo moral de México.

Adiós, don Felipe, adiós, pronto volverá a la vida civil, no olvidaremos la actitud siempre grata de su señora esposa, Margarita, de los ánimos oratorios con que infundió sus distintas políticas, seguiremos estando en desacuerdo, como lo hace el que esto escribe, desde la tribuna legislativa, desde la academia o desde este espacio periodístico.

Adiós, don Felipe, adiós, regrese usted a la academia y no olvide que pronto recibirá las manifestaciones más crueles de ingratitud de aquellos a quienes usted favoreció.

Adiós, don Felipe, adiós.

Muy posiblemente entre las últimas arbitrariedades cometidas por Felipe Calderón cuando la derecha aún tenía el poder en sus manos se encuentra la detención y arraigo de cuatro Generales del Ejército acusados de narcotráfico, destacándose el caso del General Tomás Ángeles Dauahare, cuyo nombre figuraba en primerísimo lugar en la lista de candidatos potenciales a ocupar el cargo de Secretario de la Defensa Nacional, y el cual tenía el muy incómodo inconveniente de haber sido un crítico acérrimo de la guerra de legitimación desatada por Felipe Calderón en contra de la delincuencia organizada, además de ser una persona allegada al Partido Revolucionario Institucional y un personaje muy cercano al Presidente entrante Enrique Peña Nieto. La forma más fácil y expedita de impedir que el General Dauahare pudiera convertirse en el próximo Secretario de la Defensa Nacional era desacreditándolo y enfangándolo de modo tal que al Presidente Enrique Peña Nieto le fuera muy difícil si no imposible darle tan alto cargo al General Dauahare. Aquí mismo se había señalado ya algo en torno a esto en un trabajo previo de Spectator. Y el tiempo empieza a dar razón a esta hipótesis:

“La Barbie” tira el caso de los narcogenerales
Anabel Hernández
Revista PROCESO # 1881
17 de noviembre del 2012

Con declaraciones ante el juez, Édgar Valdez Villarreal agita los fondos del caso que puso en entredicho la honorabilidad del Ejército y del propio gobierno de Felipe Calderón y en el cual el principal imputado es el general en retiro Tomás Ángeles Dauahare, exsubsecretario de la Defensa y crítico de los desatinos de la guerra calderonista. La Barbie afirma ahora que la SIEDO lo presionó y amenazó para obligarlo a declarar contra los oficiales de alto rango acusados de tener nexos con el narcotráfico. Así empieza a tambalearse uno más de los casos prototípicos de la gestión de la actual titular de la PGR.

En los últimos años La Barbie cobró fama en México expuesto por las autoridades como uno de los narcotraficantes más peligrosos y sanguinarios.

Édgar Valdez Villarreal nació en Laredo, Texas, el 11 de agosto de 1973 y por lo menos desde que tenía 20 años en Estados Unidos se le consideraba un criminal. Entonces tenía un apodo menos glamoroso: Mike.

Hoy usa el uniforme caqui reglamentario de los presos, está rapado y, según dicen quienes lo describen, ha bajado más de 10 kilos. De acuerdo con los testimonios, La Barbie asegura haberse vuelto cristiano y anda dentro del penal de máxima seguridad del Altiplano en el Estado de México con una Biblia bajo el brazo.

Se le acusa de haber formado parte de La Federación, cártel en el que trabajaban en colaboración Joaquín El Chapo Guzmán y Arturo Beltrán Leyva, El Barbas.

La Procuraduría General de la República (PGR) lo señala también como uno de los operadores de la sangrienta guerra entre El Chapo y los hermanos Beltrán Leyva que se desató en enero de 2008, cuando se fracturó La Federación.

Además se le acusa de haber sido brazo derecho del Barbas y responsable de reclutar y manejar a sus grupos de sicarios, entre ellos Los Números y los Maras, así como de encargarse de la logística del tráfico de drogas de Sudamérica a México y de México a Estados Unidos junto con Gerardo Álvarez Vázquez, El Indio.

En los días finales de este sexenio, de acuerdo con algunas fuentes, La Barbie podría ser extraditado a Luisiana, donde una corte lo ha solicitado al gobierno de México para someterlo a juicio.

Según los testimonios de Jennifer y Mateo (nombres clave de Roberto López Nájera y Sergio Villarreal Barragán, El Grande, testigos de cargo de la PGR), Valdez fue parte de una trama de corrupción en las fuerzas armadas en la que están involucrados los generales Tomás Ángeles Dauahare, Roberto Dawe González, Ricardo Vargas Escorcia, Rubén Pérez Ramírez, el coronel Silvio Isidro de Jesús Hernández Soto y el mayor Iván Reyna Muñoz, acusados de diversos delitos relacionados con el crimen organizado.

Sin embargo, las más recientes declaraciones procesales de La Barbie están poniendo en entredicho el proceso penal contra los militares, señalados como presuntos cómplices del propio Valdez y de Arturo Beltrán Leyva.

En mayo pasado el general Ángeles, ya en retiro, y sus coacusados fueron detenidos en un operativo de la Secretaría de la Defensa y la PGR que desató una crisis en el Ejército y que mostró una cara política: los hechos ocurrieron mes y medio antes de las elecciones presidenciales, cuando en la Defensa empezaban los golpes y jaloneos para definir al sucesor del secretario Guillermo Galván Galván.

La principal víctima del operativo –Ángeles Dauahare– es un personaje cercano al PRI –y en especial a Enrique Peña Nieto–, partido que no se ahorró críticas a la lucha antinarco emprendida este sexenio.

