Carpetazo
El inframundo de la extrema derecha es un mundo de odio, de intolerancia, de mentiras, de simulación y de traiciones, de hombres racionales transformados en bestias iracundas sedientas de sangre, pero más que nada, de crímenes, la gran mayoría de los cuales (históricamente hablando) quedan impunes. Del asesinato del poeta español Federico García Lorca a manos de los ultraderechistas nutridos en la España fascista de Francisco Franco, a los cientos de jóvenes chilenos y argentinos que fueron brutalmente torturados y masacrados por las dictaduras militares de ultraderecha que padecieron en esos países, a la Noche de los Cuchillos Largos en la cual Hitler y sus matones asesinaron a sangre fría sin el menor remordimiento a quienes veían como un estorbo en sus planes de imposición de una dictadura totalitaria en Alemania acabando con la democracia de Weimar, todos esos crímenes son crímenes que nunca son castigados y siempre quedan impunes. Esa es la regla histórica para la cual hay muy pocas excepciones.
En México un buen ejemplo de la impunidad con la cual operan y actúan los enajenados de la extrema derecha lo dan las criminales fuerzas de choque de las sociedades secretas en la comisión de innumerables asesinatos y crueldades en su lucha por el poder. Y tal vez el mejor ejemplo lo sea la sociedad nazi-fascista Tecos cuyo principal centro de operaciones está ubicado en Guadalajara, Jalisco, en el campus de la Universidad Autónoma de Guadalajara. Hasta la fecha, no se ha castigado jamás a ninguno de sus líderes ni de sus sicarios desalmados por crimen alguno, ello no porque no hayan incurrido en la comisión de muchos crímenes, desmanes y tropelías sino porque simple y sencillamente han sido protegidos desde las redes del poder en México gracias a la infiltración e indoctrinación que ellos mismos han prohijado con su propaganda enajenante inspirada en la fantasía de “la gran conspiración judía masónica comunista” para el dominio planetario.
Hay que dejar una cosa en claro. En cuestión de sociedades secretas de extrema derecha, la sociedad Tecos fue la primera de todas ellas. Nació al ser fundada la Universidad Autónoma de Guadalajara en los años treinta del siglo pasado. La Organización Nacional del Yunque distribuída por todo México vino después, mucho después, y su modo de operación fue implementado basándose en los mismos rituales, procedimientos estrategias usados por la sociedad Tecos porque los Tecos fueron quienes “apadrinaron” la creación de los capítulos regionales en cada Estado de la Organización Nacional del Yunque. Los siniestros conspiradores de Guadalajara, reacios a fundar capítulos de la sociedad Tecos en todo México por el riesgo de quedar expuesta la conjura que desde Guadalajara se traen entre manos, optaron mejor por ir sembrando en todo México lo que serían las semillas del Yunque, aunque planeaban mantener el control de los capítulos regionales del Yunque a través de un concepto novedoso concebido por los maquiavélicos propietarios de la Universidad Autónoma de Guadalajara: sociedades secretas actuando dentro de sociedades secretas. Se les hizo fácil en un principio, pero al ponerlo en práctica las cosas empezaron a salirse fuera de control, y el Yunque empezó a tomar vida propia queriendo actuar en forma totalmente independiente sin nexo alguno con sus creadores, lo cual dió inició a unas confrontaciones brutalmente salvajes entre ambas organizaciones. Esto no significa que ambas sociedades estén tan enemistadas que se quieran destruír por completo (de cualquier modo, el Yunque pese a su gran cobertura territorial no podría acabar con los Tecos aunque quisiera porque los Tecos tienen algo que el Yunque no tiene, una gigantesca plataforma de operaciones, una ciudad universitaria). En el 2006, haciendo a un lado sus enemistades, ambas sociedades secretas unieron talentos y recursos para el objetivo común de impedir a toda costa que la izquierda pudiera gobernar a México a través de la persona de Andrés Manuel López Obrador. Y en el 2012 nuevamente han vuelto a unir talentos y recursos para impedir que esto pueda ocurrir. Pero los enfrentamientos en los lapsos intermedios en sus luchas por el poder han dejado una buena cauda de víctimas. Uno de tales crímenes de los cuales han sido reiteradamente acusados los terribles Tecos es el del prominente Yunquista Ramón Plata Moreno
El caso del asesinato de Ramón Plata Moreno reviste todos los elementos de una novela de misterio digna de Agatha Christie. Sin embargo, este es un caso en el que su extraordinario detective Hercules Poirot tendría demasiados problemas para poder esclarecerlo, porque los personajes que involucra no solo son mentirosos patológicos en grado extremo sino que han vivido cubriéndose de tantas mentiras por tanto tiempo que además de terminar convencidos en sus propias mentiras ya no saben siquiera qué pueda ser cierto o qué pueda ser verdad. Empecemos por el que era entonces el encargado de la temible Dirección Federal de Seguridad, Fernando Gutiérrez Barrios, hombre del sistema:
En los trabajos en los que se le cita en relación al asesinato de Ramón Plata Moreno, Gutiérrez Barrios aparece mostrando expedientes que supuestamente deslindan a la siniestra sociedad secreta de ultraderecha Tecos de Guadalajara de cualquier responsabilidad en torno al crimen de Ramón Plata Moreno. El problema aquí es que no se puede confiar absolutamente en nada de lo que haya afirmado en vida Fernando Gutiérrez Barrios por el simple hecho de que desde su alta posición dentro del gobierno federal Gutiérrez Barrios era un encubridor y un protector de los Tecos. Jamás en su vida metió a la cárcel a Teco alguno por la cantidad creciente de crímenes brutales que estaban cometiendo impunemente en las décadas de los sesentas y los setentas pese a que ya en aquél entonces empezaba a circular información sobre algo extraordinariamente siniestro que estaba sucediendo en la ciudad de Guadalajara. Peor aún, en virtud de la enorme expansión territorial, logística y económica que los Tecos empezaron a disfrutar al empezar la década de los setenta, ya a partir de entonces se estaban convirtiendo en una grave amenaza para México por la conjura de carácter ultraderechista que estaban poniendo en marcha para irse apoderando del control del gobierno federal e ir infestando los gobiernos regionales con operativos graduados de la Universidad Autónoma de Guadalajara o con profesionistas y políticos indoctrinados ideológicamente en el nazi-fascismo por agentes secretos de la Universidad Autónoma de Guadalajara. La conspiración, de carácter nacional, ya estaba en marcha. Y sin embargo, Fernandez Gutiérrez Barrios no sólo no hizo absolutamente nada para frenarla, sino que inclusive cuanto expediente y reporte cayera en sus manos dando detalles sobre el terrible complot de ultraderecha que estaba en marcha parecía desaparecer por completo sin quedar registro alguno en los archivos de la dependencia que administraba. Y la dependencia que administraba tenía por título Dirección Federal de Seguridad. ¿Qué acaso una conspiración para irse apoderando paulatinamente del gobierno federal infiltrándolo por dentro no era una gravísima amenaza para la seguridad nacional? Pues para Fernando Gutiérrez Barrios no lo era. En cambio, parecía estar muy bien aliado con ellos en la consecusión de la guerra sucia iniciada por Luis Echeverría Alvarez en contra de la izquierda de México, una guerra brutal que le costó al país miles de desaparecidos y muertos (una de las víctimas de esa feroz guerra sucia en contra de todo lo que oliera a izquierda o socialismo lo fue el hijo de Rosario Ibarra de Piedra, toda su vida luchó para que Fernando Gutiérrez Barrios al menos le dijera en donde estaba la tumba de su hijo, pero el Inquisidor oficial se llevó a la tumba esta información sin dársela jamás a esta madre atribulada). Si a Fernando Gutiérrez Barrios le hubiera caído en sus manos cualquier información que involucrara a los Tecos en el asesinato de Ramón Plata Moreno, en vez de tomar cartas sobre el asunto para esclarecer el crimen lo más probable es que habría destruído las pruebas, los informes, los expedientes, y hasta habría matado a los mismos testigos, con tal de salvarles el pescuezo a los conspiradores, además de armar expedientes falsos con el propósito de confundir cualquier intento de investigación posterior. Cualquier cosa que Gutierrez Barrios haya dicho o hecho en vida “exonerando” a los Tecos del crimen de Ramón Plata Moreno así como cualquier expediente falso que él mismo pudo haber armado tiene que ser tomada todo con credibilidad nula. Se trata precisamente del mismo tipo que desde una alta posición gubernamental encubrió a los genocidas de la masacre del Jueves de Corpus, tanto a los autores intelecutales como a los autores materiales, destruyendo y desapareciendo personalmente mucha información que podría haber servido para enjuiciar hasta al mismo Presidente Luis Echeverría Alvarez.
