Dos alacranes
El siempre protagónico y dado al escándalo sensacionalista a más no poder Javier Corral Jurado:
que ha sido uno de los oportunistas que resultaron beneficiados con el arribo de la dupla derecha-ultraderecha al poder, no perdió la oportunidad para tratar de lucirse durante la comparecencia el jueves 24 de noviembre en San Lázaro del Secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, en donde dijo que era necesario investigar las declaraciones del ex presidente Miguel de la Madrid en torno a los posibles nexos de los hermanos Salinas de Gortari con el narcotráfico. En pocas palabras, pidió que se investigase al ex-Presidente Carlos Salinas de Gortari por sus presuntos nexos con el narcotráfico, haciendo suya una petición popular que cayó en oídos sordos primero con Vicente Fox y después con Felipe Calderón.
Ni tardo ni perezoso, el ex-Presidente Salinas de Gortari respondió el domingo 27 de septiembre del 2009 durante su estancia en Veracruz manifestando estar muy sorprendido por los pronunciamientos de Javier Corral en contra suya, declarando ante el periódico MILENIO el mismo día: “Pues sí me extrañan un poco estas expresiones de Javier Corral, porque en las varias ocasiones en que solicitó visitarme en mi domicilio, que fue en años recientes y no cuando era yo presidente sino después, él acudía a mi domicilio y pedía apoyo”.
Dando seguimiento a la batalla de dimes y diretes, Javier Corral intentó desligarse de la respuesta dada por Carlos Salinas de Gortari respondiendo a los medios de comunicación al día siguiente (28 de septiembre del 2009): “De entrada niego categóricamente haberle pedido apoyo o favor alguno (a Carlos Salinas de Gortari), nunca he tratado asuntos personales con él, ni con ningún presidente o ex presidente de la República”. Esto lo dijo el deslenguado diputado panista Javier Corral Jurado en entrevista con Miguel ángel Granados Chapa en su programa matutino Plaza Pública de Radio UNAM. En esta entrevista Corral Jurado dijo que, de entrada, “nunca he pedido apoyo alguno al licenciado Salinas porque nunca he tratado con él asuntos de carácter ni personal ni partidista”. Sin embargo, ya bajo la presión propia que ejerce un periodista de renombre, Corral Jurado indicó que “efectivamente yo he visto al licenciado Salinas en tres ocasiones, del 2001 al 2003 y nunca las he solicitado yo (¿?), siempre me ha pedido él verme”. (¿?)
El primer encuentro, dijo, se produjo por intermediación del comandante Fidel Castro Ruz “que me transmitió una petición del (Presidente) licenciado Salinas para verme estando yo en La Habana, cosa a la que accedí. (¿?) Nunca he pedido apoyo alguno ni me ha sido ofrecido porque yo no trato asuntos personales con el ex presidente ni con ningún ex presidente”. (¿?) Retador, como es costumbre suya, Corral emplazó a Salinas de Gortari “a que especifique, a que diga, que plantee con toda claridad qué apoyos le he pedido yo o qué colaboración le he pedido yo. Por el contrario, él me formuló varias peticiones en torno de asuntos de carácter público a las que por cierto yo nunca accedí”. (¿?) Continuando con su andanada, Corral Jurado agregó: “El nombre de Salinas por sí solo ensucia, por lo que al dejar la idea de que recientemente me he reunido con él… siembra la duda qué tipo de apoyo puede uno pedirle a Salinas… pues dinero, eso es lo que trata de dejar sembrado ahí. Por supuesto jamás pedí esto así de mi parte y obviamente tendré que aclararlo con toda puntualidad porque siembra dudas, porque trata de cambiar el rumbo de un debate que hoy está colocado en el país sobre los vínculos, los nexos de una buena parte de la clase política mexicana en torno del crecimiento del narcotráfico en México”. Continuando con su ofensiva para tratar de desligarse de sus presuntos nexos y asociaciones con Salinas de Gortari, el lunes 28 de noviembre del 2009 desde el Palacio Legislativo el lenguaraz Javier Corral agregó que Carlos Salinas de Gortari “es un caso de impunidad y abuso del poder, que recurre a la difamación, como fórmula para quitarse las acusaciones. Carlos Salinas es un ex presidente que no ha podido terminar de reaparecer; el descrédito lo sigue persiguiendo.” Y haciendo gala de su proverbial “humildad” que lo caracteriza por la que es de sobra conocido, Javier Corral agrego: “Cuando el comandante Castro me propuso el encuentro, no tenía idea de qué quería tratar el ex presidente conmigo pero tenía curiosidad no sólo como el político que soy, sino como el alma periodística en vilo que llevo dentro de mí.” (sic)
La pregunta de rigor es: ¿cuál de los dos está mintiendo?
Sobre Carlos Salinas de Gortari ya se ha escrito mucho y sus actos públicos son bastante conocidos como para tener que repetirlos aquí, y de hecho podemos considerar que el juicio histórico sobre él ya ha sido emitido. Falta por revisar las cartas credenciales de su acusador.
¿Realmente tiene Javier Corral Jurado calidad moral para andar haciendo declaraciones sensacionalistas con las que gusta de acaparar los reflectores?
¿Con qué cara se pone a hacer declaraciones como las que acostumbra hacer usando la tribuna del Palacio Legislativo para ello, a sabiendas de que por ser un plurinominal no representa a nadie más que a sí mismo, siendo un arribista que llegó al Congreso no por el voto popular sino por el reparto de cuotas de poder negociadas en el pasado con los mismos regímenes priistas a los que Javier Corral atacaba tan duramente en el pasado? Y de hecho, es ya la segunda vez que Javier Corral llega como diputado al Congreso de la Unión, habiendo llegado la ocasión anterior también por la vía plurinominal. Y de hecho jamás ha contendido por un cargo público sometiéndose directamente al juicio de los electores, exceptuando aquella ocasión que contendió para la Gubernatura de Chihuahua en el 2004 y en la cual el electorado chihuahuense le propinó a Javier Corral una soberana y contundente derrota en las urnas. Javier Corral representa todo aquello en contra de lo cual luchó la Revolución Mexicana que derrocó al dictador Porfirio Díaz. Si el lema triunfante de la Revolución de 1910 era “Sufragio efectivo, no reelección”, ciertamente este político desgastado que sólo ha podido lograr llegar a la Cámara de Diputados o a la Cámara de Senadores por la vía plurinominal representa todo lo contrario de lo que simboliza el sufragio efectivo. Y al repetir como diputado federal, representa todo lo contrario del lema “no reelección”. Si por él fuera, también debería ser posible en México llegar a ser Gobernador de un Estado y repetir en el cargo varias ocasiones, pero aún no se la ha ocurrido la fórmula mágica para lograrlo. Entendiblemente, Javier Corral es uno de los más feroces opositores al concepto del sufragio pleno, y está decididamente en contra de la eliminación de los diputados y senadores plurinominales, porque ha encontrado en esta fórmula su modus vivendi para garantizarse a sí mismo un futuro cómodo a expensas de los contribuyentes que no votaron por él. Cabe señalar que ni siquiera para el cargo que ocupa Javier Corral como diputado plurinominal pudo obtener una mayoría dentro del PAN, ya que en las elecciones internas que hubo perdió ante su oponente Velia Idalia Aguilar Armendáriz, tras lo cual peleó ferozmente no para que se le lanzara como un candidato sometido al voto directo del pueblo -y a una segura derrota- sino como candidato plurinominal ocupando un lugar en las listas de preferencia que le garantizara la chamba a este parásito profesional del erario público.
