viernes, 22 de mayo de 2009

Locura islámica

Faltando tan sólo un par de días para la conclusión del año 2008, el 28 de diciembre (irónicamente el día cristiano en el que se celebran a los Santos Inocentes, los niños recién nacidos que de acuerdo con la tradición de los Evangelios del Nuevo Testamento mandó matar el Rey Herodes para nulificar la profecía del Rey -Jesús- que lo desplazaría de su trono y de su posición histórica) una fila de niños escolares caminaba por un punto militar de revisión el domingo en el este de Afganistán cuando un camioneta todo terreno cargada de explosivos conducida por un terrorista suicida giró hacia ellos y explotó, matando a 14, niños y dejando mal heridos o mutilados a otros, en un hecho desgarrador captado por una cámara de seguridad de ejército estadounidense.

El video muestra a la camioneta deportiva pasando lentamente a través de una barrera de sacos de arena en un punto de revisión militar justo cuando aparece a la vista una fila de niños estudiantes, la mayoría de ellos vistiendo gorras blancas. En la imagen se ve a los niños caminando por una senda entre la calle y una pared, varios de ellos haciendo una pausa durante algunos segundos en un grupo antes de continuar su andar. El vehículo se mueve haca la cámara de seguridad mientras los niños caminan en la dirección opuesta, casi pasando la camioneta, cuando la grabación termina con un estallido feroz.

Fotografías tomadas luego de la explosión mostraban libros de texto ensangrentados en el suelo junto a pares de zapatos pequeños.

Funcionarios afganos dijeron que estaban asistiendo al último día de clases del año para enterarse si pasarían al siguiente año. El doctor Abdul Rahman, médico de un hospital cercano a la detonación, dijo que los niños eran de entre ocho y 10 años. Eran víctimas inocentes que no tenían nada que ver con la locura demencial del asesino psicópata que justo hasta el momento de morir estaba convencido de que se iría directo al paraíso celestial para ser recompensado por el Creador en premio a su acto criminal.

El ejército estadounidense dijo que un total de 16 personas murieron en el ataque suicida en la provincia oriental de Khost y que otras 58 resultaron con heridas. El atacante intentó primero hacer estallar los explosivos que llevaba amarrados a su cuerpo durante una reunión de dirigentes tribales en el este de Afganistán, pero al no lograrlo se dirigió hacia la entrada a un puesto de revisión de la policía y del ejército, en las cercanías de la escuela, dijo Yacub Jan, el subjefe de la policía en la provincia oriental de Jost. Los soldados estadounidenses también se hallan emplazados dentro del puesto de revisión, pero ninguno de ellos resultó muerto o herido en el ataque, informaron las autoridades. Además de los niños, dijo Jan, murieron al menos un soldado y un guardia de seguridad privada. Asif Nang, vocero del Ministerio de Educación, dijo que los estudiantes heridos fueron alcanzados, en su mayoría, por cristales rotos. Jan dijo que el ataque ocurrió cuando dirigentes tribales pashtun, del distrito de Mandozai, se reunían en el complejo para tratar cuestiones de seguridad. Se desconoce cuántos de ellos resultaron heridos o muertos. Los estudiantes se habían reunido en los salones de clases para recibir certificados de fin de año, y los profesores también le estaban entregando libros a los estudiantes dijo Nang.

Un mes antes, el 26 de noviembre del 2008, ya le había tocado a la India ser el escenario de una nueva ronda de actos brutales que le costaron sus vidas en Bombay a 173 personas ese mismo día, también planeados y ejecutados por musulmanes ávidos de convertir al resto del mundo a su religión y más ávidos aún de matar a quienes se resistan a ello, también convencidos de que como premio por estas masacres indiscriminadas cometidas en contra de gente a la que ni siquiera conocen serán recompensados yéndose directamente a un paraíso que debe de estar repleto ya de asesinos despiadados felices de estar juntos los unos con los otros por el resto de la eternidad.

Y un mes después del acto de barbarie cometido en Afganistán por un demente fanatizado en el fundamentalismo religioso intolerante que le segó la vida a 14 niños, en Irak ocurrió otro atentado suicida que dejó 30 muertos.