Para Fernando Gutiérrez Barrios, los Tecos eran algo más que unos simples aliados en la guerra sucia a la que públicamente se le refería como una “lucha anticomunista” pero que privadamente era identificada en los altos círculos gubernamentales como “la gran cruzada nacional en contra de la gran conspiración judía masónica comunista” siguiendo el estilo doctrinario e ideológico del fascismo derechista en su más pura expresión. Para Fernando Gutiérrez Barrios los Tecos eran quienes desde su plataforma en la ciudad de Guadalajara estaban inundando al resto de México con propaganda que presuntamente justificaba las acciones violentas y clandestinas del gobierno federal para mantener vigente un sistema autocrático de gobierno en el que la democracia que vivía México era una perversa simulación de democracia y que sin tal “amenaza conspiratoria” difícilmente habría tenido argumentos para justificar los grados de represión a los que estaba recurriendo para frenar cualquier intento de apertura democrática. Y también eran los “compañeros” de los cuales emanaban las directivas secretas para ayudar al gobierno autocrático de monarquías sexenales a sostenerse en el poder sin cambio alguno. En realidad, cada cual veía por sus propios intereses. Sin embargo, la miopía de Fernando Gutiérrez Barrios le impidió ver que mientras que él al igual que otros como él eran algo pasajero y temporal, artículos perecederos con el paso del tiempo, los conspiradores de Jalisco tenían en marcha un plan gigantesco de gran alcance en el cual no había futuro alguno para el Partido Revolucionario Institucional, al cual en su debido momento apuñalarían por la espalda en su ruta hacia la consolidación de su imperio secreto. Fernando Gutiérrez Barrios, al igual que otros funcionarios priistas de alcurnia, no eran para los Tecos más que tontos útiles manipulables como títeres que ignoraban a ciencia cierta los verdaderos alcances de lan vasta conspiración neofascista puesta en marcha en Guadalajara con varias décadas de anticipación, una conspiración que el mismo Fernando Gutiérrez Barrios protegió por no saber el vasto alcance de lo que se estaba fraguando.
Indudablemente, por la naturaleza violenta y sangrienta de los enfrentamientos entre los Tecos y los Yunquistas, Fernando Gutiérrez Barrios debió de haber tenido conocimiento pleno de ello. Pero su postura en torno a estos enfrentamientos consistió simplemente en no meterse para nada en estos conflictos, dejando a las dos sociedades secretas arreglar sus pleitos entre sí sin su intervención o su ayuda. Precisamente por ello, esta es una de las muy pocas cosas en las que se le puede creer a Fernando Gutiérrez Barrios cuando afirmó en algunas ocasiones que él en su calidad de jefe supremo encargado de la guerra sucia de la década de los setentas no tuvo nada que ver con la eliminación de Ramón Plata Moreno. Como tampoco quería tener nada que ver con el esclarecimiento del crimen y mucho menos con el tener que llevar a los autores intelectuales y materiales ante la Justicia para ser procesados y echados a la prisión como lo merecían.
Alguien quien sin duda alguna debió tener conocimiento de todos los detalles relacionados con el asesinato de Ramón Plata Moreno, incluso posiblemente el mismo que dió luz verde para que Ramón Plata Moreno fuera asesinado, debió serlo sin duda alguna el Zar de la Ultraderecha de México, el fundador y mando supremo non plus ultra de los Tecos, Antonio Leaño Álvarez del Castillo. El terrible problema que tiene México con la conspiración que lo acecha tras las sombras parte precisamente de este hombre tan intrigante y perverso como ambicioso y despiadado. Él junto con un puñado de otros parecidos a él en su fanatismo e intolerancia fueron los que echaron a andar los moldes de las sociedades secretas de extrema derecha que hoy pululan por todo México. Sin embargo, con su muerte se llevó consigo muchos secretos a su tumba, no sólo la información detallada sobre lo realmente sucedió detrás del asesinato de Ramón Plata Moreno sino de muchos otros crímenes en los cuales él estuvo personalmente involucrado como autor intelectual. Jamás fue investigado ni tocado en vida ni por Fernando Gutiérrez Barrios ni por autoridad policiaca alguna, y con el ascenso del ultraderechizado Partido Acción Nacional a la silla presidencial en el año 2000, esa impunidad total continuó garantizada.
Una cosa en la que fue muy eficiente en vida el despiadado fascista cristero Antonio Leaño Álvarez del Castillo fue el encubrir y borrar las huellas de los muchos crímenes de los cuales él fue el autor intelectual directo al dar las órdenes a sus matones para cometer dichos crímenes. No hay crimen alguno cometido por esta secta siniestra que se haya cometido sin su pleno conocimiento y sin su pleno consentimiento, toda ejecución tenía que ser autorizada, o más bien ordenada por él, y cualquier Teco que quisiera tomar este tipo de cosas en sus propias manos enfrentaba la ira violenta del temible Zar de la Ultraderecha presto al castigo cruel ante el más mínimo asomo de indisciplina; no estaba dispuesto a poner en riesgo a su organización secreta ni sus planes para la conquista del poder a largo plazo a causa de las acciones tomadas por algún Teco fuera de control. Maestro consumado en la simulación y el engaño, entre las tácticas a las que recurría Antonio Leaño Álvarez del Castillo para despistar y desviar las sospechas hacia otro lado estaba no solo el fingir hipócritamente un desconocimiento total de los hechos en torno a cualquier crimen del que Leaño fuese señalado como el principal sospechoso, sino inclusive llegaba a los extremos de diseminar a través de sus agentes secretos información falsa según la cual a los familiares cercanos de alguna de sus presuntas víctimas él mismo ordenaba que se les diese protección de cualquier acción en su contra, esto con la finalidad de ganarse la confianza de los familiares inmediatos del inmolado y tenerlos como aliados suyos en vez de enemigos cada vez que girasen las sospechas públicas hacia el Zar de la Ultraderecha (esto es lo que parece haber ocurrido en el caso de Juan Carlos Plata, el hijo de Ramón Plata Moreno, dizque protegido por los mismos Tecos de cualquier acción en su contra). Entre los recursos a los cuales se recurría para deslindar a los Tecos y a su jefe supremo de cualquier responsabilidad legal en torno a cualquier crimen del que fuesen acusados estaba la recabación por doquier de información detallada para “armar” una cadena de argumentos supuestamente lógicos con los cuales se le podía echar convenientemente la culpa del delito a otros (esto no es muy diferente de lo que ocurre con muchos abogados que, estando convencidos plenamente en su interior de la culpabilidad de sus clientes en algún hecho delictivo, de cualquier manera trabajan diligentemente para reunir la mayor cantidad posible de “pruebas” y argumentos así sean de naturaleza dudosa con los cuales se pueda lograr la “exoneración” del presunto culpable). Otra estrategia para confundir y desviar las sospechas hacia otro lado se apoyaba en el hecho de que dentro de la organización Tecos funcionaba (y sigue funcionando) una organización más secreta aún, la cual tenía el verdadero conocimiento y el control de muchas cosas que inclusive individuos como el ex-Teco Lira García ignoraban por completo, secretos terribles que no le compartían (ni les comparten) a la gran mayoría de Tecos que ilusamente creen que por el solo hecho de formar parte de la siniestra organización conspiratoria clandestina se han ganado la confianza de sus jefes creyendo que les comparten todo lo que saben cuando en realidad no les comparten casi nada. De este núcleo secreto interior es de donde surge la desinformación con la cual muchos de los Tecos de base son convencidos de cosas que no corresponden con la realidad de los hechos.
