sábado, 28 de abril de 2012

Hacia un México fascista

No hay muchas dudas ya al respecto.

México está siendo encaminado desde las tinieblas de la clandestinidad hacia la construcción de un Estado fascista disfrazado bajo una simulación de democracia con la finalidad de obtener ante la comunidad internacional un semblante de legitimidad que le permita subsistir en el concierto mundial de naciones.

Por principio de cuentas, a estas alturas es ya imposible intentar esconder el hecho descarado y descarnado de que el objetivo prioritario en la invitación que le hiciera Felipe Calderón al Papa Benedicto XVI para visitar México antes de las importantes elecciones presidenciales del 2006 tenía un propósito puramente político: salvarle el pescuezo al PAN con la promoción del voto religioso entre la población católica del país:

Benedicto XVI: abierta visita electoral
Rodrigo Vera
Revista PROCESO 1836
7 de enero del 2012

No es casual que el primer viaje de Benedicto XVI a México esté programado para el próximo marzo, al filo del arranque de las campañas electorales. Tampoco es casual que la presunta visita pastoral –financiada con dinero público– se circunscriba a Guanajuato, tierra de raigambre cristera y gobernada hace 20 años por el PAN. Un estudioso de la ultraderecha mexicana no duda en asegurar que la gira papal no es más que un mal disfrazado apoyo político al partido en el poder.

En junio de 2009 el entonces dirigente nacional del PAN, Germán Martínez Cázares, anunciaba su ambiciosa pretensión política de “guanajuatizar” todo el país, en referencia a la entidad que es el principal bastión del panismo y de la Iglesia católica.

“El orgullo de Acción Nacional es el gobierno de Guanajuato”… “¡Ya estamos guanajuatizando a México!”, machacaba Martínez una y otra vez. Su proyecto se derrumbó con estrépito con la derrota del blanquiazul en los comicios de ese año.

El próximo marzo el jefe de la Iglesia Católica, el papa Benedicto XVI, viajará a Guanajuato.

Para el investigador Édgar González Ruiz la visita de Joseph Ratzinger es una nueva intentona del PAN y de la jerarquía católica para incidir, desde esa zona de raigambre cristera, en las elecciones estatales y presidenciales de julio próximo.

“El único estado que visitará Ratzinger será Guanajuato, que se escogió por ser el más importante bastión del conservadurismo católico en el país. En ninguna otra entidad tienen tanta fuerza el PAN, la Iglesia católica y los grupos de ultraderecha, que utilizarán la visita papal para fortalecerse políticamente e influir en las próximas elecciones presidenciales”, asegura González Ruiz.

“Tiempo y lugar estuvieron muy bien calculados. No es ninguna casualidad que Ratzinger, después de casi siete años de pontificado, venga a Guanajuato precisamente en un momento electoral tan importante”, asegura.

Desde antes de que Felipe Calderón haciendo uso de su investidura como Presidente de México invitara al Papa Benedicto XVI a emprender un viaje a México previo a las elecciones presidenciales del 2012 con el fin de utilizar dicho viaje políticamente para la promoción del voto religioso, ya el PAN-Gobierno había emprendido la promoción del voto guadalupano en el Estado de México, utilizando descaradamente con fines políticos (¡todo se vale en la lucha del poder por el poder, al decir de los neofascistas!) y sin pena alguna la misma imagen de la Virgen de Guadalupe, agregándole a la imagen de la Virgen la frase: “¿Y Ella por quién votaría?”. La visita papal para promocionar en el 2012 un voto religioso favorable al PAN-Gobierno no es más que una continuación repetida de la misma táctica, excepto que esta vez fue llevada hacia el máximo extremo posible. La promoción panista del voto guadalupano a favor del PAN-Gobierno ha quedado documentada en varios trabajos como el siguiente:

¿Por quién votará la Virgen de Guadalupe?, la campaña de la ultraderecha
Jenaro Villamil
Agencia APRO
29 de junio del 2011

Entre los más de 9 mil espectaculares que se han desplegado en el Estado de México para promover a los candidatos, una imagen llamó particularmente la atención y ha generado un escándalo reciente: la de la Virgen de Guadalupe, acompañada por la frase “¿Y ella por quién votará?”. El espectacular llama a consultar el sitio en internet www.votocatolico.com (¿?)

Se trata de una organización de la ultraderecha católica que irrumpió en el tramo final de la campaña electoral para que en los comicios del 3 de julio los creyentes tengan “una nueva oportunidad para DEFENDER la vida en todas sus etapas”.

El organismo llama a votar en contra de Alejandro Encinas, candidato de la coalición “Unidos podemos más” por “defender el aborto, las uniones homosexuales y la legalización de la mariguana y otras drogas que no han sufrido su procesamiento químico”.

Sobre el candidato del PAN, Luis Felipe Bravo Mena, consideran que es el único que “se declara a favor de defender la vida desde la concepción, defiende el matrimonio tradicional entre hombre y mujer y se opone a legalizar las drogas”.

Sobre el candidato priista Eruviel Avila, de la coalición “Unidos por ti”, advierten que “se desconoce su postura sobre el aborto, la eutanasia y la legalización de las drogas. Dice respetar las uniones homosexuales”.

La campaña, desplegada esta semana, provocó el deslinde de la Conferencia Episcopal Mexicana, la condena de la representación del PRD en el Instituto Electoral del Estado de México, así como una posición indiferente de los consejeros de este organismo.

Horacio Duarte, representante del PRD en el IEEM, advirtió que presentarán una queja por considerar que en los espectaculares y en el sitio en internet desprestigian a Alejandro Encinas.

“Creo que es una estrategia desesperada, a unos días de las elecciones, para hacer esta campaña negra, sucia, que pretende denigrar al candidato”, afirmó Duarte.

Por su parte, el consejero del IEEM, Luis Carlos Villarreal, dijo que serán “respetuosos” de la libertad religiosa y descartó iniciar una investigación de oficio sobre esta campaña.

Luis Videgaray, coordinador de la campaña de Eruviel Avila, afirmó en Zumpango que el despliegue de los espectaculares es “incorrecto” porque “vivimos en un Estado laico”.

El secretario ejecutivo de Relaciones Públicas de la Conferencia Episcopal Mexicana, Manuel Corral, se deslindó de la campaña y consideró que “es un peligro porque induce al voto”.

Entre las cosas que mencionaba esta inducción política del “voto guadalupano”, aparecieron frases como las siguientes:

(1) La adopción por parejas homosexuales niega al niño el derecho de tener papá y mamá. (La realidad es precisamente todo lo contrario, ya que al negárseles a los homosexuales la posibilidad de adoptar niños huérfanos, la ultraderecha recalcitrante está diciendo: “Mejor que los niños huérfanos se queden huérfanos en el orfanatorio hasta que cumplan la mayoría de edad que tener una casa hogar sostenida por homosexuales”. Y el slogan no responde en lo absoluto al problema de qué hacer con niños concebidos por una pareja en la cual el papá y la mamá deciden “salir del closet” confesando el primero su homosexualidad y la segunda ser lesbiana. ¿Debe intervenir el Estado entonces para quitarles la patria potestad a los padres naturales de los niños si se llega a saber que los padres son homosexuales, convirtiendo a esos niños en “huérfanos obligados” con el aplauso de la ultraderecha reaccionaria? En realidad, eso es lo que quisiera la extrema derecha.)

(2) Al legalizar las drogas, la sociedad abandona al adicto. (A consecuencia de la costosísisma guerra contra las drogas emprendida por Felipe Calderón con el aplauso del Yunque y de la ultraderecha mexicana en general, ha quedado muy poco dinero en las arcas para poder ayudar al adicto y para costear programas de rehabilitación en instituciones oficiales así como para costear programas de investigación científica para el desarrollo de vacunas anti-drogas. Si alguien ha estado desprotegido con el arribo al poder de la derecha y la ultraderecha, ha sido precisamente el adicto.)

(3) El aborto legal mata a 42 millones de niños cada año en el mundo . (Mañosamente, y como el mismo slogan lo reconoce y acepta, la cifra incluye el número de abortos de TODO el mundo, no sólo de México en donde proporcionalmente el número de abortos realizados en México no llega ni siquiera a la centésima parte de los abortos legales practicados en el resto del mundo. Por otro lado, los abortos practicados “en el resto del mundo” incluye los abortos practicados en muchos países no-católicos como la India que dicho sea de paso es una de las naciones más pobladas del planeta y con uno de los mayores índices de pobreza extrema, o como en China, el país más poblado del planeta que tampoco es un país preponderantemente católico. ¿Qué es entonces lo que se propone y lo que se trae entre manos la ultraderecha mexicana, iniciar una “guerra santa” al estilo yihad musulmán en contra de todos aquellos países que por no ser católicos no comulgan tampoco con las ordenanzas que se toman como dogma sagrado en la Iglesia Católica en México? ¿Borrarlos de la faz del planeta por “impuros”? Y en última instancia, para el caso de México, en donde el único lugar en donde están autorizados ciertos abortos (no todos) bajo ciertas condiciones y circunstancias estipuladas por la Ley es en la Ciudad de México, no se ve por ningún lado a los oponentes más vocales de Pro-Vida tales como Jorge Serran Limón ofreciéndose a adoptar cada niño con la promesa solemne de darle manutención y educación a cambio de que se cumpla la sola condición de que el niño no sea abortado. En pocas palabras, ni en sueños tienen la más mínima intención de tomar responsabilidad de la carga que le quieren imponer a otros mediante la fuerza de un Estado en manos de la ultraderecha.

Quizá lo más aberrante del asunto es el que se esté tratando de apelar a las convicciones religiosas de los católicos mexicanos única y exclusivamente por cuestiones de poder terrenal, para sostener en el poder por los siglos de los siglos al PAN y al Yunque, sin posibilidad alguna de alternancia. Para eso querían que hubiera alternancia, para después negarla ellos mismos una vez posesionados del poder. Se trata simple y llanamente de quién controlará el poder, quién controlará al Ejército, quién controlará los dineros de la Nación, quién tendrá el derecho de espiar, vigilar y controlar las vidas de más de 100 millones de mexicanos. Y si la cuestión religiosa sirve para eso como en su momento le sirvió a los Reyes de España para mantener su dominio sobre sus súbditos en los tiempos del coloniaje español en América, pues los ultras de hoy no tienen el menor rubor de incorporar a la religión dentro de su agenda. ¿Y el precepto del mismo Maestro de Galilea, que advirtió a sus discípulos de dar al César lo que es de César y a Dios lo que es de Dios? Pues, en tal caso, los ideólogos de la extrema derecha mexicana han llegado a la conclusión de que ellos son más sabios que el mismo Jesús de Nazareth y que es necesario enmendarle la plana, siendo por lo tanto válido y legítimo el usar a la religión para decidir el control de la silla del César. Así razona la ultraderecha pura, sobre todo la ubicada en Jalisco desde donde parten las directivas para la conspiración nacional que está en marcha.) Debe entenderse perfectamente bien una cosa: En los planes ya no tan ocultos de la ultraderecha mexicana, no se trata de poner a la política al servicio de la religión y la fé religiosa, sino de utilizar a la religión y a la fé religiosa al servicio de la política, o más específicamente, al servicio de los políticos aglutinados en torno al fenómeno ultraderechista de México, se trata de tipos hipócritas y manipuladores en grado extremo cuya osadía y falta de respeto a los mismos símbolos religiosos que dicen respetar no dudan en manipularlos en aras de sus propios intereses. Y estos tipos no ven nada de malo en ello, al igual que los Inquisidores que no veían nada de malo en recurrir a algunos de los más exquisitos tormentos concebidos por la maldad del hombre para lograr arrancar la confesión de “los herejes y judaizantes”. Se trata de fanatismo puro. Quizá lo más aberrante es que este fanatismo se manifieste en morenazis entre los cuales muchos se proclaman guadalupanos sin querer darse cuenta de que ambas cosas son incompatibles como el agua y el aceite, ya que solo ven lo que quieren ver y cierran el cerebro ante todo lo demás que les contradiga en sus creencias estrafalarias.