Los ataques en Bombay motivaron en México un desplegado publicado en LA JORNADA el jueves 18 de diciembre del 2008 en el que podemos leer lo siguiente:

CONTRA EL ANTISEMITISMO

“¿Propició la banca israelí-anglosajona (sic) la carnicería de Bombay con el fin de repatriar los capitales a Estados Unidos y revaluar artificialmente el dólar?”, se pregunta Alfredo Jalife-Rahme en su columna “Bajo La Lupa” del 7 de diciembre en La Jornada. Jalife llega así a extremos comparables a los del libelo “Los Protocolos de los Sabios de Sión”, panfleto antisemita creado en Rusia a fines del siglo XIX y utilizado en forma destacada por el régimen Nazi, donde se acusa al pueblo judío de planear el control del mundo a través de todo tipo de acciones criminales

El reciente ataque a hoteles y otros sitios públicos en Bombay afectó a miles de víctimas inocentes, provocó cerca de 200 muertes y ha sido reivindicado por un grupo radical islámico, los Deccan Mujahideen. Más tarde, Mohammad Ajmal Amir, el único terrorista capturado, reveló que los atacantes eran miembros de la organización militante Lashkar-e-Toiba, basada en Pakistán. ¿Acaso sugiere Jalife que esas organizaciones son el producto de los intereses judíos, intereses a los que él siempre homogeneiza y empalma con aquellos a los que él llama la banca israelí-anglosajona?

Entre los muertos hay 40 musulmanes, al menos 6 judíos y gente de 10 países, incluyendo una ciudadana mexicana. El secuestro, tortura y asesinato de las víctimas tuvo al mundo en vilo por largas horas.

En el contexto de esta carta, es importante señalar que uno de los blancos de los ataques fue la Casa Nariman, sede de la organización judía ortodoxa Chabad-Lubavitch, que incluye un centro educacional, una sinagoga, un centro médico para la prevención de la drogadicción y un hostal. El edificio fue secuestrado por un grupo de atacantes y fueron asesinados seis de sus ocupantes, quienes, con nombre, edad y nacionalidad, eran: Rabino Gavriel Holtzberg, 29, Israel; Rivka Holtzberg, 28, Israel ( esposa de Gavriel, embarazada de 5 meses y cuyo hijo de dos años fue salvado heroicamente por su nana hindú Sandra Samuel); Bentzion Kruman, 26, EUA; Rabino Leibish Teitelbaum, 37, EUA; Yoheved Orpaz,62, Israel; Norma Shvarzblat Rabinovich, 50, Mexico (http://en.wikipedia.org/wiki/Nariman_House).

Un examen posterior reveló que la mayoría de las víctimas habían sido torturadas. Es pues relevante preguntarse: ¿Propiciaría en verdad la banca israelí-anglosajona (sic) la carnicería de Bombay con el fin de repatriar los capitales a Estados Unidos y revaluar artificialmente el dólar?

Como lectores de La Jornada, un diario que se precia de defender la justicia y la verdad, creemos que es grave (y un amplio grupo de personas lo consideran así) que el Sr. Jalife-Rahme lleve años publicando su columna, utilizando información sesgada y mal intencionada, haciendo generalizaciones discriminatorias y procediendo a una sistemática campaña de desinformación en contra de un grupo muy variado de personas de diversas nacionalidades, con muy diversas tendencias políticas, pero cuyo “pecado” es su origen o su identidad judía, una adscripción que no es necesariamente religiosa ni es ideológicamente uniforme.
Al igual que todos los actos terroristas, la tragedia de Bombay merece nuestra repulsa y condena. Al torcer la información acerca de este doloroso hecho de la manera en la que lo hace, el Sr. Jalife falta gravemente al respeto a las numerosas víctimas --musulmanas, judías y otras-- con sus absurdas especulaciones. Falta también al respeto a los propósitos que animan a La Jornada, a la inteligencia de sus lectores y a sus editorialistas serios e imparciales.
Debe ofrecer disculpas a los familiares de los muertos, incluyendo a los de nuestra conciudadana, la Sra. Norma Schvarzblat.