Otra “fuente de información” que se presenta de vez en cuando para dizque ayudar a la resolución del caso del asesinato de Ramón Plata Moreno lo es un tipo de nombre Eduardo García Casas:
el cual aunque él mismo reconoce que no le consta personalmente que los Tecos no tuvieron absolutamente nada que ver con el crimen, jura y perjura que se ha entrevistado en dos ocasiones con allegados a los Tecos, en Guadalajara, cuya identidad no revela, quienes le aseguraron que la organización Tecos nada tuvo que ver en el asesinato de Plata. La utilidad de Eduardo García Casas, suponiendo que no esté actuando deliberadamente en forma consciente para desligar por completo a los Tecos del asesinato de Ramón Plata Moreno, es que lograron crear a un testigo mucho más creíble que ellos recurriendo a una táctica muy parecida a la que utilizan los narcotraficantes para cruzar para cruzar droga hacia los Estados Unidos a través de la aduana norteamericana. Sabido es que una de las primeras cosas que delatan a los introductores de droga que saben muy bien lo que están transportando en su cruce por la aduana norteamericana es el nerviosismo que en la gran mayoría de los casos les es imposible ocultar. Precisamente al ponerse nerviosos, al tratar de negar que llevan alguna cosa ilícita, despiertan las sospechas del agente, y al ser enviados a una segunda revisión invariablemente terminan cayendo en los brazos de la Ley. En cambio, si para el cruce de droga se utilizan personas que están completamente ignorantes de que están siendo utilizadas para cruzar material ilícito, estos “burros” no se pondrán nerviosos y actuarán con toda naturalidad al ser interrogados por el agente de aduanas en su paso por la garita de revisión. En estos casos, resulta mucho más difícil detectar el cruce de la droga, y la única manera de descubrir que estos sujetos inocentes del delito han sido “cargados” consiste en apoyarse en el uso de perros olfateadores o inspecciones aleatorias, con la resultante de que el principal sorprendido es el mismo “burro” cuando le muestran la droga que estaba transportando. Generalmente, este tipo de personas son “enganchadas” con ofertas de trabajo aparentemente legítimo bien pagado que al principio consiste en cruzar hacia los Estados Unidos en vehículos proporcionados por la misma compañía que en realidad es una compañía fantasma que carece de registro ante las autoridades en México, algo que ignoran los contratados. Después de unas cuantas semanas de estar cruzando hacia los Estados Unidos con la finalidad de ganarse la confianza de los “burros” dándoles tareas o encargos para llevar a cabo en los Estados Unidos tales como comprar mercancía norteamericana o cambiar pesos por dólares, empiezan a cargarles el vehículo con droga sin informarles nada acerca de ello, con instrucciones a los “burro” de ya una vez dentro del territorio norteamericano lleven el carro a cierto domicilio para que alguien le dé una limpieza exterior al carro o le haga una reparación menor mientras que el “burro” es enviado por unas horas a hacer otra tarea, ignorante de que el mecánico o el limpiador del carro en realidad es un cómplice encargado de sacar la droga de los compartimientos secretos una vez que el carro ya cruzó hacia los Estados Unidos. Existen otras ligeras variantes de esta técnica, como lo ejemplifica el famoso caso de la Profesora Ana Isela Martínez Anaya mejor conocida como “Miss Ana” que terminó siendo liberada y exonerada por completo cuando se demostró que la droga que le fue encontrada en su vehículo era droga que le había sido sembrada en su vehículo sin que ella tuviese conocimiento alguno de que estaba siendo utilizada para algo de naturaleza ilegal. Es muy posible que lo mismo ocurra con Eduardo García Casas, el cual esté siendo utilizado por los Tecos como “burro” sin darse cuenta de que lo han envuelto en una trama de la cual no tiene ni siquiera una pista que lo haga sospechar de los Tecos que presuntamente lo han contactado. Aún suponiendo que Eduardo García Casas efectivamente se haya entrevistado con allegados a los Tecos, al igual que como ocurre en el caso de Fernando Gutiérrez Barrios a tales Tecos hay que darles credibilidad nula, credibilidad cero, en todo lo que digan en relación al asesinato de Ramón Plata Moreno, no solo porque todo cuanto afirmen tiene como intención prioritaria deslindar a los Tecos del asesinato, sino por el hecho de que lo único que se ha logrado hasta la fecha on tales “ayudas” ha sido engrosar la desinformación que por todos lados ha vuelto más difícil la resolución del crimen, sirviendo al propósito de limpiarle a los Tecos su culpa en el crimen. La propalación de cuentos chinos y desinformación es una de las habilidades que debe poseer cualquier Teco que haya sido juramentado de por vida dentro de esa terrible sociedad secreta bajo amenaza de pena de muerte en caso de traición o indiscreción, y una de las funciones prioritarias de estos extremistas fascistas es proteger a toda costa a la sociedad secreta a la cual pertenecen, además de darles de por vida un servicio “patriótico y nacionalista”. Si para deslindar al siniestro clan de alguno de los muchos crímenes de los que ha sido acusado, cualquiera de los mandos superiores le dicen a un Teco: “Mira, te vas a presentar con X reportero para decirle todo esto que le vas a decir de acuerdo a nuestras instrucciones”, lo hará al pie de la letra, y en su engaño al entrevistador o al reportero o al investigador dará su falsa información “exoneradora” de los Tecos inclusive poniendo su mano sobre la misma Biblia afirmando decir “la verdad y nada más que la verdad” o jurando también decir la verdad por su “madre santa”, a tal grado han sido indoctrinados los alucinados que son reclutados y a los cuales se les va “lavando el cerebro” a lo largo no de semanas o meses sino de varios años. Si a un Teco que ha sido debidamente fanatizado se le pregunta si es un Teco, lo negará, inclusive aunque se lo pregunte su propio padre, hasta a su propio padre le mentirá. Acostumbrados a mentir desde el momento en que tras su iniciación se les obliga a llevar una doble vida, una doble identidad, a espiar y delatar a sus propios compañeros traicionándolos y exponiéndolos a expulsiones o a golpizas salvajes o incluso a la muerte, el mentir y el desinformar es algo que les viene muy fácil. Ya son de Satanás.