Ya que el único lugar programado para recibir la visita del Papa en el 2012 era el ultraderechizado Estado de Guanajuato, en la ultraconservadora ciudad de León, cabe notar que, de acuerdo con estadísticas oficiales compiladas por el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), tras 20 años de gobiernos panistas el ultraderechizado Estado de Guanajuato no sólo sigue siendo uno de los principales expulsores de indocumentados hacia los Estados Unidos, sino que de hecho Guanajuato es el primer expulsor de migrantes (el segundo Estado expulsor de migrantes resultó ser otro Estado en donde la ultraderecha reina y controla a sus habitantes, el Estado de Jalisco, principal plataforma de la sociedad secreta Tecos que se encargó de promover en todo México la creación de células clandestinas de extrema derecha), lo cual confirma con hechos que la ultraderecha es muy buena para crear desempleo y hacer las condiciones de vida intolerables en los lugares en donde se ha asentado:

Guanajuato, primer expulsor de migrantes
Notimex
9 de marzo del 2011

El estado de Guanajuato se ubicó en el primer lugar nacional en expulsor de migrantes, por encima de entidades como Jalisco, estado de México y Michoacán, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

El coordinador estatal del INEGI en esta entidad, Jorge Humberto Dueñas Acuña, informó que el Censo de Población y Vivienda 2010 arrojó que en los últimos cinco años un millón 100 mil mexicanos salieron del país a otras naciones, de los cuales 118 mil son procedentes de Guanajuato.

En ese sentido, el funcionario federal explicó que por medio del mismo censo, se logró identificar que de las 118 mil personas que se fueron sólo 28%, 32 mil 480 personas, decidieron regresar a su lugar de origen.

Dejó en claro que el censo no contenía en su cuestionario una pregunta que definiera las causas de porqué se habían ido del país, por lo cual sería necesario contar con la opinión de otros especialistas para definir las causas del fenómeno.

En sentido contrario, el estado de Guanajuato se mostró como la entidad que tiene menor movilidad interna a nivel nacional al registrarse que sólo una persona por cada 100 se mueve de su municipio de origen a otro, dentro del mismo estado para trabajar.

En 2010, el segundo estado con mayor número de migrantes fue Jalisco, seguido de Michoacán, estado de México y Puebla.

Ante esto, la pregunta lógica es: si las cosas andan tan bien en el Estado de Guanajuato después de dos décadas de gobiernos de derecha ultraconservadores gobernando dizque con criterios cristianos, ¿por qué se están largando en masa sus habitantes hacia el extranjero? La cruda realidad que no quieren ver muchos guanajuatenses y muchos mexicanos enceguecidos por el fanatismo que les han metido en la cabeza es que, como consecuencia directa de más de una década del Panismo-Yunquismo en el poder federal, México al final de la primera década del nuevo milenio estaba convertido en el principal expulsor mundial de migrantes muertos de hambre hacia los Estados Unidos, y los principales expulsores resultaron ser precisamente los Estados con mayor presencia de la extrema derecha en los gobiernos estatales. ¿Todavía habrá quien crea, confrontado por estos datos, que las cosas van a mejorar si se consolida una dictatura fascista en México bajo un disfraz de democracia simulada? Pues, por increíble que parezca, , de eso trata precisamente el fanatismo ultraortodoxo, ilógico por naturaleza propia.

El investigador Edgar González Ruiz citado en el editorial anterior elaborado por Rodrigo Vera ya había expuesto anteriormente una síntesis del terrible fenómeno político que se está viviendo en México, especialmente en el Yunquificado Estado de Guanajuato, en donde hordas de ultraconservadores han tomado control de las riendas políticas de dicho Estado al igual que los ultraderechistas de Guadalajara lo han hecho con el Estado de Jalisco:

Nazis cristeros
Edgar González Ruiz
Revista Contralínea 251
18 de septiembre del 2011

Los Nazis siempre han tenido simpatizantes en México. Hoy en día, existen agrupaciones pronazis, con presencia en internet y algunas entidades. Se pueden distinguir ciertas vertientes: por un lado, los nazis “ortodoxos”, que siguen fielmente las ideas originales de Adolf Hitler; por otro, los nazis “revisionistas”, que adaptan las doctrinas nacionalsocialistas, basadas en el militarismo, la dictadura e ideas de superioridad racial, a la realidad del país, con su pasado prehispánico y su herencia colonial, de hegemonía católica. Estos nuevos nazis se declaran católicos, son aliados de la Iglesia en temas como el aborto y el rechazo a los homosexuales, y a veces recurren a la simbología cristera, guadalupana y conservadora; así, algunos de ellos rinden culto a Maximiliano I de Habsburgo.

Como era de esperarse, muchos militantes del nazismo simpatizan especialmente con proyectos del gobierno de Felipe Calderón, la militarización del país y la desmesurada importancia que el panismo otorga a la llamada “guerra” contra la delincuencia.

Ayer y hoy

Desde la década de 1920, las tendencias totalitarias que conformarían posteriormente las potencias del eje conocido como Roma-Berlín-Tokio, o la Alianza del Eje, encontraron simpatizantes entre los sectores derechistas.

En 1929, el arzobispo Leopoldo Ruiz y Flores pedía en una carta privada “que Dios nos dé un Mussolini”, dada la cercanía que en ese entonces tenía el gobierno fascista con el clero católico; el piso de la Catedral de Tampico, inaugurada en 1931, fue decorada con cruces gamadas que ostenta hasta la fecha; el catolicismo conservador fue decididamente partidario del dictador Francisco Franco, aliado de Hitler y del autócrata, Benito Mussolini.

Los cristeros que subsistían en la época del cardenismo –que asesinaban a maestras rurales y quemaban escuelas–, se identificaban como franquistas, partidarios de una dictadura católica, como la que existía en España. El movimiento sinarquista y miembros del incipiente Partido Acción Nacional –fundado en 1939– tenían afinidades con el fascismo y el falangismo (corriente política muy próxima al fascismo y al nazismo, que floreció en España durante la década de 1930). A su vez, los servicios de inteligencia de México y de Estados Unidos documentaron las actividades de los “quintacolumnistas” de esa época.

El general y empresario, Juan Andreu Almazán, candidato a la presidencia de México en 1940, era partidario decidido de los nazis: llegó a afirmar que su “corazón pertenecía a los nazis” y era uno de los principales donantes del Partido Nacional Socialista en la Ciudad de México (Juan Alberto Cedillo, Los nazis en México).

Con la derrota de la alianza del Eje, perecieron las esperanzas de quienes habían creído en la instauración de un orden mundial hitleriano, pero el nazismo siguió teniendo ideólogos y partidarios en México.

Salvador Borrego Escalante

Uno de los principales autores de literatura pronazi, desde la década de 1950, es el mexicano Salvador Borrego Escalante, autor de Derrota mundial, que cuenta con más de 40 ediciones en su haber. El libro, que en las décadas de 1960 y 1970 se usaba como texto de historia en las escuelas confesionales, plantea que la derrota de la Alemania nazi había sido la del mundo entero. Borrego fue amigo y colaborador de Salvador Abascal Infante, dirigente histórico del sinarquismo y padre de Carlos Abascal, exsecretario de Gobernación durante el gobierno de Vicente Fox.

A la fecha, Borrego sigue escribiendo libros sobre temas políticos, ideológicos y militares. Éstos tienen una gran influencia en algunos círculos nazis, incluso en países como España. Algunos famosos nazis, como Pedro Varela Geiss, han visitado México y participado en conferencias y eventos conjuntos con Borrego (http://www.youtube.com/watch?v=UwutVVZwywk).

En México, uno de los grupos que se identifican como “nacionalsocialistas” y que hacen alusión a la obra de Salvador Borrego es el llamado Brigadas Fascistas de México, radicalmente antisemita. Se declaran contra “el modelo neoliberal usurocrático de corte sionista” (sic) (http://www.paginasprodigy.com/eolmos74/acercadenosotros.html)

Skinheads guadalupanos

Existen grupos nazis como Mujer Criolla y Orgullo Criollo que enfatizan la supremacía de la raza blanca, incluso en una nación como México, con sus raíces prehispánicas (paradójicamente advierten en sus páginas web: “¡Este foro es sólo para gente de raza blanca!”). Actualmente está en boga el “nazismo católico” donde los pronazis se presentan como defensores del catolicismo conservador y herederos de los cristeros. Tal simbología se retoma, por ejemplo, de la página web del llamado Frente Nacional México Skinheads (http://frentenacionalmexico.blogspot.com/), donde, junto a Hitler, aparecen Agustín de Iturbide, la Virgen de Guadalupe y los cristeros, además de Anacleto González Flores (laico y dirigente moral de la rebelión cristera, reconocido tanto por su resistencia en contra del gobierno de Plutarco Elías Calles y en pro de la Iglesia). Así, el nazismo en México enarbola símbolos e ideas de la derecha católica tradicional, que incluyen el antisemitismo y el rechazo a la masonería.

El 16 de mayo de 2010, esos skinheads convocaron a un congreso nacional en un bar de la ciudad de Tizayuca, Hidalgo. Hay que aclarar, sin embargo, que no todos los llamados skinheads son pronazis, sino que hay los que se oponen totalmente a esa ideología e, incluso, son de tendencias anarquistas.

Los intentos de los nazis por aliarse con las fuerzas católicas han sido recurrentes. Hace unos años, grupos pronazis se unieron a las campañas del conservadurismo católico contra la despenalización del aborto en la ciudad de México. A mediados de 1990, se manifestó públicamente en el Distrito Federal el grupo nazi Misión Nacional, que apoyaba protestas de católicos contra los “espectáculos irreverentes”, como calificaban, por ejemplo, a la obra de teatro “El concilio del amor” (del escritor alemán Oskar Panizza) Algunas tiendas y puestos de reliquias militares, por ejemplo, en La Lagunilla, son lugares de reunión de admiradores de Hitler.

“Amigos del Ejército”

En 1995, una serie de reportajes publicados en El Financiero (Linaloe R Flores, “Adolfo Hitler intenta renacer en México”, 10 de mayo de 1995; “Los ejércitos fanáticos del nazismo mexicano”, 11 de mayo; y “El México de los neofascistas”, 12 de mayo) puso al descubierto las actividades de varios grupos y personajes pronazis.

En la investigación se menciona, por ejemplo, a Carlos Roger, entonces dirigente de la filial mexicana del grupo pronazi y franquista Círculo Español de Amigos de Europa, fundado en Barcelona en 1966. Se señala también las tertulias nazistas organizadas por Hannerl Goessler, “escritora de origen alemán que perteneció a las juventudes hitlerianas”.

Los Amigos del Ejército era otro de los grupos de carácter paramilitar, y que reclutaba a sus adeptos, muchos de ellos adolescentes, en la colonia Lomas Taurinas, de Tijuana, Baja California. En 1995, a un año del levantamiento armado de Chiapas, los pronazis pregonaban una política de “mano dura”, derechista y militarista, como la que actualmente sigue el gobierno de Felipe Calderón.

Así se expresaba en aquella época el ultraderechista José Ignacio Vasconcelos, hijo del célebre escritor y político. Murió a los 96 años, el 30 de junio de 2009; autor de varios libros de tendencia hispanista (Medio milenio de hispanidad americana y La doctrina de la hispanidad americana, entre otros) hasta su muerte fue presidente de la Agrupación Reyes Católicos. En los mencionados reportajes se hace notar la simbiosis entre catolicismo y nazismo que prevalecía ya entre grupos extremistas, al grado de que, luego del saludo nazi, el segundo punto de una reunión de ese género es la invocación religiosa. “Los invitados rezan un padre nuestro o alguna oración a la Virgen de Guadalupe, cuya imagen suele estar presente en el encuentro”.

Panazis

El contexto político de México, a partir de 2006, ha sido especialmente favorable para las ideas radicales de la derecha, dado que vivimos bajo un gobierno impuesto mediante tácticas agresivas, que desdeñó las normas electorales, y que desde entonces ha seguido la tendencia de militarizar el país, con pretextos como el de la lucha contra el narco.

