domingo, 25 de julio de 2010

Enfant terrible

El pánico creado en México cuando además de su guerra de legitimación emprendida en contra del narcotráfico en México Felipe Calderón abrió un segundo frente de guerra, en esta ocasión contra las bacterias, específicamente contra el virus de la gripe catalogado como H1N1, tuvo no sólo que ver con el virus en sí sino con el colapso económico al ordenarse el cierre obligatorio de restaurantes, cines, centros nocturnos, centros de recreo y entretenimiento, etc. etc. etc., produciendo un descalabro descomunal que propició la quiebra de muchos negocios que ya de por sí se estaban tambaleando bajo los efectos de una depresión económica profunda. Muchos mexicanos recordarán por largo tiempo las imágenes de la gente que tenía que salir a la calle con un cubrebocas así como las calles desiertas dizque para prevenir la propagación de algo a lo que mediáticamente se le sobredimensionó a proporciones apocalípticas cuando en realidad no había bases sólidas para llevar a cabo esta semi-destrucción de la economía nacional a costa de esta acción emprendida a instancias del Secretario de Salud José Ángel Córdova Villalobos.

La futilidad de las medidas pedidas por el Doctor Córdova Villalobos ya había sido documentada previamente por Spectator. Faltaba ver si Córdova Villalobos y Felipe Calderón realmente tenían la razón en el enorme sacrificio que le pidieron (o mejor dicho, que desde el poder le impusieron) al pueblo de México. Una respuesta a esta interrogante llegó cuando le tocó su turno a la población norteamericana de tomar la vacunación preventiva para quedar a salvo de esta supuesta amenaza. Y resulta que, pese al enorme escándalo mediático dado al asunto, millones de ciudadanos norteamericanos optaron por no vacunarse contra el virus H1N1 pese a la amplia disponibilidad de vacunas al no atestiguar evidencia alguna de que el asunto fuera realmente tan grave como se había pretendido hacer creer. Tan es así, que ya para principios de abril del 2010 estaban por desecharse en Estados Unidos 70 millones de vacunas:

Tirarían en EU 70 millones de vacunas contra la gripe A-H1N1
Organización Editorial Mexicana
2 de abril de 2010

WASHINGTON, DC. (DPA).- Estados Unidos podría tener que tirar millones de vacunas contra la gripe A (H1N1) debido a que no ha usado ni la mitad de los 229 millones de dosis que adquirió el gobierno para afrontar la amenaza de pandemia durante la pasada temporada de gripe, informa el diario “The Washington Post”.

Según el rotativo, sólo 91 millones de vacunas fueron administradas en Estados Unidos, que lanzó en otoño (boreal) la campaña de inmunización más ambiciosa de la historia estadunidense, con un costo de mil 600 millones de dólares.

Se estima que unos 60 millones de dosis aún no usadas podrían ser o bien donadas a países pobres (alrededor de 25 millones) o guardadas para un uso futuro (los restantes 35 millones). Entre dos y tres millones más serán entregadas al Departamento de Defensa.

Con todo, sobrarían más de 70 millones de vacunas que podrían ser desechadas si no se usan antes de su fecha de caducidad, sobre todo porque ya fueron introducidas en las jeringas o los sprays nasales para su administración inmediata, advierte el “Post”.

Anne Schuchat, de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, defendió sin embargo la decisión de haber adquirido tantas vacunas al recordar la gran incertidumbre que había sobre la pandemia en sus primeros momentos.

Estábamos afrontando una situación muy inusual. Teníamos una pandemia. Teníamos a gente joven muriendo, recordó en entrevista con el diario. Queríamos asegurarnos de que teníamos suficientes (dosis), agregó.

El problema fue que si bien el Gobierno ordenó las vacunas a tiempo, los laboratorios tardaron más de lo previsto en entregar los pedidos, con lo que buena parte de las dosis solicitadas llegó a las farmacias y centros de salud en la segunda oleada de infecciones del pasado otoño boreal, cuando ya empezaba a disminuir la demanda de protección.

Los CDC estiman que en Estados Unidos más de 60 millones de personas resultaron infectadas por el virus, de las cuales al menos 265 mil tuvieron que ser ingresadas en hospitales y más de 12 mil murieron.

Si bien esta cifra es menor que la media de 36 mil personas que fallecen cada año a causa de la gripe estacional en el país, el problema con el nuevo virus es que afectó a grupos inusuales, como jóvenes sanos, niños y mujeres embarazadas, con lo que el impacto fue mucho más grave que lo que indican las cifras, subraya el Post.

Leyendo cuidadosamente la nota, podemos ver que en los Estados Unidos la gripe H1N1 causó apenas la tercera parte de las muertes que la media aritmética de las muertes producidas anualmente por la gripe ordinaria, la gripe estacional que siempre ha estado con nosotros. Si nos atenemos a las estadísticas, era mucho más provechoso, tres veces más provechoso, vacunarse contra la gripe estacional ordinaria que contra la gripe H1N1. Así lo entendieron los norteamericanos, a grado tal que prefirieron no aplicarse las decenas de millones de vacunas que quedaron sin ser utilizadas.

Y de hecho, el país en el que más muertes ha habido por el virus de la gripe H1N1 es precisamente el país en donde se inició el pánico mediático, en México, llevando a muchos en el extranjero a sospechar que las muertes, más que atribuíbles a la virulencia del virus en sí, eran atribuíbles a un sistema de salud extremadamente deficiente en el que un alto porcentaje de la población carece de los servicios médicos más indispensables.