el cual aunque él mismo reconoce que no le consta personalmente que los Tecos no tuvieron absolutamente nada que ver con el crimen, jura y perjura que se ha entrevistado en dos ocasiones con allegados a los Tecos, en Guadalajara, cuya identidad no revela, quienes le aseguraron que la organización Tecos nada tuvo que ver en el asesinato de Plata. La utilidad de Eduardo García Casas, suponiendo que no esté actuando deliberadamente en forma consciente para desligar por completo a los Tecos del asesinato de Ramón Plata Moreno, es que lograron crear a un testigo mucho más creíble que ellos recurriendo a una táctica muy parecida a la que utilizan los narcotraficantes para cruzar para cruzar droga hacia los Estados Unidos a través de la aduana norteamericana. Sabido es que una de las primeras cosas que delatan a los introductores de droga que saben muy bien lo que están transportando en su cruce por la aduana norteamericana es el nerviosismo que en la gran mayoría de los casos les es imposible ocultar. Precisamente al ponerse nerviosos, al tratar de negar que llevan alguna cosa ilícita, despiertan las sospechas del agente, y al ser enviados a una segunda revisión invariablemente terminan cayendo en los brazos de la Ley. En cambio, si para el cruce de droga se utilizan personas que están completamente ignorantes de que están siendo utilizadas para cruzar material ilícito, estos “burros” no se pondrán nerviosos y actuarán con toda naturalidad al ser interrogados por el agente de aduanas en su paso por la garita de revisión. En estos casos, resulta mucho más difícil detectar el cruce de la droga, y la única manera de descubrir que estos sujetos inocentes del delito han sido “cargados” consiste en apoyarse en el uso de perros olfateadores o inspecciones aleatorias, con la resultante de que el principal sorprendido es el mismo “burro” cuando le muestran la droga que estaba transportando. Generalmente, este tipo de personas son “enganchadas” con ofertas de trabajo aparentemente legítimo bien pagado que al principio consiste en cruzar hacia los Estados Unidos en vehículos proporcionados por la misma compañía que en realidad es una compañía fantasma que carece de registro ante las autoridades en México, algo que ignoran los contratados. Después de unas cuantas semanas de estar cruzando hacia los Estados Unidos con la finalidad de ganarse la confianza de los “burros” dándoles tareas o encargos para llevar a cabo en los Estados Unidos tales como comprar mercancía norteamericana o cambiar pesos por dólares, empiezan a cargarles el vehículo con droga sin informarles nada acerca de ello, con instrucciones a los “burro” de ya una vez dentro del territorio norteamericano lleven el carro a cierto domicilio para que alguien le dé una limpieza exterior al carro o le haga una reparación menor mientras que el “burro” es enviado por unas horas a hacer otra tarea, ignorante de que el mecánico o el limpiador del carro en realidad es un cómplice encargado de sacar la droga de los compartimientos secretos una vez que el carro ya cruzó hacia los Estados Unidos. Existen otras ligeras variantes de esta técnica, como lo ejemplifica el famoso caso de la Profesora Ana Isela Martínez Anaya mejor conocida como “Miss Ana” que terminó siendo liberada y exonerada por completo cuando se demostró que la droga que le fue encontrada en su vehículo era droga que le había sido sembrada en su vehículo sin que ella tuviese conocimiento alguno de que estaba siendo utilizada para algo de naturaleza ilegal. Es muy posible que lo mismo ocurra con Eduardo García Casas, el cual esté siendo utilizado por los Tecos como “burro” sin darse cuenta de que lo han envuelto en una trama de la cual no tiene ni siquiera una pista que lo haga sospechar de los Tecos que presuntamente lo han contactado. Aún suponiendo que Eduardo García Casas efectivamente se haya entrevistado con allegados a los Tecos, al igual que como ocurre en el caso de Fernando Gutiérrez Barrios a tales Tecos hay que darles credibilidad nula, credibilidad cero, en todo lo que digan en relación al asesinato de Ramón Plata Moreno, no solo porque todo cuanto afirmen tiene como intención prioritaria deslindar a los Tecos del asesinato, sino por el hecho de que lo único que se ha logrado hasta la fecha on tales “ayudas” ha sido engrosar la desinformación que por todos lados ha vuelto más difícil la resolución del crimen, sirviendo al propósito de limpiarle a los Tecos su culpa en el crimen. La propalación de cuentos chinos y desinformación es una de las habilidades que debe poseer cualquier Teco que haya sido juramentado de por vida dentro de esa terrible sociedad secreta bajo amenaza de pena de muerte en caso de traición o indiscreción, y una de las funciones prioritarias de estos extremistas fascistas es proteger a toda costa a la sociedad secreta a la cual pertenecen, además de darles de por vida un servicio “patriótico y nacionalista”. Si para deslindar al siniestro clan de alguno de los muchos crímenes de los que ha sido acusado, cualquiera de los mandos superiores le dicen a un Teco: “Mira, te vas a presentar con X reportero para decirle todo esto que le vas a decir de acuerdo a nuestras instrucciones”, lo hará al pie de la letra, y en su engaño al entrevistador o al reportero o al investigador dará su falsa información “exoneradora” de los Tecos inclusive poniendo su mano sobre la misma Biblia afirmando decir “la verdad y nada más que la verdad” o jurando también decir la verdad por su “madre santa”, a tal grado han sido indoctrinados los alucinados que son reclutados y a los cuales se les va “lavando el cerebro” a lo largo no de semanas o meses sino de varios años. Si a un Teco que ha sido debidamente fanatizado se le pregunta si es un Teco, lo negará, inclusive aunque se lo pregunte su propio padre, hasta a su propio padre le mentirá. Acostumbrados a mentir desde el momento en que tras su iniciación se les obliga a llevar una doble vida, una doble identidad, a espiar y delatar a sus propios compañeros traicionándolos y exponiéndolos a expulsiones o a golpizas salvajes o incluso a la muerte, el mentir y el desinformar es algo que les viene muy fácil. Ya son de Satanás.
No toda la información que obra en manos de Eduardo García Casas es falsa. Algunos de los datos que muestra son verídicos y verificables. Pero hay muchos otros datos que si son removidos por falta de confiabilidad en las “fuentes de información” no dejan prácticamente nada para poder avanzar con las investigaciones del crimen.
Con lo anterior aclarado, podemos proceder a dar lectura con las debidas reservas al siguiente trabajo en el cual el reportero creyendo de buena fé que toda la información que se le estaba dando era confiable y fidedigna terminó dando credibilidad a la versión de que los Tecos no tuvieron absolutamente nada que ver con el asesinato de Ramón Plata Moreno:
Documentados, los crímenes del Yunque
Álvaro Delgado
Agencia APRO
28 de abril del 2010
Con base en un documento revelado hace 20 años por Fernando Gutiérrez Barrios, quien fue jefe de la policía política del priismo y posteriormente secretario de Gobernación, Eduardo García Casas afirma que Ramón Plata Moreno, uno de los fundadores del Yunque, fue ejecutado en 1979 por sus compañeros Bernardo Ardavín Migoni y José Antonio Quintana Fernández, quienes hoy controlan esa organización ultraderechista. En entrevista con Proceso, García Casas insiste en que es tiempo de deslindes, no de santificar a nadie, pues el propio fundador del “cártel del Yunque” era un mafioso.