Los nazis son militaristas por naturaleza, por lo que en páginas como las del autodenominado Partido Nacionalsocialista de los Trabajadores de México encontramos mensajes como éste: “Saludos hermanos, les hago una cordial invitación para asistir al desfile militar este próximo 16 de septiembre, debemos dar nuestro saludo y respeto a nuestro glorioso Ejército mexicano. ¡Viva el orgullo criollo de México, Sieg Heil Hitler!” (sic).

La Organización por la Voluntad Nacional es otro grupo mexicano de tendencias afines al nazismo, pero adaptadas al contexto nacional. Por ejemplo, se declaran partidarios de la hegemonía católica y rinden culto a Maximiliano I de Habsburgo, en el Cerro de las Campanas, donde fue fusilado. Además, simpatizan abiertamente con las directrices militaristas de Calderón, y con su pretendida “guerra contra la delincuencia”. En su ideario encontramos los siguientes planteamientos: “El fortalecimiento de las Fuerzas Armadas, garantes de la seguridad y prestigio de la nación: alentar la producción de armamento moderno en el territorio nacional…”; “guerra a muerte contra el crimen: guerra total contra la delincuencia con grupos de elite bien armados…”; e instauración de la pena de muerte. Esos nazis, afines al actual gobierno panista, proponen también limitar las protestas públicas, con el pretexto de que pueden propiciar el “vandalismo”.

Otra evidencia de la fuerza que bajo el predominio político de la derecha, podrían llegar a alcanzar esas tendencias agresivas, fue el ataque contra los emos en Querétaro y en el Distrito Federal, en 2008; a éstos, sus detractores, identificados con ideas derechistas de “superioridad”, los estigmatizaban como “débiles” y “desadaptados”.

El artículo anterior documenta ya sea la ignorancia crasa y supina de quienes militan en las filas de la ultraderecha mexicana como es el caso de las Brigadas Fascistas de México cuando se declaran abiertamente contra “el modelo neoliberal usurocrático de corte sionista”, o la hipocresía cínica de sus militantes, habido el hecho de que el modelo económico neoliberal a ultranza es precisamente el modelo económico que fue adoptado por el gobierno panista-Yunquista de Felipe Calderón. ¿Pues no habían dicho estos hipócritas en su propaganda visceral del 2006 que el socialista Andrés Manuel López Obrador era “todo un peligro para México”, cuando López Obrador quería adoptar como modelo económico para México precisamente el mismo modelo económico que el que fue adoptado por el socialista Luiz Inazio Lula da Silva, el cual permitió que en medio de una recesión económica mundial Brasil se levantara para constituirse en una superpotencia económica mundial a la vez que México se hundía? ¿Quién los entiende?

La agresividad con la cual ha procedido desde la Presidencia de la República el títere circunstancial de los poderes fácticos que lo instalaron en la silla presidencial es notoria. En vez de llevar a cabo una limpia total de las dependencias federales -sobre todo las dependencias críticas para la seguridad nacional- de todos aquellos elementos y caballos de Troya al servicio no de México sino de sociedades secretas que operan bajo una agenda bien definida cohesionadas bajo una ideología neo-fascista perfectamente identificada y falaz, el Señor Presidente haciendo uso del poder que aún le queda ha estado metiendo sus manos hasta el fondo en el proceso electoral del 2012 para garantizar la continuidad de la conjura urdida a espaldas de los mexicanos con un tercer sexenio de PAN-Gobierno en la silla presidencial que esperan sirva como preludio de muchos otros sexenios adicionales de PAN-Gobierno sin alternancia alguna a la vista, a través de acciones tales como la politización de la justicia y la judicialización de la política.

En su propaganda visceral, los acólitos de la extrema derecha gustan de citar repetidamente algunas de la prácticas instauradas por las dictaduras creadas bajo el modelo económico comunista tipo bolchevique, dictaduras calificadas como “dictaduras de Estado”, y entre las cosas que les critican a los comunistas de línea dura, no sin faltarles algo de razón en ello, están el predominio casi total sobre los derechos individuales de los ciudadanos. En efecto, señalan cómo en la ya desaparecida Unión Soviética la policía del Estado podía irrumpir en la casa de cualquier ciudadano sin orden judicial en mano como la que se acostumbra expedir en los países occidentales por algún Juez competente cuando el Juez al serle presentadas evidencias suficientes de que se amerita una introducción forzada a la casa de un individuo por ser el presunto responsable de la comisión de algún delito en contra de la sociedad y/o el Estado. Otra de las cosas que señalan, también sin que les falte razón en ello, es (o mejor dicho, era, porque agencias como la difunta KGB ya pasaron a los libros de Historia) el uso de una policía secreta compuesta por un ejército de agentes sin rostro vigilando y espiando a la ciudadanía las 24 horas del día. Precisamente despotricando en contra de tales prácticas comunistas, los paladines de la derecha ultraconservadora de México se presentaban (y se siguen presentando) como “salvadores” advirtiendo: “Mexicano, si permites que el comunismo se apodere de México, se acabará para siempre la libertad de la que actualmente gozas, y vivirás en la esclavitud que se practica en los países comunistas, se instaurará una policía secreta de la cual podrán formar parte inclusive hasta tus mejores amigos y tus propios familiares, los cuales actuarán como “soplones” y podrán denunciarte por tu forma de pensar sobre todo si es una forma de pensar libertaria opuesta a la esclavitud practicada por el Estado. Y los agentes de esta policía secreta podrán entrar a tu casa a cualquier hora, en cualquier momento, para detenerte, sin que haya orden judicial de por medio, sin que haya prueba alguna en contra tuya que justifique la violación de tu espacio privado. Será como vivir en el infierno. Es por ello que te debes unir a nosotros, para combatir en contra del comunismo ateo y esclavizador. ¡Unete a nosotros! Salvemos a México de ser convertido en una dictadura totalitaria”. Toda esta propaganda sazonada, desde luego, con la fantasía ultraderechista de “la gran conspiración judía masónica comunista” para asustar a todos los tarugos susceptibles de ser asustados y de ser llevados inclusive a la histeria anticomunista con esta propaganda falaz basada en un sinnúmero de mentiras y distorsiones.

Si los derechistas ultraconservadores como los antisemitas militantes neo-Nazis del Yunque repetían esto a todas horas del día, lo lógico es que, por simple congruencia entre los dichos y las acciones, ellos mismos actuarían como el principal valladar en contra de estas prácticas de Estado en los regímenes comunistas que tanto criticaban, y que eso sería precisamente lo que harían una vez que llegaran al poder. ¿Había alguna razón para esperar que no practicaran lo que tanto pregonaban?

Pues bien, el jueves 22 de septiembre del 2011 los medios dieron a conocer una iniciativa de ley presentada por el Presidente de México Felipe Calderón, faltando “cuarto para las doce” con casi cinco sextas partes de su gobierno de triste memoria consumidas en una “guerra” costosísima en contra del tráfico de drogas, en la cual propuso (y esto no es ninguna broma ni chiste de mal gusto) cateos e indagatorias sin orden judicial. En efecto, y en algo que no parece ser producto de una borrachera como las que le atribuyen sino el resultado de un plan premeditado deliberadamente, Felipe Calderón envió a la Cámara de Diputados una iniciativa de nuevo Código Federal de Procedimientos Penales que autoriza detenciones “en caso de urgencia” e incorpora un sistema de “investigación sin autorización judicial”, que incluye el cateo de domicilios por denuncia anónima

Cualquiera que pueda leer entre líneas puede darse de lo que ocurriría si esta iniciativa de ley fuese aprobada. Alegando una denuncia anónima, incomprobable, los agentes al servicio del Estado tendrían la autoridad de poder meterse a la casa de cualquier ciudadano, CUALQUIERA, aún sin contar con una sola prueba en sus manos que lo haga sospechoso de nada. Ya no sería necesario recurrir ante un Juez para justificar la invasión de un domicilio privado. Pero en su amañada iniciativa de ley, Felipe Calderón fué aún más lejos. Propuso también la conformación de un cuerpo de “agentes infiltradores”. Lo cual, en manos de regímenes emanados de la derecha y la ultraderecha de México, sería el equivalente de autorizarles la conformación de un ejército de espías y soplones para estar vigilando de cerca las actividades de todos los “enemigos potenciales del Estado”. Pero... ¿acaso no era todo esto lo mismo que se practicaba en los países comunistas afiliados al bloque soviético, acaso no era lo mismo que aquello que tanto les criticaba la ultraderecha conservadora de México a los comunistas? Con la diferencia de que cuando la Unión Soviética se colapsó y el comunismo soviético desapareció, también desapareció la policía secreta soviética KGB junto con sus prácticas. Y en cambio en México, al ocurrir precisamente lo contrario, al arribar al poder las fuerzas ultraconservadoras de México se quiere implantar precisamente lo mismo que lo que tanto le criticaban (despiadadamente) a los comunistas. O sea que mientras que los rusos tuvieron el valor y el coraje de reformar su sistema de gobierno, en México la ultraderecha hace lo posible para que todo vaya “hacia atrás”, al igual que el cangrejo, llamándole de cualquier manera a esto “progreso”.

Bueno, en rigor de verdad, en donde ha gobernado la extrema derecha se han instalado dictaduras autocráticas con poderes omnímodos en las cuales el Estado tiene todo el derecho y todo el poder y todas las facultades para pisotear los derechos más fundamentales de cualquier individuo, y el régimen del Nazi número uno de Alemania Adolfo Hitler es el mejor ejemplo de ello, con su creación de la policía secreta Gestapo bajo la supervisión de un demente del calibre de Heinrich Himmler. Y ya ni se hable de otras dictaduras como las de Alfredo Stroessner, Francisco Franco, Augusto Pinochet, y otras cortadas con la misma tijera.

Para dulcificar sus aberrantes propuestas, Felipe Calderón incluyó otras cosas en su iniciativa de ley, tales como la presunción de inocencia. Sin embargo, estas propuestas no son nada nuevo, porque de hecho ya están incluídas en las leyes actuales. Lo que falta es que se hagan efectivas, algo que Felipe Calderón no parece querer como lo demuestran escándalos públicos tales como la detención ilegal del empresario de Baja California Jorge Hank Rhon y los intentos por refundirlo en la cárcel a como diera lugar pasando por encima de las leyes en vigor.

En lo que concierne a todos los neo-panistas-Yunquistas, se requiere ser sumamente cínico e hipócrita para pretender seguir negando que han estado laborando sin cesar noche y día para el desmantelamiento total del Estado laico que tanto trabajo costó construír, de lo cual dá fé el siguiente trabajo:

Buscan desmantelar el Estado laico
Irma Ortiz
Revista Siempre!
7 de enero del 2012

Entrevista a Eliézer Gutiérrez Avelar, Ministro de Comunicación Social de La Luz del Mundo

Las reformas al artículo 24 constitucional aprobadas por la Cámara de Diputados el pasado 15 de diciembre constituyen en opinión de representantes de diversas Iglesias en México, laicistas y liberales y especialistas en religión, un intento por desmantelar el Estado laico en México.

Estas reformas, se advierte, no responden a un reclamo popular o a las necesidades fundamentales de los mexicanos, de quienes practican sus creencias religiosas sin problemas, sobre todo después de las reformas de 1992 a los artículos 3, 24, 27 y 130 constitucionales.

En respuesta, se argumenta que las recientes modificaciones aprobadas en la Cámara de Diputados pretenden realinear el texto con tratados internacionales y el respeto de los derechos humanos, lo que ha obligado a cuestionamientos como cuándo se convirtió en un derecho humano recibir educación religiosa o poseer medios de comunicación electrónicos.

Otros, como el investigador en religiones Elio Masferrer, dan una visión política, al señalar que la presencia del papa Benedicto XVI en México coincide con el inicio de las campañas políticas en nuestro país y podría incidir en cerca del 40 por ciento de los votantes que decidirán quién será el próximo jefe del Ejecutivo.

Representantes de la Iglesia evangélica y de otras asociaciones religiosas han anunciado que, si el Senado de la República no rechaza estas reformas, formarán un frente para impulsar una controversia constitucional y frenar las modificaciones a nuestra carta magna.