Hablemos ahora acerda del mundialmente célebre asunto de “Las Muertas de Juárez”, el cual fue adquiriendo notoriedad mundial bajo la administración pública del inepto y corrupto Gobernador panista Francisco Barrio Terrazas. En aquellos años, al mismo tiempo que crecían las voces de protesta en México y en el mundo entero por la impunidad en los cientos de feminicidios cometidos en Ciudad Juárez, Javier Corral supo guardar muy bien silencio sin externar jamás crítica o comentario alguno en contra de la impunidad que prevalecía en aquél entonces, ni en los tres años en los que fue presidente de la Comisión de Justicia y Derechos Humanos del Congreso del Estado de Chihuahua (1992-1995) ni en el tiempo posterior en el que fue presidente estatal del PAN en dicho Estado hasta que condujo al partido a una vergonzosa derrota en 1998 cuando el PAN fue expulsado de la gubernatura de Chihuahua por un electorado harto de la impunidad y corrupción prevalecientes bajo el régimen de Francisco Barrio Terrazas, amigo personal, padrino y compadre de su ahijado político Javier Corral. A las madres de las muchachas victimadas el despótico Javier Corral les estuvo estrellando repetidamente la puerta en la cara cuando iban a pedirle su ayuda, hasta que ellas y los chihuahuenses se dieron cuenta de que el único remedio posible radicaba en expulsar al PAN del poder en Chihuahua, lo cual hicieron gustosamente en 1998.
De cualquier manera, tiempo después y “henchido de ira” por la impunidad en la que estaban quedando los crímenes contra mujeres en Ciudad Juárez, Javier Corral Jurado no dudó en elevar sus más enérgicas protestas desde algunos de los cargos públicos -plurinominales- ocupados por él y desde los más diversos foros y tribunas en los que ha participado, denostando con toda la fiereza del mundo la falta de resultados concretos en el esclarecimiento de tanto asesinato. Un ejemplo de ello lo podemos ver en su columna ROTAFOLIO fechada 8 de Marzo del 2002 bajo el encabezado “¡Ni una más! Crímenes contra Mujeres”. Vale la pena reproducir los primeros párrafos relevantes de dicho artículo para ver si se nos enternece el corazón y nos brotan las lágrimas con la retórica de este “paladín de los derechos humanos”:
Ante tan candentes denuncias, pareciera que Javier Corral, movido por el dolor de tantas madres clamando justicia, por vez primera en su vida despojándose de todo compromiso de índole partidista y actuando en forma recta e imparcial, había decidido alzar su más fuerte voz de protesta en contra del mismo Francisco Barrio Terrazas. Pero ésto no es así. Todas, absolutamente todas las duras críticas que ha formulado Javier Corral por la falta de soluciones en los casos de los crímenes contra mujeres en Ciudad Juárez las formuló primero en contra del Gobernador Patricio Martínez (priista) y posteriormente en contra del Gobernador José Reyes Baeza (priista), nunca en contra de Francisco Barrio Terrazas, y ésto se puede afirmar del modo más categórico posible tras una revisión exhaustiva de todos los artículos, ponencias y boletines de prensa elaborados por Javier Corral que se han publicado en los medios de comunicación desde que Francisco Barrio Terrazas tomo posesión de su cargo como Gobernador de Chihuahua hasta la fecha.
Y por cierto, después de las candentes denuncias puestas por Javier Corral en su columna ROTAFOLIO en el 2002 en contra del Gobernador Patricio Martínez mofándose cruelmente del atentado que sufrió el Gobernador de Chihuahua el 17 de enero del 2001, un atentado que lo puso al borde de la muerte, en una de sus típicas volteretas y retractaciones tardías el mismo Javier Corral reconoció publicamente siete años después el gran trabajo realizado como gobernante por Patricio Martínez, según lo que consigna una nota publicada en El Heraldo de Chihuahua el domingo 30 de Septiembre 2009.
De acuerdo con los registros históricos, el primer feminicidio con el cual comenzaron los asesinatos seriales de mujeres en Ciudad Juárez ocurrió en 1993, cuando el principal padrino, comparsa y cómplice de Javier Corral Jurado no cumplía ni siquiera medio año de haberse convirtido en Gobernador de Chihuahua (el reporte se dió a conocer por los medios la tarde del domingo 4 de enero de 1993 cuando se informó del hallazgo de la primera víctima, una joven de entre los 25 y 30 años, no identificada, con evidentes signos de tortura, cuyo cuerpo apareció echado en un canal de irrigación en la zona norte de esa ciudad ubicada en Chihuahua, en la frontera con Estados Unidos de Norteamérica), e inmediatamente tras este crimen los demás empezaron a ocurrir rápidamente en cascada mortífera. En los tres años en los que fué Presidente de la Comisión de Justicia y Derechos Humanos del Congreso del Estado de Chihuahua (1992-1995) así como en los tres años posteriores en los que Francisco Barrio Terrazas permaneció en su cargo como Gobernador en funciones, el ya para entonces presidente estatal del PAN chihuahuense Javier Corral jamás le hizo crítica o reproche alguno en su contra a Francisco Barrio por la forma tan indiferente y tan burda con la cual él y su inepto Procurador de Justicia Francisco Molina Ruiz estuvieron manejando los crímenes contra mujeres en Ciudad Juárez. Su boca siempre permaneció silenciosa en éste rubro, como si se la hubieran sellado con plomo. Hizo críticas muy duras y lanzó ataques despiadados en contra del manejo del problema únicamente cuando Francisco Barrio Terrazas dejó de ser Gobernador, y ello echándole toda la culpa al sucesor Patricio Martínez García absteniéndose en todo momento de mencionar a Francisco Barrio Terrazas bajo cualquier contexto negativo en relación a éste problema social, demandando indignado que el Gobernador Patricio Martínez esclareciera todos los crímenes contra mujeres en Ciudad Juárez que Francisco Barrio Terrazas en sus seis años como Gobernador dejó en la más completa impunidad. Pero quizá lo más inverosímil de todo ésto es que, aún pese a estar lucrando políticamente con el dolor de los familiares de las decenas y decenas de mujeres asesinadas en Ciudad Juárez, Javier Corral Jurado se sintió en todo momento con pleno derecho para pedirles a todos los familiares de las víctimas su voto para llevarlo a ocupar en las elecciones del 2004 el mismo cargo en el Estado de Chihuahua desde el cual su “tutor” Francisco Barrio Terrazas fomentó tanta impunidad, voto que desde luego le negaron. Este muestra documentada de cinismo, hipocresía y exhibicionismo exhibe la calaña de la cual está hecho el perpetuo plurionominal Javier Corral Jurado.