Firmas

Aceves Navarro Gilberto; Aguilar Camín Hector; Aridjis Homero; Bauer Tapuach Michel; Berman Sabina; Berlioz Sergio; Bitrán Arón; Blancarte Roberto; Calderón Paco; Carbonell Miguel; Carrington Leonora; Castañeda Jorge; Castañón Adolfo; Chapa Martha; Cherbowski Arturo; Cherem S. Silvia; De la Colina José; Domínguez Christopher; Drucker Colín René; Ehrenberg Felipe; Escalante Fernando; Estrada Gerardo; Felguérez Manuel; Frank Alejandro; Frenk Margit; Garavito Rosalbina; García Agraz José Luis; García Sainz Adolfo; Garciadiego Javier; Glantz Margo; Gonzalbo Aizpuru Pilar; Gordon José; Granados Roldán Otto; Hiriart Hugo; Huerta David; Jiménez Cacho Jimena; Kaminer Saúl; Kraus Arnoldo; Krauze Enrique; Lajous Alejandra; Lamas Marta; Lazcano Antonio; Leff Enrique; Lisker Rubén; Loaeza Soledad; López Portillo Carmen; Lorenzano Sandra; Martin Moreno Francisco; Martínez Assad Carlos; Mastretta Angeles; Menassé Eliana; Meyer Jean; Meyer Pedro; Mochán Luis; Monsiváis Carlos; Monsiváis Galindo Guillermo; Moscona Myriam; Moshinsky Marcos; Muñiz Angelina; Murguía Verónica; Musacchio Humberto; Pacheco José Emilio; Pellicer López Carlos; Peralta Braulio; Pérez Tamayo Ruy; Pettersson Aline; Rivera Arturo; Rojo Vicente; Rubio Luis; Rudomín Pablo; Sefchovich Sarah; Seligson Esther; Schjetnan Garduño Mario; Servitje S. Lorenzo; Shabot Esther; Sheridan Guillermo; Stavenhagen Rodolfo; Turok Antonio; Turrent Isabel; Valenti Giovanna; Villoro Juan; Woldenberg José.Acuña González Beatriz; Achar Judy; Achar Marcos; Achar Victor; Aguilar Roblero Rafael; Aizenberg Edna; Alatorre Silvia; Alazraki de Chenillo Sylvia; Alazraki Rita; Alberro Solange; Alcubierre Miguel; Alerhand David; Alerhand Miriam; Aliphas Amnon; Alonso Coratella Guadalupe; Alonso García José Antonio; Alonso Guadalupe; Alvarez Bejar Alejandro; Alvarez Herrasti Diego; Álvarez Lilian; Ambe Attar Isidoro; Amkie Jessica; Anabi Abraham; Antebi Alberto; Anuzita Z. Gotzon de; Arditti Ilán; Arias Ima; Askenazi Sutton Abraham; Attie David; Ayala Alejandro; B. Isaac; Baptista Lucio Pilar; Bargas José; Barrera Rubén; Bay Mercedes; Bazúa Fernando; Becerra Arturo; Becker Feldman Arie A.; Becker Vivian; Begún Arturo; Beja Familia; Bejar Moscona Gabriel; Bejar Picker Alexander; Bejar Picker Batya; Bejar Picker Nisso; Bendesky Andrés; Berger Miriam; Bergman Marcelo; Berman Feigue; Berman Moisés; Berman Mónica; Bernal Gloria Elena; Berruecos Joaquín; Bessudo Patricia; Betech R. Emilio; Bierzwinsky Seinder Guillermo; Birman Eduardo; Bizberg Ilán; Bleier Aída; Blejer Eder Daniella; Block Cabrera Malú; Bohigas Joaquín; Bottinelli Cristina; Botton y Beja Flora; Botton Beja Julio; Botton Burlá Flora; Bracho Carbajal Alberto; Bracho Felipe; Brodsky Marcelo; Bronsoiler Charlotte; Bronsoiler Henry; Broussi Carol; Broussi Jeannete; Buchwald H. Isaac; Buchwald Esther; Buchwald José; Bunge Carlos; Burstein W. John; Cabral Guillermina; Calderón Rosa; Camhi Rachel; Cassab Adel; Castillo-Nájera Oralba; Catarrivas Ivette; Cazes Abraham; Ciuk Perla; Clavé Eduardo; Cohen Asse Moises; Cohen Cohen Moises; Cohen Sacal Gania; Cohen Eduardo; Cohen Esther; Corenstein Becky; Corenstein Martha; Corichi Alejandro; Corona Dora; Cung Sulkin Paloma; Cung Cecilia; Czitrom Steven; Chadin Malvina; Charabati Esther; Charabati Freddy; Cheja Chaya Nissim; Cheja Mochon Carlos; Chelminsky Hilel; Chenillo Alazraki Paola; Cherem Abraham; Cherem David; Cherem José; Cherem Linda; Chmelnik Enrique; Chmelnik Iliana; D’Olivo Juan Carlos; Dalma-Weiszhausz José; Dana Karen; Daniel Zaldivar; Dayan Yedid Abraham; Dayan Allegra; Dayan Isaac; Dayan Jacobo;; de la Hoz Marianela; de Lara Gomís Sebastián; de santiago José; del Tronco Paganelli José; Derzavich Jack; Diazmuñoz Gómez Jesús; Domínguez Blanca; Dreyfus George; Druker Raquel; Dubson Ana; Dubson Arturo; Dychter P. León; Eichner Samuel; Elterman Z. Hilda; Estrada Saavedra Marco; Fainstein Daniel; Falomir Ricardo; Feinholz Dafna; Fernández-Macgregor Laura; Finkel