La posición de la Iglesia La Luz del Mundo sostiene que este cambio constitucional tiene como trasfondo cumplir las exigencias de la Iglesia católica para resucitar la instrucción religiosa en las escuelas públicas, participación del clero en política electoral, uso y posesión de medios electrónicos, tal como lo señala a Siempre! el ministro nacional de comunicación social, Eliézer Gutiérrez Avelar.

¿Su opinión a las reformas al artículo 24 constitucional en la Cámara de Diputados?

La Iglesia de La Luz del Mundo ha hecho pública su posición en desplegados aparecidos en diversos medios de comunicación donde lo primero que hicimos cuando escuchamos que se daba el debate, fue pedir precisamente que se discutiera un artículo neurálgico de nuestra Constitución que se refiere a las libertades espirituales, internas de la persona, para creer o no creer; que no fuera una situación que se diera en un proceso fast track sin generar mayor discusión y análisis.

Siendo un artículo tan importante que tiene que ver con la conciencia, con las creencias de los individuos, debiera de ser un debate amplio donde se invitara a todos los actores, lo cual lamentablemente no sucedió y fue un procedimiento según se ha filtrado en medios de comunicación sui generis, que viola todo tipo de procedimientos en la comunicación, cuando se subió al pleno y se ignoró el reglamento que debió haberse respetado.

Hubo, parece ser, acuerdos de conveniencia y nos parece que algo tan importante como nuestras libertades no deben de ser negociadas, ni sujetas a un acuerdo de cúpulas.

Una vez que se dio la discusión y se votó de esa manera, investigamos cuál sería la verdadera intención de hacer un procedimiento tan rápido, ignorando el procedimiento y sin abrirse a discusión amplia, revisamos la gaceta parlamentaria, la página electrónica en la votación del día, y nos topamos con el proyecto de decreto para la reforma del 24 constitucional…

Trasfondo de la reforma

Encontramos la intención del grupo que propone y que la signan los nombres de los diputados aparecen en la página y nos manifiestan la intención, porque este proyecto de decreto fue aprobado en la comisión de Puntos Constitucionales con 16 votos a favor de fracciones parlamentarias del PRI y del PAN y reflejan la intención. Lo voy a leer…“con estas premisas, es posible entender la necesidad de revisar el artículo 24 de la Constitución para que de manera explícita se reconozca el derecho a la libertad religiosa”.

Si la intención del grupo proponente es que un término tan noble expresamente reconocido en la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público como el de libertad religiosa quede plasmado como un derecho humano fundamental, nos preguntamos, ¿ésa es la verdadera intención?

Sigo leyendo… “es posible entender la necesidad de revisar el artículo 24 constitucional para que de manera explícita se reconozca el derecho a la libertad religiosa”, ¿sólo eso?, no, señalan “…a la luz de él se requerirá tanto la revisión de los artículos 3, 5, 27 y 130 de la Constitución”.

Es en estos artículos donde se delinea el perfil y el carácter de la laicidad del Estado mexicano, luego entonces la intención de esta reforma es que esto no se conociera, que no fuera expresamente manifestada a todos los sectores sociales. Que la votación se diera de la manera en que se dio y la intención es, y sigo leyendo “… sin embargo, por el momento sólo existen condiciones para concretar la reforma al artículo 24 constitucional”.

La intención es plasmar en el artículo 24 el término de libertad religiosa para que desde éste, haciendo una visión parcial, manipulada, cuando llegue el momento y existan las condiciones hacer la revisión de los otros artículos: el 3 y plantear: educación religiosa en los planteles públicos y ¿luego qué?, propiedad de medios masivos de comunicación. Posteriormente la posibilidad de que los ministros de culto participen activamente en política.

Es decir, el proyecto real de la reforma según manifiestan en el proyecto de decreto que existe en la gaceta parlamentaria, no es otra que el desmantelamiento del Estado laico y naturalmente estamos en contra de que eso suceda, porque éste constituye el piso firme que garantiza todas las libertades.

Aclaro, estamos de acuerdo con la libertad religiosa, sí, pero en el marco de un Estado laico. No estamos conformes con una libertad religiosa que ignora el Estado laico, una libertad religiosa que para existir cancela otras libertades. Hay partes que quisiera resaltar, cuando se habla de la libertad de difusión de los credos, ideas u opciones religiosas, dice “…la comunicación de las convicciones religiosas puede asumir formas diversas, en términos generales, régimen jurídico de este derecho en las constituciones se ajusta a las reglas comunes sobre la libertad de expresión, en consecuencia este derecho debe ejercerse sin restricciones o censuras previas”. Es decir, debe de ser amplísimo, ¿para qué?, para que se puedan poseer medios masivos de comunicación, y si nos vamos, por ejemplo, en el caso de la educación religiosa también hay formas para el derecho a la formación religiosa de los miembros de una Iglesia o grupo religioso, es el derecho a educar religiosamente, ya sea en reuniones o ceremonias, en centros especializados, a los miembros de una determinada confesión religiosa.

¿Será solamente lo que se pretende dar en los espacios de culto o quizás también turnarlo a las escuelas públicas?, es a lo que se refiere el artículo tercero de la constitución.

Llama la atención que se den estas reformas cuando se avecina la visita del papa Benedicto a México y cuando el país tiene tantos problemas como la violencia y una paz sujeta con alfileres.

Soy mexicano y las personas que nos leen saben que tenemos necesidades muy importantes en el país, tenemos un problema de seguridad pública severo, lo vemos todos los días en los medios de comunicación. Tenemos un problema de inequidad, muy grande, que genera condiciones de pobreza extremas; México tiene requerimientos muy importantes y precisos.

La pregunta es: ¿será realmente conveniente que todo eso quede desplazado de la discusión legislativa para que en este momento se reforme el artículo 24 de la Constitución?, es decir, ¿necesitamos en este momento que vive el país garantizar expresamente la libertad religiosa?, ¿es la prioridad nacional de todos los mexicanos?, cuando ya está debidamente reglamentado y el derecho está consignado en la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público, que es el contenido en la Constitución que se refiere a la cuestión de la religión y de las creencias.

¿Será realmente tan importante? O surge la duda que usted plantea o será solamente que es en la próxima visita que viene el dirigente de la Iglesia católica para presentarle un regalo. Creo que esa reflexión debemos de hacer y el Senado de la República tiene la voz en ese sentido.

No somos los únicos inconformes, hay una serie de intelectuales, de líderes de opinión, de escritores que en el mismo sentido consideran que es una reforma no oportuna, que no es clara en cuanto a sus intenciones y no debe de darse de esta manera.

Existen muchos otros pendientes en el país y sobre todo, creo que hay conciencia. Ojalá y la haya realmente porque el México que llegamos a ser con todas nuestras limitaciones y pendientes ha costado mucho. Hay que recordar que tenemos una avenida que se llama Paseo de la Reforma, con una intención: recordar a todos los mexicanos que fue necesario una guerra para quitarle a un grupo que detentaba el poder y competía con el Estado, no a favor de las mejores causas de los mexicanos, no, en contra de éstas, que son las libertades.

Fue necesaria una guerra, un movimiento intelectual, un proceso legislativo que concluyó en una etapa del país que le dio forma a México, por eso es que la ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público en su primer artículo dice algo que es verdad, no hay ninguna intención de hacerle daño a nadie, es reflejar lo que ha pasado, el principio histórico de la separación Estado-Iglesias.

Que México sea laico obedece a un principio histórico, el que tengamos los artículos 3, el 24, el 27 y el 130, como están consignados, no obedece a una situación de casualidad, sino es el resultado de conquistas, de luchas, sangre.

Nos ha costado mucho a los mexicanos llegar a la posibilidad de tener nuestro propio certificado de nacimiento sin que lo consigne una asociación religiosa; tener nuestro propio certificado de matrimonio sin que esté supeditado a los cánones de una asociación religiosa. Vivir en algún lugar, en alguna tierra, con el derecho a nuestra propiedad, sin pagar rentas por ello.

Las leyes de Reforma tienen mucho que ver con el resultado de nuestro país, posibilitaron la creación del Estado laico mexicano y éste es el piso firme que garantiza la libertad no solamente para los creyentes en el ejercicio de su libertad, también para aquéllos que optan voluntariamente por no creer, porque así conviene en el ejercicio de su libertad, a sus expectativas.

Lo que garantiza la libertad de unos y de otros es el estado laico; como religiosos, reitero, estamos de acuerdo con la libertad religiosa, por supuesto que sí, pero siempre en el marco del Estado laico.

Derechos humanos

El Estado laico garantiza libertades, la ausencia del Estado laico necesariamente atenta contra las libertades. Pensar que debilitar un Estado laico amplía libertades, no es cierto. En la actualidad en nuestro país y en el mundo, se habla mucho de derechos humanos, de derechos fundamentales, pareciera ser ahora en el discurso de algunos actores sociales que los grupos de poder siempre han reconocido los derechos humanos.

Lo que hoy conocemos como derechos humanos o derechos fundamentales han sido conquistas de las minorías. Sí, las mayorías nunca le han dado a las minorías derechos, no, eso no es cierto, las mayorías siempre han supeditado a las minorías. Les han cancelado todos los derechos que han podido, el derecho de una forma de expresión conveniente a su etnia cultural; el derecho a una religión; el derecho a vivir como a ellos convenga; el derecho a tener el nombre que ellos quieran tener.

Poco a poco, las minorías han ido logrando conquistar derechos, a la vida, a la religión; derecho al trabajo, a la educación, a vivir de una manera digna, son conquistas de las minorías a las mayorías. Haciendo ahora una perversión, creo yo, de esas situaciones, se llega a decir: es que las mayorías lo pueden todo en la democracia.

No, en democracia hay algo que las mayorías no pueden hacer, ¿qué no pueden hacer los más contra los menos?, no pueden aniquilarlos, ni extinguirlos, la democracia tiene un límite y ese límite son los derechos humanos.

Las mayorías pueden todo, sí, pero siempre reconociendo a las minorías. La doctrina jurídica que norma ese marco, que ahora parecerá tan auténtico, tan genuino, no siempre ha estado ahí. La doctrina jurídica que garantiza esos marcos, esas difíciles relaciones entre los más y los menos, entre los que creen y los que no creen, entre los que creen de esta manera y los que creen de aquella otra.

La doctrina jurídica que garantiza eso es la laicidad, y la forma de Estado que nos garantiza esa posibilidad de vivir con libertad es el Estado laico. Atentar contra el Estado laico, es atentar contra nuestras libertades.

Se ha afirmado sin ambages en otros trabajos previos que los conspiradores que están montando en México un gobierno paralelo secreto con la finalidad eventual de imponer sus agendas ocultas sobre toda una nación tienen todas las intenciones del mundo de regresar al país a otros tiempos de mala memoria que se creían ya superados. Sobre esto, otro articulista del mismo medio de comunicación que el anterior nos tiene que decir lo siguiente:

Marcha atrás al reloj de la historia
Oficio de tinieblas
Raúl Jiménez Vázquez
Revista Siempre!
7 de enero del 2012

Se dice que antes del presidente Benito Pablo Juárez García, México era meramente un alboroto de facciones, y que después de él, fue simplemente la Patria. Sin lugar a dudas, este enunciado alcanza su máxima expresión con la edificación del Estado laico al calor de las históricas Leyes de Reforma.

El hondo significado de dicho cuerpo normativo aparece destacado en una epístola que el Benemérito dirigió a su yerno Pedro Santacilia: “Lo más importante que contiene es la independencia absoluta del poder civil y la religión. Para mí estos puntos eran los capitales que debían conquistarse en esta revolución y si logramos el triunfo me quedará la satisfacción de haber hecho el bien a mi país y a la humanidad”.

De las Leyes de Reforma destaca la Ley sobre la libertad de cultos promulgada el 14 de diciembre de 1860. El héroe de Guelatao concedió a este ordenamiento una importancia apreciable en una misiva enviada a su paisano Miguel Castro: “No se puede derogar ni una letra porque sería atentar contra la Reforma, sería desvirtuar la más preciosa conquista de la revolución”.