Si bien el “coco” del H1N1 se desinfló, los estragos causados a la economía nacional fueron mayúsculos, y tal vez las únicas que resultaron beneficiadas fueron las grandes empresas transnacionales farmacéuticas que promovieron la fabricación masiva de vacunas aprovechándose de la situación para hacer un pingüe negocio y dejar de paso a Felipe Calderón y a su Secretario de Salud José Ángel Córdova como una especie de héroes por haber salvado a la humanidad:





El principal causante del descalabro fue, desde luego, José Ángel Córdova Villalobos, y la culpa del Presidente Felipe Calderón fue el haberle prestado demasiados oídos a las visiones catastrofistas de su Secretario de Salud que estaban fundamentadas en información parcial e insuficiente.

Veamos lo que nos dice un afamado editorialista sobre el enfant terrible del sistema de salud público en México que cree que todos los mexicanos gozan de un salario como el suyo y de unas prestaciones como las suyas:

El día que nos pegó la influenza
Raymundo Riva Palacio
27 de abril del 2010

El 22 de abril de 2009 comenzó la histeria en México. La Secretaría de Salud anunció que un brote de influenza había provocado 20 muertes, pero aseguró que no era una epidemia. Al día siguiente, corrigió. El secretario de Salud, José Ángel Córdova admitió que sí había una epidemia en toda la zona metropolitana de la ciudad de México y suspendió unilateralmente las clases para 7.5 millones de alumnos. Así, con contradicciones e imprecisiones, comenzó una carrera frenética contra molinos de viento, que escaló rápidamente en un Armagedón que proyectó a México como un país infectado, que provocó su aislamiento y la suspensión de su actividad económica, cuyas consecuencias por falta de aplomo y ponderación en el gobierno se siguen pagando hoy en día.

La influenza del virus A H1N1 no fue una mentira, ni propaganda gubernamental distractora, como los acusaron en México. Tampoco fue un invento del imperialismo, ni la profecía de los milenaristas. Fue la realidad de una nueva cepa que alertó al mundo, que rápidamente tomó medidas sanitarias, decretó alertas limitadas y que contuvo el pánico que se desató en México, siguió los protocolos que los mexicanos se brincaron, y actuó con la consistencia de la cual los funcionarios en este país adolecieron. El secretario Córdova declaró recientemente que gracias a lo que se hizo se salvó un millón de vidas. ¿Le tenemos que dar las gracias por evitar que la catástrofe sanitaria en México hubiera llegado a los niveles de la pandemia por la “Influenza Asiática” en 1957-58, o la “Influenza de Hong Kong” en 1968-69? Su declaración fue tan retórica como cuestionable. No hay información sólida que apoye ese escenario, cuando sí hay elementos objetivos para comparar y sostener el argumento de la histeria mexicana.

El anuncio de la epidemia se hizo cuando llevaba una semana la crisis sanitaria en el Distrito Federal, aunque bien escondida por el responsable de Salud capitalino. La señal de alerta se disparó en un hospital de la capital federal, cuando los médicos vieron neumonías atípicas de un creciente número de pacientes que estaban ingresando. Cuando uno de ellos murió, los médicos y las enfermeras se colocaron cubre bocas, pero se les ordenó que se los quitaran para evitar pánico. A nivel federal, varios responsables de Salud reportaron el mismo fenómeno al gobierno central, pero no les hicieron caso.

Cuando el 23 de abril comenzó oficialmente la crisis sanitaria en México se inició la debacle, en buena parte por el manejo de cifras, que elevó la psicosis. La primera fue el 24 de abril: 943 casos “sospechosos” y 20 muertos; el 25 eran mil 324 casos y 81 muertos. Para el 26 ya eran mil 614 casos y 103 muertos. Las cifras galopaban hacia el desastre, pues comenzaban a aparecer casos en todo el país. El gobierno federal no había reparado aún que “sospechosos” no era igual que “confirmados”. Para cuando finalmente se ordenó el regreso a la normalidad, el 11 de mayo, la cifra de casos confirmados era de 766 con un total de 26 fallecimientos. En términos de muertos por cada millón de habitantes, México terminó en el lugar 33, debajo de Estados Unidos, Canadá y ocho naciones de América Latina y el Caribe.

El carrusel de las cifras había sido de epopeya. Consultores externos que habían trabajado con gobiernos anteriores hicieron notar ese zigzagueo como algo pernicioso, y mostraron la forma como en Centro para el Control de Enfermedades de Estados Unidos, en Atlanta, lo estaba haciendo (en ese país, que tuvo 353 casos y 20 muertos, el control fue selectivo y quirúrgico, no masivo).

El entonces secretario de Hacienda, que asistía a la reunión de primavera del Banco Mundial y el FMI en Washington, solicitó una reunión con sus expertos, que el banco convocó de urgencia de todo el mundo. Le dijeron que había que dar certidumbre a la población (como identificar un solo hospital para el tratamiento del virus a fin de transmitir el mensaje de que sólo ahí existían riesgos, evitando la contaminación de alerta en el resto de las instituciones), pero tampoco fue escuchado al regresar a México. La danza de cifras sólo había incrementado la incredulidad en lo que hacía el gobierno y pérdida en el consenso de sus acciones, por lo que el presidente Felipe Calderón le quitó a la Secretaría de Salud el acopio y procesamiento de los datos, y se lo encargó a un funcionario muy cercano a él, para que ordenara las cifras.