Bajo sospecha en el asesinato de Ramón Plata Moreno, fundador de la Organización Nacional del Yunque, igual que los Tecos de la Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG), Fernando Gutiérrez Barrios garantizó a Eduardo García Suárez que él no tuvo ninguna responsabilidad en el crimen.
Era el 29 de mayo de 1989 y Gutiérrez Barrios, secretario de Gobernación, tuvo una reunión de cortesía con García Suárez, quien pronto dejaría la presidencia de la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio (Concanaco), en cuyo carácter se confrontó con el entonces presidente Carlos Salinas de Gortari.
“No quiero que usted siga pensando que yo maté a su amigo. A su amigo lo mandó matar su compadre y aquí está el expediente”, le dijo el funcionario mientras le entregaba un legajo con documentos de la Dirección Federal de Seguridad (DFS).
“Nada más le quiero pedir un favor –aclaró–: que se guarde este expediente por 20 años. Después de ese tiempo usted puede hacer con él lo que quiera. Se lo doy para que se quite dudas.”
Con base en esa información y otra que obtuvo de diversas fuentes es que Eduardo García Casas, hijo del expresidente de la Concanaco, asegura que Plata Moreno no fue ejecutado, la Nochebuena de 1979, por Gutiérrez Barrios –que era entonces subsecretario de Gobernación– ni por los Tecos de la UAG, sino que fue víctima de una purga de la propia organización del Yunque.
José Antonio Quintana Fernández, compadre de García Suárez, fue el autor intelectual del homicidio de Plata Moreno, afirma García Casas, quien dice que el comando ejecutor lo encabezó Bernardo Ardavín Migoni, actual jefe nacional de la organización secreta.
“Ardavín Migoni llega a la escena del crimen en 10 minutos después de que matan a Plata. ¿Cómo llegó tan rápido si vivía en Coyoacán y Plata en Lindavista, al otro extremo de la ciudad, de sur a norte?”, se pregunta García Casas con malicia.
–¿Quién mató, entonces, a Plata Moreno?
–Quintana es el autor intelectual y el comando lo encabezó Ardavín, junto con Guillermo Velasco Arzac.
–¿Eso dice el expediente entregado a su padre por Gutiérrez Barrios?
–Eso dice el expediente, aunque no lo da como un hecho, sino que los señala como presuntos responsables. Por eso, afirma, la Procuraduría General de la República (PGR) debe incorporar a la averiguación previa SIEDF/CGI/096/2007 la información que sustenta esta hipótesis, como la del denunciante Lorenzo Lira García, quien identifica a los Leaño como homicidas de Plata Moreno, Jorge Kalfópulos y su hijo Cristo, así como Juan Bosco Rosillo Segura y César Fernando Calvillo (Proceso 1744).
“Lo que debe hacer la PGR es abrir una línea de investigación sobre Quintana, Ardavín y Velasco Arzac como presuntos responsables. Yo no soy autoridad para decir quién mató a Plata Moreno, lo único que pido a las autoridades es que, así como hay un expediente sobre los Leaño, se abra un expediente también sobre Quintana Fernández.”
Aclara: “Yo no estoy exculpando a los Tecos de otras responsabilidades. De lo único que sí meto las manos al fuego, por los datos que yo tengo, es que nada tuvieron que ver en el asesinato de Plata Moreno”.
–¿Le cree entonces a Gutiérrez Barrios?
–Es posible que haya dado el expediente para curarse en salud. Estoy de acuerdo en que, tratándose de un secretario de Gobernación, puede estar trucado.
“Pero lo único que estoy pidiendo es que se llegue a la verdad y si en ese expediente se dice que los autores fueron Quintana, Ardavín y Velasco Arzac, que se investigue y se deslinden responsabilidades, pero que se haga una investigación seria.”
–¿Está dispuesto a declarar todo esto ante la PGR?
–Sí, claro, de hecho pido que todos los que han sido víctimas de Quintana declaremos, porque con él puede pasar como con Marcial Maciel o con Luis Echeverría: Va a decir que no puede declarar porque está viejito y va a quedar impune.
Asesinatos en la BUAP
Presidente del Consejo Patronal de Hombres de Negocios, un organismo contrapuesto en Puebla a la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), García Casas pedirá a la PGR que investigue también la participación de Quintana Fernández en los asesinatos, en 1972, de Enrique Cabrera y Joel Arriaga, miembros de la comunidad de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP).
“Eso también viene en el expediente de Gutiérrez Barrios, en el que se hace mención de que se estaba investigando a Quintana por los asesinatos de Cabrera y Arriaga”, dice el empresario, quien asegura que el entonces gobernador de Puebla, Gonzalo Bautista, simpatizaba con El Yunque.
“(Los miembros del Yunque) pensaron que no les iba a pasar nada, porque tenían el apoyo del gobernador, quien incluso personalmente les entregó armas.” Por eso, García Casas no sólo pedirá a los Tecos apoyo jurídico para el esclarecimiento de su involucramiento en los homicidios que se les achacan, sino también al rector de la BUAP, Enrique Agüera, para que integre un equipo jurídico que apoye la investigación de Cabrera y Arriaga.
En amplia entrevista con el reportero, el mediodía del jueves 8, García Casas se niega a entregar los documentos de la DFS que, según él, Gutiérrez Barrios dio a su padre. Sólo hasta que dentro de dos meses, el próximo 29 de mayo, se cumplan los 20 años de secrecía del expediente, comenzará a dar a conocer los documentos que sustentan su hipótesis del ajusticiamiento de Plata Moreno a manos de sus compañeros.
“Lo que pido es que las autoridades investiguen con la información que yo tengo y que a partir del 1 de junio, cuando se vence el pacto, la entregaré a personas de confianza. Yo no confío en las autoridades panistas, porque están totalmente infiltradas por El Yunque y ese expediente me lo van a hacer perdedizo.”
De hecho, con base en el expediente de la DFS y con información que obtuvo de entrevistas con allegados a los Leaño –Antonio Leaño Álvarez del Castillo, rector vitalicio de las UAG y jefe de los Tecos, así como sus hijos Antonio y Gonzalo Leaño Reyes, actual rector de esa institución educativa y director del diario Ocho Columnas, respectivamente– escribió el libro Plata Moreno, crónica de una purga anunciada, que comenzará a circular en junio.
El archivo completo de la DFS, dice el empresario constructor, lo entregará a los próximos candidatos priista y perredista a la Presidencia de la República. “Pero si gana el PAN, desgraciadamente se va a quedar en el archivo muerto”.
–¿Por qué su papá no lo da a conocer?
–Porque está amenazado de muerte por Quintana Fernández. Lo amenazó con que iba a matar a alguno de sus hijos, a mí, si sacaba el expediente. Es algo muy chistoso, porque así como es su seguro de vida tiene la amenaza. Mi papá está muy cansado de todo lo que ha vivido, llevamos 20 años sufriendo todas las tropelías que nos ha hecho Quintana.
De 40 años de edad, ingeniero civil como su padre, García Casas dice que, además de la información documental y testimonial de que dispone, se puede presumir la autoría de Quintana en el homicidio de Plata Moreno con las respuestas a las preguntas de a quién beneficia y a quién perjudica el crimen.
“El mayor beneficiario fue, sin duda, Quintana Fernández. De ser un ingeniero mediocre pasó a ser el gran constructor de Puebla y de ser uno más en la UPAEP se quedó con ella.”
