miércoles, 25 de febrero de 2009

Sabotajes

Muchos lectores de Spectator aún ignoran los enormes esfuerzos que a veces detrás del telón se tienen que estar haciendo para que los materiales publicados por Spectator puedan seguir llegando a través de Internet a la comunidad mundial. En la lucha constante que tiene que estar siendo llevada a cabo para la difusión de la información contenida en estos trabajos, además de tener que enfrentar una bien financiada propaganda subrepticia con la cual gente extraña ha estado tratando de inundar a la red mundial Internet con propaganda falsa con el fin de descalificar con rumores, invenciones, falsedades y golpes bajos lo que no pueden descalificar con argumentos inteligentes, así como los desmentidos y réplicas venenosas enviadas a las secciones de comentarios de las bitácoras de Spectator fabricadas por aquellos a quienes se ha estado denunciando (comentarios que pese a todo y en un respeto a la libertad de pensamiento y a la libertad de expresión no han sido borradas por Spectator como puede ser comprobado en cualquier momento), los formidables y terribles adversarios de Spectator han estado recurriendo prácticamente a todo lo que han podido echar mano y que pueda estar al alcance de ellos y de sus cuantiosos recursos para suprimir una verdad que les resulta extremadamente incómoda y cuya creciente difusión está a punto de echarles a perder sus planes.

El primer acto de sabotaje en contra de los trabajos de Spectator, burdo por cierto, el cual se agudizó a principios del 2007, totalmente deliberado y llevado a cabo con toda la mala intención del mundo, consistió en estar enviando “comentarios” por proceso de copiado y empastado, “comentarios” inusualmente largos consistentes de miles de palabras de texto (llegaron al extremo de estar metiendo capítulos completos del libro Don Quijote de la Mancha de Miguel de Cervantes Saavedra), material que no tenía absolutamente nada que ver con los temas discutidos en las bitácoras, los cuales apilados uno tras otro volvían muy tardada la finalización de la carga en la computadora a través de Internet de las páginas de comentarios, inclusive en máquinas utilizando una conexión de alta velocidad. Así, aquellos que cada día se encuentran más desesperados por impedir que una cantidad creciente de materiales investigados y publicados por Spectator en la red pueda llegar a un auditorio cada vez mayor de lectores dentro y fuera de México terminaron encausando sus ataques principalmente en contra de los Foros de Testimonios reservados para los denunciantes que a través de sus propias experiencias vividas en carne propia quieren confirmar lo que se ha estado revelando en estas bitácoras, metiendo “comentarios” que lejos de ser testimonios de testigos y víctimas de la terrible conspiración ultraderechista nacional que nació en la ciudad de Guadalajara en los años treinta del siglo pasado eran cantidades enormes de párrafos que contenían citas del libro Mi Lucha de Adolfo Hitler y El Judío Internacional de Henry Ford, por citar tan sólo unos cuantos de esos “comentarios”. Varios de tales “comentarios” que en realidad no eran tal sino puro material de relleno para tirar abajo la página de testimonios sobrecargando el sistema computacional receptor llegaron a contener hasta 30 mil palabras de texto inútil. Este sabotaje fue denunciado por vez primera en la bitácora de Preguntas y Respuestas, para lo cual fue necesario activar la moderación de comentarios que antes no se usaba para requerir la aprobación previa de cualquier comentario previo a su publicación.

Cuando Spectator activó la opción de “Moderación de Comentarios” de Blogger con el fin de ponerle un hasta aquí a los saboteadores, estos de inmediato pegaron un grito que llegó hasta el cielo protestando porque se les estaba “vulnerando” su “libertad de expresión”. ¡Como si en el campus universitario de la sede nacional de la ultraderecha de México ubicado en la ciudad de Guadalajara hubiera plena libertad de expresión! Los falsos “comentarios” fueron eliminados y el libre acceso que antes se les había dado a todos para la publicación de todos sus comentarios -incluídos los de los saboteadores- tuvo que ser cerrado permanentemente.

También en la sección de comentarios correspondiente a la bitácora de Preguntas y Respuestas, Spectator hizo del conocimiento de sus lectores los intentos desesperados que ha habido por sobornar a Spectator mediante la oferta de cantidades cuantiosas de dinero con las que creían que podrían dar por terminada la publicación de estos trabajos. Pero al fracasar estos intentos, al darse cuenta de que con todo el oro del mundo en sus manos no les sería posible comprar la conciencia de Spectator, al darse cuenta de que cualquier soborno estaba condenado al más miserable de los fracasos tratándose de Spectator, optaron por cambiar de estrategia y en vez de tratar de corromper a Spectator buscaron la manera de impedir que lo que aquí se ha denunciado pueda ser del conocimiento del mundo entero.