Bitty; Fischer Deborah; Flaster de Solay Gita; Fleischer Hanna; Flisser Ana; Fortes Elena; Fortes Jaqueline; Fortes Mauricio; Franco Urquidi Ileana; Frank Katya; Frank Mauricio; Fridman Israel; Galicot Jaye; Gall Olivia; Galván Norberto; Garber Diana; García Briseño Julio; García Calderón Gastón; García Delgado Manuel; Garcia Martinez Raul Ivan; Gittler Zonana Rosa; Glatt Allan; Glatt Nelly; Glatt Taly; Gleizer Abel; Gleizer Daniela; Gojman Jezior Ana; Goldbard Enrique; Goldberg Diana; Goldin Daniel; Gomís Anamari; Gomís Pepita; González Mateos Adriana; Gonzalez Reimann Luis; González Gisela; González María; González-Camarena Marcel; Gorbach Frida; Gorinstein Vivian; Graisbord Boris; Graizbord Carlos; Green Marcos; Greter Patricia; Grez Jaime; Grimm Guillermo; Grinberg Z. Gerardo; Grinberg Mario; Grinberg Nathan; Grobeisen Noemí; Grobeisen Sharon; Grunberger Bertha; Grunberger Jessica; Grunberger Mary; Gugenheim Ariela K; Guillén Diana; Gulfrajnd Miriam; Gurvich Natalia; Guzik Orli; Haber Esther; Haiat Betina; Haim de Botton Dolly; Haime L. Luis; Haime Anita; Hamra Sassón José; Hamui Dabbah Familia; Hamui Picciotto Jeannette; Harad Hass Orli; Hernández Castillo Aída; Hernández Rodriguez César; Herrera Julio; Hesse Peter; Himelfarb Eduardo; Hirshfeld Bejar Jacklyn; Hirshfeld Linda; Hoeflich Martha; Hoffman Claudia; Hoffman Odile; Hoffs Annabelle; Huarte Cuéllar Renato; Huberman Alberto; Huberman Muñiz Rafael; Isaak Dinorah; Islas León D; Iszaevich Ofelia; Itzkowich Eduardo; Jacob José; Jacobs Barquet Patricia; Jinich Armando; Joffe Moisés; Joffe Raquel; Juárez W. Rebecca; Judisman R. Miguel; Kalach Kichik Regina; Kalb Ricardo; Karakowsky Yael; Katz Noé; Katz Peter; Kaufer Martha; Khan Elena; Khebzou Jessica; Kleiman Bertha; Korzenny Schneeweiss Miriam; Kozer José; Kraus Isaac; Kraus Ariela; Kraus Eitan; Laddaga Josefa; Ladelsky Isaac; Lan Agami Sisel; Lasky Benito; Lasky David; Lasky Donatella; Lasky Linda; Lemus Renato; Lerman Rebeca; Leventhal Susana; Levine Hela; Levy Marcos; Liberman Lillian; Lichi Jorge; Linder Aronowitz Saul; Lisker-Melman Mauricio; López Garza David; López Marcel; López- Morton Luis C.; Lorenzano Pablo; Marcovich Eva; Marcushamer Noemi; Margolis Aarón; Margolis Jacobo; Markova Nadine; Martínez Arturo; Martínez Gina; Massry Ema D.; Mayer Daniel; Mayer David; Megged Nahum; Melgar Palacios Lucía; Melman Szteyn Estela; Menassé Adriana; Menassé Aline; Menassé Sofia; Mendelsohn Quique; Menéndez González Fernando José; Merikanskas Mauricio; Meschoulam Uziel Mauricio; Metta Cohen Marcos; Meza Isaura; Michan Karen; Mileris Nurit; Milstein Tobele; Miller David; Molina Ana; Molina Mauricio; Mondlak Moisés; Montiel Elbin Teresa; Moscatel Issac; Mosches Eduardo; Moshinsky Moisés; Muller Dora; Muñoz de Baena Guillermo; Murow Esther; Murúa Beltrán Gall Sofía; Mustri Gabriela; Nagar M. 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Alfredo; Shabot José; Shabot Moisés; Shabot Raquel; Shabot Salomón; Shade Eunice; Shapiro Alejandro; ShapiroAlta K. de; Sheimberg Abraham; Shein K. Janet; Shein Max; Shein Rosa; Shterm Mark; Silva Ricardo; Simpser Boris; Slomianski Isaac; Snaiderman Benjamin; Sod Daniel; Sod Jordi; Solari Ana; Sonabend Adam; Sonabend Fanny; Sonabend Roberto; Sotelo Schmelkes Quetzalli; Spenser Daniela; Stark de Bialostocky Elena; Staropolsky Frida; Staropolsky Mardoqueo; Steinberg Eny; Stepensky Estela; Stepensky Saúl; Stern Claudio; Stern Judy; Stern Julio; Stillman Patsy; Suárez Paulina; Sudarsky Daniel; Sussman Roberto; Sverdlin de Radosh Silvia; Szurmuk Mónica; T. De Aderman Susy; Tagüeña Julia; Tanur Daniel; Tarragona Margarita; Tayan David; Temkin Benjamín; Tiktin Esther; Tiktin Moisés; Tiktin Ruth; Torenberg-Gelemovich Jenny; Torres Manuel; Treistman Guillermo; Trottner Tamara; Turbiner Alexander; Turok Kipi; Turquie Esther; Tyrtania Leonardo; Unikel S. 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Responsables de la publicación: Alejandro Frank y Olivia Gall