No conforme con haber tratado con la punta del pie a las madres de las cientos de muchachas jóvenes asesinadas en uno de los marcos de mayor impunidad que ha habido en la Historia de México, en septiembre del 2009 ya como diputado -plurinominal- se dió el gusto de volver a clavarles el puñal a estas pobres madres al respaldar la imposición del inepto cuan corrupto Arturo Chávez Chávez como Procurador General de la República, el mismo al cual como Procurador de Justicia en el Estado de Chihuahua el infame Javier Corral estuvo encubriendo y “justificando” en el cargo. De cualquier modo, y ya antes de esto, el vengativo Javier Corral dolido por las dos derrotas consecutivas que el pueblo de Chihuahua le propinó a su partido político tanto en 1995 como en 1998 con un duro voto de castigo, no vaciló en usar -o mejor dicho, en abusar y dar mal uso- a sus influencias como Senador para que en el Estado de Chihuahua quedasen congelados dos importantes proyectos para la construcción de carreteras sólo porque el rencoroso Senador no quería que el gobierno de extracción priista de Patricio Martinez pudiese recibir crédito alguno por la realización de tan importantes obras. Esto existe documentado en la siguiente nota:
Veamos ahora un editorial de un analista que conoce bien y ha seguido de cerca el negro historial de Javier Corral Jurado:
El caso del periodista Samuel Schmidt, víctima de una despiadada cacería emprendida en su contra por el “defensor de la libertad de prensa y libertad de expresión” Javier Corral Jurado, citado arriba por Sarmiento, es un caso muy vergonzoso, uno de los peores atentados en contra de la libertad de prensa y libertad de expresión que se hayan dado en el Estado de Chihuahua. En un foro de Internet, Samuel Schimdt recordó: “(Javier) Corral me sacó de Radio 13 después que dije que podría utilizar su posición como presidente de la Comisión de Telecomunicaciones del Senado para conseguir concesiones de radio. Ése es el paladín de la libertad de expresión. Se imaginan si como dice Ramsés García Ancira Saba ésa fuera la única carta panista para Gobernación. No hay que echar en saco roto que estos panistas tienen el fascismo muy instalado en el pensamiento”. Javier Corral estuvo acosando sin cesar al periodista Samuel Schmidt utilizando todas sus influencias y su poderío como senador (plurinominal) acosándolo, vetándolo y bloqueándolo por todos los medios posibles, hasta que se cansó al encontrar nuevas víctimas con las cuales podía mantenerse ocupado, y sobre todo al mantenerse obsesionado en la aprobación legislativa de algo por lo que es recordado tristemente en Chihuahua: su famosa Ley Mordaza, proyecto desechado inclusive por sus propios correligionarios en el Congreso del Estado de Chihuahua y la cual terminó suavizando convirtiéndola en una más bonachona y disfrazada Ley de Medios. Sus ataques directos e indirectos en contra de la libertad de prensa y la libertad de expresión no fueron jamás obstáculo alguno para exhibirse públicamente como miembro de la Asociación Iberoamericana de Derecho a la Información (AIDIC), otra más de su millón de incongruencias.
Veamos lo que nos dice el siguiente extracto:
Citaremos nuevamente otro editorial de Carlos Ramírez publicado en Internet por Periódico Zócalo:
Sergio Sarmiento (y muchos otros como él) no es el único que ha observado una incongruencia total en las ideologías y lealtades de Javier Corral, el cual está plenamente dispuesto a aliarse a su conveniencia hoy con la ultraderecha que tras bambalinas controla al país y mañana con la ultraizquierda si tal cosa conviene a los intereses personales de este personaje con más caras falsas que el dios griego Jano. Sobre esto tenemos un breve artículo aparecido en un sitio Web titulado apropiadamente “Maquiavelo”:
A Javier Corral le gusta presumir ante todo mundo su “mexicanidad” y su refrendado “patriotismo” y “amor” por México. Pero es el caso que Javier Corral ni siquiera es un mexicano de nacimiento. Nació el 2 de agosto de 1966 en la ciudad de El Paso, Texas, en los Estados Unidos de Norteamérica, y es ciudadano estadounidense de nacimiento, una ciudadanía a la cual jamás ha renunciado. Si lo desea, este extranjero puede irse en el momento que le dé la gana a radicar a su país de origen, no hay impedimento alguno para ello. Sin embargo, en los Estados Unidos no hay Diputados plurinominales ni Senadores plurinominales, ni a nivel federal ni a nivel estatal. Allá un tipo tan pedante, tan soberbio y tan prepotente al igual de falso y traidor como Javier Corral jamás tendría esperanza de futuro político alguno, porque allá los votos son los que cuentan y no las cuotas de poder, esas cuotas de poder con las que Javier Corral se ha estado beneficiando ampliamente incluso en los tiempos en los que Carlos Salinas de Gortari fuera Presidente de México. Mejor se queda en México, en donde puede vivir comodinamente a expensas de los contribuyentes que no votaron por él.
Sobre esto último, se puede agregar algo que podría convertirse en un escándalo internacional para el actual Congreso de la Unión. A partir del primero de junio del 2009, las autoridades norteamericanas empezaron a exigir un pasaporte de ingreso hacia los Estados Unidos a todos los nacidos en dicho país, aunque cruzen a pie por los puentes internacionales que conectan a México con los Estados Unidos, lo cual requiere forzosamente el tener que tramitar un pasaporte estadounidense que identifica a su poseedor como un ciudadano norteamericano. Ahora bien, ¿con qué pasaporte cruza Javier Corral Jurado hacia los Estados Unidos cuando va hacia dicho país? Si cruza mostrando un pasaporte norteamericano que lo acredita como ciudadano norteamericano, ¿qué demonios tiene que andar haciendo un norteamericano en la Cámara Legislativa de México en donde se discuten y se aprueban las leyes que terminarán afectando a todos los mexicanos? Y si cruza con un pasaporte mexicano, entonces ciertamente le está mintiendo a las autoridades norteamericanas en virtud de que jamás ha llevado a cabo ningún trámite ante la Embajada de los Estados Unidos para renunciar formalmente y de manera definitiva a su ciudadanía estadounidense (de hecho, le estaría mintiendo a los gobiernos de ambos países) ni tiene en sus manos documento alguno que muestre que ha renunciado a su ciudadanía norteamericana. Y si tiene los dos pasaportes de los dos países, tanto el pasaporte mexicano que lo identifica como un ciudadano mexicano como el pasaporte norteamericano que lo identifica como un ciudadano norteamericano, usando el uno o el otro a su conveniencia (dándose un privilegio del que no goza el resto de los mexicanos), no sólo estaría llevando a cabo una simulación deshonesta sino que posiblemente esté incurriendo en algún delito, aunque de cualquier manera para este individuo la simulación siempre ha sido un modo de vida.
Muchos analistas de la zona fronteriza Norte de reconocido prestigio coinciden en que la corrupción de Javier Corral en cuanto escaló por circunstancias fortuitas del destino hasta la cima del poder es algo imposible de negar. Uno de ellos es Raúl Flores Simental, editorialista del periódico NORTE DE CIUDAD JUAREZ, quien dejó constancia histórica de ello en su editorial titulado “Un corralito para el coronel” (NORTE DE CIUDAD JUAREZ, 26 de Mayo de 1996.) Las duras cosas que afirma en ese amplio editorial el analista Flores Simental acerca de Javier Corral no son invenciones de Spectator, son rastros que dejó el vil político que en algún momento ambicionó (y tal vez siga ambicionando) convertirse primero en Gobernador de Chihuaha para saltar de allí a la Presidencia de México, o saltar directamente a la Presidencia de México, aunque el principal obstáculo en estos sueños de opio es que estos puestos no son plurinominales, se tiene que exponer directamente al voto (y al castigo) del pueblo.