Así, en la recta final de su sexenio, Felipe Calderón dejó al Ejército dividido y desacreditado.

En su momento, analistas en seguridad nacional advirtieron que la detención de los militares tenía todas las trazas de ser otra de las muchas pifias de la PGR, como el michoacanazo o la captura de Jorge Hank Rhon. Las declaraciones recientes de La Barbie apuntalan esta tesis.

Denuncia presiones

El pasado 26 de septiembre en el Juzgado Tercero de Distrito en Materia de Procesos Penales Federales en el Estado de México, en Almoloya de Juárez, hubo una diligencia clave en el caso de la PGR contra Ángeles Dauahare, Escorcia, Dawe, Pérez Ramírez, Hernández Soto y Reyna.

De acuerdo con la información que Proceso obtuvo de esa diligencia, La Barbie amplió su declaración inicial y afirmó ante el juez Raúl Valerio Ramírez que el pasado 21 de mayo –días después de la detención de los oficiales del Ejército–, funcionarios de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO, ahora SEIDO) lo visitaron en el penal del Altiplano.

Asegura que lo hostigaron y amenazaron para que declarara contra los militares y que le mostraron fotografías para que los identificara, aunque él afirma que les dijo que no los conocía.

“Querían que yo declarara en contra de ellos para ayudar a la SIEDO. Yo les pregunté en qué querían que les ayudara si yo no los conocía. Ellos me indicaron que lo único que yo tenía que decir era que yo los conocía, traían como unas veinte hojas como de oficio y ahí observé el nombre de Roberto López Nájera, con clave Jennifer”, afirmó Valdez Villarreal al juez que lleva la causa penal.

“La primera vez que vinieron les indiqué que tenía que hablar con mi licenciado que estaba en Estados Unidos de América para ver si me convenía o no”, siguió narrando.

–¿Cómo supo que las fotografías que le fueron presentadas por la SIEDO eran de militares? –preguntó el abogado del general Pérez Ramírez en la ampliación de declaración en la que estaban presentes todos los acusados.

–Porque venían los nombres de las personas y unos venían vestidos como si ya estuvieran vestidos (de civil) y otros con ropa militar, incluso con gorra –respondió.

Así, de este modo, es muy posible que Felipe Calderón, recurriendo a las dependencias públicas, haya ejercido sobre el Presidente entrante Enrique Peña Nieto su voluntad de impedirle nominar al General Tomás Ángeles Dauahare para ocupar el puesto de Secretario de la Defensa Nacional, involucrándolo con actividades de la delincuencia organizada. Por algo como esto, posiblemente muchos en los zapatos del General Dauahare no vacilarían en tomar una pistola para ir a ponerle un tiro bien puesto en el cerebro a Felipe Calderón. Sin embargo, aún cuando al General Dauahare no le faltaran ganas por hacer justicia por su propia mano, Felipe Calderón no le dejaría ni a él ni a muchos otros mexicanos el poderse dar tal gusto, ya que, confirmando lo que se había venido diciendo, Calderón confirmó en cierto modo que una vez dejando el cargo que tan deshonrosamente ocupó y que manchó a más no poder se largaría de México para irse a radicar a los Estados Unidos instalándose en la Universidad de Harvard para encabezar “gloriosamente” una “Fundación” bautizada como “Desarrollo Humano Sustentable” (como si Felipe Calderón supiera mucho sobre algo sobre el verdadero significado de tal apelativo, después de dejar al país inmerso en una guerra brutal que según muchas estimacionbes le costó al país más de 80 mil cadáveres más las viudas y huérfanos que hay detrás de este holocausto, ello además de dejar a más de la mitad de la población mexicana en condiciones de pobreza extrema):

Como Fox, se refugiará en una “Fundación” hechiza
Alvaro Delgado
Agencia APRO
13 de noviembre del 2012

Con un pie fuera de la Presidencia y quizá hasta del país –como dejó entrever su esposa Margarita Zavala–, y justo cuando el PAN llama a Vicente Fox y a él a reconocer su corresponsabilidad en la derrota electoral de julio pasado, Felipe Calderón sigue tramando su proyecto transexenal. Para ello creará la Fundación Desarrollo Humano Sustentable, similar a la que prácticamente abandonó en 2005… Será algo así como su propio Vamos México o su Centro Fox.

Definido por militantes como “corresponsable” del desastre del Partido Acción Nacional (PAN), porque “fue grave la falta de compromiso claro y eficiente” con la campaña de Josefina Vázquez Mota, Felipe Calderón creará la fundación Desarrollo Humano Sustentable, semejante a la que presidió y “liquidó” en 2005, para mantenerse vigente en México mientras se refugia en el extranjero.

El martes 6, a tres semanas de entregarle la banda presidencial al priista Enrique Peña Nieto –tras lo cual presuntamente saldrá del país–, Calderón confió a un grupo de senadores y funcionarios federales, en una cena en Los Pinos, que dirigirá la nueva fundación y hasta los invitó a participar en ella.