Todo esto nos lleva a lo que ha estado sucediendo en el Medio Oriente en los últimos seis meses. La locura asesina a la que son tan afectos los fundamentalistas musulmanes, ya de por sí proverbial, ha sido recrudecida por el salto dado por la propaganda de la extrema derecha antisemita hacia Medio Oriente con la diseminación revitalizada de propaganda ultraderechista clásica como Los Protocolos de los Sabios de Sión y El Judío Internacional de Henry Ford además de muchos otros libros de texto propios de esta ideología bizarra. La influencia perniciosa de este veneno mental es innegable, como podemos verlo en las siguientes fotografías que muestran a los musulmanes allegados al grupo terrorista Hezbollah comparadas con unas fotografías propias del Nazismo alemán (se pueden apreciar mejor los detalles de ésta composición fotográfica por medio de la ampliación de la misma):





Este odio demencial, del que México no es ajeno a causa de la indoctrinación ninterrumpida que por décadas se ha dado y se sigue dando en el principal centro motor de diseminación del radicalismo ultraderechista de México inspirado en la rebelión Cristera de los años veinte y el Nazismo alemán, la Universidad Autónoma de Guadalajara, está acercándose al punto de hacer explosión acercándonos a todos al Apocalipsis predicho por el Apóstolo San Juan al final del Nuevo Testamento, con la próxima construcción de bombas atómicas por el mismo país en Medio Oriente cuyo Presidente está convocando a la destrucción total del Estado de Israel. Y no sólo Irán está ya más cerca que nunca en convertirse en el primer país musulmán dominado por clérigos radicales shiitas que tendrá la bomba atómica. El miércoles 20 de mayo Irán probó exitosamente un proyectil que pone a toda la población de Israel al alcance de su mano.