El 28 de abril, el gobierno del Distrito Federal ordenó el cierre de 35 mil restaurantes, que en siete días, según datos de las organizaciones patronales, produjo la caída de 60 por cientos de ventas y pérdidas diarias por mil 238 millones de pesos. Los capitalinos que no podían ir a comer en la capital federal, se fueron a consumir a los suburbios, que al no suspender actividades comerciales se beneficiaron de una medida no coordinada. En el Distrito Federal, paradójicamente, nunca se suspendió el sistema de transporte colectivo –para no causar pánico, dijeron funcionarios–, que es de las primeras medidas que se toman en casos de epidemias por la facilidad del contagio.

El presidente Calderón se empezó a colocar un cubrebocas en cada evento en público al que asistía, y ordenó al resto de los funcionarios que siguieran su ejemplo. Las autoridades salieron a las calles a regalar millones de ellos, y las fotografías de un país paralizado por un virus maldito, por cómo lo presentaban los mexicanos, corrieron por el mundo. El turismo se cayó con miles de cancelaciones. Las líneas de cruceros suspendieron sus paradas en puertos mexicanos –que aún no se restablecen totalmente– y ha afectado a numerosos destinos. Países con mayor número de casos confirmados suspendieron sus vuelos a México, y los mexicanos que viajaban, fueron tratados como apestados y metidos en cuarentenas.

A ningún país le sucedió lo mismo, porque en ningún país se tomaron medidas tan radicales apresuradas sin tener certidumbre sobre lo que estaba sucediendo. Las acciones preventivas nunca tuvieron posibilidad de entrar en efecto porque las señales de alerta las desoyeron. Cuando admitieron la existencia de la epidemia, estaban desprevenidos en términos sanitarios. Y peor aún, estaban desprovistos del talante y del oficio para enfrentar y administrar una crisis. Afortunadamente el nuevo virus fue menos letal de lo temido, pero las consecuencias de un gobierno que se asustó y actuó en consecuencia a sus temores, tardarán tiempo en superarse.

Las decenas de millones de vacunas destinadas a parar en el basurero, a un costo enorme para los contribuyentes norteamericanos, irían a dar al basurero porque los ciudadanos norteamericanos, la gente del pueblo, no se tragó la píldora exportada desde México de que con el virus H1N1 la llegada del Apocalipsis era un hecho consumado.

No conforme con el impacto devastador propinado a la economía de la Nación con sus visiones apocalípticas, José Ángel Córdova Villalobos, el enfant terrible del gobierno calderonista, volvió nuevamente a la carga el mes de abril del 2010 con sus planes para exigir la presentación de receta médica para todo tipo de medicamentos que se surten en las farmacias, alegando la resistencia a los antibióticos que se está generando en los gérmenes patógenos a causa del abuso de los antibióticos. Y si bien esto último es cierto y no está a discusión:

¿Desde cuándo la insulina (una hormona generada por el páncreas) que requieren los diabéticos puede ser capaz de generar resistencia a los antibióticos en las bacterias si la insulina en sí no es un antibiótico?

¿Desde cuándo las medicinas para el control del dolor pueden ser capaces de generar resistencia a los antibióticos en las bacterias si las bacterias ni siquiera tienen un sistema nervioso?

¿Desde cuándo las píldoras anticonceptivas pueden ser capaces de generar resistencia a los antibióticos en las bacterias si las bacterias ni siquiera tienen un aparato reproductivo como el que tenemos los humanos?

Reaccionando en forma tardía ante numerosas protestas, el Doctor Córdova Villalobos temporalmente suavizó su lista de “medicamentos prohibidos” (con todas las intenciones del mundo de retomar este asunto después) para enfatizar en cambio a los antibióticos, sin importarle de ccualquier manera que los millones de mexicanos que viven en pobreza extrema no tendrán más opción que morir por no haberse tratado a tiempo una infección curable con un antibiótico de uso genérico de bajo costo como los promocionados por “el Doctor Simi” (de Farmacias Similares) al no tener en sus manos el dinero necesario para poder pagar la consulta médica para poder obtener la receta necesaria para poder obtener el antibiótico. En el gabinete del Doctor Caligari... perdón, en el gabinete presidencial, no se han puesto a pensar que muchos mexicanos no van a ver de inmediato a un doctor cada vez que se sienten malos no porque no quieran ver a un doctor o porque sean irresponsables con su propia salud sino porque no cuentan con recursos para pagar la consulta. ¿A quién no le gustaría tener una atención médica completa sin tener que preocuparse por los gastos involucrados con el tratamiento de la enfermedad que le pueda ser diagnosticada? A José Ángel Córdova Villalobos no le importó el hecho de que esta nueva imposición lo único que lograría sería privar a muchas personas de sus medicamentos al ser necesaria una erogación extra de dinero para el pago de la consulta médica cada vez que tienen que renovar su medicina cuando el tratamiento médico es a largo plazo.