Se está perfilando un golpe de ariete a esas vigas maestras del laicismo. La visita del papa Benedicto XVI pretende ser aprovechada para lograr en definitiva el reconocimiento constitucional de la ambigua noción de la libertad religiosa ¾la cual es entendida por las jerarquías eclesiásticas como el derecho natural de expandir sus privilegios terrenales e influir en la vida pública¾, en sustitución del recio concepto juarista de la libertad de cultos.

No se trata de un cambio inocuo. En el núcleo de la libertad religiosa subyace el derecho de los padres a educar a sus hijos según su credo religioso y así la derecha podrá exigir que en los planes y programas de estudios de las escuelas públicas se incorporen contenidos religiosos. En tal caso, la educación que imparte el Estado dejará de ser universal, democrática y libre de prejuicios; tendrá un sesgo netamente confesional y con ello se vaciará de contenido la decisión política fundamental de la república laica preconizada por la Cámara de Diputados al votar la adición al artículo 40 de la Ley Fundamental.

El proceso de expansión de la libertad religiosa acarreará el reclamo de la difusión masiva de creencias y liturgias mediante la detentación de concesiones de radio y televisión. Los ministros religiosos podrán ser votados para cargos de elección popular. Las normas emanadas del Estado de derecho podrán ser inobservadas o desacatadas por motivos de objeción de conciencia, aduciendo que atentan contra la libertad religiosa, por ejemplo, en materia de abortos permitidos por la ley.

Así pues, salta a la vista el inminente fortalecimiento de un factor real de poder, un poder fáctico que está en plena competencia con el Estado laico, cuyo febril apego a lo material y abierto cariz político muy poco, virtualmente nada, tiene que ver con el credo primigenio proclamado por Jesús de Nazaret, el humilde carpintero de Galilea.

Próximos al Día de Reyes, uno de los más hermosos arquetipos jungianos que nutren el inconsciente colectivo, es oportuno reivindicar y traer al presente, al aquí y ahora, esas portentosas raíces espirituales. Artaban, el cuarto Rey Mago, maravilloso cuento del escritor estadounidense Henry Van Dyke, puede ser útil para ese propósito.

La leyenda narra el viaje mágico de los tres Reyes Magos de Oriente venidos desde muy lejos, guiados por una estrella, para llevar regalos a un niño recién nacido en un humilde portal de Belén. También sugiere que había un cuarto Rey Mago, del cual nunca se ha sabido nada, que igualmente vio la luminosa señal e inició el largo y penoso viaje para reunirse con los otros reyes, cargando valiosos regalos.

Los tres Reyes Magos no tuvieron dificultad alguna para llegar a Belén, sin embargo, Artabán sólo tuvo problemas. En primer lugar se encontró a un exiliado hebreo enfermo, abandonado y muriéndose en el desierto; al verlo, hubo de detenerse y lo atendió piadosamente; esta dilación ocasiona que falte a su cita con los otros Reyes Magos y consecuentemente no está presente aquella primera Navidad.

Aún así, él sigue viajando. Poco después entregó uno de los regalos destinado al Niño Jesús a fin de salvar la vida de otra criatura que, de acuerdo con el decreto de Herodes, había sido condenada a morir. Una y otra vez Artabán atiende a los desvalidos, consuela a los oprimidos, conforta a los presos y da de comer a los hambrientos.

El Rey Mago se halla desesperado y cansadísimo. Ha dedicado al viaje treinta y tres años de su vida y al final se encuentra solo en el Gólgota. Ahí descubre que el Hijo de Dios, a quien se dedicó a buscar desde muchos años atrás, ha sido condenado a morir en la cruz. De inmediato echa mano de su última posesión: una perla, que seguramente comprará la libertad de Cristo; pero en el camino encuentra a una mujer que está siendo amenazada de muerte si no paga las deudas de su padre y Artabán ofrece la perla a cambio de la vida de la mujer.

Ahora realmente no le queda nada, todo aquello que tuvo la intención de entregar en adoración lo ha dado al servicio de la humanidad. Para colmar sus tribulaciones, cae sobre él una piedra desprendida de una estructura que está derrumbándose debido al terremoto que acompañó a la crucifixión. Está seguro de que morirá sin ver jamás al Dios encarnado, yace sangrando, moribundo, y en ese momento escucha una voz que dice: “En verdad os digo, todo lo que habéis hecho al más pequeño de mis hermanos, lo habéis hecho conmigo”. Al oír esto Artabán, cuarto Rey Mago, muere feliz sabiendo que sus regalos fueron recibidos por su Señor.

Ojalá que el generoso y conmovedor ejemplo de Artabán sea el marco de referencia del periplo del Sumo Pontífice y no la ceguera y la ambición de quienes quieren conquistar mayores espacios de poder; quienes quieren desaparecer la línea que separa el dogma del saber científico, lo espiritual de lo político, lo privado del espacio público; quienes quieren dar marcha atrás al reloj de la historia, instalar un Estado teocrático y revivir el nefasto oficio de tinieblas.

Otra trampa bien tendida disfrazada con buenas intenciones pero que bien leída revela aspectos francamente grotescos y desagradables lo es sin lugar a dudas la Ley de Seguridad Nacional propuesta por Felipe Calderón y las derechas y ultraderechas para legitimar la presencia del Ejército en las calles haciendo labores que competen no al Ejército sino a la policía. En México, para poder encontrar algo equiparable, tendríamos que regresar hasta los tiempos de la Revolución Mexicana. Nunca en tiempos de paz, excepto hasta ahora que la dupla PAN-Yunque está gobernando a México, se había considerado siquiera la posibilidad de militarizar al país como ocurría en algunos gorilatos de países sudamericanos y centroamericanos cuyos dictadores de corte ultraderechista así como sus familiares cercanos terminaron siendo los únicos beneficiados gracias a la represión brutal que podían llevar a cabo en contra de sus opositores usando para ello a las soldadescas actuando como policías con licencia para matar. ¿No era esto algo que en otros tiempos tanto le criticaban los ultraderechistas a regímenes de Estados-policía como la Unión Soviética? ¿En que han resultado ser diferentes ellos?

Y en cuanto a la práctica de reclutar como “soplones” a miembros de las mismas comunidades para que espíen a sus compañeros e inclusive hasta sus propios familiares, denunciando de inmediato cualquier actividad sospechosa al Estado, denunciando cualquier intento de rebeldía y de inconformidad, una práctica de los Estados totalitarios comunistas que mucho les criticaban a esos Estados los propagandistas revisionistas de las sociedades secretas de la extrema derecha de México, ¿con qué cara de hipocresía les criticaban tales prácticas a los Estados de corte soviético cuando dentro de esas mismas sociedades secretas se promueve exactamente lo mismo e inclusive anhelan extender su red de delatores e informantes por todo México cuando sientan que su conspiración haya adquirido la suficiente fuerza para llegar a tales extremos? Tan dura puede ser la pérdida de libertad en un país de corte marxista como Corea del Norte, como en un país gobernado con mano de hierro por un sátrapa como Hitler.

El anhelo calderonista de llevar de la mano a México hacia su conversión a un estado totalitario no está muy alejado de lo que refleja la película V de Vendetta (cuyo elenco incluye a la actriz judía-norteamericana Natalie Portman), que retrata a una Inglaterra en la cual tras una guerra nuclear entre Rusia y Estados Unidos los ultraderechistas logran apoderarse del poder estableciendo en Inglaterra algo como lo que quería Hitler para los ingleses, un gobierno fascista de línea dura bajo la mano férrea de Fuego Nórdico, algo que vendría siendo el equivalente a una organización como el Yunque de México pero en su versión inglesa apoderándose por completo del gobierno sin tener que recurrir a simulaciones y gobiernos paralelos secretos. Es poco sabido que el personaje de dicha película, cuyo rostro nunca se muestra por estar oculto bajo una máscara de papel maché de rasgos finos, fue inspirado en un personaje de la vida real, Guy Fawkes, el cual planificó derribar el Parlamento británico con explosivos detonados justo cuando los parlamentarios se encontraran reunidos en el edificio junto con el Rey de Inglaterra. De haber logrado su propósito, habría sido el complot más espectacular en la historia mundial. Sin embargo, el complot se vino abajo por lo que hoy parece una insignificancia, una carta anónima recibida el 26 de octubre de 1605 por Lord Monteagle advirtiéndole que se mantuviera alejado del parlamento, el cual llevó la carta al Rey tras lo cual se inició la investigación que dió al traste con los planes.

Sin embargo, a diferencia del personaje de la película V de Vendetta en la cual los fascistas ingleses de Fuego Nórdico vuelan en mil pedazos, en México sería mucho más difícil librarse de esta clase de gente perniciosa por ser un enorme pulpo aliado con poderes fácticos que conforman una hidra monstruosa con muchas cabezas. Por lo pronto, se darían por satisfechos que en México el Congreso aprobara la iniciativa de Felipe Calderón para permitirle a la ya planificada policía secreta del Estado el poder entrar a cualquier hogar de cualquier mexicano alegando “una denuncia anónima”, algo idóneo para el control político de la ciudadanía tal y como se estilaba en los países del bloque soviético y en la Alemania Nazi, pero ahora llevado a cabo a realidad precisamente por los mismos que denunciaban tales cosas en su propaganda anti-comunista.

De cualquier modo, en los hechos, las peticiones de Felipe Calderón al Congreso para reformar el Código Federal de Procedimientos Penales autorizando las detenciones “en caso de urgencia” incorporando un sistema de “investigación sin autorización judicial” que incluye el cateo de domicilios argumentándose una mera denuncia anónima, es algo que el PAN-Gobierno ya tiene puesto en práctica. Ya lo están haciendo. En realidad, lo único que quieren es legitimar la violación de las leyes y el pisoteo de los derechos humanos de los ciudadanos que se han estado llevando a cabo sistemáticamente por los efectivos federales bajo el mando del mismo Felipe Calderón:

Nuevo León: atrocidades de la Marina
Arturo Rodríguez García
Revista PROCESO # 1821
24 de septiembre del 2011

A casi dos años de haber iniciado sus operaciones contra el crimen organizado en esta zona, la Marina Armada de México acumula un largo historial de acusaciones por violaciones a derechos humanos: cateos sin orden judicial, detenciones arbitrarias, torturas, desapariciones, ejecuciones, muertes de inocentes y criminalización de ciudadanos sin mayor sustento que supuestas denuncias anónimas.

Los excesos de los marinos son conocidos desde finales de 2009 pero no fue sino hasta el pasado lunes 19 cuando un actor político, el diputado federal Eduardo Bailey Elizondo, denunció haber sido víctima de un abuso.

El legislador federal priista, coordinador de la bancada nuevoleonesa en la Cámara de Diputados y activo promotor de la reforma a la Ley de Seguridad Nacional, sostuvo que la madrugada del jueves 15, cuando fue a Toluca para asistir a la toma de posesión como gobernador de Eruviel Ávila, unos 30 marinos a bordo de seis camionetas blindadas, llegaron a su casa en Monterrey.

Sin más, sometieron a su esposa y a sus hijos.

Ahora, de acuerdo con el legislador, quien concedió varias entrevistas a medios locales el lunes 19, los marinos se disculparon asegurando que había sido un error, producto de una denuncia anónima que señalaba la presencia de hombres armados.

Pero el diputado se dijo extrañado de que el operativo en su domicilio se hubiera efectuado luego de que hizo diversas declaraciones en torno a los permisos de los casinos, en virtud de que él fue uno de los impulsores de la integración de una comisión legislativa que investigue los permisos otorgados por el gobierno federal.

Desde luego, hay más, a más de una década del panismo-Yunquismo en el poder:

Asoman los paramilitares
Alvaro Delgado
Agencia APRO
26 de septiembre del 2011

En medio del empeño de Felipe Calderón por instaurar en México un Estado policiaco militar, cuya más reciente muestra es conculcar derechos en su proyecto de Código de Procedimientos Penales, emergen indicios de un fenómeno siniestro: Los escuadrones de la muerte.

Los 35 cadáveres amontonados en la zona turística de Boca del Río, Veracruz, y otros 14 diseminados por la zona, apuntan a la autoría de un grupo de corte paramilitar, es decir, no un grupo criminal antagónico en sí mismo, sino una fuerza, si no auspiciada, al menos tolerada por la autoridad del estado que encabeza el priista Javier Duarte, un aprendiz de dictadorzuelo.