Otro analista que parece estar decepcionado con las muchas máscaras detrás de las cuales esconde el falso de Javier Corral sus verdaderas intenciones es el afamado editorialista Alvaro Delgado, autor del libro “El Yunque: La ultraderecha en el poder”. Javier Corral estuvo presente en persona en una presentación que hizo de su libro Alvaro Delgado, externando preocupación por las revelaciones expuestas en el libro acerca de la conspiración nacional del Yunque en contra de México. Sin embargo, esto no fué obstáculo alguno para que tiempo después al lanzarse como candidato para la gubernatura de Chihuahua Javier Corral buscara y pactara el apoyo de Carlos Marcelino Borruel Baquera, uno de los ultraderechistas chihuahuenses ligados al funesto DHIAC, organización satélite del Yunque. Sabedor del gran poder que está ejerciendo la extrema derecha encubierta de México en estos momentos procuró el apoyo de estos extremistas en la creencia de que esto le bastaría para colmar sus locas ambiciones de poder y de gloria, aunque el pueblo de Chihuahua que lo conoce mejor tuvo sobre esto la última palabra. A mediados de octubre del 2009, en un artículo titulado “Ante el fracaso, la represión” publicado por la agencia noticiosa Apro, Alvaro Delgado externaba lo siguiente: “¿Con este gobierno y su partido, el PAN, se quieren aliar el Partido de la Revolución Democrática (PRD) para derrotar a Ulises Ruiz en Oaxaca, Fidel Herrera en Veracruz y Mario Marín en Puebla? Jesús Ortega y su corriente de Nueva Izquierda sí. Pero ¿Andrés Manuel López Obrador lo consentirá sólo para tomar un respiro electoral, que en realidad será un respiro para el PAN? ¿Qué argumentó dará para tales alianzas Javier Corral Jurado, operador directísimo de Calderón, con quien se reconcilió a cambio de la presidencia de la Comisión de Gobernación de la Cámara de Diputados?” El 21 de octubre del 2009 Javier Corral tuvo la oportunidad para regresarle a Felipe Calderón el favor concedido votando ya como Diputado Federal -plurinominal- en pro de todos los aumentos de impuestos y endurecimiento de cargas tributarias aplicados por el panismo-Yunquismo en contra del pueblo de México (votó a favor de la Miscelánea Fiscal, votó a favor del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios -IEPS- lesivo para la industria de telecomunicaciones, votó a favor de la Ley de Ingresos de la Federación elevando los gravámenes del Impuesto sobre la Renta -ISR- e Impuesto al Valor Agregado -IVA-, votó a favor de todo lo que propuso Felipe Calderón sin oponerse absolutamente a nada con la excepción de la creación del gravámen del 2 por ciento a alimentos y medicinas porque no pudo hacerlo al removerlo la fracción priista del paquete, desdiciéndose de toda una vida en la que desde las trincheras de la oposición estuvo denunciando vitriólicamente “la voracidad impuestívora de la dictadura que lesiona la economía de las clases populares”. Todo esto lo pudo hacer porque al fin y al cabo nadie votó por él. En realidad, Javier Corral no tendría remordimiento alguno en venderle el alma al mismo Diablo a cambio de poder y gloria, excepto que el Diablo tal vez ni siquiera esté interesado en ofrecer algo a cambio de lo que seguramente ya es propiedad suya.
Uno de muchos personajes importantes a los cuales Javier Corral le clavó un puñal por la espalda (la lista es larga), panista prominente norteño de renombre, fue Francisco Villareal Torres, el hombre que exponiendo su propia vida y aún estando quebrantado de salud luchó por que lo recaudado en los puentes internacionales por concepto de peaje se quedase en Ciudad Juárez para obras en la comunidad fronteriza. Después de varias semanas de protesta, Villarreal fue escuchado por el presidente de la República y el gobierno federal autorizó entregarle al municipio de Ciudad Juárez la mitad de lo que se obtuviese por peaje en el Puente Internacional Paso del Norte (en el lado norteamericano, en el puente de retorno situado a unas cuadras, el gobierno federal le permite a la comunidad de El Paso quedarse con el cien por ciento de lo que se recauda por concepto de peaje en el puente de regreso a México). Villarreal no solamente logró la admiración y respeto de los fronterizos del norte de México, sino de personalidades del interior y exterior del país. El mismo Presidente de México Ernesto Zedillo lo visitó en su casa de Ciudad Juárez durante su último visita a la frontera, al conocer del agravamiento de la enfermedad. En su momento, Javier Corral alabó y aplaudió entusiastamente la lucha llevada a cabo por el Alcalde panista Villareal Torres para que el total de lo recabado en los puentes internacionales se quedase en Ciudad Juárez. Pero en cuanto Javier Corral llegó al Congreso como diputado -plurinominal- en tiempos de Vicente Fox, no vaciló un solo momento en darle su aprobación a una reducción de lo recaudado en los puentes internacionales, dejándole a la ciudad por la que en vida luchó Francisco Villareal no el 50 por ciento sino el 25 por ciento. Y de paso, clavándole también un puñal en la espalda a todos los residentes de esa ciudad fronteriza que se vió seriamente afectada con el recorte. Era como si Javier Corral le hubiera echado un escupitajo a Francisco Villareal en su propia cara en vida. Sin embargo, a Javier Corral no le fué difícil hacer su cochinada, porque cuando Javier Corral traicioneramente demeritó con su propio voto la lucha llevada a cabo por Francisco Villareal, el renombrado panista ya había muerto el 23 de marzo de 1996, así que no estaba ya para echarle en cara a Javier Corral su excelsa hipocresía por la que es de sobra conocido. Tal vez de haber estado aún vivo Francisco Villareal, Javier Corral se habría abstenido de traicionarlo, porque no sólo es un traidor nato, sino que también tiene fama de cobarde.
Una de las cosas de las que a Javier Corral le gusta jactarse es que es todo un señor “Licenciado en Derecho”. Pero si alguien cree que Javier Corral obtuvo su título yendo a una universidad de reconocido prestigio por cinco largos años para después hacer su servicio social y elaborar una tesis y presentar un examen profesional al igual que todos, vale más que revise las hemerotecas de los chihahuenses, en donde podrá encontrar las evidencias de que Javier Corral ni cursó sus estudios en la ciudad fronteriza en donde tenía radicada su residencia (Ciudad Juárez), la cual por cierto tiene una de las mejores universidades de México (la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez), ni en una universidad de la Ciudad de México como la UNAM o la Universidad Iberoamericana, habido el hecho de que era precisamente en esa ciudad en donde se desempeñaba como legislador. La obtuvo, extrañamente, en un tiempo récord de unos cuantos años, en una universidad en Los Mochis, Sinaloa, en lo que se supone que fue entonces uno de los más bochornosos casos de tráfico de influencias de un Senador (plurinominal). La universidad en donde le hicieron tan amplio favor fue la Universidad de Occidente, en Los Mochis. La pregunta obligada aquí es: ¿de dónde supuestamente estuvo sacando Javier Corral el tiempo necesario para atender diariamente las clases y cursos en una universidad de un lugar en donde no trabajaba y mucho menos tenía residencia permanente alguna? Cuando se ostenta como “Licenciado en Derecho y Ciencias Sociales por la Universidad de Occidente, Unidad Los Mochis”, lo hace en socarrona burla y demérito de los millares de estudiantes y profesionistas de todo México que si cumplieron y siguen cumpliendo puntualmente con sus obligaciones para asistir a clases por cinco largos años presentando una enorme cantidad de tareas y exámenes en la profesión estudiada.
Los apologistas de Javier Corral (que no son muchos) argumentarán en su defensa que es necesario concederle el beneficio de la duda, y que hay que admitirle la posibilidad de que sea uno de los cerebros más brillantes que ha habido en toda la Historia de México, razón por la cual Javier Corral no encuadra bajo el quemadísimo esquema del “título sin profesionista”. Pero es el caso que Javier Corral jamás ha litigado como Licenciado en Derecho. En el lapso de tiempo en el cual no pudo ocupar cargo público alguno prefirió refugiarse dando clases en la UNAM -una chamba por la cual casi se hincó de rodillas pidiendo que se la diesen al no haber otra opción en puerta- en vez de aprovechar su fama (tanto la buena como la mala) para abrir un bufete jurídico. Es más, ni siquiera sabe cómo tramitar un amparo. Es el equivalente de un médico que no sólo no sabe cómo hacer una operación sencilla como una extirpación del apéndice, ni siquiera sabe cómo aplicar una inyección intramuscular en la nalga. Si tan buen Abogado es, merecedor del título profesional que le dieron en Los Mochis pasando de noche usando sus influencias como Senador y posiblemente dando algo a cambio, ¿por qué nunca lo demostró con hechos?
Sobre el “show” montado por Javier Corral en el Congreso de la Unión en contra de Carlos Salinas de Gortari (lo hubiera hecho cuando Salinas de Gortari era aún Presidente de México en vez de andarlo aplaudiendo y alabando a viva voz como lo estuvo haciendo), un conocido analista escribió lo siguiente en un trabajo publicado en varios medios:
Si lo que quería hacer Javier Corral era acusar a Carlos Salinas de Gortari de sus presuntos nexos con el narcotráfico, tuvo ya demasiadas oportunidades doradas y demasiado tiempo para ello, oportunidades y tiempo que dejó pasar por alto guardando el más absoluto silencio. Cuando debió de haber hablado calló, y hoy que lo hace sus acusaciones suenan tan huecas como su hueco y convenenciero discurso de siempre.