Esta fundación de Calderón aún no tiene integrantes, pero se denominará igual a la que creó en julio de 2004, un mes después de su renuncia al gobierno de Vicente Fox y que sólo duró año y medio –hasta diciembre de 2005–, lapso en el que construyó su candidatura presidencial y cuyo consejo directivo estaba integrado por Germán Martínez, César Nava, Ernesto Cordero, Javier Lozano, Alejandra Sota, Juan Molinar…

Calderón hizo esta revelación en la cena que organizó para solicitar donativos destinados a la familia de Ricardo Guzmán Romero, el presidente municipal panista de La Piedad, Michoacán, asesinado el 2 de noviembre del año pasado, cuyo crimen está impune pese a que la Procuraduría General de la República (PGR) atrajo las investigaciones.

El asesinato del alcalde ocurrió a 11 días de las elecciones en Michoacán, en las que la candidata del PAN fue Luisa María Calderón, quien asistió a la cena acompañada sólo de un puñado de senadores, pero con la ausencia del coordinador, Ernesto Cordero; de Roberto Gil Zuarth, jefe de la campaña de Vázquez Mota, y del michoacano Salvador Vega Casillas.

La cena se realizó el mismo día que el CEN del PAN dio a conocer las conclusiones de la Comisión de Evaluación y Mejora, creada para identificar las causas del desastre electoral del 1 de julio, cuya responsabilidad se le atribuye en primer lugar a Vázquez Mota, luego a la violencia que generó la estrategia anticrimen, a las divisiones internas y al propio gobierno de Calderón.

Este documento, que propone un nuevo estatuto y cuyo proyecto deberá ser sometido aún a una consulta, contrasta con otro elaborado por prominentes panistas que han trabajado en paralelo a la comisión designada por el Consejo Nacional, cuyas conclusiones contrastan, por su carácter crítico, con las de ésta.

No sólo identifica como culpables de la pérdida de la Presidencia de la República a la dirigencia del PAN y al equipo de campaña de Vázquez Mota, sino también a los gobiernos de Fox y Calderón, que “no lograron construir un modelo de desarrollo o de gestión gubernamental a nivel nacional de marca panista”, ni sus funcionarios actuaron con valores y principios de ese partido.

Fox y Calderón, afirma el documento, “son corresponsables”, porque “tampoco atinaron a crear condiciones para transformar las corporaciones sindicales corruptas del PRI, como el SNTE o el sindicato petrolero, no concretaron la modernización educativa, no obstante la enorme inversión financiera, no supieron atajar el duopolio televisivo y fomentar la competencia en telecomunicaciones, no concretaron un modelo federalista con estímulos y sanciones a los órdenes de gobierno”.

El documento, del que Proceso obtuvo copia, fue elaborado por el grupo de consejeros y exdiputados del PAN, entre ellos José Antonio García Villa, exsecretario general del CEN, el exsubprocurador Juan Miguel Alcántara, el exsubsecretario Juan Marcos Gutiérrez, Roberto Ramírez Villarreal, Fortunato Álvarez y Julio Faesler.

En el documento, que aún tiene carácter preliminar, se propone un modelo para exfuncionarios del PAN. “Deberá asignar a los expresidentes y exgobernadores el papel de actuar con prudencia, discreción, distantes del poder y de los reflectores y procurar la autocrítica. En dicho modelo, el presidente de la República o gobernador o presidente municipal no deberá rehuir la responsabilidad de la derrota correspondiente”.

Se destaca “el evidente uso del aparato gubernamental en los tres niveles de gobierno para apoyar a uno de los precandidatos”, Ernesto Cordero, y luego Vázquez Mota “dejó que el presidente Calderón le impusiera a buena parte de su equipo, así como en las candidaturas legislativas”.

Y puntualiza el abandono de Calderón a la candidata: “No hubo apoyos esperados y legítimos para propaganda y publicidad. Grave fue la falta de compromiso claro y eficiente del gobierno”.

Por ello, plantea inclusive la renuncia del CEN encabezado por Gustavo Madero, y del Consejo Nacional, máximo órgano de dirección del PAN, en el marco de la asamblea convocada para marzo del próximo año.

“Que se considere en el orden del día una votación indicativa en la asamblea sobre la renuncia del Consejo Nacional, el CEN, la Comisión Nacional de Elecciones. Las renuncias surtirían sus efectos el día en que se elija a los integrantes de los órganos renovados, de tal manera que el partido no quede sin conducción un solo día. El proyecto de reforma a estatutos debe incluir la facultad de una asamblea para renovar el consejo, el CEN y demás órganos directivos.”

El grupo de militantes confía en que pueda haber una rectificación del PAN, pero también advierte que si no se hacen los cambios requeridos, “los estertores de la muerte le pueden aparecer en cualquier momento”.

Como Vamos México o el Centro Fox

En medio de la frenética actividad de su último mes como titular del Ejecutivo, cargo al que llegó bajo la sospecha de fraude electoral, y ante versiones de él mismo y de su mujer, Margarita Zavala, de que se irán de México –como lo hicieron Carlos Salinas y Ernesto Zedillo–, Calderón regresará a la nueva fundación Desarrollo Humano Sustentable.

Ante sus invitados a la cena del martes 6, expuso que todo el “talento” que hay en su gobierno podrá seguirlo aportando a México desde esa fundación, aunque aclaró que hará el anuncio después del 1 de diciembre, para que no se piense que ha usado recursos públicos con ese fin.

En la cena estuvieron presentes los secretarios de Hacienda, Economía, Agricultura, Reforma Agraria y Desarrollo Social, respectivamente José Antonio Meade, Bruno Ferrari, Francisco Mayorga, Abelardo Escobar y Heriberto Félix, lo mismo que senadores como Luisa María Calderón, Jorge Luis Lavalle y Francisco Javier García Cabeza de Vaca.