Pero este no es el único impacto económico demoledor propinado por el nefasto José Angel Cordova Villalobos a la economía de muchos mexicanos de clase baja que no están protegidos por los servicios públicos de salud como el IMSS y el ISSTE y que no cuentan con los ingresos necesarios para estar viendo a un doctor cada vez que son aquejados por alguna dolencia. Este hombre, que estaba más que obligado a sopesar cuidadosamente TODAS las consecuencias posibles de sus decisiones, no se puso a pensar que para toda la franja fronteriza México-Estados Unidos los antibióticos son lo que se conoce como un artículo gancho que por su bajo costo en México han servido para atraer a México a un turismo formado por muchos consumidores norteamericanos que visitan a México para adquirir los mismos medicamentos que en los Estados Unidos les cuestan diez o veinte veces más. Y para aprovechar su viaje a México, no sólo compran sus medicinas sino que aprovechan para comprar otras cosas, gastando sus dólares en México, lo cual a su vez estimula la economía de las ciudades fronterizas como Mexicali, Tijuana y Ciudad Juárez. Así, todos salen beneficiados. Sin embargo, si se le exige a los clientes norteamericanos la presentación de una receta médica para la venta del medicamento, el principal problema es que, aunque los médicos norteamericanos están entre los médicos mejor educados del mundo, sus estudios no son reconocidos en México por la Secretaría de Educación Pública con “plena validez oficial” merced a esas políticas estúpidas de corte burocrático implementadas por José Vasconcelos cuando estuvo a cargo de la educación en México. Y como los estudios de los médicos norteamericanos no están reconocidos en México, como un médico norteamericano es un Don Nadie en México (con todo y que los políticos mexicanos cuando se ponen muy enfermos prefieren irse a los Estados Unidos para atenderse en Houston o en Nueva York poniéndose en manos de los mismos médicos a los cuales insisten en negarles “reconocimiento de plena validez oficial de estudios” en México), pues tampoco están autorizados para expedir recetas médicas que sean válidas en México. De este modo, aunque un norteamericano común tenga el dinero y las ganas de ir a México a comprar sus medicamentos porque le salen más baratos en México que en los Estados Unidos, gastando de paso una cantidad extra de dólares en otras cosas como ir a comer a restaurantes mexicanos o comprar artículos hechos en México, pues por obra y gracia de un solo hombre, precisamente el mismo tipo que impuso Felipe Calderón como Secretario de Salud, se rechaza unilateralmente esta fuente importante de divisas, esta entrada de dólares que cualquier otro país -excepto el México actual bajo el PAN y el Yunque- estaría más que dispuesto a aprovechar.

Reaccionando ante la nota publicada en EL UNIVERSAL confirmando el plazo fatal para obligar a todas las farmacias de México a pedir receta médica para la venta de antibióticos, un muy preocupado Doctor Angel Morales Rosas citando la nota publicada en EL UNIVERSAL envió el 29 de abril del 2010 la siguiente carta abierta al Presidente Felipe Calderón para su publicación en EMCAR Magazine:

Señor Presidente, le escribo para externarle una serie de inquietudes que han surgido, y que quiero presentarle, ya no a titulo personal solamente, sino como voz de un grupo de médicos que nos estamos reuniendo para debatir y opinar al respecto, y dichas dudas son a raíz de las declaraciones que realizo el señor secretario de salud, el Dr. Córdova Villalobos.

De esta nota, se desprenden las siguientes inquietudes:
1.- Manifiesta que ya va a entrar en vigor la reglamentación donde la venta de medicamentos, principalmente antibióticos, ya se van a realizar con receta medica.
¿Qué no existe ya una legislación y reglamentación al respecto?

Reglamento de insumos para la salud

Sección Cuarta
Venta o suministro
ARTÍCULO 33. Los medicamentos que presenten en sus etiquetas o envases la leyenda en la que se indique que para su venta o suministro se requiere receta médica, sólo podrán venderse con esta condición.
ARTÍCULO 34. No podrán venderse al público los medicamentos presentados como muestra médica, original de obsequio y los destinados para uso exclusivo de las
instituciones públicas de salud y de seguridad social.

ARTÍCULO 35. No podrán expenderse, en la modalidad de libre acceso, los medicamentos que para su adquisición requieren de receta especial o de receta médica.

El articulo 33 establece claramente que un medicamento cuyo envase indique que para su venta requiere receta medica solo puede venderse presentando la misma, por lo cual, ya esta reglamentado y el articulo 35 del mismo ordenamiento lo reafirma de forma evidente. ¿Entonces esta reglamentación ya no va a ser aplicable y lo será únicamente el decreto tan mencionado?

2.- señala que la prescripción de TODOS los medicamentos va a ser solo de genéricos.
Esto nos intriga por lo siguiente, ¿entonces ya no podemos recetar medicamentos de patente que no sean genéricos? ¿Y aun siendo medicamentos que ya no cuentan con patente de exclusividad, ya nos quitan la libertad de prescribir libremente las marcas que nos han dado resultado sobre las otras?
Porque el articulo 31 del reglamento de insumos señala en su último párrafo

ARTÍCULO 31. El emisor de la receta prescribirá los medicamentos de conformidad con
lo siguiente:
I. ∑
II. ∑
Cuando en la receta se exprese la Denominación Distintiva del medicamento, su venta
o suministro deberá ajustarse precisamente a esta denominación y sólo podrá
sustituirse cuando lo autorice expresamente quien lo prescribe.
Donde se señala claramente que si se expresa la denominación distintiva (nombre comercial) en la receta se debe apegar al mismo
Además, ¿qué no es responsabilidad del congreso de la unión y los congresos estatales la tarea de la emisión de leyes y no de las secretarias de estado?, ¿o ya tienen dicha atribución las secretarias para legislar libremente escudándose en decretos, los cuales son una herramienta exclusiva del titular del Ejecutivo Federal, de los Congresos Estatales y el Congreso de la Union?