Habiendo fracasado lo anterior, gente desconocida presumiblemente operando desde México empezó a bombardear a Blogger quejándose ante dicha empresa de que los materiales publicados por Spectator poseían un elevado contenido pornográfico de naturaleza prohibida por las leyes norteamericanas, específicamente pornografía infantil, la cual es severamente penalizada en los Estados Unidos. Esto activó las señales de alarma en Blogger, y los denunciantes esperaban que los administradores de sistemas de Blogger asustados ante tales denuncias y la cantidad de las mismas procederían de inmediato a la borradura total de todos los trabajos de Spectator (una eventualidad para la cual Spectator tiene ya lista la reproducción de todos sus trabajos en otros sitios como WordPress, lo cual no le llevaría ni siquiera dos horas). Los lectores que querían accesar las bitácoras “prohibidas” de Spectator conforme iban siendo publicadas día con día empezaron a toparse con un mensaje como el siguiente:





(Esta instantánea fotográfica debe ser ampliada para que pueda
apreciarse con mayor claridad el texto que aparece en la misma.)

Sin embargo, estas intentonas también fracasaron porque al llevar a cabo una lectura detenida de los contenidos de las bitácoras de Spectator los administradores de sistemas de Blogger se deben de haber percatado de que dentro de las bitácoras de Spectator no hay ni ha habido jamás absolutamente nada que pueda oler a pornografía. Así pues, no sólo la intentona de sabotaje fracasó, sino que los saboteadores no calaron la posibilidad de que los administradores de sistemas de Blogger en los Estados Unidos hayan dado parte a las autoridades dada la magnitud del intento de bloqueo de información en estas bitácoras, atrayendo sobre sí una mayor observación de los servicios de inteligencia norteamericanos sobre lo que está sucediendo en estos momentos en México.

Tras fracasar las anteriores intentonas de sabotaje, poco tiempo después manos desconocidas lanzaron un ataque cibernético sumamente sofisticado ni más ni menos que en contra de Google, propietaria de Blogger, una de las más importantes empresas en Internet, el cual para lograr sus objetivos no sólo intentó llevar a cabo la borradura de todos los materiales de Spectator, sino la borradura de los blogs que muchos otros internautas han estado colocando a través de Blogger. Para lograr tal propósito, se recurrió al diseño de un poderoso virus -el cual les ha de haber tomado bastante tiempo elaborar- que atravesó todas las formidables barreras de seguridad firewall puestas por Google para impedir el sabotaje de sus servidores, penetrando a niveles nunca antes vistos con su conjunto de instrucciones en lenguaje de máquina diseñados para el fin de censura total que querían lograr.

Para dar una idea de la sofisticación del ataque, explicaremos a continuación la forma en la cual operaba el virus.

Dentro de sus programas computacionales, Blogger cuenta con varios programas sofisticados llamados robots o simplemente bots (no confundir con los robots mecánicos que se venden en las tiendas de juguetes o que se utilizan en las fábricas automatizadas para el armado de carros), programas también conocidos como “Web Wanderers”, Web Crawlers, o “Spiders” (arañas de búsqueda). Con el objeto de impedir que sus servicios de hospedería informática puedan ser abusados por gente cuya intención es multiplicar la difusión de propaganda comercial o de otra índole recurriendo a lo que se conoce como spam que fue usado originalmente para inundar correos electrónicos con propaganda y textos no solicitados, varios bots de Blogger regularmente llevan a cabo una búsqueda dentro de cada una de las bitácoras para detectar aquellas que puedan haber sido construídas de modo tal que puedan constituírse en un spam. Una vez detectadas por los bots, tales bitácoras entran automáticamente en una “lista negra” en la cual se le dan al usuario únicamente dos semanas para confirmar a Blogger la autenticidad de su bitácora, y si tal confirmación no llega en ese lapso de tiempo, la bitácora es borrada automáticamente sin que los ingenieros de Blogger se den cuenta de ello. Los programas habían estado trabajando razonablemente bien, eliminando las bitácoras spam de los servidores de Blogger. Hasta que un día, a principios del mes de agosto del 2008, ocurrió algo completamente inesperado que tomó por sorpresa a los ingenieros y administradores de sistemas de Blogger, la cual pese a estar protegida y respaldada por una de las empresas de Internet más grandes y mejor protegidas del mundo (Google), cayó víctima de un ataque cibernético despiadado dirigido directamente en contra de dicha empresa.