Pero hasta el viernes 9 no había sido notificada en el Registro Público de la Propiedad del Distrito Federal alguna modificación a la fundación Desarrollo Humano Sustentable, que está “en liquidación” desde el 27 de diciembre de 2005, cuando Nava, en su calidad de delegado de la asamblea de socios, compareció ante el notario Miguel Alessio Robles.

Aunque la vigencia de la sociedad era de 99 años, se procedió a la disolución, “por lo que en lo sucesivo deberán agregarse a la denominación las palabras ‘en liquidación’, nombrándose como liquidador a José Manuel Minjares Jiménez”.

Todos los involucrados en la fundación han estado vinculados estrechamente a Calderón, empezando por el notario Miguel Alessio Robles, que desde 2008 es consejero jurídico del Ejecutivo federal y antes fue subsecretario de Asuntos Jurídicos y Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación.

El tesorero era Gerardo Ruiz Mateos, jefe de la Oficina de la Presidencia, y el secretario César Nava, secretario particular de Calderón, presidente del PAN, diputado y litigante de súbita riqueza, como Germán Martínez, apoderado de la sociedad y también exdirigente de ese partido.

Los vocales eran también felipistas: Alejandra Sota Mirafuentes, vocera presidencial; Ernesto Cordero, dos veces secretario de Estado y frustrado delfín de Calderón; Javier Lozano, exsecretario del Trabajo y senador; Juan de Dios Castro Lozano, exsubprocurador y magistrado de la Sala Superior del Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa (TFJFA).

Los otros tres vocales eran María Elena Álvarez Bernal, exdiputada y viuda de Abel Vicencio Tovar; Luis Mejía Guzmán, subsecretario de Desarrollo Social y delegado de esa dependencia en Michoacán desde Fox, y Juan Molinar Horcasitas, quien fue secretario de Comunicaciones y director general del IMSS.

Dos personajes que formaron parte de la fundación presidida por Calderón llaman la atención: Vicente Corta Fernández, primer secretario ejecutivo del Instituto de Protección al Ahorro Bancario (IPAB), que administró el quebranto bancario, y Javier Prieto de la Fuente, exempleado de Cementos Mexicanos (Cemex) y coordinador de asesores de Carlos Abascal en la Secretaría de Gobernación.

El “liquidador” de la sociedad, Manuel Minjares Jiménez, es también un estrecho colaborador de Calderón: fue su coordinador de asesores en Banobras y oficial mayor en la Secretaría de Energía en el sexenio de Fox; en este gobierno fue subsecretario de la Función Pública y de Gobernación, así como coordinador de asesores de Cordero en la SHCP.

Calderón creó la fundación Desarrollo Humano Sustentable el 4 de julio de 2004, dos meses después de que, el 31 de mayo, renunció a la Secretaría de Energía por el “regaño” de Fox al haber sido destapado como aspirante presidencial por Francisco Ramírez Acuña, y a partir de entonces armó el equipo que venció en la campaña interna a Santiago Creel bajo acusaciones de fraude electoral.

Su objeto social es la promoción, investigación y difusión del desarrollo humano sustentable en México, la realización de toda clase de estudios e investigaciones, incluyendo estudios de opinión pública; el análisis y la formulación de políticas públicas, y la realización de estudios legislativos, incluyendo la materia de legislación comparada.

La reactivación de la fundación encabezada por Calderón no está reñida con el proyecto de irse del país, como él mismo lo ha reconocido en reuniones cerradas. Su destino puede ser una universidad de Estados Unidos, como la de Harvard o la de Texas, donde la comunidad estudiantil ha repudiado esa posibilidad.

Margarita Zavala, mujer de Calderón, también dijo hace apenas dos semanas, el 24 de octubre, que la familia podría irse de México: “Estamos valorando si nos vamos, qué ofertas tenemos, pero eso se sabrá más adelante”.

Que se vayan todos

Y mientras Calderón afina su plan para mantener presencia política en México a través de su fundación, desde la que buscará mantener el control del PAN, en este partido siguen discutiéndose los factores que condujeron a la pérdida de la Presidencia de la República, cuya candidata Vázquez Mota pretende dedicarse sólo a dar conferencias.

La comisión creada por el Consejo Nacional, a petición de Gustavo Madero, presentó su informe al CEN el lunes 5. Al día siguiente la secretaria general, Cecilia Romero, y el director de la fundación Rafael Preciado, Juan Molinar, lo presentaron a los medios y, como lo adelantó Proceso, anunciaron que habrá nuevos estatutos.

Con base en una encuesta a población abierta, se estableció que el PAN perdió la Presidencia de la República porque Vázquez Mota fue mala candidata e hizo una mala campaña, mientras que los militantes también le atribuyen la derrota a ella y a la violencia que resultó de la estrategia de Calderón contra el crimen organizado.

El informe identifica también a las divisiones internas y al “mal trabajo del gobierno federal” de Calderón como factores de la derrota en las elecciones presidenciales. Sólo una pequeña parte, uno de cada 10 panistas, “consideraron que no se combatieron privilegios indebidos de los sindicatos y grupos específicos (12%) ni los monopolios o intereses de otros grupos específicos (9%) y que no hubo una reducción significativa de la pobreza ni de la corrupción (10%)”.