Sección II
De la Iniciativa y Formación de las Leyes
Artículo 71. El derecho de iniciar leyes o decretos compete:
CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS
CÁMARA DE DIPUTADOS DEL H. CONGRESO DE LA UNIÓN
Secretaría General
Secretaría de Servicios Parlamentarios
Centro de Documentación, Información y Análisis
Última Reforma DOF 24-08-2009
41 de 167
I. Al Presidente de la República;
II. A los Diputados y Senadores al Congreso de la Unión; y
III. A las Legislaturas de los Estados
Fuente: Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos

Por otra parte, ¿se va a coartar nuestra libertad de ejercicio profesional y nos van a imponer de forma autoritaria el uso de medicamentos genéricos de forma obligatoria en nuestra prescripción en la práctica privada?, ¿lo siguiente será un cuadro básico de medicamentos genéricos para la práctica privada, el cual solo será autorizado por la secretaria de salud, dejando fuera a los que no sean genéricos en perjuicio de los pacientes?, porque de ser asi será pertinente iniciar el tramite para pedir el Amparo y Proteccion de la Justicia Federal

3.- En base al reglamento de insumos, en su artículo 231,

ARTÍCULO 231. Se sancionará con multa de seis mil a diez mil días de salario mínimo general vigente en la zona económica de que se trate, la infracción a las disposiciones contenidas en los artículos 19, 20, 21, 22, 24, 31 último párrafo, 35, 40, 44, 45, 46,50, 57, 59, 77, 78, 134 y 165 de este Reglamento.

donde se señala la pena por la violación del articulo 31 ultimo párrafo de forma clara

ARTÍCULO 31. El emisor de la receta prescribirá los medicamentos de conformidad con
lo siguiente:
I. ∑
II. ∑
Cuando en la receta se exprese la Denominación Distintiva del medicamento, su venta o suministro deberá ajustarse precisamente a esta denominación y sólo podrá sustituirse cuando lo autorice expresamente quien lo prescribe.

Y reiteradamente en la televisión se le presenta a la ciudadanía comerciales del Laboratorio de Primer Nivel por su Salud, donde se les invita una y otra vez a que cambien la prescripción del medico pidiendo que les den medicamentos de su laboratorio independientemente de lo que el medico les haya indicado, con lo cual se estaría violando el ultimo párrafo, ¿ante quien y contra quien se debe presentar la o las denuncias correspondientes para que se aplique la sanción antes señalada? ¿Se realiza contra la secretaria de Salud por permitir la difusión de un mensaje violatorio de un reglamento que es su responsabilidad hacer cumplir? ¿Contra la dirección General de Radio y Televisión por permitir la transmisión de dichos anuncios violatorios de la reglamentación existente y ya señalada? ¿Se realiza contra el laboratorio responsable de dichos anuncios? ¿Se realiza contra el o los pacientes que cambien las recetas por la desinformación resultante de dichos comerciales? ¿contra las farmacias que acepten o estimulen el cambio de la prescripción?, Y si el poder federal, en sus diferentes sectores, han visto esta irregularidad nos gustaría saber que medidas han tomado al respecto, ya que dichos comerciales siguen apareciendo y continúan invitando al consumidor a violar la reglamentación correspondiente, lo cual va en perjuicio de los consumidores al cambiar la receta médica y violar la reglamentación antes mencionada.

Le agradezco la atención prestada a este mensaje y estaremos atentos y a la espera de su oportuna respuesta, ya que son varias nuestras inquietudes y acudimos a usted, como representante del Ejecutivo Federal para que nos apoye en obtener las respuestas a dichas preguntas.