Aunque en su malograda búsqueda por la gubernatura de Chihuahua, Javier Corral no vaciló un solo momento en aliarse con y en pedirle ayuda a los grupos de la extrema derecha de Chihuahua (además de sobornar a la misma izquierda, al PRD, de forjar una alizanza con él para llevarlo al poder), no ha tomado membresía y juramento de secrecía en alguna de las organizaciones clandestinas de ultraderecha como la Organización Nacional del Yunque, aunque eso difícilmente se le podría adjudicar como mérito suyo por el simple hecho de que se tendría que estar loco para invitar a un tipo tan voluble y tan falso como Javier Corral a formar parte de un movimiento subterráneo cuya verdadera finalidad es el establecimiento de un gobierno paralelo secreto a través de un gobierno afín a los propósitos de los cerebros de la ultraderecha mexicana. Simple y sencillamente, no es un tipo confiable para nadie.
El haber doblado la cerviz ante Felipe Calderón manifestando públicamente su apoyo incondicional a la pesada carga tributaria planeada por Felipe Calderón en contra del pueblo de México para el 2010, así como el estarse luciendo públicamente con sus pleitos sensacionalistas en contra de Carlos Salinas de Gortari, le redituaron a Javier Corral los dividendos políticos que esperaba: el 29 de septiembre del 2009 le dieron a este camaleón que no representa a nadie más que a sí mismo la presidencia de la Comisión de Gobernación en la Cámara de Diputados.
Regresemos a la pregunta original.
Entre las declaraciones y acusaciones mutuas que se han estado haciendo Carlos Salinas de Gortari y Javier Corral Jurado, ¿cuál de los dos está mintiendo? ¿A cuál de los dos habremos de creerle?
Vistos los antecedentes de ambos, lo más probable es que a ninguno de los dos.
El primer encuentro, dijo, se produjo por intermediación del comandante Fidel Castro Ruz “que me transmitió una petición del (Presidente) licenciado Salinas para verme estando yo en La Habana, cosa a la que accedí. (¿?) Nunca he pedido apoyo alguno ni me ha sido ofrecido porque yo no trato asuntos personales con el ex presidente ni con ningún ex presidente”. (¿?) Retador, como es costumbre suya, Corral emplazó a Salinas de Gortari “a que especifique, a que diga, que plantee con toda claridad qué apoyos le he pedido yo o qué colaboración le he pedido yo. Por el contrario, él me formuló varias peticiones en torno de asuntos de carácter público a las que por cierto yo nunca accedí”. (¿?) Continuando con su andanada, Corral Jurado agregó: “El nombre de Salinas por sí solo ensucia, por lo que al dejar la idea de que recientemente me he reunido con él… siembra la duda qué tipo de apoyo puede uno pedirle a Salinas… pues dinero, eso es lo que trata de dejar sembrado ahí. Por supuesto jamás pedí esto así de mi parte y obviamente tendré que aclararlo con toda puntualidad porque siembra dudas, porque trata de cambiar el rumbo de un debate que hoy está colocado en el país sobre los vínculos, los nexos de una buena parte de la clase política mexicana en torno del crecimiento del narcotráfico en México”. Continuando con su ofensiva para tratar de desligarse de sus presuntos nexos y asociaciones con Salinas de Gortari, el lunes 28 de noviembre del 2009 desde el Palacio Legislativo el lenguaraz Javier Corral agregó que Carlos Salinas de Gortari “es un caso de impunidad y abuso del poder, que recurre a la difamación, como fórmula para quitarse las acusaciones. Carlos Salinas es un ex presidente que no ha podido terminar de reaparecer; el descrédito lo sigue persiguiendo.” Y haciendo gala de su proverbial “humildad” que lo caracteriza por la que es de sobra conocido, Javier Corral agrego: “Cuando el comandante Castro me propuso el encuentro, no tenía idea de qué quería tratar el ex presidente conmigo pero tenía curiosidad no sólo como el político que soy, sino como el alma periodística en vilo que llevo dentro de mí.” (sic)
La pregunta de rigor es: ¿cuál de los dos está mintiendo?
Sobre Carlos Salinas de Gortari ya se ha escrito mucho y sus actos públicos son bastante conocidos como para tener que repetirlos aquí, y de hecho podemos considerar que el juicio histórico sobre él ya ha sido emitido. Falta por revisar las cartas credenciales de su acusador.
¿Realmente tiene Javier Corral Jurado calidad moral para andar haciendo declaraciones sensacionalistas con las que gusta de acaparar los reflectores?
¿Con qué cara se pone a hacer declaraciones como las que acostumbra hacer usando la tribuna del Palacio Legislativo para ello, a sabiendas de que por ser un plurinominal no representa a nadie más que a sí mismo, siendo un arribista que llegó al Congreso no por el voto popular sino por el reparto de cuotas de poder negociadas en el pasado con los mismos regímenes priistas a los que Javier Corral atacaba tan duramente en el pasado? Y de hecho, es ya la segunda vez que Javier Corral llega como diputado al Congreso de la Unión, habiendo llegado la ocasión anterior también por la vía plurinominal. Y de hecho jamás ha contendido por un cargo público sometiéndose directamente al juicio de los electores, exceptuando aquella ocasión que contendió para la Gubernatura de Chihuahua en el 2004 y en la cual el electorado chihuahuense le propinó a Javier Corral una soberana y contundente derrota en las urnas. Javier Corral representa todo aquello en contra de lo cual luchó la Revolución Mexicana que derrocó al dictador Porfirio Díaz. Si el lema triunfante de la Revolución de 1910 era “Sufragio efectivo, no reelección”, ciertamente este político desgastado que sólo ha podido lograr llegar a la Cámara de Diputados o a la Cámara de Senadores por la vía plurinominal representa todo lo contrario de lo que simboliza el sufragio efectivo. Y al repetir como diputado federal, representa todo lo contrario del lema “no reelección”. Si por él fuera, también debería ser posible en México llegar a ser Gobernador de un Estado y repetir en el cargo varias ocasiones, pero aún no se la ha ocurrido la fórmula mágica para lograrlo. Entendiblemente, Javier Corral es uno de los más feroces opositores al concepto del sufragio pleno, y está decididamente en contra de la eliminación de los diputados y senadores plurinominales, porque ha encontrado en esta fórmula su modus vivendi para garantizarse a sí mismo un futuro cómodo a expensas de los contribuyentes que no votaron por él. Cabe señalar que ni siquiera para el cargo que ocupa Javier Corral como diputado plurinominal pudo obtener una mayoría dentro del PAN, ya que en las elecciones internas que hubo perdió ante su oponente Velia Idalia Aguilar Armendáriz, tras lo cual peleó ferozmente no para que se le lanzara como un candidato sometido al voto directo del pueblo -y a una segura derrota- sino como candidato plurinominal ocupando un lugar en las listas de preferencia que le garantizara la chamba a este parásito profesional del erario público.
Hablemos ahora acerda del mundialmente célebre asunto de “Las Muertas de Juárez”, el cual fue adquiriendo notoriedad mundial bajo la administración pública del inepto y corrupto Gobernador panista Francisco Barrio Terrazas. En aquellos años, al mismo tiempo que crecían las voces de protesta en México y en el mundo entero por la impunidad en los cientos de feminicidios cometidos en Ciudad Juárez, Javier Corral supo guardar muy bien silencio sin externar jamás crítica o comentario alguno en contra de la impunidad que prevalecía en aquél entonces, ni en los tres años en los que fue presidente de la Comisión de Justicia y Derechos Humanos del Congreso del Estado de Chihuahua (1992-1995) ni en el tiempo posterior en el que fue presidente estatal del PAN en dicho Estado hasta que condujo al partido a una vergonzosa derrota en 1998 cuando el PAN fue expulsado de la gubernatura de Chihuahua por un electorado harto de la impunidad y corrupción prevalecientes bajo el régimen de Francisco Barrio Terrazas, amigo personal, padrino y compadre de su ahijado político Javier Corral. A las madres de las muchachas victimadas el despótico Javier Corral les estuvo estrellando repetidamente la puerta en la cara cuando iban a pedirle su ayuda, hasta que ellas y los chihuahuenses se dieron cuenta de que el único remedio posible radicaba en expulsar al PAN del poder en Chihuahua, lo cual hicieron gustosamente en 1998.