Estas conclusiones contrastan con el informe elaborado por panistas que, en su primer comunicado emitido en vísperas de la sesión del Consejo Nacional del 11 de agosto, plantearon una revisión de las fallas de los gobiernos del PAN, “que incluyen problemas de corrupción, amiguismo, la existencia y operación de grupos de interés y una alevosa práctica de intervención indebida de actores de gobierno en la vida del partido en todos los niveles”.

Sin desdeñar los logros de los gobiernos de Fox y Calderón, se critica al primero porque “dilapidó buena parte de su capital político”, incumplió sus promesas de cambio y “sólo sacó físicamente al PRI de Los Pinos, no de su densidad en el gobierno y de las estructuras del poder público”, mientras que en el segundo “privó la desconfianza y privilegió la lealtad y la amistad sobre las aptitudes del puesto y de profesionalismo”.

Los gobiernos estatales también tienen responsabilidad: “Han sido gobiernos distantes, con rasgos autoritarios, no incluyentes, indispuestos a la participación y al escrutinio ciudadanos. Extendieron los vicios de permitir o no detectar que algunos de sus miembros utilizaron el poder para hacer negocios personales y patrocinar intereses privados”.

Por su parte, el PAN evidenció su ineficacia: “No hubo un programa eficaz de acción territorial y de estructura sección por sección, que debía existir antes, lo que generó que la militancia no operara al máximo ni se involucrara, y una buena parte se quedó sin tareas o de plano con los brazos cruzados”.

Añade: “Faltó una estrategia consistente de campaña. La idea fuerza central fue ambigua, los debates no sirvieron para marcar diferencias a favor de los gobiernos del PAN, hubo pésima relación con los medios de comunicación; la plataforma de organización electoral fue muy débil cuando se requería que fuese permanente. Sus deficiencias e insuficiencias hacen corresponsables del fracaso electoral al partido y al equipo de campaña”.

El padrón, establece el documento, está viciado para elegir candidatos y dirigentes: “La elección de éstos se hace con prácticas trampeadas (afiliación con datos falsos, cursos y exámenes falseados y parcialidad de las dirigencias, entre otras), su modus operandi abre un círculo vicioso cuyos resultados pueden llegar a la inviabilidad política del PAN”.

Una de sus principales propuestas es establecer en los nuevos estatutos la “moción de censura” por “acciones y omisiones graves del presidente del CEN y la facultad del Consejo Nacional de convocar a renovar la dirigencia después de tres mociones de censura, sin que se requiera de la renuncia del presidente o su comité”.

Además, se propone “reglamentar la renuncia inmediata de todo dirigente o comité después de resultados electorales adversos en un margen mayor de cinco puntos porcentuales a lo que se hubiese comprometido”.

Por ello, en el documento se pide a Fox y a Calderón “asumir su corresponsabilidad en los resultados electorales de 2012 y propiciar una auténtica autocrítica para facilitar la renovación del partido”.

Y concluye que, con inteligencia y buena voluntad, el PAN puede seguir teniendo vigencia. “De lo contrario, no se requiere ser adivino para saber que los estertores de la muerte le pueden aparecer en cualquier momento. Suficientes experiencias de partidos afines hay recientemente en el mundo”.

Si, Calderón se iba, dejándole a sus compatriotas los problemas que les creó, para encabezar una “fundación” en la Universidad de Harvard con la finalidad de presentar ideas y propuestas para el mejoramiento social (o sea, lo que debería de haber hecho en los primeros días en que se instaló comodinamente en la silla presidencial).

Veamos el siguiente trabajo:

La noche quedó atrás
Marco Antonio Aguilar Cortés
Revista Siempre!
30 de noviembre del 2012

Peligrosa, inoportuna y grotesca es la vieja iniciativa plagiada por el presidente Felipe Calderón, días antes de terminar su sexenio, para cambiarle el nombre oficial a nuestro país.

El inquieto y talentoso fraile dominico Servando Teresa de Mier Noriega y Guerra (1763-1827) se opuso a la burda imitación que hacían de las estructuras político-jurídicas de los Estados Unidos de América los fundadores de nuestra república.

Allende a nuestra frontera norte existieron 13 colonias que se independizaron de Inglaterra, decía fray Servando, en cambio aquí había una sola colonia: la Nueva España. Allá el federalismo de Hamilton se justificaba, debía unirse lo disperso, ya que cada colonia era un estado, por eso el título de Estados Unidos de América, nominación natural, aunque amenazante y ambiciosa.

Aquí era craso error establecer el federalismo, pues sería artificioso dividir lo unido, para falsamente volverlo a unir por el prurito de ser federalistas, cuando el coloniaje tenía la unicidad geográfica que exclusiva y naturalmente daba para un solo Estado.

En aquel tiempo, Mier y Guerra tuvo cierta razón; empero, ahora, hay errores históricos que se naturalizan y legalizan por el paso de los años y las circunstancias, a tal grado que, hoy, sería un equívoco enorme tratar de corregirlos.

Más nos vale dejarle a nuestra nación el nombre oficial de Estados Unidos Mexicanos, aunque le sigamos diciendo familiarmente México en el ejercicio de la vida cotidiana.

Hacer un cambio de nombre al país en estos momentos es tan irrelevante como inoportuno, tan costoso como absurdo.

¿Cuánto costaría ese cambio de nombre? Se requeriría: reformar nuestra Carta Magna e imprimir miles de millones de textos al respecto; cambiar totalmente toda la moneda y los billetes emitidos por el Banco de México; reemplazar toda la papelería oficial; sustituir todos los pasaportes en circulación; suplir todo lo que en el derecho público y en el privado lleve sellos con la actual denominación; y, obvio, notificar y establecer el nuevo nombre ante todos los foros internacionales.