El ataque cibernético requirió una movilización de emergencia de parte de los programadores y administradores de sistemas de Blogger al percatarse que una cantidad creciente de blogs estaba siendo marcada para su borradura automática e inclusive hubo blogs que fueron borrados. La respuesta al ataque cibernético fue seguida de una carta de disculpa como la siguiente enviada a todos los usuarios de Blogger afectados por el ataque:

Tú no eres spam

Ustedes ya lo sabían y ahora nosotros también. Hemos restaurado todas las cuentas que fueron marcadas como Spam de manera incorrecta ayer. (Ver: Viernes de Spam)

Queremos extender nuestras sinceras disculpas para todos los bloggers y lectores que fueron afectados. Hemos rastreado el problema, se trataba de un virus en nuestro código de procesamiento de datos que selló blogs aun cuando nuestros algoritmos concluyeron que no se trataban de spam. Hemos añadido un monitoreo adicional y revisiones de proceso para asegurar que virus de esta magnitud sean detectados antes de que puedan afectar nuestra información.

En Blogger, creemos firmemente que eres dueño y deberías tener control sobre tus publicaciones y otros datos. Entendemos que confías en nosotros para almacenar y publicar tu blog, e incidentes como éste pueden traicionar tu confianza. En el ánimo de asegurarte de que tú siempre tendrás acceso a tus datos, hemos estado trabajando en herramientas para importar y exportar, con la finalidad de hacer más fácil la copia de seguridad de tus posts. Si deseas echar un vistazo a esta herramienta, puedes probarla en el Blogger en Borrador.

El restablecimiento de hoy, ha sido a todos aquellos blogs que por equivocación, fueron marcados como spam por el incidente del pasado viernes. Debido a que la lucha contra el spam en sí, de forma inherente genera el riesgo de dar falsos positivos, tu blog pudo haber sido clasificado de forma equivocada como spam por otras razones. Si todavía hoy sigues sin poder publicar en tu blog, puedes solicitar una revisión haciendo clic en el botón de Abrir Solicitud de Revisión, en tu panel de control.

Publicado por Siohban

El ataque lanzado directamente en contra de Blogger resultó ser un ataque cibernético extraordinariamente sofisticado que barrió todas las defensas (las cuales hasta entonces habían sido consideradas invulnerables) que habían sido montadas en contra de eventualidades como ésta, y uno de los primeros blancos de dicho ataque fue precisamente Spectator. La “borradura automática” de los archivos habría resultado exitosa de no ser estar siendo monitoreados diariamente por los usuarios propietarios de las bitácoras bajo ataque, entre ellos Spectator.

Poco tiempo después, en la primera semana de octubre del 2008, las defensas de protección montadas por Blogger fueron nuevamente “barridas”, y en esta ocasión el ataque cibernético en contra de Blogger se lanzó empezando por los blogs más recientes que estaban siendo publicados por Spectator, inhabilitando por completo el acceso a los mismos. A continuación tenemos una instantánea fotográfica digital tomada de una de las varias computadoras utilizadas por Spectator que documenta el bloqueo al acceso de las bitácoras bajo ataque (con esta fotografía Spectator comparte con sus lectores por vez primera una panorámica de su “tablero de control” en Blogger, conocido como el dashboard):





(Esta instantánea fotográfica debe ser ampliada para que pueda
apreciarse con mayor claridad el texto que aparece en la misma.)

Como podemos verlo, los dos trabajos bloqueados que se volvieron inaccesibles para su lectura mundial por parte de los miles de lectores de Spectator eran Los Primeros Tecos y 100 Años de Locura, ambos publicados inmediatamente después del trabajo Traian Romanescu que previamente también había caído bajo ataque. En cada una de las bitácoras había una advertencia generada automáticamente que decía lo siguiente:

This blog has been locked and unpublished due to possible Blogger Terms of Service violations. You may not publish new posts until your blog is reviewed and unlocked.

This blog will be deleted within 20 days unless you request a review.

que traducido al Castellano dice lo siguiente:

Este blog ha sido sellado y se ha dejado de publicar debido a posibles violaciones a los Términos de Servicio de Blogger. Usted no podrá publicar nuevas entradas hasta que su blog haya sido revisado y destrabado.

Este blog será borrado en 20 días a menos de que se solicite una revisión.

Y como una repetición de lo que ya había sucedido dos meses atrás, esto fue el resultado de nuevos ataques cibernéticos diseñados para confundir a los bots de Blogger haciéndoles creer que los blogs señalados para su eliminación automática eran spam cuando en realidad no lo eran.