De cualquier manera, tiempo después y “henchido de ira” por la impunidad en la que estaban quedando los crímenes contra mujeres en Ciudad Juárez, Javier Corral Jurado no dudó en elevar sus más enérgicas protestas desde algunos de los cargos públicos -plurinominales- ocupados por él y desde los más diversos foros y tribunas en los que ha participado, denostando con toda la fiereza del mundo la falta de resultados concretos en el esclarecimiento de tanto asesinato. Un ejemplo de ello lo podemos ver en su columna ROTAFOLIO fechada 8 de Marzo del 2002 bajo el encabezado “¡Ni una más! Crímenes contra Mujeres”. Vale la pena reproducir los primeros párrafos relevantes de dicho artículo para ver si se nos enternece el corazón y nos brotan las lágrimas con la retórica de este “paladín de los derechos humanos”:
¡Ni una más!
Crímenes contra Mujeres
Columna Rotafolio
Javier Corral Jurado
Oficina del Senador (plurinominal) Javier Corral Jurado
8 de marzo del 2002
Este 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, cerca de veinte organizaciones cívicas, sociales, profesionales y políticas de Chihuahua, que fundamentalmente agrupan a mujeres, iniciaron una marcha que partió de la capital del Estado hacia el Puente Internacional de Santa Fé, en Ciudad Juárez. Lo denominan “Éxodo por la Vida” y es parte de la campaña NI UNA MAS, que hace cuatro meses iniciaron estas mismas organizaciones con una demanda particular: que las autoridades pongan fin a las muertes de mujeres/niñas en esa frontera.
La crueldad de esos asesinatos y la cantidad hasta hoy acumulada, colocan al ejercicio de la autoridad en un extremo bochornoso y eso nos ha desprestigiado a todos los que de alguna manera tenemos responsabilidades públicas. Libros, revistas, artículos y reportajes completos hablan sobre las “muertas de Juárez”. En medio del drama de familias enteras, de la angustia, el coraje y la decepción de los ciudadanos, o todo eso junto, la indolencia de la autoridad estatal y la forma perversa con la que pretenden ocultar en unos casos y alterar en otros las cifras, investigaciones y detenciones no tiene precedente. Es que la forma en que se medró políticamente con el asunto hace tres años y medio, cuando el hoy Gobernador del Estado andaba en campaña, ha provocado un desquiciamiento brutal de los procedimientos de procuración y administración de la justicia lanzados a mentir, a confundir, a simular. El regateo de las cifras de hoy con las de ayer, es la prueba irrefutable del desprecio por la vida que tienen las autoridades (priistas) actuales de mi Estado. Capaz de llevar a la rentabilidad mediática su propio atentado, y convocar a una semana de festejos conmemorativos de su resurrección, Patricio Martínez revela el ayuno... (bla, bla, bla).
Ante tan candentes denuncias, pareciera que Javier Corral, movido por el dolor de tantas madres clamando justicia, por vez primera en su vida despojándose de todo compromiso de índole partidista y actuando en forma recta e imparcial, había decidido alzar su más fuerte voz de protesta en contra del mismo Francisco Barrio Terrazas. Pero ésto no es así. Todas, absolutamente todas las duras críticas que ha formulado Javier Corral por la falta de soluciones en los casos de los crímenes contra mujeres en Ciudad Juárez las formuló primero en contra del Gobernador Patricio Martínez (priista) y posteriormente en contra del Gobernador José Reyes Baeza (priista), nunca en contra de Francisco Barrio Terrazas, y ésto se puede afirmar del modo más categórico posible tras una revisión exhaustiva de todos los artículos, ponencias y boletines de prensa elaborados por Javier Corral que se han publicado en los medios de comunicación desde que Francisco Barrio Terrazas tomo posesión de su cargo como Gobernador de Chihuahua hasta la fecha.
Y por cierto, después de las candentes denuncias puestas por Javier Corral en su columna ROTAFOLIO en el 2002 en contra del Gobernador Patricio Martínez mofándose cruelmente del atentado que sufrió el Gobernador de Chihuahua el 17 de enero del 2001, un atentado que lo puso al borde de la muerte, en una de sus típicas volteretas y retractaciones tardías el mismo Javier Corral reconoció publicamente siete años después el gran trabajo realizado como gobernante por Patricio Martínez, según lo que consigna una nota publicada en El Heraldo de Chihuahua el domingo 30 de Septiembre 2009.
De acuerdo con los registros históricos, el primer feminicidio con el cual comenzaron los asesinatos seriales de mujeres en Ciudad Juárez ocurrió en 1993, cuando el principal padrino, comparsa y cómplice de Javier Corral Jurado no cumplía ni siquiera medio año de haberse convirtido en Gobernador de Chihuahua (el reporte se dió a conocer por los medios la tarde del domingo 4 de enero de 1993 cuando se informó del hallazgo de la primera víctima, una joven de entre los 25 y 30 años, no identificada, con evidentes signos de tortura, cuyo cuerpo apareció echado en un canal de irrigación en la zona norte de esa ciudad ubicada en Chihuahua, en la frontera con Estados Unidos de Norteamérica), e inmediatamente tras este crimen los demás empezaron a ocurrir rápidamente en cascada mortífera. En los tres años en los que fué Presidente de la Comisión de Justicia y Derechos Humanos del Congreso del Estado de Chihuahua (1992-1995) así como en los tres años posteriores en los que Francisco Barrio Terrazas permaneció en su cargo como Gobernador en funciones, el ya para entonces presidente estatal del PAN chihuahuense Javier Corral jamás le hizo crítica o reproche alguno en su contra a Francisco Barrio por la forma tan indiferente y tan burda con la cual él y su inepto Procurador de Justicia Francisco Molina Ruiz estuvieron manejando los crímenes contra mujeres en Ciudad Juárez. Su boca siempre permaneció silenciosa en éste rubro, como si se la hubieran sellado con plomo. Hizo críticas muy duras y lanzó ataques despiadados en contra del manejo del problema únicamente cuando Francisco Barrio Terrazas dejó de ser Gobernador, y ello echándole toda la culpa al sucesor Patricio Martínez García absteniéndose en todo momento de mencionar a Francisco Barrio Terrazas bajo cualquier contexto negativo en relación a éste problema social, demandando indignado que el Gobernador Patricio Martínez esclareciera todos los crímenes contra mujeres en Ciudad Juárez que Francisco Barrio Terrazas en sus seis años como Gobernador dejó en la más completa impunidad. Pero quizá lo más inverosímil de todo ésto es que, aún pese a estar lucrando políticamente con el dolor de los familiares de las decenas y decenas de mujeres asesinadas en Ciudad Juárez, Javier Corral Jurado se sintió en todo momento con pleno derecho para pedirles a todos los familiares de las víctimas su voto para llevarlo a ocupar en las elecciones del 2004 el mismo cargo en el Estado de Chihuahua desde el cual su “tutor” Francisco Barrio Terrazas fomentó tanta impunidad, voto que desde luego le negaron. Este muestra documentada de cinismo, hipocresía y exhibicionismo exhibe la calaña de la cual está hecho el perpetuo plurionominal Javier Corral Jurado.