En todo lo anterior se gastaría lo que no tenemos, y que convendría invertir en algo productivo, si lo tuviésemos.

Afortunadamente no hay mal que dure seis años ni pueblo que lo resista. Al publicarse este artículo, Calderón Hinojosa habrá entregado el poder presidencial a Enrique Peña Nieto. Para esta etapa “la noche quedó atrás…, pero me envuelve”, en el sentido que lo expresó el poeta inglés William Ernest Henley (1849-1903) y de donde el doble espía comunista nazi Jan Valtin (1905-1951) tomó el título para su reconocida novela.

 A cada “capitán triunfante” le llega su noche. Felipe ya se fue, pero su noche, aun quedando atrás, nos sigue envolviendo. Del nuevo capitán triunfante esperamos un amanecer mejor, con producción compartida, y más humano.

He aquí otro editorial publicado en varios medios cuando le quedaban a Felipe Calderón cerca de 24 horas para dejar de ser Presidente de México, cargo que siempre quiso ocupar haiga sido como haiga sido recurriendo a trampas y marrullerías, todo para terminar de dejar al país hecho pedazos:

Salida por atrás
Raymundo Riva Palacio
Analista político
30 de noviembre del 2012

Más allá de la tolvanera intramuros en el PAN por haber perdido la elección presidencial, Felipe Calderón saldrá de su gobierno por la puerta de atrás. No irá solo en la Historia. Vicente Fox, su antecesor, comparte los créditos del desastre y el fin de la esperanza de millones que deben ver en ellos el epítome de su frustración. Fox, un inepto advenedizo a la política, vendió ilusiones en el momento de mayor desgaste del PRI; Calderón, un guerrillero ideológico, fue incapaz para llevar a la política al mínimo deseable, que es la construcción de consenso para gobernar. Qué desastre para su partido.

Ambos presumieron que mantuvieron estable la economía, cuando la realidad es que se las dejó blindada el ex presidente Ernesto Zedillo, quien cuando Fox ganó la elección en 2000 tenía un crecimiento de 7 por ciento anual. Fox prometió mantener ese nivel, pero cuando Felipe Calderón obtuvo el triunfo en 2006, la tasa era de 2.5 por ciento. Enrique Peña Nieto recibirá el país este sábado con un crecimiento promedio en el sexenio de 2.2 por ciento, la tasa más baja desde el gobierno de Miguel de la Madrid.

La economía es la metáfora de la incapacidad de los panistas para gobernar. Fue el factor principal por el cual, desde 2009, cuando Calderón no pudo revertir el rumbo económico tras los desastres naturales, la pandemia del A1H1 y la crisis financiera mundial, tiró al PAN a sus niveles electorales más bajos, de los que no se recuperó. Pero si la economía fue el motor del repudio, los déficits políticos tangibles e intangibles son su principal retroceso. En 12 años de gobiernos panistas, el trabajo que permitiera la consolidación de la democracia, fue su mayor fracaso.

En dos sexenios panistas, las instituciones que exigía la consolidación democrática dejaron de construirse. El presidente Carlos Salinas creó el IFE, la Comisión Nacional de Derechos Humanos y dio autonomía al Banco de México; Zedillo ciudadanizó al IFE,  reformó el Poder Judicial y construyó órganos reguladores. Fox fue empujado –contra su voluntad– por medios y universidades en la búsqueda de transparencia y la creación del IFAI, y desarrolló un Servicio Civil de Carrera trunco. Calderón, no hizo nada.

El gran activo de Fox y Calderón fue el ejercicio de la libertad de expresión como ningún presidente antes, pero ello, una obligación constitucional, no ayudó nada en la fundación de un país democrático. Gran parte obedece a que no se comportaron como jefes de Estado. Calderón fue siempre un jefe de partido que orientó muchas decisiones hacia objetivos electorales y no al servicio de la nación; Fox fue un frívolo que tuvo una Presidencia bicéfala con su esposa Martha Sahagún, que le controló la agenda, la vida y el destino.

Acusaron siempre de corrupción al viejo régimen, pero a quienes acompañaron las sospechas de ilegalidades fue a ellos, cuyas denuncias públicas y oficiales quedaron impunes y generaron pesadillas permanentes a Fox y lo serán para Calderón. Deficiencias en la economía y en la consolidación democrática, en la transparencia y la rendición de cuentas se sumaron a las ineficientes políticas públicas para atajar el tema por el cual Calderón quedará marcado por casi 60 mil muertos en la guerra contra las drogas. Los dos se lo achacaron al PRI, pero la lucha comenzó paradójicamente por la queja de gobernadores de que Fox ignoró su petición de ayuda para enfrentar a los cárteles de la droga que se estaban apoderando de territorios. México no era un Estado fallido, pero en crecientes regiones del país crecieron bolsas controladas por criminales. Hoy más que hace seis años; hoy, más violentas que entonces.

El juicio histórico espera a Calderón. Este miércoles tuvo la oportunidad de despedirse con dignidad, pero no pudo. Una vez más fueron lagrimeos y actitud de víctima incomprendida. El mensaje fue patético, en formato de spot. Nada nuevo, sin embargo. Ese es el método de propaganda que definirá su sexenio, tramposo, chabacano, tendencioso. Es el epílogo de una era azul que partirá, efectivamente, por la puerta de atrás.