No existe duda alguna de que los musulmanes radicales del Medio Oriente y del resto del mundo, los cuales son vistos con simpatías por los ultraderechistas que les aplauden sus intenciones de llevar a cabo una nueva versión del Holocausto, están en plena disposición de recurrir a tales armas aunque ello pueda resultar en la última conflagración mundial que podrá ver la humanidad antes de su autodestrucción. Los mismos iraníes que hoy construyen proyectiles de largo alcance y están enfrascados en la construcción de una bomba atómica son los que han estado suministrando al grupo terrorista Hamas de Palestina los cohetes con los que este grupo demencial estuvo atacando indiscriminadamente a la población civil de Israel -no objetivos militares, la población civil-, como el siguiente:






En aquél entonces, los cohetes lanzados al azar desde el territorio controlado por Hamas continuaron cayendo indiscriminadamente sobre Israel, y el mundo entero no hizo nada, permaneció cruzado de brazos. Los mismos medios de comunicación audiovisuales que en esos días criticaron en forma parcializada la incursión armada de Israel en el territorio de Gaza (se cita como ejemplo la transmisión llevada a cabo en el noticiero nocturno de TELEVISA el 6 de enero del 2009 bajo la conducción de Joaquín López-Dóriga) minimizaron el lanzamiento de esos cohetes pese a la enorme provocación que ello significaba, minimizaron el hecho de que la incursión de Israel en la franja de Gaza fue provocada por esos proyectiles que estuvieron siendo arrojados hacia el vecino Israel por los fundamentalistas musulmanes de Hamas. De cualquier modo, los cohetes lanzados desde la franja de Gaza por los militantes extremistas no fueron los primeros en impactar en contra de la población civil israelí, ni fueron los primeros en ser justificados por la ultraderecha mundial que se aferra tercamente a la negra fantasía de “la gran conspiración judía masónica comunista”. Ya anteriormente, cuando Saddam Hussein durante la Guerra del Golfo Pérsico empezó a lanzar hacia Israel proyectiles Scud:





en contra de Israel el 18 de enero de 1991 sin que hubiese habido jamás en esos días un solo acto llevado a cabo por Israel para provocar tal agresión injustificada, los ultraderechistas neo-Nazis del mundo entero como es su costumbre esperaron y demandaron que los israelitas se quedasen cruzados de brazo sin responder a tales agresiones criminales negándose a sí mismos su derecho de legítima defensa, al igual que ocurrió con los cientos de miles de judíos europeos que en lugar de tomar las armas en contra de Hitler y sus enloquecidos Nazis se resignaron a ser enviados dócilemente a los campos de exterminio de Auschwitz para ser sacrificados. Extraordinariamente, y esto es algo que el mundo ha olvidado, el gobierno de Israel se contuvo casi dolorosamente las ganas de responderle al tirano de Irak sus ataques con el fin de no enturbiar las operaciones militares que los Estados Unidos estaban llevando a cabo para expulsar a Saddam Hussein de la nación de Kuwait a la cual había invadido para apoderarse de ella también sin que dicha pequeña nación hubiese hecho algo para justificar tal invasión. Es casi seguro que si el gobierno de Israel hubiese recurrido entonces a las armas para castigar las agresiones del sátrapa de Bagdad a lo cual tenía pleno derecho, los mismos fascistas de la actualidad que hoy manipulan la prensa y los medios bajo su alcance y control en contra de Israel habrían pegado el grito en el cielo denunciando a Israel por cometer “injustas atrocidades en contra del pueblo de Irak". Cabe agregar que los proyectiles de alto poder lanzados por Saddam Hussein en contra de Israel fueron enviados pese a que Israel ni siquiera comparte una frontera común con Irak, tuvieron que ser lanzados violando el espacio aéreo de terceras personas, para lo cual el tirano Saddam Hussein acostumbrado toda su vida a hacer su regalada gana aterrorizando a placer suyo a su propia gente no pidió permiso alguno, y lo cual para los neo-Nazis de hoy es correcto y justificado siempre y cuando el objetivo sea matar discriminadamente judíos de todas las edades.