Añade: “La razón de fondo de por qué mataron a Plata es porque se oponía a que El Yunque infiltrara el Partido Acción Nacional. Ramón tenía la idea de formar un partido paralelo y por eso la idea del DHIAC (Desarrollo Humano Integral y Acción Ciudadana), que a la postre Quintana desapareció”.
Según García Casas, Quintana además instrumentó en El Yunque una purga de todos los allegados a Plata, como Mario Bracamontes, Ignacio Díaz, Javier Torres Leyva, Ricardo Villa Escalera y su padre. Estos tres últimos fueron expulsados también de la Universidad Popular Autónoma de Puebla (UPAEP).
García Suárez fue dejado solo por El Yunque cuando el secretario de Hacienda, Pedro Aspe, ordenó hacerle auditorías a sus negocios. “Quintana dijo que era un problema personal suyo y tuvimos que irnos exiliados un año a Estados Unidos”.
A su regreso, se supo que había un plan del Yunque para asesinar a García Suárez: “Por órdenes de Quintana hubo un operativo, encabezado por El Caimán Antonio Ramírez Castellanos, para asesinarlo. Intervino el arzobispo Rosendo Huesca y Pacheco, y eso evitó que mi papá tuviera un accidente”.
En su búsqueda de información para esclarecer el homicidio de Plata Moreno, García Casas se entrevistó, en dos ocasiones, con allegados a los Tecos, en Guadalajara, cuya identidad no revela, quienes le aseguraron que nada habían tenido que ver en el asesinato de Plata.
“Pero no sólo eso. Me aseguraron que prácticamente a Juan Carlos Plata, el hijo de Ramón Plata, lo protegen ellos de cualquier acción en su contra, y también me aseguraron que, en el contexto histórico de 1976 y 1979, El Yunque a los Tecos no les interesaba en lo más mínimo.”
Tampoco al gobierno federal le importaba Plata Moreno, expone, porque el PRI tenía el control absoluto. “Hoy El Yunque controla muchas posiciones, incluso Felipe Calderón está de adorno, pero hay que recordar que en ese tiempo no tenía ni un regidor ni un diputado local”.
En contraste, describe, los Tecos eran ya una organización poderosa, con la universidad muy consolidada, y tenían la reputación de ser los empresarios más poderosos de Guadalajara.
“Entonces, analizando el contexto, ¿qué ganaban los Tecos matando a Plata? Absolutamente nada. Incluso ha servido esa muerte para desprestigiarlos. ¿Y a quién conviene desprestigiarlos? Al Yunque. ¿Qué ganaba Gutiérrez Barrios matando a Plata cuando tenía un control político real? Nada.”
Y pregunta: “¿Qué ganaba Quintana matando a Ramón Plata? Todo. Se hizo jefe poderosísimo del Yunque y hasta hoy sigue siendo el jefe. Dicen que no para encubrirlo, pero Quintana al día de hoy sigue siendo el jefe. No es el jefe general emérito, es el real. Él toma todas las decisiones. Ardavín, el jefe nacional, es su empleado, y de hecho fue su operador en el asesinato”.
Aunque no ignora que el testigo Lira García identifica al agresor como Luis Castellanos Orozco, García Casas dice que la descripción como un “hombre caucásico” corresponde también a Ardavín.
“Yo estoy plantando la hipótesis de que fue una pugna interna con base en la vasta información que he obtenido. Mi papá es compadre de Quintana, padrino de mi hermano Alejandro, y yo desde pequeño he estado involucrado en todo esto.”
–¿Militaste en El Yunque?
–No, cuando iba yo en la preparatoria, en el Instituto México, me quisieron afiliar Herberto Rodríguez Regordosa y Tomás Morales Garduño. Inclusive en casa de Herberto me quisieron hacer jurar enfrente de un crucifijo, pero no quise. Y conste que cuando me invitaron mi papá era todavía miembro del Yunque.
El caso, al Vaticano
Compañero “de banca” del hijo de Plata Moreno en el nivel preparatoria en el Instituto México, controlado por El Yunque, García Casas considera que el muchacho debe declarar ante la PGR, lo mismo que la viuda, María Eugenia Ibarra Baz, cuyo abogado, José Antonio Ortega Sánchez, obedece a Quintana.
“Debe hablar. Entiendo que están atemorizados por Quintana, pero Juan Carlos Plata debe decir las razones reales por las que se fue de Puebla a Guadalajara.”
Y por eso insiste: “Si los Tecos mataron a Plata Moreno, ¿qué hace su hijo viviendo en Guadalajara? Eso fue lo que me dijeron los Tecos el año pasado”.
Al respecto, evoca el asesinato de Jorge Kalfópulos y su hijo Cristo, en 1981, y refiere que tampoco cree que hayan sido los Tecos, aunque fue El Yunque la organización que violó el “pacto de territorialidad” en Jalisco.
“Había un pacto secreto mediante el cual El Yunque no entraba a Jalisco y los Tecos no entraban a Puebla. Eso lo violó Quintana después de la muerte de Plata Moreno.”
–Pero Kalfópulos llegó a Jalisco en 1978, cuando Plata todavía vivía.
–Sí, pero Plata ya no vivía en México, estaba exiliado en Estados Unidos y ya no tomaba las decisiones. Hay que recordar que Plata Moreno se fue porque atentaron a balazos contra él, en 1975.
Insiste en que el regreso de Plata Moreno a México, en 1979, le era indiferente a los Tecos: “No les importaba en lo más mínimo, pero Plata le empezaba a estorbar mucho a Quintana, porque regresó a rehacerse del poder y éste ya no quería soltarlo después de haber estado años manejando todo”.
Así, además de rendir testimonio en la PGR, García Casas planea, también, viajar a Roma en junio para, en nombre del Consejo Patronal de Hombres de Negocios, solicitarle al Vaticano la excomunión de Quintana, por los abusos que ha cometido, y que tome postura ante la organización secreta del Yunque.
“El Vaticano tiene que definir si es una organización católica o no, porque están adoctrinando gente en las escuelas católicas y hacen jurar ante un crucifijo fidelidad absoluta. Critican a la masonería, pero El Yunque es una masonería o peor, porque ha participado en asesinatos.”
“Plata era igual de radical que los Tecos. No estoy de acuerdo en que se le quiera santificar, porque no fue un mártir, sino un radical de extrema derecha que murió en una purga interna. Si se le santifica, entonces hay que santificar a Augusto Pinochet y a Francisco Franco. No porque lo hayan matado es una blanca palomita. También hay que aclarar que Plata era igual de mafioso que ellos. Fue el fundador del cártel del Yunque.”
Y concluye: “Tampoco voy a santificar a los Tecos, porque también es una organización de la que el Vaticano tiene que revisar sus métodos, pero en el caso concreto del asesinato de Plata Moreno puedo asegurar que ellos nada tuvieron que ver”.
Con prácticamente todos los pocos sobrevivientes que quedan de aquella época mintiendo, y con los más importantes cabecillas involucrados en la toma de decisiones así como en el encubrimiento de los crímenes reposando en algún camposanto, no es posible hacer otra cosa con el expediente de Ramón Plata Moreno más que enviarlo al archivo muerto, algo que parece haber hecho muy bien el ultraderechizado panismo desde el año 2000 y que todavía hasta el 2012 cuando sigue detentando las riendas del poder federal continúa extendiendo la misma protección a las enajenantes sectas secretas de la ultraderecha que antes les dieran funcionarios de dudosa calidad e integridad moral como el Gran Inquisidor Fernando Gutiérrez Barrios, el “sello de la casa”.