He aquí, para la memoria histórica algunas de las fotografías de Felipe Calderón divirtiéndose de lo lindo como un chiquillo en los últimos días de su descalabrado sexenio mientras el proceso de descomposición del país seguía adelante (la foto superior lo muestra deslizándose por la tirolesa del Bioparque Urbano San Antonio el 29 de noviembre del 2012):





De cualquier manera, a unas horas de que concluyera su mandato, Felipe Calderón también se dió tiempo para cosas más serias, cosas tales como develar en Palacio Nacional -en el marco de una cena de gala encabezada por el Presidente de México- el cuadro de un gobernante que Felipe Calderón considera que fue uno de los mejores gobernantes que haya tenido el país en toda su Historia, haciéndose acompañar para la develación del cuadro por nadie menos que el Príncipe de Asturias, Felipe de Borbón, traído desde España para tales efectos:





El cuadro tuvo un costo de 754 mil pesos, pagados en su totalidad hasta el último centavo por el pueblo de México (esto solo se supo después de que Calderón hubiera dejado de ser Presidente), cuya elaboración fue ordenada y autorizada por el mismo Presidente Felipe Calderón (desde luego) y pintado por un ecuatoriano de nombre Santiago Carbonell (no había en México ningún mexicano considerado lo suficientemente digno para honrar al mejor Presidente de Latinoamérica en toda su Historia), según el Portal de Obligaciones de Transparencia del Instituto Federal de Acceso a la Información y Protección de Datos (IFAI). Este auto-homenaje en pintura, este retrato al óleo de cuerpo completo, podría correr en un futuro la misma suerte que la que corrió la pierna de Santa Anna, tan homenajeada en su momento, si muchos mexicanos llegan a tomar conciencia del abuso al que fueron sometidos por la derecha conservadora y reaccionaria de México. De cualquier modo, el gasto de tres cuartos de millón de pesos pagados por el cuadro de Felipe Calderón se antojan como una bicoca despreciable, si comparamos esta cifra con las cifras astronómicas que se invirtieron para estar haciéndole propaganda al gobierno calderonista:

Gastó Gobierno de Calderón 6 mmdp en publicidad en 2012
Agencia Reforma
4 de diciembre del 2012

El Gobierno de Felipe Calderón cerró con un gasto en publicidad de 6 mil 860 millones de pesos.

Así se establece en el Informe sobre los Programas y Campañas de Comunicación Social del Gobierno Federal Ejercicio 2012, que fue presentado en la sesión de la Cámara de Diputados.

El gasto en publicidad y comunicación social comprende los pagos a medios electrónicos e impresos, así como en Internet y los gastos en asesorías, empresas que formulan las campañas de imagen y producciones, entre otros aspectos.

De acuerdo con el documento enviado por la Dirección General de Normatividad de Comunicación de la Secretaría de Gobernación, con fecha del 26 de noviembre, la Presidencia de la República erogó 32 millones 867 mil pesos en sus campañas publicitarias.

En los temas de “Desarrollo Social e Igualdad de Oportunidades” gastó 7 millones de pesos; en “Economía y Generación de Empleos”, 3 millones de pesos; y en “Fortalecimiento de la Seguridad Pública y el Estado de Derecho”, 8.4 millones de pesos.

En la campaña sobre el Informe del Ejercicio de Gobierno, la oficina de Los Pinos reportó un gasto de 12.4 millones de pesos y en “Mensajes a la ciudadanía y cultura Cívica”, otros 2 millones de pesos.

Por otra parte, las campañas de la Secretaría de Salud sumaron 2 mil 773 millones de pesos.

El sector hacendario cerró el año con un gasto de 257.1 millones de pesos.

A su vez, el área de Gobernación gastó 509 millones de pesos.

En las campañas de Educación Pública se destinaron 423 millones de pesos.

La Comisión Federal de Electricidad tuvo gastos en publicidad y comunicación social por 381 millones de pesos, mientras que el ramo administrativo del Medio Ambiente sumó 234 millones de pesos.

En lo que respecta a las campañas publicitarias de Pemex se indica que tuvieron un costo de 348 millones de pesos.

Entiéndase bien esto: la derecha ultraconservadora de M╬xico entronizada en la persona de Felipe Calderón despilfarró no seis millones de pesos, no sesenta millones de pesos, no 600 millones de pesos, sino 6 mil millones de pesos, en publicidad para “promocionar imagen”. ¡Y esto tan solo en el 2012! Cualquiera que empiece a contar de uno en uno imaginando que conforme avanza la cuenta va llegando un peso a sus manos, posiblemente al llegar a la cuenta de apenas unos 60 mil se dará cuenta de lo que representa una cantidad como 6 mil millones de pesos. ¡Y la derecha ultraconservadora en su propaganda anticomunista del siglo pasado criticaba inmisericordemente los gastos en los que incurría el gobierno de Stalin para promocionar el culto a la personalidad! Comparativamente hablando, los comunistas de la unión Soviética se quedaron cortos en comparaciónn con los conservadores reaccionarios incrustado en el Partido Acción Nacional. ¿Qué obras en beneficio de México cree el lector que podría haber realizado con 6 mil millones de pesos constantes y sonantes en sus manos?

