viernes, 14 de agosto de 2009

Quema de libros

Un analista universitario de renombre parece haberse dado cuenta ya de lo que realmente significan los tipos que se están apoderando del país, de acuerdo con lo que apareció publicado en la siguiente nota publicada en varios medios:

El silencio de los panistas
Leo Zuckermann
13 de agosto del 2009

“Ahí donde se queman libros se acaba quemando también seres humanos” (Dort, wo man Bücher verbrennt, verbrennt man am Ende auch Menschen, frase memorable del escritor Heinrich Heine. Se trata de un espectáculo patético: quemar ideas –buenas y malas– por la intolerancia de los humanos. En lugar de debatir con argumentos, se recurre al expediente fácil de la pira pública. No estoy hablando de algún aniversario de quema de libros en un régimen totalitario como la Alemania nazi o la Unión Soviética. Estoy hablando de la quema de un libro de texto de biología de secundaria por parte de asociaciones de derecha en León, Guanajuato.

La lamentable polémica de los libros de texto de biología en Guanajuato la hemos seguido gracias al corresponsal de Excélsior en el Bajío. Andrés Guardiola ahora nos cuenta que integrantes de la Coalición Ciudadana por la Familia y la Vida y la Asociación Suma Tu Voz quemaron los libros de la SEP en la plaza principal de León, el domingo pasado. ¿La razón? La educación sexual que enseña dicho libro donde aparecen los aparatos reproductivos femenino y masculino. “Los manifestantes exigieron a la SEP autonomía para regular la educación de la entidad, ya que el libro guanajuatense, que no había sido autorizado por el gobierno federal y que coarta la educación sexual, fue retirado de las aulas”.

Lo increíble es que una regidora panista del ayuntamiento acompañó a la turba. Hortensia Orozco justificó la quema por considerar los libros como “perversos”. Entrevistada por Guardiola, dijo que “promueven la ideología del disfrute sexual, lo cual, daña a los adolescentes y atenta contra la familia”. La regidora acusó a las autoridades federales de la “genitalización” de hombres y mujeres: “porque a los once años no creo que ningún niño use condón; entonces, les estás presentando información sexual que sólo les invita a experimentar ese deseo, pero un acto de esta naturaleza va a dejar consecuencias a edades tempranas”.

No soy sicólogo, pero sospecho que esta mujer tiene algún tipo de trauma sexual. Prefiere vivir en la época del oscurantismo a educar a los adolescentes.

Llega al extremo de quemar libros por considerarlos impuros. ¿Cuál es el siguiente paso? ¿Quemar a los maestros que se atreven a enseñar semejantes “cochinadas”? Cuando se enteró de que fanáticos habían quemados libros suyos, bien dijo Sigmund Freud: “¡Cuánto ha avanzado el mundo: en la Edad Media me habrían quemado a mí!”

Toda esta historia es una pésima noticia para el PAN nacional. Su imagen queda dañada por la aparición de fanáticos religiosos de derecha recalcitrante, como la regidora Orozco, quemando libros oficiales de la SEP por sus contenidos de educación sexual.

¿No tiene nada que decir el presidente Calderón al respecto? ¿Qué piensa el líder nacional panista César Nava? ¿Adónde está la opinión de una mujer que se dice liberal como Josefina Vázquez Mota? ¿Y a Alonso Lujambio, el secretario de Educación Pública, un hombre de muchas luces, profesor universitario, no se le revuelve el estómago?

Sorprende el silencio de ciertos panistas por este acto ominoso.

Parecería que no les importa. Total, son los panistas de Guanajuato y ya sabemos que ellos son los ultras de derecha, los yunquistas, los fanáticos.

Ahí que se queden, quemando libros, mientras que los modernos, los centristas, observan en silencio el patético espectáculo.

A lo mejor se atreven a decir algo el día que efectivamente quemen a un maestro que se atreva a informarle a un adolescente que el pene se introduce en la vagina.

El verdadero problema no estriba en que los afiliados a la derecha ultraconservadora del Yunquista estado de Guanajuato quieran educar a sus propios hijos a su antojo moldeándolos de acuerdo a su muy peculiar forma de pensar, algo a lo cual -lamentablemente- tienen pleno derecho, o de que quieran implantar en los colegios privados una enseñanza ortodoxa de corte neo-fascista, algo que de cualquier manera está ocurriendo ya. El verdadero problema es que su intención es obligar a todos los demás a que piensen como ellos, les guste o no, lo que quieren hacer es imponer su agenda ya no tan sólo en las escuelas privadas sino también en las escuelas públicas, en todas. Quieren que todos los planes de estudio se plieguen a la muy peculiar forma, filosofía y modo de pensar de los grupos ultraconservadores de México, tal y como ocurría en Alemania en los tiempos del Nazismo. Aunque estos fanáticos no representen el 10 por ciento de la población, y que de ese 10 por ciento ni siquiera el uno por ciento forme parte de alguna organización clandestina de ultraderecha bajo juramento de secrecía, ellos se sienten con el pleno derecho de imponer sus ideas sobre el 90 por ciento de la población restante en las escuelas públicas.