Estos fueron los días en los cuales todos aquellos que querían leer los materiales acerca de Traian Romanescu y acerca de los orígenes de la sociedad ultraderechista secreta Tecos de la Universidad Autónoma de Guadalajara no pudieron tomar conocimiento de dichos materiales. Estos fueron los días en los que ciertos personajes en México estaban brincando de gusto al haberse sellado la lectura de dichos materiales a la comunidad mundial de internautas. Materiales que por otras fuentes de información Spectator ya sabe que están produciendo elevados niveles de preocupación y pánico en ciertos personajes importantes de la ultraderecha mexicana que temen un posible colapso de sus planes al irse extendiendo el conocimiento público de lo que se está maquinando desde la ciudad de Guadalajara en contra no sólo de México sino en contra de Hispanoamérica con repercusiones nefastas para el resto del mundo. Estos fueron los días en los que por fin vieron logrado lo que no pudieron lograr los sobornos extraordinarios con los cuales querían comprar a Spectator para detenerlo en su misión. Llama desde luego la atención el que la acción combinada de estos sucesos estuviera dirigida no sólo en contra de material que esencialmente destruye piezas importantes de la literatura propagandística utilizada por la extrema derecha sino que además se encaminara en contra de información con la cual se levanta el velo de misterio sobre los inicios de la locura neo-Nazi que se va extendiendo hoy por todo México.

Sin embargo, no les duró mucho tiempo el gusto a los clanes criminales que tras las sombras están maquinando la instalación de un gobierno paralelo secreto en México actuando bajo una agenda emanada de la extrema derecha, al llevar a cabo Spectator las acciones requeridas no sólo para desbloquear sus trabajos de modo tal que la información importante contenida en los mismos pudiera llegar nuevamente al mundo entero sino para notificar a otros fuera de México acerca de lo sucedido, algo que fuera de México están tomando cada vez más en serio.

Hasta la fecha, se ignora quiénes fueron los que estuvieron detrás de los ataques cibernéticos llevados a cabo en contra de Blogger y con ello en contra de Google. Pero existen pocas dudas de que quienes estuvieron detrás de la creación de los virus diseñados para confundir y marcar como spam o material inapropiado algo que no lo era fue producto de gente operando con una buena cantidad de recursos económicos y tecnológicos a su alcance. No se trata de simples hackers que trabajando con una computadora de bajo costo se la han pasado dedicados cientos o miles de horas laborando incluso febrilmente para destruír los contenidos de algunas de las bitácoras publicadas por Blogger, ni se trata de niños traviesos, se trata de gente adulta dispuesta a romper todas las leyes habidas y por haber para lograr sus objetivos, inclusive si se trata de romper las leyes de otro país.

Si lo que está siendo publicado por Spectator fuesen meras fantasías alarmistas sin fundamento dignas de ser usadas para una novela, no habría habido intentos de soborno para corromper a Spectator con sumas enormes de dinero ni habría habido gente invirtiendo una cantidad masiva de recursos y tiempo para tratar de hacer aparecer a Spectator como promotor de pornografía infantil. Inclusive hasta el más incrédulo debe reconocer que por lo menos algo de lo que aparece en los trabajos de Spectator debe ser cierto. Y si todo es cierto, entonces muchos mexicanos tienen motivos de sobra para empezar a preocuparse sobre lo que está sucediendo en el país.

Estos hechos tienen que ser puestos en el conocimiento público y deben ser expuestos por la gravedad de los mismos. Ultimadamente, y esto lo tienen que saber los terribles y poderosos adversarios de Spectator cuya conjura emanando desde la ciudad de Guadalajara ha estado siendo denunciada dentro de estas bitácoras: los ataques están condenados a fracasar en virtud de que no sólo Spectator sino inclusive instituciones académicas universitarias alrededor del mundo y hasta agencias gubernamentales han estado haciendo un respaldo completo de todos los materiales que están siendo publicados o actualizados por Spectator en cuanto son publicados o actualizados, ello independientemente de que se tiene la absoluta certeza de que no sólo en México sino también en otras partes alrededor del mundo las páginas Web de Spectator están siendo descargadas completas y guardadas en dispositivos tales como los nuevos dispositivos portátiles flash drive USB (un estudiante universitario puede almacenar todos los trabajos de Spectator en un flash drive con capacidad inferior a los 32 gigabytes, y puede hacer un respaldo en un disco duro de la información en tan sólo una tarde), formando así una creciente base de datos mundial que permite consultar los materiales sin necesidad de tener que estar conectado a Internet. En vez de estar despilfarrando una cantidad extraordinaria de recursos tratando de impedir a toda costa que la verdad pueda salir a la luz, lo cual a estas alturas es ya demasiado tarde, los adversarios de Spectator mejor deberían prepararse para el colpaso que se les avecina ahora que una cantidad cada vez mayor de personas está tomando conocimiento de lo que está sucediendo así como de las falsas muletas en las que se apoya la siniestra ideología que mueve a la gente enferma que pudre todo lo que toca.