Sin lugar a dudas, son muchas las ventajas y los privilegios de llegar a la silla presidencial haiga sido como haiga sido. Así ha sido siempre el modo de pensar de la derecha ultraconservadora de México, desde que se trajeron a un aristócrata de la nobleza europea para coronarlo como Emperador de México para rodear posteriormente a Porfirio Díaz con un séquito de paleros y cortesanos no muy diferente de los zalameros aduladores con los cuales se rodearon Vicente Fox y Felipe Calderón en el paso de la derecha reaccionaria y conservadora por la silla presidencial.

Antes de entregar el poder y largarse a los Estados Unidos dejándole a México y a los mexicanos el paraíso que les creó, Felipe Calderón tenía reservada una sorpresa de última hora que se la guardó hasta el último momento. Millones de mexicanos estuvieron siendo bombardeados a todas horas del día por semanas, meses y años con la intensa propaganda oficialista calderonista jactándose de sus presuntos logros en materia de seguridad pese a que para nadie era un secreto que una de las razones por las cuales se autoexiliaba de México era para no correr riesgos en el “paraíso de seguridad” que en su macabro sexenio le costó a México demasiadas decenas de miles de cadáveres. Pues bien, no conforme con largarse de México para cobijarse en los Estados Unidos:


Título: Toccata y fuga
Cartonista: Helioflores
Fuente: EL UNIVERSAL


él mismo ordenó cambios de última hora a los reglamentos del Estado Mayor Presidencial para poder recibir aún más protección de la que recibiría de por vida en el extranjero pagada en su totalidad por el pueblo de México. Y la razón por la que se reservó esta noticia hasta el último momento es porque, de haberlo hecho meses atrás, hasta sus aduladores y cortesanos más cercanos le habrían echado en cara que, si México quedaba tan seguro gracias a él asegún su propaganda de corte estalinista, ¿por qué demonios hacía tales cambios al reglamento interno del Estado Mayor Presidencial, ello además de largarse para los Estados Unidos?, una protección excesiva de la que no goza ningún otro ex-mandatario en ningún lugar del planeta, y mucho menos ninguno de los mexicanos que Calderón dejaba atrás en su partida. Esto lo documenta la siguiente nota:

Cambia Felipe Calderón reglamento para ampliar protección a su familia
Claudia Guerrero
Agencia Reforma
3 de diciembre del 2012

El último día de su mandato, el ex presidente Felipe Calderón realizó modificaciones al Reglamento del Estado Mayor Presidencial (EMP) para garantizar su seguridad y la de su familia.

Los cambios otorgan facultades para que el nuevo jefe del EMP pueda autorizar la ampliación de los servicios de seguridad para garantizar la protección de “los ex presidentes de la República y de su familia en cada caso particular”.

Los cambios, que fueron publicados en una edición vespertina del Diario Oficial de la Federación el viernes 30 de noviembre, incluyen la creación de una nueva sección destinada a “analizar los riesgos” y garantizar su seguridad, la de su familia e incluso la de sus ex jefes del EMP.

Anteriormente el reglamento establecía que el EMP garantizaría la seguridad del presidente y de su familia, de mandatarios y funcionarios extranjeros en territorio nacional, de ex presidentes y de otras personalidades si, por la importancia de su cargo, así lo ordenara el Ejecutivo.

Ahora, la Sección Séptima de “Protección de Personas” deberá “planear, organizar, proporcionar y controlar los servicios para garantizar la seguridad inmediata de los ex presidentes de la República y su familia, realizando los análisis de riesgo correspondientes con el fin de proponer la asignación de efectivos y demás medios de seguridad para cada caso en particular”.

El decreto contempla las ampliaciones necesarias para asegurar la protección. “Autorizar, de acuerdo a los análisis de riesgo correspondientes, la ampliación de los servicios para garantizar la seguridad de los ex presidentes de la República y de su familia, en cada caso en particular”, señala la nueva fracción IX del Artículo 11.

El decreto aclara en un artículo transitorio que los ex mandatarios Carlos Salinas, Ernesto Zedillo y Vicente Fox mantendrán el mismo número de elementos con los que cuentan hasta ahora.

“Los ex presidentes de la República mantendrán el mismo número de elementos del EMP que tuvieren asignados para su seguridad y la de su familia con antelación a la entrada en vigor del presente decreto”, señala.

Con las modificaciones, Calderón determinó además crear una Unidad que deberá planear, organizar, dirigir y controlar el desarrollo informático y la automatización del EMP.

Para ello establece la adquisición y empleo de las tecnologías de la información en los campos de infraestructura tecnológica, sistemas informáticos, redes de datos y seguridad en la información.

También modificó el artículo 36 referente a las tareas del Centro Hospitalario del EMP para asegurar el apoyo médico al personal del EMP que se encuentre en “misiones”.

“Coordinar el apoyo médico para el cumplimiento de las misiones generales del EMP”, establece.

Dos días antes de concluir su administración, Calderón anunció que apenas concluido su mandato abandonaría el país para realizar tareas académicas en la Escuela de Gobierno John F. Kennedy de la Universidad de Harvard, en Estados Unidos

Quizá la primera nota realmente positiva del gobierno priista entrante sin tener que hacer algo al respecto fue que al expirar el sexenio calderonista los millones de spots con el logotipo “Vivir Mejor” transmitidos por los medios audivisuales de comunicación masiva tratando de convencer a todos los mexicanos de lo muy bien que les había ido bajo Felipe Calderón dejaron de transmitirse en definitiva.

Efectivamente, y como dijera el editorialista Alfredo Ríos Camarena, adiós, Don Felipe, adiós, adiós, adiós. Y esperamos que esta vez sea para siempre.

¡Adiós!