Dr. Angel Morales Rosas
dr.angelmorales@prodigy.net.mx

El abuso de poder ejercido por el Doctor José Angel Córdova Villalobos está totalmente injustificado en virtud de que al mismo tiempo que, muy al estilo de su jefe Felipe Calderón que sin pedirle autorización al Congreso como era su obligación constitucional declaró una sangrienta guerrita en contra de las bandas del narcotráfico en México que ha sumido al país en el caos, Cordova Villalobos le declaró la guerra a los pobres que no tendrán el dinero para pagar la consulta médica cada vez que se enfermen de una infección que normalmente es curable si se trata a tiempo, el Secretario de Salud dejó completamente desatendido el espinoso asunto del uso masivo e indiscriminado de antibioticos para la engorda del ganado en el campo. Y esto no es algo que se esté dando exclusivamente en México. En los Estados Unidos, uno de los mayores socios comerciales de México de donde gracias al Tratado de Libre Comercio promovido por Carlos Salinas de Gortari se importan indiscriminadamente a México millares de toneladas de carne y sus derivados, ha sido y sigue siendo práctica rutinaria en los propietarios de grandes empresas dedicadas a la crianza porcina y bovina e inclusive a la industria del pollo alimentar a sus hatos con grandes cantidades de antibioticos, los cuales comprobadamente aceleran artificialmente su crecimiento al impedir el desarrollo de infecciones por leves que sean que puedan retrasar el crecimiento del ganado y por ende afectar las enormes ganancias de los multimillonarios empresarios dedicados a este tipo de negocios. Según cálculos de la Union of Concerned Scientists, 70% del total de los antibióticos usados en Estados Unidos ­unas 11 mil toneladas­ es administrado en bajas dosis en los alimentos de cerdos, pollos y ganado sanos, no con fines terapéuticos, sino para promover su crecimiento y engorda. El porcentaje crece si se añaden los antibióticos usados para tratar el brote regular de enfermedades, en las sobrepobladas y con frecuencia poco higiénicas granjas­fábricas. Se dá por hecho que este abuso de antibióticos como aditivo alimenticio puede y ha provocado bacterias resistentes a estos medicamentos, poniendo en riesgo no sólo la salud animal sino la de los consumidores. Muchos de los antibióticos usados en las grandes granjas­fábricas ­ como la penicilina, tetracilina y eritromicina­ son los mismos o parecidos a los prescritos para el tratamiento de un gran número de infecciones en los humanos. Y las bacterias pueden desarrollar resistencia no sólo a uno sino a muchos antibióticos, lo que crea un serio problema de efectividad en el tratamiento médico de las personas infectadas. En octubre de 2002, Pilgrim's Pride ­la segunda empresa productora avícola más grande de Estados Unidos­ tuvo que retirar más de 12 mil toneladas de carne de pollo y pavo por estar contaminada con listeria, la cual ya había causado por lo menos siete muertes y 46 enfermos en el noreste de aquel país. Y en 2008 a Canadá le tocó su turno. En 1999, más de 11 mil personas se enfermaron al comer pollo infectado con la bacteria camphilor, resistente a la fluoroquinolina ­uno de los antibióticos más usados en el tratamiento humanos­, lo que representó un incremento de 8 mil casos respecto 1998 en el país vecino. En comparación con el consumo humano de antibióticos en las ciudades, las enormes cantidades de antibióticos que se les dan a los animales en el campo hacen palidecer cualquier esfuerzo por regular la venta de antibioticos para consumo exclusivamente humano. A como están las cosas, la bacteria resistente a todo tipo de antibióticos no nacerá en las grandes ciudades; lo más probable es que nacerá en el campo como consecuencia del uso indiscriminado de antibióticos no para aliviar alguna epizootia en el ganado sino simplemente para engordarlo más rápidamente y aumentar las ganancias. Tan recientemente como el 14 de julio del 2010, el Doctor John Clifford, Administrador en funciones para el Animal and Plant Health Inspection Service (APHIS) de la Food and Drug Administration (FDA) reconoció y aceptó que el uso indiscriminado de antibióticos como medio de engorda para el ganado está contribuyendo enormemente al problema de resistencia a los antibióticos que se ha detectado en Norteamérica. Pero hasta la fecha, la FDA sigue arrastrando sus pies sin atreverse a ordenar una proscripción masiva de esta práctica, quizá porque los propietarios de los grandes emporios ganaderos en los Estados Unidos tienen mucha fuerza política. Los daneses ya han puesto el ejemplo a los norteamericanos sobre cómo es posible dedicarse a la crianza del ganado prescindiendo casi por completo de los antibióticos, pero desafortunadamente esta experiencia es un asunto que a los legisladores norteamericanos les entra por un oído y les sale por el otro, siempre atentos a los intereses de sus constituyentes que se pueden poner muy quisquillosos a la hora de votar.

El que en Norteamérica y consecuentemente en México no se haya regulado y restringido severamente el uso de los antibióticos en el campo con el fin de impedir la creación de nuevos tipos de bacterias resistentes a los antibióticos no significa que no se hayan dado pasos importantes en este respecto en otras partes del mundo. Ya desde el primero de enero del 2006 (el mismo año de la infausta contienda electoral por la Presidencia de México que elevó a la silla presidencial a Felipe Calderón) había entrado en efecto en la Unión Europea una amplia prohibición en el uso de antibióticos como promotores de crecimiento en el alimento para animales. De los últimos cuatro antibióticos que estaban permitidos como aditivos de alimento para ayudar en la engorda de ganado, dejó de ser permitida su venta o uso desde esa fecha. La prohibición vino siendo en Europa el paso final en la reducción progresiva de los antibióticos usados sin propósitos medicinales. Esto es parte de la estrategia global de la Comisión Europea para atacar el surgimiento de bacterias y otros microbios resistentes a los antibióticos, debido a la sobreexposición o abuso. Markos Kyprianou, Comisionado para la Salud y la Protección al Consumidor, dijo: “Esta prohibición de los antibióticos como promotores de crecimiento es de gran importancia, no sólo como parte de la estrategia de seguridad alimenticia de la Unión Europea, sino también considerando la salud pública. Necesitamos reducir ampliamente el uso no esencial de antibióticos si efectivamente estamos de acuerdo sobre el problema de los microorganismos que se vuelven resistentes a los tratamientos, en los que hemos confiado por años. El alimento para animales es el primer paso en la cadena alimenticia, y un buen lugar para actuar tratando de llegar a este objetivo.” Los antibióticos han sido ampliamente utilizados en la producción animal por décadas en todo el mundo. Añadido en bajas dosis al alimento de los animales de granja, mejoran su rinde de crecimiento. Sin embargo, debido al surgimiento de microbios resistentes a los antibióticos que fueron usados para tratar infecciones humanas y animales (“resistencia antimicrobiana”), la Comisión Europea decidió la reducción progresiva, y, últimamente, la prohibición de la venta y el uso de antibióticos como promotores de crecimiento en el alimento animal. Ahora, en Europa los antibióticos solo podrán ser aceptados en su adición al alimento animal, con propósitos veterinarios. Esta decisión estuvo basada en opiniones del Comité de Manejo Científico, el cual recomendó la reducción progresiva de los antibióticos utilizados para estimulación de crecimiento, mientras se preserve la salud animal. La Unión Europea había ya prohibido antibióticos usados en medicina humana de ser añadidos al alimento animal. La nueva Regulación de Aditivos en Alimentos para Animales completó la medida con la prohibición total de antibióticos como promotores de crecimiento desde el 1º de Enero de 2006. A la fecha, las siguientes cuatro sustancias fueron quitadas del Registro de la Unión Europea de aditivos permitidos en alimento animal:

* Monensina sódica usada en Ganado para engorda.
* Salinomicina sódica para engorda de cerdos y lechones.
* Avilamicina utilizada en lechones, engorda de cerdos, engorda de pollos y pavos.
* Flavofosfolipol usada en conejos, ponedoras, engorda de pollos, pavos, lechones, credos, engorda de terneros y ganado.