No conforme con haber tratado con la punta del pie a las madres de las cientos de muchachas jóvenes asesinadas en uno de los marcos de mayor impunidad que ha habido en la Historia de México, en septiembre del 2009 ya como diputado -plurinominal- se dió el gusto de volver a clavarles el puñal a estas pobres madres al respaldar la imposición del inepto cuan corrupto Arturo Chávez Chávez como Procurador General de la República, el mismo al cual como Procurador de Justicia en el Estado de Chihuahua el infame Javier Corral estuvo encubriendo y “justificando” en el cargo. De cualquier modo, y ya antes de esto, el vengativo Javier Corral dolido por las dos derrotas consecutivas que el pueblo de Chihuahua le propinó a su partido político tanto en 1995 como en 1998 con un duro voto de castigo, no vaciló en usar -o mejor dicho, en abusar y dar mal uso- a sus influencias como Senador para que en el Estado de Chihuahua quedasen congelados dos importantes proyectos para la construcción de carreteras sólo porque el rencoroso Senador no quería que el gobierno de extracción priista de Patricio Martinez pudiese recibir crédito alguno por la realización de tan importantes obras. Esto existe documentado en la siguiente nota:
Acusan a Corral de obstruír obras
Olga Aragón
EL DIARIO
1 de noviembre del 2002
El senador Javier Corral Jurado fue acusado por diputados del PRI y del PRD de haber promovido ante la Secretaría de Comunicaciones y Transportes la obstrucción de la obra carretera de doble carril que emprendió el gobierno del Estado en el tramo Cuauhtémoc-La Junta.
También responsabilizaron al senador panista de haber levantado obstáculos para evitar que la nueva carretera Jiménez-Parral, se transfiriera al estado.
Jesús Roberto Corral, diputado priista por el Distrito XIII con cabecera en Cuauhtémoc y el diputado perredista Héctor Elías Barraza Chávez, se lanzaron en la Tribuna del Congreso del Estado contra el senador panista, a quien señalaron como un “obstáculo” para el progreso de Chihuahua.
Ambos legisladores dijeron que ha sido Javier Corral Jurado, quien en su carácter de senador de la República y utilizando sus relaciones políticas con funcionarios del gabinete de gobierno del presidente Fox, ha sido el principal impulsor de la obstrucción que realiza la Secretaría de Comunicaciones y Transportes para la construcción de la caseta en la nueva carretera Jiménez-Parral y la construcción de la doble carril Cuauhtémoc-La Junta.
En tribuna, Héctor Barraza, aseveró que el senador Corral Jurado influyó ante el propio titular de la SCT, Pedro Cerisola Weber, para obstruír el acuerdo de poner una caseta, así como para la construcción de la carretera Cuauhtémoc-La Junta.
Roberto Corral Ordóñez dijo que en el caso de la nueva carretera Jiménez-Parral, el senador llevó gente a las oficinas de la SCT en el Distrito Federal, para protestar por la instalación de la caseta. “En el caso de Cuauhtémoc no fue necesario (trasladar gente a la capital de la República), ya que utilizó a sus representantes del Centro Empresarial”, comentó el legislador priista.
Barraza Chávez, ex-priista y actualmente diputado plurinominal del Partido de la Revolución Democrática, se fue duro contra el senador Javier Corral y generalizó su crítica a todos los panistas, señalando que “ya se les olvidó” la bandera federalista que enarbolaron en el 2000 para ganar la elección presidencial.
“Con el cambio que prometió el PAN, vino el retroceso en los trámites para que perteneciera al estado el tramo Parral-Jiménez”, agregó el diputado oriundo de Namiquipa y acusó a los diputados del PAN, específicamente al senador Javier Corral, de no actuar como legisladores en representación de los intereses de la sociedad, sino de constreñir su función a meros defensores de los objetivos políticos electorales de su partido.
Veamos ahora un editorial de un analista que conoce bien y ha seguido de cerca el negro historial de Javier Corral Jurado:
Corral, beneficiario del dedazo
Indicador Político
Carlos Ramírez carlosramirezh@hotmail.com
Sitio Web Indicador Politico
Como político al viejo estilo, el diputado federal electo panista Javier Corral Jurado ha decidido enfrentar hoy el dedazo en el PAN, pero olvidando que su carrera política fue producto justamente de varios dedazos.
Forjado en el autoritarismo político tradicional, Corral, por ejemplo, destituyó en 1995 a Héctor Mejía del comité directo municipal del PAN en Ciudad Juárez, por algunas críticas que le hizo al entonces alcalde juarense Ramón Galindo y al propio Corral como presidente estatal del PAN.
Poco sensible al debate político, Corral dio un manotazo autoritario, invocó violaciones a los estatutos y reglamentos, atacó a Mejía por atreverse a criticar a la élite dirigente panista en Chihuahua y lo destituyó del comité municipal. Y de paso, Corral destituyó también al Dr. Turati del comité directivo municipal de Chihuahua por violaciones a estatutos y reglamentos. Corral no aguantó la crítica a su estilo de dirigir el PAN estatal…
En una carta abierta, Alejandro Pérez Cuéllar, hermano del dirigente estatal chihuahuense del PAN, pasa hoy revista a los estilos políticos de Corral. Sobre todo, contrasta el discurso político democratizador de Corral que exige al presidente de la República cumplir los estatutos del PAN, con el Corral que siempre creció al amparo de los dedazos del poder. Por ejemplo, el gobernador chihuahuense Francisco Barrio impuso a Corral como presidente estatal del PAN exactamente igual a como hoy dice Corral que Calderón quiere poner a Nava: Por decisión personal y sin pasar por los estatutos.
Por la intervención directa de Barrio como gobernador de Chihuahua, Corral logró la diputación local y fue designado presidente del Congreso local para defender los intereses del mandatario estatal. Y más tarde Barrio colocó a Corral como presidente del comité estatal del PAN a dedazo limpio. Hoy, claro, Corral se viste de demócrata y se opone a que el presidente de la República decida la dirección del PAN con argumentos que olvidó en el pasado.
La historia de Corral como dirigente estatal panista estuvo marcada por las irregularidades, las venganzas y… las imposiciones. Corral impidió la crítica, destituyó a dirigentes municipales que se atrevieron a criticarlo y deterioró el trabajo político del partido, al grado de que dejó un partido mal desarticulado y maltrecho para irse al DF a fungir como vocero del comité nacional dirigido entonces nada menos que por Felipe Calderón.
En Chihuahua el PAN tuvo su peor derrota en 1998: Barrio perdió su sucesión y el candidato Ramón Galindo no pudo mantener al PAN en la gubernatura y fue derrotado por el priísta Patricio Martínez. El PAN que acudió a esa elección fue precisamente el partido que había dejado Corral como presidente estatal. Desde entonces, el PAN quedó abajo. Ciudad Juárez, la ciudad de nacimiento de Corral y el municipio panista por excelencia, se reconvirtió al priísmo desde entonces.
En la elección para gobernador del 2004, Corral buscó una alianza con el PRD de López Obrador, justo cuando el tabasqueño se enfilaba hacia la candidatura presidencial y la ruptura con el gobierno de Vicente Fox. La estrategia de Corral era la de conformar un frente amplio de toda la oposición contra el PRI, aprovechando las pugnas priístas internas y sobre todo la alternancia presidencial del 2000. Sin embargo, ni así pudo Corral: perdió por quince puntos porcentuales ante el candidato priísta José Reyes Baeza.
Corral terminó por hundir al PAN chihuahuense en las indefiniciones. Los panistas de Chihuahua reclamaron a Corral la alianza con el PRD, sobre todo, como dice el hermano del actual presidente panista en Chihuahua, el PAN perdió su rumbo ideológico por el oportunismo electoral. Escribe el panista Alejandro Pérez Cuéllar, “¿dónde está la congruencia (de Corral)?, si hasta nos aliamos con el PRD porque Javier nos convenció de ello, Partido (el PRD) que por cierto promueve el aborto. ¿Las alianzas son bondadosas sólo cuando son promovidas por Javier?”.