Las declaraciones de éste, en el sentido de justificar la masacre porque eran delincuentes y que con ello se acabaron las extorsiones –“eso nadie lo dice”–, coinciden con la difusión de un video el 24 de septiembre, cuatro días después de la aparición de los 49 cadáveres, en el que un grupo de cinco encapuchados se presenta como un escuadrón de la muerte denominado “Los Matazetas”.

En el video, uno de ellos, el más robusto, lee un comunicado dirigido a las autoridades federales, estatales y municipales, así como a la sociedad en general, para anunciar el combate al cártel de Los Zetas, la banda más sanguinaria que opera en México.

“Somos guerreros sin rostro, pero orgullosamente mexicanos”, advierte el que parecer ser el jefe mientras los otros cuatro encapuchados, inmóviles, miran a la cámara, que registra el ofrecimiento de disculpas por la violencia que generan y, con cierta ambigüedad, se atribuyen la matanza del 20 de septiembre.

“Si con nuestros actos realizados ofendimos a la sociedad, al pueblo de México y a las corporaciones federales, les pedimos disculpas en nombre del todo el grupo que conformamos. La intención era darle a saber al pueblo veracruzano que este flagelo de la sociedad (Los Zetas) no son invencibles y que ya no se dejen extorsionar”.

Y piden: “Que la sociedad en general esté segura y confíe que nosotros. Los matazetas no extorsionamos, no secuestramos, y nunca afectaremos el patrimonio personal ni de la nación. Respetamos a los poderes Ejecutivos federales, estatales y municipales. Nuestra lucha es en contra de Los Zetas. Si con nuestros actos realizados ofendimos a la sociedad, al pueblo de México y a las corporaciones federales les pedimos disculpas en nombre de todo el grupo que conformamos. La intención era darle a saber al pueblo veracruzano que este flagelo de la sociedad no son invencibles (sic), y que ya no se dejen extorsionar. Cada quien sus luchas y sus miedos, nosotros un solo corazón”.

En el video, los encapuchados se muestran respetuosos también del Ejército y la Marina, y aunque evaden revelar qué clase de agrupación integran, aducen que, “como principio ético, nosotros tenemos prohibido la extorsión, el secuestro, el robo, las vejaciones, y todo aquello que de una u otra forma afecte el patrimonio nacional, familiar, anímico y/o moral”.

Su nebulosa presentación en el video, difundido en el también fantasmal “blog del narco”, sólo deja clara una cosa: Es un escuadrón de la muerte para exterminar a Los Zetas y ante ello es preciso que las autoridades de todos los niveles deben deslindarse, salvo que cuenten con su anuencia.

Ya hubo, el año pasado, un antecedente en Nuevo León, donde el alcalde de San Pedro, el panista Mauricio Fernández, creó un grupo paramilitar para “limpiar” el municipio, cuyos integrantes formaban parte del cártel de los Beltrán Leyva y, aunque tardíamente y sólo por la presión social, el gobierno de Felipe Calderón intervino para su desarticulación.

En otros lugares de México hay tentaciones, si no es que se han materializado ya, de conformar grupos armados de autoprotección, en una lógica que parece desconocer que el paramilitarismo sólo propicia una mayor escalada de violencia y arrebata sobre todo la vida de inocentes.

Por la semejanzas con Colombia, es preciso recordar que las bandas paramilitares en ese país, auspiciadas por empresarios, ganaderos, terratenientes y políticos al más alto nivel, asesinaron a más de 156 mil personas, entre ellos 2 mil 650 niños.

Esta barbarie, documentada por la Fiscalía General de Colombia –que allá sí es autónoma, como el Poder Judicial–, comenzó con la conformación de grupos armados irregulares para enfrentar la guerrilla y el narcotráfico, pero se convirtieron en un monstruo sin control.

Los “paras” no sólo no combatieron a los narcotraficantes, sino que se asimilaron y aun tomaron el control del trasiego de drogas, mientras que asesinaban con toda impunidad a pueblos enteros que creían eran sostén de la guerrilla, a sindicalistas, maestros y periodistas.

Estos escuadrones de la muerte de extrema derecha, a cuyas miles de víctimas destazaban, cremaban o sepultaban en fosas clandestinas, llegaron a superar los 31 mil integrantes, que contaban con la protección al más alto nivel político y militar, como el del expresidente Alvaro Uribe y más de 70 congresistas y gobernadores afines a él.

Según la Fiscalía General de Colombia, que recibió el testimonio de unos 4 mil paramilitares arrepentidos, están identificados como cómplices o coautores de los delitos cometidos unos 95 oficiales y 28 suboficiales del Ejército Nacional, así como 46 oficiales y 47 suboficiales de la Policía.

La enseñanza de Colombia a México es clara: La conformación de escuadrones de la muerte para combatir a grupos criminales, con el auspicio y al menos el disimulo de la autoridad constitucional, sólo conduce a una barbarie que no tiene fin…

Naturalmente, si se logra instaurar en México un Estado cuasi-fascista totalitario como pretenden hacerlo quienes están laborando noche y día desde el anonimato con la complicidad del PAN-Gobierno al cual ayudaron a instalarse en el poder, todo quedará directamente bajo el control y la vigilancia de la extrema derecha. Tal y como se estilaba hacerlo en la Alemania Nazi de Hitler y en los países comunistas.

En base a lo anterior, ya no es ningún secreto que el partido en el poder, el partido oficialista, el Partido Acción Nacional, movido desde posiciones clave por algunos de los grupos más ultraconservadores y reaccionarios de México indoctrinados con literatura barata de corte fascista y neo-Nazi, desea regresar a México a tiempos que se creían ya superados, enviándolo no sólo hasta los tiempos previos a las Leyes de Reforma impulsadas por el Presidente liberal Benito Juárez, sino inclusive hasta algún equivalente de los tiempos de la Santa Inquisición en donde no sólo no había separación alguna entre la Iglesia y el Estado sino inclusive las políticas oficiales eran dictadas y llevadas a cabo no con criterios civiles sino religiosos, de corte conservador, intolerante, sin respeto alguno hacia lo que hoy llamamos República, sin respeto alguno hacia lo que hoy llamamos democracia, sin respeto alguno hacia lo que hoy llamamos diversidad y derechos humanos de las minorías, sin igualdad de derechos para quienes no sean devotos creyentes en la religión oficial del Estado. Si pudieran, meterían al país entero en una máquina del tiempo y lo regresarían hasta los mismos tiempos obscurantistas de la Edad Media, si no lo han hecho todavía es porque no han podido hacerlo.

Pero por lo pronto, como algo más práctico y realizable, se está planeando ya regresar a la Nación a los tiempos del dictador Porfirio Díaz. Aquellos eran los tiempos en los que una sola persona, Porfirio Díaz, tenía centralizado en sus manos el poder sobre todas las policías del país. No había un solo policía en un solo municipio por recóndito y distante que estuviese de la Ciudad de México que de un modo un otro no cayera bajo el mando de un solo hombre, el mando del dictador que gobernaba a México.

El mando total y absoluto que ejercía el autócrata Porfirio Díaz sobre el Ejército y las policías de todo México era lo que podríamos llamar hoy mando único policial. En esto fincaba el dictador su poder total sobre el país entero manteniéndolo bajo su bota, hasta que el pueblo se hartó a grado tal que la Nación entera se sublevó en contra de Porfirio Díaz y su “mando policial único” obligándolo a embarcarse a Europa en el Ipiranga el 31 de mayo de 1911 para nunca más volver a un país en el que ya no se le quería ver de regreso y mucho menos de regreso al poder.

La mala experiencia que tuvo México en los tiempos de Porfirio Díaz con su “mando policial único” fue tan mala que, en un esfuerzo por impedir que esa vergonzosa y trágica experiencia se volviera a repetir, se decidió darle una mayor autonomía a los Estados y a los Municipios de México, permitiéndole a cada Estado el poder contar con su propia policía estatal sin subordinación alguna hacia el poder federal o hacia el Presidente de la República, y permitiéndole a cada Municipio el poder contar con su propia policía municipal sin subordinación alguna hacia el poder federal o hacia el Presidente de la República. Esta es la razón por la cual en el México de hoy cada Estado cuenta con su propia policía estatal y cada municipio cuenta con su propia policía municipal, un esquema que sin lugar a dudas le habría complicado enormemente las cosas al dictador Porfirio Díaz en su intento por mantener a todo el país bajo su yugo.

Pero resulta que ahora, con el pretexto de la desastrosa “guerra” contra la delincuencia organizada proclamada por el mismo Felipe Calderón a las pocas semanas de haber tomado el poder en sus manos, y apostándole a la desmemoria histórica del mexicano, la dupla derecha-ultraderecha enquistada en el poder se está moviendo de mil maneras distintas para intentar revivir ese esquema del “mando policial único” que tan buenos resultados le dió a Porfirio Díaz para mantener vigente su férrea dictadura a lo largo de tres largas décadas.

Para mala suerte de los nuevos golpistas que forman parte de la conjura nacional secreta de la ultraderecha en contra de México para los cuales la perpetuación del PAN en el poder es ahora algo indispensable para sus planes, inclusive para su propia supervivencia, las verdaderas intenciones que hay detrás de la resurrección del esquema del “mando policial único” están quedando expuestas a la luz del día conforme más y más gente que posee la capacidad de pensar se vá dando cuenta de lo que esta gente verdaderamente se trae entre manos. Esta posibilidad la manejan editoriales como el siguiente:

Macabro el rumor recorre el país
Editorial
Revista Siempre!
31 de octubre del 2010

A la frase: “Yo no seré el Zedillo del 2012”, que algunos trascendidos atribuyen al presidente Felipe Calderón, le falta lo más importante: “Prefiero entregar el poder a los generales antes que al PRI”.

¿A qué generales se podría haber referido Calderón cuando hoy el verdadero mando de la fuerza y de las armas del país no está en el Ejército sino en la Secretaría de Seguridad Pública y cuando el único “general” a la vista, al que se le entregan desde Los Pinos millonarios recursos, espacios mediáticos, privilegios personales y políticos de todo tipo, es el titular de esa dependencia, el ingeniero Genaro García Luna?

¿Ese es el “general” al que se le va a entregar el poder? La mera idea induce a la subversión. Sería menos grave un golpe de Estado, por parte de los verdaderos generales, que la imposición en la Presidencia de un personaje que se ha beneficiado económica y políticamente del combate al crimen organizado, que ha tenido un desempeño oscuro, plagado de dudas, de engaños, de montajes mediáticos, y cuyo único saldo es una montaña cada vez más elevada de cadáveres.

García Luna —y no el Ejército mexicano— serviría para imponer en el país un gobierno represivo, policiaco, brutal. De eso no hay duda. La duda no está en la naturaleza mesiánica y autoritaria del personaje, sino en el amasijo de ideas que trae Calderón en la cabeza y que como serpientes traspasan, con frecuencia, las puertas y ventanas de Los Pinos para añadir veneno a un ambiente político de por sí confuso e incierto.

¿De verdad considera el Presidente de México que García Luna sería la mejor herencia que podría dejarle al país? Lo menos que puede decirse es que eso es un escupitajo a la cara de los mexicanos. ¿Por qué odia Calderón a un pueblo necesitado de esperanza? ¿Qué le ha hecho una sociedad cuyo único pecado, en tal caso, fue colocarlo en la posición más honrosa a la que pueda aspirar un hombre o una mujer?

Lamentablemente, lo que parece ser un mero rumor tiene asidero en la realidad. La iniciativa sobre el mando policial único es un proyecto más inspirado en la ambición desmedida de un hombre —que se mira en el espejo como un Hermann Göring, jefe de la Gestapo— que en la racionalidad visionaria de Estado, desde la que se busca una respuesta integral para combatir de raíz el narcotráfico.

Con un agencia policial con jurisdicción nacional, García Luna podría hacer realidad el sueño de todo tirano: desestabilizar, tirar o disolver por la fuerza a todo gobernador, alcalde o congreso local rebelde. En otro contexto y con otro tipo de funcionario, conocido y reconocido por su probidad, una policía nacional tendría otro significado. Pero, no ahora, cuando la guerra contra los cárteles se politiza cada vez más y cuando la violencia criminal podría ser utilizada como un pretexto para romper —en el 2012— el orden constitucional.