Veamos el siguiente artículo:

Ganadería Ecológica, Asunto de Salud Pública
Andrés T. Morales
LA JORNADA
27 de abril del 2010

Coatzintla, Ver., 26 de abril. Pionero en la producción de carne orgánica en México, el ganadero veracruzano Pedro Parada Álvarez asegura que la llamada carne verde es “una inversión a largo plazo para la salud pública”, pues los animales se engordan sin productos químicos que pueden contribuir al desarrollo de cáncer y otras enfermedades crónico-degenerativas.

No obstante, dice, es un proceso que aún está en desventaja frente a la producción convencional, cuyo objetivo es “generar rápido kilos y kilos de carne, dejando a un lado la ética, al utilizar diversas sustancias para acelerar la engorda de reses a sabiendas de que es nocivo para los consumidores”.

Explica que mientras la ganadería convencional se basa en la engorda del ganado con fármacos como el clembuterol, antibióticos y alimentos elaborados con agroquímicos, el valor agregado de la carne verde es la garantía de que la res fue alimentada sin esos químicos.

Fundador de la empresa Carnes Orgánicas La Rumorosa, una de las seis que producen ganado en pie, cortes y procesados libres de tóxicos en México, Pedro Parada expone que la ganadería orgánica no es otra cosa que el retorno a la crianza tradicional de semovientes, sin sustancias artificiales y sin maltrato “extremo” a los animales.

Antidepresivos para reses

Se le denomina también ganadería ecológica porque “no se maltrata la naturaleza ni a las reses y se procura el bienestar del consumidor”. Los animales deben ser criados en praderas, donde se alimentan de pastos y plantas silvestres sin fertilizantes ni agroquímicos, y beben agua sin aditivos.

Esto evita que los animales estén inmovilizados en un corral y que estén estresados en su etapa de engorda. Un animal tenso e inmovilizado requiere de altas dosis de antibióticos y antidepresivos suministrados a través de alimentos procesados, refiere.

Desde 2003, Carnes Orgánicas La Rumorosa, que tiene seis ranchos ganaderos en los municipios de Tamiahua, Poza Rica y Coatzintla, en Veracruz, recibió la acreditación de la Federación Internacional de Movimientos sobre Agricultura Orgánica (IFOAM, por sus siglas en inglés) y la certificación de la firma italiana Bioagricert, que supervisa permanentemente los procesos de crianza en dichos hatos, así como el empaque de cortes de carne para garantizar que cumplan los requisitos para la denominación de “orgánicos”.

Luego de la apertura de las fronteras a los productos cárnicos de Estados Unidos, en la década de 1990, que causó un desplome del mercado local y una saturación de carne “barata y subsidiada, pero de dudosa calidad”, el productor optó por la ganadería ecológica, para buscar un nicho de mercado alternativo.

Parada Álvarez recuerda que después de documentarse en forma autodidacta, pues en esa época no había información en México, transformó sus ranchos de ganadería convencional en sitios de crianza ecológica.

Sin embargo, la producción y comercialización de carnes orgánicas es incipiente en México y ambos procesos son escasos, lentos y costosos. Hoy día existen ranchos de ganadería ecológica en Coahuila, Nuevo León, Michoacán, Chiapas y Veracruz.

Si bien Carnes Orgánicas La Rumorosa abastece a proveedores en Monterrey, Nuevo León; Jalapa, Veracruz, y el Distrito Federal, apenas procesa 150 reses al año, las cuales son sacrificadas en rastros TIF (tipo de inspección federal) 108.

Según el ganadero veracruzano, mientras una res criada convencionalmente engorda de 1.2 a dos kilogramos por día, al convertir alimentos procesados y saturados de químicos en carne y tejido graso, un animal de potrero sube diariamente de 400 a 500 gramos al consumir pasto y hierba.

El precio de la carne orgánica también es más elevado, lo cual la coloca en desventaja. “Por ejemplo, un kilogramo de bistec convencional en un supermercado se cotiza hasta en 110 pesos, y si es orgánico el precio oscila entre 140 y 150 pesos”.

Entre los distribuidores locales de carne verde están los mercados ecológicos Océlotl, Xicote y Cóatl, que cada semana congregan a unos 45 productores-vendedores en las ciudades de Jalapa, Xico y Coatepec, respectivamente. Los tres forman parte de la Red Mexicana de Mercados y Tianguis Orgánicos, que en México aglutina 23 proyectos.