La quema de libros a la que hace mención el analista ocurrió en Guanajuato el domingo 4 de octubre del 2009 a las 11:30 de la mañana, aglutinando a un grupo de personas afiliadas a la Asociación Estatal de Padres de Familia así como a las organizaciones Suma tu Voz y Coalición Ciudadana por la Familia y la Vida (Cofavi). Esto ocurrió en el mismo Estado en donde hace relativamente poco tiempo tuvieron la ocurrencia de prohibir terminantemente bajo pena de cárcel y sanciones económicas los besos en público “por impúdicos e indecentes”. Esto ocurrió en el mismo Estado que le dió a México el primer Presidente que le abrió ampliamente las puertas del gobierno federal a las sociedades clandestinas de corte neo-Nazi anti-semitas como la Organización Nacional del Yunque y las demás afiliadas a la ideología de la extrema derecha que quieren imponerle por la buena o por la mala a un país entero.

A continuación tenemos una fotografia de la regidora panista Hortensia Orozco Tejada y la presidenta de la organización ultra-puritana Suma tu Voz Lourdes Cázares destruyendo uno de los libros oficiales de texto “por impúdicos e indecentes”:





De seguro estas dos mujeres habrían sido felices viviendo en los tiempos de gloria del Tercer Reich bajo la dictadura de Hitler.

La cada vez más abierta forma de operar de los grupos y los individuos ligados a la ultraderecha de México ni quita que de vez en cuando traten de hacer algo de vez en cuando para tratar de limpiar aunque sea un poco su cada vez más merecida fama de retrogradación hacia los tiempos de la Edad Media. En el mismo Guanajuato, llegaron a “considerar” una propuesta de permitir la apertura de un club nudista orientado principalmente hacia el turismo extranjero con el fin de abatir aunque sea un poco la crisis de desempleo que ha estado padeciendo Guanajuato en los últimos años, el cual de ser autorizado habría estado operando bajo estricta supervisión y vigilancia del gobierno ultraderechista de Guanajuato. Sin embargo, y pese a la pérdida económica que significó para el Estado, los panistas guanajuatenses recularon y dieron al traste con la propuesta, que al fin y al cabo ellos no tienen que sostener económicamente a los desempleados de Guanajuato que habrían encontrado algún empleo en este proyecto. Y es que la ultraderecha muy rara vez busca el bien de las mayorías, lo que busca siempre es la promoción (o mejor dicho, la imposición) de su ideología sobre todos los demás.

No debería extrañarse el analista Leo Zuckermann de que todos los demás panistas -incluso los tradicionalistas de antaño- hayan guardado un silencio sepulcral ante la quema de libros que se dió en Guanajuato. Después de todo, ellos ya saben perfectamente bien quién está posicionado en las altas esferas del gobierno federal de México, ellos ya saben quién tiene el poder en sus manos. Con un Yunquista juramentado dentro de la neo-fascista Organización Nacional del Yunque, César Nava, al frente de la dirigencia nacional del PAN (el cual por cierto aunque estaba apoyado directamente por el Presidente Felipe Calderón gastó medio millón de pesos en su campaña, dinero que hasta la fecha nadie sabe de dónde provino y de lo cual nadie, ni siquiera su promotor Felipe Calderón, le pidió jamás explicación alguna), y con otro Yunquista juramentado, Luis Felipe Bravo Mena, trabajando como el Secretario Particular del Presidente de la República Felipe Calderón, ¿alguien por allí tiene todavía alguna duda sobre quién está dando las órdenes en México? Y estos tíos no tienen intención alguna de soltar el poder, ni en el 2012 ni en ningún otro año, su objetivo es perpetuarse en el poder para siempre mediante una democracia simulada con el auxilio de las televisoras. Algo así como lo que tanto le criticaban al PRI de antaño y cuya partidocracia habían jurado terminar para reemplazarla por “una auténtica democracia”. Auténtica, al estilo del neo-panismo Yunquista, claro está.