Tras la agresión cometida con toda alevosía y ventaja por Saddam Hussein -la cual nunca fue castigada por el estado de Israel pese a que Israel estaba en todo su derecho invocando su derecho de legítima defensa- sobrevino la Guerra de Líbano del 2006 (país que en otros tiempos era conocido como una Joya de Medio Oriente hasta que llegaron a sentar sus reales en dicho país miles de refugiados palestinos), la cual escaló a raíz de los misiles que estaban siendo disparados desde Líbano por los milicianos de Hezbolá. En el año 2006, la aviación y la artillería israelí bombardearon a Líbano en su frontera con Israel para responder a los cohetes lanzados desde su territorio por los fundamentalistas de Hezbolá. Según cálculos independientes llevados a cabo por Amnistía Internacional, se estima que Hezbolá usó 4 mil cohetes en contra de la población civil de Israel. De cualquier manera, la ultraderecha mundial protestó en el 2006 por la respuesta israelí al igual que como lo hizo más recientemente en el 2009, demandando que los isrealitas se aguantaran dócilmente las ganas de responder a dichos ataques resignándose a la matazón indiscriminada de sus civiles a causa de los cohetes lanzados desde Líbano por Hezbolá, haciendo lo mismo que los judíos europeos que dócilmente sin hacer protesta alguna se estuvieron subiendo como si fuesen cabezas de ganado a los vagones de ferrocarril que los estaban llevando a los campos de exterminio Nazis.

No pudieron haber escogido los judíos un lugar más peligroso y más conflictivo en todo el globo terráqueo para fundar la patria propia que habían anhelado por siempre, el estado de Israel, que el mismo territorio que habían ocupado sus ancestros desde hace más de dos milenios, y el actual conflicto con el que comenzó el año 2009 ejemplifica muy bien este dilema.

Hay, desde luego, tanto palestinos como israelitas que están ansiosos por llegar a un entendimiento con la parte contraria que los permita convivir en paz y tranquilidad sin guerras y terrorismo. Hay en ambos bandos mentes lúcidas que son capaces de mirar entre la turbia bruma de las pasiones religiosas y de los intereses nacionales y económicos de carácter global y que son capaces de entender que árabes y hebreos, musulmanes y judíos, tendrán que convivir en ese pedazo del globo terráqueo por siempre. Lamentablemente, estos son una minoría. Por el lado de los palestinos, tenemos organizaciones terroristas como Hezbolá, Al Qaeda y Hamas con las cuales el diálogo es imposible porque estos tipos son de mente completamente cerrada a cualquier tipo de diálogo. Y por el lado de Israel, abundan los ortodoxos y los halcones que, ante las agresiones terroristas de sus vecinos musulmanes, caen en el juego de estos respondiendo con el rigor y dureza que invariablemente les traerá un alud de críticas encima. Esporádicamente, Israel ha tenido líderes que han estado dispuestos a pactar con los palestinos una paz duradera a cambio de entrega de territorios, líderes tales como Ariel Sharon (el cual no era ninguna paloma y pese a ello estaba dispuesto a buscar una paz duradera). Pero este estadista sucumbió víctima de una embolia cerebral que lo incapacitó permanentemente el 4 de enero del 2006. Y otro estadista, Isaac Rabin, galardonado con el Premio Nobel de la Paz en 1994 por sus intensas negociaciones de paz que culminaron con los Acuerdos de Oslo, sucumbió víctima de un atentado en 1995. Y el culpable del atentado ni siquiera fue un terrorista musulmán, fue un ultraortodoxo israelí, el fanático religioso Igal Amil, torpedeando quizá para siempre las más prometedoras esperanzas de paz que esta región del mundo haya tenido en milenios. El fanatismo, la máxima manifestación de la irracionalidad en el hombre y la cual no conoce fronteras, siempre ha sido y seguirá siendo el peor enemigo de la humanidad.