12 Comments:
SPECTATOR:
Con gran sorpresa de mi parte, leí las cronicas de Spectator con fecha 16 de junio del 2012.Ud. narra con certeza parte de la personalidad de Antonio Leaño Alvarez del Castillo "Andrés", totalmente negatíva para México, para la Iglesia moderna y para la tradicional, para los miembros de la organización secreta de los "Tecos" y para la Universidad Autónoma de Guadalajara. Influencia negativa para sus "amigos", asociados, conocidos, para los catedráticos de la U.A.G. para los trabajadores de la misma y el engaño criminal que hacen a los alumnos. La Universidad Autonoma de Guadalajara, según encuesta de MURAL hace algunos años, situaba a esta Universidad entre el 4° y 5° lugar, ésto a nivel local, solamente en Guadalajara; están a un nivel superior: ITESO; UVM; UNIVA; TEC de Monterrey y en algunas carreras LAMAR.
En la carrera de Medicina, la Universidad Autónoma de Guadalajara está en 2° lugar a nivel local (Guadalajara), es lógico, porque en Guadalajara había solamante dos facultades de Medicina, la de la U.A.G. y la de la U de G. en el año de la Encuesta.
Para atraer alumnos de buena Fé, anunciaron que la U.A.G. era prácticamente una Universidad Cristera y pusieron como su "Patrono" al Lic. Anacleto Gonzalez Flores . Unos años antes, Antonio Leaño Alvarez del Castillo "Andres" acusó al Ing. Anacleto Gonzalez Flores Guerrero de traidor a la Organización y lo desprestigió ante el mando Nacíonal. Esto lo hizo después que el Lic. Carlos Cuesta Gallardo falleció, el "viejo" Leaño con esto siguió con la labor de limpia para apoderarse de todo.
Viendo el fracazo Leaño para sostener el prestigio de la U.A.G. y yá fallecido también el Ing. Anacleto Gonzalez Flores Guerrero, el cínico Antonio Leaño Alvarez del Castillo, se apropió, se robo el nombre del lider Cristero Anacleto Gonzalez Flores, así era la costumbre del "viejo" Leaño; lo hizo con el afán de arreglar lo que éste y su familia habían arruinado.
Ahora, los "herederos"Leaño piden 500 millones de pesos, en "prestamo" a una Institución Internacional. hay que tomar en cuenta que la Universidad Autónoma de Guadalajara está en la misma situación que su equipo de Fut-bol "estudiantes" Son de 2a categoría las dos instituciones, siendo que la U.A.G. era la 1a Universidad Privada en Latinamérica en la vida del Lic. Carlos Cuesta Gallardo, ahora, el prestigio de la U.A.G. se basa en un prestamo de 500 millones de pesos, que los Leaño por costumbre nunca pagarán totalmente.
SPECTATOR:
Espero que el Ing. Eduardo García Casas le comunique a ud. la buena nueva de que yá se presentó ante la P.G.R a rendir declaración y que a su véz haya entregado el expediente sobre el caso Ramón Plata Moreno que el Lic. Guitierrez Barrios entrego al Ing. Eduardo García Casas. Espero que la actitud advenediza de García Casas no quede en puro protagonismo, que tenga tamaños, que no actue como otro Leaño.
Adjunto en este envío, la comunicación que hice llegar al mismo Eduardo García Casas; a su Sr. Padre; a Dn Alvaro Delgado; al Lic. José Antonio Ortega Sánchez y a otros interesados.
el Lic. Ortega Sánchez hizo entrega del original del escrito ante el M.P. de la P.G.R. (A.P. FEMOSPP/005/2004 el día 26 de octubre del 2010.
Guad. Jal. Julio 18-2012
Lorenzo Lira García.
Ing. Eduardo García Casas:
El Día 7 Julio del presente año, recogí a su Sr. Padre Frente a un domicilio de la colonia Chapalita en Guadalajara, Jal. Previo aviso de que iba a venir a ésta por acontecimiento familiar.
Buscamos un lugar para platicar, fue Samborn´s plaza del Sol, sostuvimos una plática por más de 3 horas, de la cual destacan varias cosas en referencia al artículo del periodista Dn. Alvaro Delgado publicado en el proceso 1747 del 25 de abril de 2010, pag. 39-40-41. En el cuál narra, en la entrevista que le hizo, y en la cual destacan las falsedades y las inconsistencias de su parte, y que atrevez de la plática con su padre salen a flote.
Le pregunté al Ing. Eduardo García Suárez, no sin antes recordarle de mi amistad y mi lealtad hacía él sin reservas en el intercambio de ideas, opiniones e información. Le dije: el documento del que habla su hijo ¿existe?. Haciendo ademanes negativos con sus manos y su cabeza me dijo ¡No existe! ¡No hay nada de eso!, Volví a insistir y volvió a tener la misma respuesta.
En consecuencia, su padre, por su investidura en aquel tiempo, pudo tener contacto con el Lic. Fernando Gutiérrez Barrios, pero no recibió ningún expediente (segundo párrafo pag. 40) porque él, su padre, aseguro ese día que no había, que no existia tal expediente.
En la platica, el Ing. Eduardo García Suárez, su padre, me aclara, la foto que aparece en el Proceso (pag. 40), no es mi hijo, soy yó cuando estaba en la presidencia de la CANACO.
En la pag. 40 párrafo 4, usted asegura, por la información que tiene y que "obtuvo de diversas fuentes", que el Ing. Ramón Plata Moreno fue víctima de una "purga" de la propia organización del Yunque. Luego de inmediato se atropella y sale a relucir la mentira cuando en al párrafo 11 de la página 40 dice Ud.: "Yo no soy autoridad para decir quien mató a Plata Moreno.
Ing. García Casas, hay que tener tamaños para sostener lo dicho, Ud. en minutos cambia su aseveración.
En el párrafo 20 de la pag. 40 dice: " Por eso , García Casas no sólo pedirá a los Tecos apoyo jurídico para el esclarecimiento de su involucramiento en los homicidios que se les achacan".
Yó le pregunto a Ud. Ing. García Casas: ¿Que le ofrecieron los Leaño?. Dada la cobardía de estos individuos, lo pusieron de modo, o ¿Ud. se puso de modo para que les sirvade corifeo y tratar de desvirtuar el caso o los casos de asesinatos ordenados por los Leaño?.
¿Porqué los Leaño en su (supuesta) inocencia no actúan en mi contra acusándome del delito de difamación o lo que corresponda?.
No lo hacen, porque las consecuancias para ellos serían catastróficas. Ellos, lo que hacen, es tratar de confundir a las autoridades y retrasar los casos; le diré a Ud.: yá están vendiendo la Universidad Autónoma de Guadalajara en pedazos o por partes, la Universidad no es de ellos, se la robaron y yá están acabando con ella como bien dijo el Lic. Carlos Cuesta Gallardo.
En el párrafo 12 de la página 41, Ud. pregunta "¿Que ganaba Quintana matando a Ramón Plata? Todo. Despúes del primer atentado contra Ramón Plata Moreno en 1975, el Lic. Carlos Cuesta Gallardo quiso atraer de nuevo al jefe del Yunque y entre sus planes estaba: Entregar la organización secreta de los "Tecos" y la Universidad al Ing. Plata, porque en él veía al mejor organizador, estratega y táctico para la expansión Nacional de las organizaciones secretas, el Lic. Cuesta se ocuparía de todo lo Internacional y los libros ideológicos.