El empoderamiento de la Secretaría de Seguridad Pública contrasta cada vez más con una campaña de desprestigio constante y sistemática en contra del Ejército mexicano. Guerra sucia que tiene su origen lo mismo en Washington —que presiona desde la Corte Interamericana de Derechos Humanos para eliminar el fuero militar— que en el mismo gabinete de seguridad del gobierno mexicano. Se trata de reducir a la mínima expresión a una institución que por su origen popular, formación constitucionalista y principios nacionales, estorba al modelo de policía política que se pretende implantar.

Calderón debería volver a ver el caso de Ecuador, donde una policía crecida, ensoberbecida estuvo a punto de dar un golpe de Estado y de asesinar al gobierno de Rafael Correa.

Cada presidente tiene sus tentaciones sucesorias. Vicente Fox quería heredarle el cargo —como en cualquier monarquía— a su esposa Marta Sahagún; Ernesto Zedillo se prestó —así lo dio a entender Calderón— a ser el traidor del 2000 a su partido, y Calderón quiere, al parecer, no sólo ignorar al PAN sino dejarle al país un policía. Macabro rumor que no es grato escuchar ni en el Día de Muertos.

Si el PAN se sale con la suya, lo cual a estas alturas ya es lo mismo que decir si la Organización Nacional del Yunque y la sociedad secreta de ultraderecha Tecos de la Universidad Autónoma de Guadalajara se salen con la suya, eventualmente la Nación entera regresaría a los tiempos de Porfirio Díaz con el “mando policial único” en manos del partido en el poder, el PAN, y la única forma de poder quitarse de encima a esta nueva dictadura camuflajeada sería con un levantamiento armado como el de noviembre de 1910 que le costó a México más de un millón de muertos.

El intento por revivir el “mando policial único” en realidad refleja una desesperación creciente en las filas del ejército secreto de ultraderechistas que reciben sus instrucciones de unos cuantos seres sin rostro ante la posibilidad de que un pueblo cada vez mejor informado sobre lo que está sucediendo tras bambalinas opte por expulsar de manera definitiva y para siempre del poder al Partido Acción Nacional y junto con él al Yunque y a los Tecos que lo tienen infiltrado hasta la médula, arrebatándoles de una vez por todas y para siempre el enorme poder que han ido amasando tras varias décadas de infilitraciones, traiciones y crímenes de toda índole; y saben de sobra que una vez echados fuera les será casi imposible recuperar el ese enorme poderío que les ha costado mucho trabajo amasar. A estas alturas, puede decirse que la guerra, la verdadera guerra (no la de Felipe Calderón que llevaba ya en casi 4 años más de 30 mil cadáveres acumulados), ya está declarada y está por empezar. Lo irónico es que se trata de una guerra en la que una minoría tan amoral como ambiciosa que no reúne ni siquiera al uno por ciento de los mexicanos puede aún así puede ganar. Después de todo, ¿no tuvo un solo hombre a todo México bajo su bota por espacio de tres largas décadas, cuando hubiera bastado una sola bala para eliminar esa dictadura en la cual se perdió la República que habían legado Juárez y los liberales de su época?

El siguiente analista no tiene ya duda alguna de que el país está siendo encaminado más y más hacia lo que en otros tiempos negros de la humanidad se conoció como fascismo:

Se incuba germen de Estado fascista
Iniciativas de Calderón
Raúl Jiménez Vázquez
Revista Siempre!
10 de marzo del 2012

Con frecuencia se piensa que el cruel asesinato masivo de más de diez millones de indefensos seres humanos reducidos a la condición de Homo sacer o nuda vida, el llamado holocausto, fue el fruto de la acción de un grupo de infames que elevaron a categoría de política de Estado la torpe, la estúpida creencia de la pureza de la sangre y la superioridad de la raza aria.

En la fascinante obra Espejos del literato uruguayo Eduardo Galeano se evidencia que ello no fue así. Los nazis no actuaron solos. Contaron, por ejemplo, con el concurso de muchos y poderosos empresarios que se beneficiaron del oro y la mano de obra esclava proveniente de los condenados a muerte; financiaron la construcción de Auschwitz y otros lagers o campos de exterminio en los que se perpetró la mayor de las ofensas a la dignidad humana; diseñaron e hicieron el tendido de las vías de los trenes de la muerte; vistieron al ejército nazi; apoyaron las investigaciones y experimentos dirigidos por Joseph Mengele; instrumentaron mecanismos para la identificación y control masivo de las víctimas; e incluso lanzaron al mercado un refresco en honor de Hitler.

Otro tanto ocurrió en el frente de los juristas. Dos de ellos fueron fervorosamente adictos a la visión hitleriana: Carl Schmitt y Edmundo Mezger. El primero, un afamado constitucionalista, forjó la teoría de las decisiones políticas fundamentales, entendiendo por éstas aquellas determinaciones jurídicas de carácter supremo que jamás podían ser desconocidas en virtud de haber emanado directamente de la voluntad y los sentimientos del führer. También formuló el paradigma amigo-enemigo del que se desprendieron las leyes antisemitas que socavaron la vigencia de la célebre constitución de la república de Weimar de 1919.

El connotado penalista Edmundo Mezger, a su vez, fue el autor de La ley para la prevención de descendencia con enfermedades hereditarias en la que, arguyendo que poseían una vida indigna de ser vivida, se dispuso la segregación y esterilización de los padres potencialmente incapaces, así como la eutanasia de los epilépticos, los bipolares o maníaco-depresivos, los sordos y, en general, cualquier ser humano considerado defectuoso. Este ordenamiento y las nefandas siete leyes de Nuremberg para la protección de la sangre, el honor y la ciudadanía alemana constituyeron la columna vertebral del edificio jurídico que hizo posible el holocausto.

Este mismo jurista igualmente dio a luz dos ordenamientos medulares del derecho penal nazi: la Ley sobre medidas para la defensa del Estado y la Ley contra delincuentes habituales y peligrosos; esta última revistió una enorme trascendencia para el cumplimiento de los designios genocidas ya que ahí se estableció la figura de los “infractores potenciales”, con la que se trastocó el principio garantista, emergido del siglo de las luces, que enuncia que el ius puniendi, el poder de punición o castigo que le asiste al Estado, sólo puede ser ejercido cuando se está en presencia de conductas particulares y concretas; es decir, nadie puede ser sancionado por lo que es, ni por lo que representa, sino únicamente por lo que hace o deja de hacer.

Tristemente, las ideas de Carl Schmitt y Edmundo Mezger no se extinguieron con la caída del Tercer Reich, siguen vivas y están presentes en los conceptos difundidos por el tratadista Gunter Jakobs. El postula que aquéllos que delinquen a gran escala son enemigos del Estado y deben ser encuadrados dentro de un derecho penal distinto al derecho penal del ciudadano: el derecho penal del enemigo, que criminaliza la peligrosidad más que la conducta efectiva y afecta significativamente los derechos humanos del acusado.

A nuestra Carta Magna ya le fueron introyectados algunos segmentos del discurso del derecho penal del enemigo, tal como lo explica brillantemente el ilustre maestro y doctor Raúl Carrancá y Rivas en su libro Reforma constitucional de 2008 en materia de justicia penal y seguridad pública.

Estas ideas también han sido captadas con un vigor inusitado en las iniciativas presentadas por el Ejecutivo federal ante el Congreso de la Unión en el marco de la fracasada guerra antinarco. Destacan por su relevancia la propuesta de reformas a la Ley de Seguridad Nacional, a la que en su oportunidad dedicamos un artículo específico, el proyecto de nuevo Código Federal de Procedimientos Penales y las pretendidas modificaciones al Código Penal Federal, a la Ley Federal contra la Delincuencia Organizada y a la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos.

Dichos cambios tienen como tronco común la adopción del paradigma amigo-enemigo y del principio de la peligrosidad como fuente de emanación de la potestad punitiva del Estado, lo que explica el porqué se quiere otorgar facultades ilimitadas para practicar detenciones, cateos de domicilios e intercepción de llamadas telefónicas entre particulares sin un previo mandato judicial.

El exabrupto se complementa con la inaudita cristalización de la responsabilidad penal de las personas morales y el acogimiento de la inédita modalidad imputacional de las “cadenas de responsabilidad”, la cual habilitaría para imponer sanciones a quienes colaboren indirectamente con la delincuencia organizada aunque no sean parte de las bandas criminales, así como a cualesquiera de los integrantes de una organización delictiva aun cuando no hayan intervenido en la comisión de la conducta ilícita particular y concreta. En ambos casos el resultado es la atribución de una especie de responsabilidad objetiva o solidaridad, perdiéndose de vista que la responsabilidad penal es siempre individual.

Por sus raíces ideológicas indiscutiblemente oriundas del derecho penal nazi, y considerando su carácter profundamente antidemocrático y vulnerador de los derechos humanos reconocidos en tratados internacionales suscritos por nuestro país, las iniciativas de Felipe Calderón no deben ser aprobadas por el Poder Legislativo federal. De lo contrario, se incubaría el germen de un Estado fascista al que seguirían las dantescas escenas que motivaron el afloramiento de la desgarradora proclama del “¡nunca más!”

Lo peor que puede pasarle a México es que, como consecuencia de la obcecación del panismo-Yunquismo de continuar apoderado de las riendas del poder federal a toda costa haiga sido como haiga sido, el país termine hundiéndose en una guerra civil al no dejar los ultraderechistas otra opción más que un levantamiento popular armado para expulsarlos del poder, algo así como las ruinosas guerras del México independentista entre liberales y conservadores, excepto que aquí sería entre mexicanos liberales y neo-fascistas de línea dura dispuestos a morir fanáticamente en aras de sus dogmas “antiguos y aceptados”. Eso, o un golpe militar como el que dieron los militares ultraderechistas en Chile y el que dieron los militares ultraderechistas en Argentina para consolidar en México una dictadura de corte fascista totalitario, lo cual dicho sea de paso sería recibido con aplausos por los mismos que se están aferrando al poder por todos los medios posibles, inclusive recurriendo a maldades que dejarían al mismo Maquiavelo con la boca abierta.

Seguramente, dentro de la Historia de México los dos personajes más odiados por la extrema derecha mexicana deben serlo Benito Juárez y el General Lázaro Cárdenas (el cual no se sirvió de su cargo para enriquecerse, retirándose a una modesta vivienda cerca del Lago Pátzcuaro y trabajando el resto de su vida supervisando proyectos de riego y promoviendo clínicas gratuitas y educación para los más desposeídos, justo lo que el mismo Jesús de Nazareth le hubiera pedido hacer en su nombre, haciendo todo lo contrario a lo que practican los pseudo-cristeros de nuevo cuño -sobre todo los de Jalisco y Guanajuato cuyo interés principal consiste en aprovecharse de la política y los puestos de poder para hacer dinero a manos llenas-.) Por ello, es lógico que en cuanto se hubieran sentido más seguros del poder que tenían en sus manos a través del PAN, los ultraconservadores pusieran manos a la obra para tratar de dar marcha atrás al legado histórico de estos dos personajes. En lo que respecta al primero, no hay duda alguna de que se han moviendo para llevar a cabo la destrucción del mayor legado juarista, el estado laico, movilizando para ello todos sus recursos y a todos sus infiltrados y caballos de Troya que tienen incrustados dentro del Partido Acción Nacional y el Partido Revolucionario Institucional. Y a juzgar por la iracunda y visceral reacción de Felipe Calderón ante la nacionalización del petróleo argentino (sin respeto alguno hacia lo que debe ser una decisión soberana de un país extranjero) ordenada por la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner, afirmando coléricamente que la decisión era “irresponsable y muy poco racional” y confiando en que Argentina “rectifique esta lamentable medida”, no debe quedar ya duda alguna de que en México los derechistas ultraconservadores tienen todas las intenciones del mundo de revertir la expropiación petrolera ordenada por el Presidente Lázaro Cárdenas. La decisión de la Presidenta de Argentina que no ha de haber sido una decisión fácil de tomar por los intereses en juego, sentó desde luego un mal precedente a las intenciones de Felipe Calderón y del partido de las derechas y ultraderechas de México de promover la privatización de PEMEX entregándole el petróleo del subsuelo mexicano a empresas extranjeras en aras del neoliberalismo económico antisocial y depredador. Felipe Calderón no perdió tiempo en tenderle su mano amiga al Presidente de España Mariano Rajoy (por añadidura, también representante de la derecha conservadora de España, la derecha Franquista, lo que facilitó el apretón de manos entre ambos cuervos) ofreciéndole todo su apoyo:



Título: Agraviados
Cartonista: Hernández
Fuente: LA JORNADA


Título: Embajador de negocios
Cartonista: Fisgón
Fuente: LA JORNADA


Título: Charrito Repsol
Cartonista: Rocha
Fuente: LA JORNADA

con un Presidente derechista Felipe Calderón ofreciéndose en plena disponibilidad para actuar como “conciliador” entre Argentina y España con plena disposición para aplicarle el gran garrote a una de las partes en conflicto:



Título: Puestísimo
Cartonista: Magú
Fuente: LA JORNADA


La expropiación petrolera llevada a cabo en Argentina puede tomarse como buena, o puede tomarse como mala, dependiendo del cristal con que se mire, pero en última instancia compete a los mismos argentinos y solo a los argentinos arrojar las piedras o las alabanzas en contra de su propia Presidenta por las decisiones que ella tome, y tienen toda la razón del mundo en indignarse si otro mandatario extranjero anda metiéndose en asuntos que no le incumben sobre todo si ese mandatario extranjero tiene en su propio país una guerra catastrófica iniciada por él mismo en su propio territorio que ha cobrado más de 60 mil vidas desperdiciadas inútilmente. Si Felipe Calderón esperaba que ningún mandatario extranjero cuestionara su descalabrada decisión de dar inicio a su guerra de legitimación a las pocas semanas de haber sido investido como Presidente de México, ¿entonces con qué derechos se siente para hacer lo mismo sobre otros que no tolera que se lo hagan a él? En todo caso, se trata de un asunto entre Argentina y España, es su pleito y a ellos les corresponde dirimirlo. Veamos lo que al respecto nos tiene que comentar el siguiente analista:

El presidente mexicano, un agente de Repsol
Además, atiza el conflicto
Humberto Musacchio
Revista Siempre!
21 de abril del 2012

La presidenta Cristina Fernández envió al Congreso de su país una iniciativa para pasar a poder del Estado argentino 51 por ciento de la acciones de la empresa petrolera Repsol, firma española que explota los yacimientos de la nación platense, mismos que en 1999 malbarató la política neoliberal a ultranza de Carlos Saúl Menem.

La mandataria, además de recordar que se trata de una medida propia de la soberanía argentina, recordó que Repsol no ha realizado inversiones en varios años, lo que solamente en 2011 causó una caída de 5.9 en la producción de crudo y de 3.4 en la de gas natural, pese a que la demanda nacional creció en 5.1 por ciento, lo que pone en peligro la autosuficiencia en materia de hidrocarburos en el país sudamericano.

La respuesta de Madrid ha sido desproporcionada y soez, propia de la banda franquista que gobierna en la península y que en éste y en otros casos cuenta con el apoyo del llamado Partido “Socialista” (sic) “Obrero” (resic) Español. José Manuel García Margallo, ministro de Asuntos Exteriores de España, tachó de “arbitraria, hostil, extravagante y sin precedentes” la decisión argentina.

El señor García Margallo es ignorante o amnésico, pues existe un importantísimo precedente para este acto soberano de Argentina, y es la expropiación petrolera decretada por Lázaro Cárdenas en 1938. No en balde el inmenso Pablo Neruda llamó a Cárdenas “presidente de América”, pues resoluciones como la suya son ejemplos de lo que se debe hacer cuando se gobierna con dignidad y con el interés nacional en mente.

No es el caso de quien llegó a la Presidencia de México mediante un sucio proceso electoral. En una de sus declaraciones más lamentables, Felipe Calderón declaró que la decisión argentina -que técnicamente es una compra, pues se le pagará hasta el último centavo a Repsol- es una medida “muy poco responsable y muy poco racional”.

Cualquiera se preguntará por qué razón atiza el panista el conflicto surgido entre Argentina y el gobierno español, qué derecho tiene a insultar y por qué olvida los deberes propios de su investidura y compromete a México al acusar a la señora Fernández de Kirchner de irresponsable e irracional.

Hasta ahora habíamos creído que quien se ostenta como presidente de México estaba comprometido con el interés de los mexicanos, no del gobierno español, y entendíamos que no podía ser agente de una empresa extranjera. Nuestra identidad de intereses está muy por encima de la falta de solidaridad de un gobernante frente a un pueblo hermano. Argentina saldrá victoriosa con el apoyo latinoamericano.

La buena noticia para los españoles de hoy es que la derecha ultraconservadora y ultrafanática de México representada en la silla presidencial a través del PAN-Gobierno es hispanófila al cien por ciento. Esa es la buena noticia. La mala noticia es que las simpatías y el apoyo de estos malos mexicanos no es para los republicanos españoles que creen en la democracia como forma de gobierno, por el contrario, ellos están del lado de todos aquellos que militan en la Falange y que son simpatizantes de esa ala de línea dura de la derecha extrema española, porque en su esencia son los mismos, se trata de las mismas ratas, no hay diferencia alguna entre ellos excepto su lugar de nacimiento, en todo lo demás son iguales como dos gotas de agua.

Veamos lo que nos tiene que decir otro analista del mismo medio:

Golpe nacionalista a Repsol
Argentina, sólidas justificaciones
Martín Esparza
Revista Siempre!
21 de abril del 2012

Mientras en la Plaza de Mayo de Buenos Aires, miles y miles de personas festejaban el anuncio de la presidenta Cristina Fernández sobre la nacionalización de la industria petrolera de Argentina, en México, Felipe Calderón declaraba en el Foro Económico Mundial para América Latina que la expropiación en contra del monopolio español Repsol era “una decisión irresponsable y poco racional”.

Remataba sus argumentos a bote pronto, al agregar: “Es el peor incentivo para un inversionista, invertir en un país así”. Igual perfil mostraba la candidata panista, Josefina Vázquez Mota, cuando se apresuró a señalar: “Lo último en mi agenda es expropiar”.

Ambos sin calidad moral, con sus acostumbrados sofismas, también se apresuraron a apoyar, en una actitud por demás aldeana, la “indignación” del presidente de España, el ultraderechista Mariano Rajoy, que llamó a la comunidad internacional a unirse en contra del “agravio” a los voraces empresarios ibéricos.

Sea el actual contexto el punto de inflexión, el momento exacto para cuestionar públicamente a Calderón Hinojosa, sobre qué entiende por una “decisión irresponsable y poco racional”.

Preguntamos: ¿acaso fue la autoritaria e ilegal extinción de Luz y Fuerza del Centro un acto responsable y racional? ¿Puede interpretarse dentro de la racionalidad el desmantelar la industria eléctrica para entregarla a las trasnacionales?

Más aún: ¿puede situarse en lo responsable y racional autorizar a Comisión Federal de Electricidad la compra de gas peruano a Repsol para que la trasnacional española lo venda a México a un costo de 21 mil millones de dólares cuando su precio real no supera los 6 mil millones? ¿Cabe en el terreno de la racionalidad permitir que Repsol obtenga ganancias ilícitas por 15 mil millones de dólares a cuenta de las finanzas públicas, de los impuestos de todos los mexicanos?

También vale preguntar: ¿es responsable y racional dejar que la voraz banca española asentada en nuestro país cobre a millones de indefensos usuarios, comisiones e intereses que a sus bancos no se les permite aplicar en ninguna parte del mundo?

¿Es racional consentir que el director de Pemex, Juan José Suárez Coppel, destine recursos del país para apoyar a su amigo, Antonio Brutau, director de Repsol, con la compra de acciones por mil 122 millones de euros y que ahora las mismas sólo valgan mil 160 millones y, peor todavía, vayan a la baja? ¿No es una irresponsabilidad dejar que el dinero de los mexicanos se vaya, sin más trámites, al bote de la basura?

Para Calderón y Josefina, va un último planteamiento: ¿no es irresponsable y poco racional salir en defensa de un presidente que como Rajoy ha terminado por “legalizar” el lavado de dinero al anunciar que permitirá el retorno a su país de capitales mal habidos, por un monto de 25 mil millones de euros, a los que sólo cobrará un diez por ciento de impuestos?

La decisión nacionalista de Cristina Fernández tiene sólidas justificaciones, una de ellas, que Repsol manejaba su producción y explotación no con un sentido social o una ética empresarial en pro de los argentinos, sino regida por su voracidad empresarial. La expropiación de Argentina nos remite a la reflexión histórica: ¿podemos imaginar qué sería de nuestro país si el presidente Lázaro Cárdenas hubiera pensado como Felipe Calderón? ¡Pobre México¡ A estas fechas seríamos una colonia americana o quizá británica. Al caso, lo mismo.

Para los derechistas ultraconservadores de México, anclados al neoliberalismo económico de ultranza que en lugar de beneficiar al pueblo en lo general ha terminado beneficiándolos a ellos mismos y a sus cómplices rapaces como el duo de televisoras monopólicas a las cuales han beneficiado dándoles concesiones exclusivas del espectro de radiofrecuencias, el entregar la riqueza del subsuelo a precios de ganga a naciones extranjeras no tiene nada de malo. Después de todo, tras la pérdida de más de la mitad del territorio nacional, los conservadores mexicanos le perdonaron a Santa Anna que les vendiera a los invasores el territorio de La Mesilla sobre el argumento de que Santa Anna “tenía la virtud y el mérito indiscutible de no haber pertenecido a ninguna logia masónica, motivo por el cual a este héroe se le ha vilificado injustamente en su proceder patriótico y su entrega absoluta e incondicional por México” (¿?). Este es el mismo tipo de justificaciones banales que los ha llevado a glorificar a chacales y carniceros como Victoriano Huerta “porque no fueron masones, y eso basta y sobra para perdonarlos de cualquier equivocación que hayan cometido”.

En los tiempos de Lázaro Cárdenas, los ultraconservadores que quedaron como reductos de la Guerra Cristera fueron los primeros (y los únicos) en oponerse en contra de la expropiación petrolera ordenada por el General Cárdenas, pero como no tenían tanta fuerza como la que ahora tienen (casi todo el pueblo entero apoyó la expropiación petrolera) no tuvieron el gusto de poder mantener hipotecada la soberanía nacional en manos extranjeras como a ellos les hubiera gustado. Pero hoy, como puede verse, van por todo, y ello incluye “enmendar los errores históricos”.

Por donde quiera que se le mire, México está siendo encaminado lentamente hacia la erección de un estado totalitario de corte fascista bajo un disfraz de democracia perpetuada con la vasta ayuda financiera suministrada por los poderes fácticos, la manipulación mediática de la información llevada a cabo con la ayuda del duopolio de televisoras rapaces, y las estrategias y la ayuda de los agentes infiltradores suministrados en números crecientes de “soldados” entrenados ideológicamente con intensos lavados de cerebro por las sociedades ocultas como el Yunque nacional y los Tecos de Guadalajara (que fueron a su vez los creadores del Yunque). Los planificadores del complot desde hace varias décadas llegaron a la conclusión de que un viraje brusco hacia un gobierno de corte ultraderechista llevado a cabo de un solo tirón era una propuesta inviable, el pueblo se hubiera dado cuenta de ello y habría reaccionado en defensa propia recurriendo incluso a las armas para ponerle un alto a la conspiración. Es por ello que el viraje se ha estado llevando a cabo paso a paso de manera paulatina, aunque últimamente se ha estado acelerando al darse cuenta de que estando expuestos sus planes siniestros a la luz del día no les queda ya mucho tiempo para materializar en su totalidad aquello que querían hacer realidad desde hace varias décadas. Están en una carrera contra el reloj, y lo saben. Sólo el tiempo podrá decir qué tan lejos llegarán y se saldrán con la suya.