El abuso de los antibióticos en el campo como medio de engorda es tan sólo uno de los aspectos negativos de lo que viene siendo en realidad el principal criadero de agentes patógenos resistentes al tratamiento médico. Y en el abuso están involucradas grandes corporaciones como la cadena de franquicias McDonalds y su competidora Burger King, conocidas por sus hamburgesas fabricadas en líneas de producción en serie. Cada vez que alguien va a Mc Donald's está fomentando la crueldad hacia los animales: además de ser peligroso para la salud, el consumo de carne lleva consigo el maltrato y asesinato de millones de animales cada año, matanza en la cual empresas como McDonald's (que vende hamburguesas todos los días en más de 40 países) tienen una responsabilidad primordial. Estos animales viven toda su vida en condiciones absolutamente artificiales, sin acceso a aire fresco, luz solar ni libertad de movimiento. Diversos reportes han señalado que los métodos de muerte, como la electrocución, golpes, cuchillos y otros supuestamente “humanos”, son frecuentemente ineficientes y producen una muerte lenta y dolorosa. Al ir a McDonald's el consumidor mantiene una dieta alta en grasa, azúcar, productos animales y sal (sodio) y baja en fibras, vitaminas y minerales. Promocionada como “comida rápida”, en realidad es “comida chatarra”, diseñada para ir, comer y volver rápido en un ritual consumista que trata de ocultar la pésima calidad de la comida que se sirve. Las hamburguesas tienen un 48% de agua y las lechugas que sirven están tratadas con 11 diferentes tipos de químicos para mantenerlas verdes y crujientes por más tiempo. De todos los incidentes de contaminación de alimentos,un 70% corresponde a la carne. En los mataderos, la carne puede contaminarse con los contenidos viscerales, estiércol y orina, provocando infecciones bacterianas. Para contrarrestar esa posibilidad, se inyectan enormes dosis de antibióticos a los animales, lo que junto con el uso de hormonas de crecimiento, generan una amenaza seria para los consumidores habituales de carne.

Parecería que, más que irse en contra de los pobres de México, el Secretario de Salud debería de haber emprendido una cruzada en contra de consorcios como McDonalds y Burger King. ¿Y por qué no lo hizo? Pues en primer lugar porque es mucho más fácil estrangular a los pobres de México que no tienen con qué defenderse del enorme poder imperial de la Presidencia de México, logrando apenas subsistir día tras día con muchas penurias, que a los grandes y poderosos consorcios internacionales que cuentan con muchas franquicias e inversiones multimillonarias en México. Y en segundo lugar, porque un PAN cada vez más ultraderechizado privilegia los intereses de los poderosos que forman una minúscula minoría por encima de los intereses e inclusive la salud de las grandes mayorías. Precisamente por este modo de pensar, por esta filosofía anodina, la brecha entre pobres y ricos se ha incrementado en México a niveles que se antojan ridículos, si hemos de comparar a México con otros países como Francia y Suecia.

Si José Angel Cordova Villalobos le iba a dejar caer la horca a los pobres de México, a las clases más desprotegidas, sobre todo en las zonas rurales en donde no cuentan en la mano con los doscientos o trescientos pesos en efectivo que se requieren para poder pagar una consulta médica cada vez que tengan una infección a causa de una cortadura en la piel o a causa de haber ingerido un alimento en estado de descomposición (no todos los mexicanos ganan el sueldazo que gana Córdova Villalobos como miembro del gabinete presidencial ni cuentan con sus prestaciones médicas), muy bien podría haberse esperado para obtener primero de los Estados Unidos como gesto de colaboración una prohibición total en el territorio norteamericano del uso indiscriminado de antibióticos como la que implementaron los europeos sobre la venta indiscriminada de antibioticos con fines de engorda, haciendo de manera simultánea lo mismo sobre todo México, aunque sin la colaboración norteamericana y en especial su autosacrificio en este respecto los beneficios posibles (en comparación con el enorme sacrificio que se le exige a toda la población en México, especialmente en estos tiempos en que ha aumentado dramáticamente el número de mexicanos en pobreza extrema gracias al negro sexenio de Felipe Calderón) son prácticamente nulos.

Si José Angel Córdova Villalobos se hubiera propuesto deliberadamente hacer lo mejor posible por ayudarle a Felipe Calderón como Presidente de México a destruír y desmantelar la economía nacional provocando crisis económicas de gran envergadura y enorme malestar entre la población, no podría hacer mejor (la palabra correcta tal vez sería peor) papel que el que ya está haciendo. Si bien todas las medidas lesivas tomadas en contra del pueblo de México a manos de quien desde su puesto como Secretario de Salud terminó resultando ser todo un enfant terrible han devenido en un grotesco ensayo de futilidad, ello no ha significado jamás un obstáculo a José Ángel Córdova Villalobos en sus intenciones para contender por parte del ultraderechizado Partido Acción Nacional para la gubernatura del Estado de Guanajuato, precisamente una de las sedes principales del Yunquismo nacional, considerado por muchos como uno de los estados más “mochos” (conservador, reaccionario, etc.) de la República Mexicana; para lo cual la enorme publicidad que le ha precedido dándole fama y popularidad en los medios nacionales e internacionales seguramente será un activo a su favor. Ya serán los guanajuatenses los que lo tendrán que aguantar por seis largos años si logra materializar su capricho. Y de que este hombre es caprichudo, al igual que su jefe, quedan ya muy pocas dudas.

1 Comments:

Blogger Angellus said...

Buenas noches, me ha parecido por demás interesante y muy completo, así mismo, le agradezco que haya citado la carta que le envié al presidente Felipe Calderón, la cual no ha tenido respuesta, pero la información ahí esta, y le comento, que el Secretario de Salud ya no saco un decreto sobre la receta de antibióticos, sino que saco un acuerdo, lo cual si puede sacar, pero que por fortuna y contrario al decreto, el acuerdo no es de observancia obligatoria, quedo a sus ordenes y esperando se le de mas difusión a este tema

Dr. Angel Morales

jueves, 29 julio, 2010  

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