Ud. Ing. Casas, no creo que se pueda imaginar como se puso el Lic. Antonio Leaño Alvarez del Castillo "Andres", se puso loco de furia pero se controló y esperó el mejor momento para mandarlo a eliminar, con esto, no sólo ganó todo, se lo robo todo. Ud. tiene complicidad con ellos, cale Ud. a ver si le tiene la confianza de mostrarle la nómina Leaño y los sueldos que devengan sin hacer nada.
Sepultaron a "Andres" Antonio Leaño Alvarez del Castillo en la Universidad Autónoma de Guadalajara, la que fue robada por él y sus familiares, con eso se cumpla la sentencia que reza "No hay ladrón que no sea desconfiado".
Yo entregué a varios destinatarios, entre ellos a su Sr. Padre, el acta constitutiva de la Sociedad Civil que dirigía dicha Universidad en la cual los Leaño solamente eran miembros, no dueños.
Párrafo 1 pag. 40, señala Ud. ahí, Ing. Casas, era el 29 de mayo de 1989 cuando el Lic. Gutiérrez Barrios tuvo una reunión de cortesía con García Súarez (su padre) y que aquél le dijo: "A su amigo lo mando a matar su compadre y aquí esta el expediente" párrafo 2 pag. 40 ¿Por qué no arrestaron al Ing. Quintana?.
En el párrafo 22 de la pag. 40, "Solo hasta que dentro de dos meses, el próximo 29 de mayo, se cumplan los 20 años de secrecia del expediente, comenzará a dar a conocer.....(?)
Cuaquier escolar de primaria diría que del 29 de Mayo de 1989 al 29 de Mayo del 2010 serían 21 años. Que calamidad Ing. García Casas, ¿no le parece? ¿Ya dió a conocer para enmendar su error?.
En el párrafo 13 pag. 41. Ud. dice: que la descripción como un "hombre caucásico" corresponde también a Ardavín.
Es infantil como lo ha hecho en otras aseveraciones, que el Ing. Plata al hacer la descripción del agresor como un hombre caucásico, es que así lo vió no reconoció más que esas señas se puede decir; de otra manera, al ver al agresor y si hubiera sido el Sr. Bernardo Ardavín, naturalmente, si así hubiera sido, habría dicho: fué Ardavín, lo vi de cerca, yó lo conozco.
José Luis Castellanos Orozco el agresor, conocido por mí, por Gonzalo Leaño Reyes "Gustavo" por Humberto Dávalos Herrera, pariente político de Gonzalo y coordinador de los asesinatos y jefe de Castellanos y muchos más, lo conocíamos como el "guero Mónico" yá que era guero tipo caucásico, alteño, originario de San Ignacio Cerrogordo, entre Tepatitlán y Arandas.
José Luis Castellanos Orozco, cuando lo ví, después del primer atentado contra el Ing. Plata, me comentó contrariado: "Se me escapó el cab..... de la rata de Plata, me lo dijo en varias ocasiones y en diferentes formas; así también se lo dijo a Gonzalo Leaño Reyes "Gustavo" y a su jefe inmediato Humberto Dávalos Herrera "EL MASTER", éste fué también contacto con los regímenes dictatoriales centro y sudamericanos, viajaba con carnet de la DINA CHILENA cuando Pinochet, experto en contra-insurgerencias, anti-terrorismo y lo mismo en ejecuciones; sobrino político de "Andres" Antonio Leaño Alvarez del Castillo.
En el Párrafo 12 pag. 40, Ud. Ing. García Casas asevera que: "de lo único que si meto las manos al fuego, por los datos que yó tengo, es que nada tuvieron que ver en el asesinato de Plata Moreno", refiriéndose Ud. a los Leaño.
Le diré a Ud. Ing. Que el plan para asesinar al Ing. Plata, surgió en cuanto "Andrés" Antonio Leaño Alvarez del Castillo supo por parte del Ing. Anacleto González Guerrero, que el Ing. Plata estaba de vuelta en México. Humberto Dávalos Herrera el "Master" me ordenó de parte de Don "Andrés", localizar y vigilar discretamente el domicilio de Cienfuegos y otro por el templo de San Cayetano.
Al no localizarlo de mi parte en un lapso de 15 días, Humberto Dávalos me mandó un relevo de nombre Refugio Reyes o "Cuco" Reyes o el "Fuy", infiltrado en la sección 2a del Ejército. Yó me retiré de México y a principios del año 1980 regresando a trabajar a la oficina del servicios de inteligencia en la Universidad Autónoma de Guadalajara, Hector Gómez González me dio la notica pero achacándome a mí tal hecho.
No pasó mucho tiempo, en un encuentro que tuve con José Luis Castellanos Orozco, me presumió haber ejecutado a la "rata" Ramón Plata; cuando lo volvía a ver, me decía lo mismo y que ese día no se le escapó el cab....
Espero, Ing. García Casas que Ud. acuda ante las autoridades correspondientes y que presente el documento entragado por el Lic. Fernando Gutiérrez Barrios a su Sr. Padre y que a su vez, su Sr. Padre niega que exista. Por lo tanto: No existe tal documento que Ud. asegura le fue entregado a su Sr. Padre por el Lic. Gutiérrez Barrios. Entonces, ¿de donde salió tal documento?, ¿Lo fabricaron los Leaño y se lo entregaron a Ud.? ¿Ud. lo inventó y se lo mostró a los Leaño y ellos le dieron el visto bueno y lo lanzaron a esta aventura? ¿Qué le dieron a Ud. los Leaño? ¿Que le prometieron?.
Lo invito a reflexionar Ing. Eduardo García Casas piense Ud. sobre todos estos acontecimientos, imagínense la agresión a los jóvenes del cubilete y que terminó con dos vidas valiosísimas, estos dos jóvenes fueron salvajemente golpeados y ultimados a tiros cobardemente. Héctor Antonio Fernández Lira "Cervantes o Capitán" jefe secreto de los homicidios "Cheko" y "Peredo" me lo presumio en el estacionamieto de la Universidad Autónoma de Guadalajara.
Imagínese Ud. la persecución y asesinato del joven Francisco Vaca Morales a las puertas de su casa. Esto también me lo fue presumido por José Luis Castellanos Orozco "Guero Mónico", toda vez que se les había escapado Abel Hernández Rosete sub-jefe del Yunque en Jalisco.
También puede imaginarse el cadáver del Ing. Kalfopoulos y el de su pequeño hijo con su espina dorsal destrozada por una bala "teca". Todo esto presumido por Castellanos y su cómplice, al cual, cuando le pregunté ¿por qué al niño? Me contesto airado: "nos ordenaron que no hubiera testigos".
Ya no le digo sobre el asesinato del Ing. Plata porque Ud. lo sabe todo según los Tecos Leaño.
Ing. García Casas: Su Sr. Padre el Ing. Eduardo García Suárez, es un hombre de honor, se ha ganado su prestigio y lo ha sostenido aun encontra de los problemas a los que se ha enfrentado; no lo ponga delante para favorecer a estos cobardes y asesinos Leaño y lo mismo le digo a Ud., no les sirva de compañero de viaje, por no decirlos de otra forma.
Personalmente y en conversaciones telefónicas, el Ing. Eduardo García Suárez, calificó a su hijo como un muchacho inexperto y achacó al Sr. Alvaro Delgado la trama de todo lo aseverado por el Ing. Eduardo García Casas. Tal parece que el Ing. García Casas tambíen mintió a su Sr. Padre
Lorenzo Lira García
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