Otra incongruencia de Corral radica en su percepción de los resultados electorales. Corral cuestionó de manera estridente en Chihuahua el resultado de las elecciones internas para definir candidaturas a diputados porque hubo, decía Corral, “fraude” por municipios con votaciones zapato o con cero votos para algunos aspirantes, aunque Corral nada dijo de las casillas donde él ganó con votaciones a favor de 100 por ciento.
“En el 2000”, recuerda Alejandro Pérez Cuéllar en su carta contra Corral, “Ramón Galindo acusó a la dirigencia estatal de intromisión en el proceso para elegir candidatos a Senadores, de favorecer a Javier, de que no se explicó la forma de votar, etcétera, y a Ramón Galindo lo expulsaron del Partido, ¿por qué en esa ocasión Corral no dijo nada? ¿Qué no ameritaba un poco de reflexión?”.
Y queda la declaración de Corral como vocero de Calderón como presidente del PAN a propósito de la renuncia de Carlos Castillo Peraza al PAN: “No estamos llenos de Castillos, pero tampoco estamos huérfanos de ideólogos. El presidente nacional del partido, Felipe Calderón, es un hombre con una gran claridad ideológica y doctrinal, capaz de encabezar cualquier interlocución política con cualquier institución, partido o frente al gobierno”.
Veamos ahora un reportaje en el que podemos ver los comentarios de otro conocido editorialista que conoce bien a Javier Corral:
No es congruente Corral: Sarmiento
Raúl Lechuga Manquero
EL DIARIO
7 de mayo del 2004
El analista político y comentarista de televisión, Sergio Sarmiento, dijo ayer que lo que le queda claro,“en el caso de Javier Corral, es que hay que ser congruente. Lo que uno pide como candidato, es lo que uno debe hacer como gobernante, y lo que uno pide como legislador es lo que uno debe aplicar como candidato, hay una cierta línea de coherencia que uno debe mantener en la vida personal y sobre todo, en la vida pública”.
En una rueda de prensa que dió ayer por la tarde en la ciudad de Chihuahua, Sarmiento señaló que Corral es un hombre que ha participado mucho en cuestiones de medios de comunicación pero con propuestas que “a mí me parecen peligrosas”.
En ese sentido, consideró que la propuesta del ahora candidato al Gobierno del Estado, de una comisión de comunicación social en el Congreso cuando fue legislador, equivale a restablecer la censura, pero con validez legal.
“A mí, francamente eso me aterraba y siempre manifesté mi oposición, porque no creo en la censura”, dijo.
Consideró a Javier Corral, como un hombre muy controvertido, “y en eso lo conocen mejor los chihuahuenses que yo, y los juarenses mejor que nadie”.
Es un hombre, agregó, que exige ciertos privilegios y oportunidades cuando está en la oposición y los niega cuando tiene el poder para hacerlo.
Está el caso de Samuel Schimdt, que se ha enfrentado a un problema de presión y de censura en su contra, señaló el conductor de “La Entrevista con Sarmiento”.
Sarmiento, quien es vicepresidente del Consejo Editorial de TVAzteca, participó en el foro ‘Liderazgo para el desarrollo de México’ organizado por el Centro de Liderazgo y Desarrollo Humano en el marco de la conmemoración de su XV aniversario, con una conferencia sobre la Participación Ciudadana en la Construcción de la Democracia.
Durante una rueda de prensa posterior, tocó el tema de Javier Corral y su controversia con El Diario, así como su condicionamiento en cuanto a la publicidad cuando dijo que “la equidad publicitaria tiene como base la equidad en la información”.
Consideró que (Corral) tiene derecho a defender sus ideas y a poner el dinero donde sienta que más va a redituar, pero lo que ha propuesto ya concretamente en términos de medios de comunicación, “no puedo aceptarlo porque no creo en la censura”.
Aclaró que es distinto, cuando se trata de dinero público, debe haber otras reglas, pero ciertamente en la actualidad no están especificadas.
“Es verdad que los distintos gobiernos buscan premiar a los que los apoyan y castigar a quienes los rechazan, y los medios tenemos que tener la valentía de sostener nuestras posiciones, independientemente de si nos entra o no dinero del gobierno. Eso es una cuestión de ética periodística personal”.
El caso del periodista Samuel Schmidt, víctima de una despiadada cacería emprendida en su contra por el “defensor de la libertad de prensa y libertad de expresión” Javier Corral Jurado, citado arriba por Sarmiento, es un caso muy vergonzoso, uno de los peores atentados en contra de la libertad de prensa y libertad de expresión que se hayan dado en el Estado de Chihuahua. En un foro de Internet, Samuel Schimdt recordó: “(Javier) Corral me sacó de Radio 13 después que dije que podría utilizar su posición como presidente de la Comisión de Telecomunicaciones del Senado para conseguir concesiones de radio. Ése es el paladín de la libertad de expresión. Se imaginan si como dice Ramsés García Ancira Saba ésa fuera la única carta panista para Gobernación. No hay que echar en saco roto que estos panistas tienen el fascismo muy instalado en el pensamiento”. Javier Corral estuvo acosando sin cesar al periodista Samuel Schmidt utilizando todas sus influencias y su poderío como senador (plurinominal) acosándolo, vetándolo y bloqueándolo por todos los medios posibles, hasta que se cansó al encontrar nuevas víctimas con las cuales podía mantenerse ocupado, y sobre todo al mantenerse obsesionado en la aprobación legislativa de algo por lo que es recordado tristemente en Chihuahua: su famosa Ley Mordaza, proyecto desechado inclusive por sus propios correligionarios en el Congreso del Estado de Chihuahua y la cual terminó suavizando convirtiéndola en una más bonachona y disfrazada Ley de Medios. Sus ataques directos e indirectos en contra de la libertad de prensa y la libertad de expresión no fueron jamás obstáculo alguno para exhibirse públicamente como miembro de la Asociación Iberoamericana de Derecho a la Información (AIDIC), otra más de su millón de incongruencias.
Veamos lo que nos dice el siguiente extracto:
La ley de Corralito
Miguel Angel Chávez Díaz de León
EL DIARIO
27 de octubre del 2002
Con la misma soltura con la que en otro tiempo anduvo promoviendo una Ley Mordaza para someter a periodistas y editorialistas, el senador (plurinominal) Javier Corral impulsa ahora nada menos que el derecho de los informadores a calumniar impunemente. No es una lección de congruencia política, pero sí nos permite ver hasta dónde es capaz de llegar el legislador en defensa de uno de los medios que -cree él- le ayudarán en su loco tropel por convertirse en gobernador.
Un día, blanco y, otro, negro. Alguna vez hace varios años, Corral Jurado fue enjuiciado en el PAN por proferir declaraciones inconvenientes para la jefatura del partido. Y el hombre se deshizo en denuncias y lamentos. Años después -ya convertido él mismo en jefe-, vino para enjuiciar a otros panistas que habían emitido opiniones impertinentes. Luego el hombre juzgó que aquello era bueno.
Así ha sido la relación del senador con la libertad de expresión. A veces parece que la adora y otras veces es obvio que le causa salpullido. En realidad, la detesta siempre. Sólo que, como se dice, los intereses no tienen ideología. La única libertad de expresión que Javier Corral está dispuesto a defender es la suya propia...
Citaremos nuevamente otro editorial de Carlos Ramírez publicado en Internet por Periódico Zócalo:
La fich(it)a de Javier Corral
Indicador Político
Carlos Ramírez
Periódico Zócalo
Autodenominado y autopromovido como un dechado de democracia pura en su máxima expresión, el panista Javier Corral Jurado ha dejado tras de sí una estela de represión de la libertad de prensa, de acoso contra periodistas críticos, de alianzas con personeros del salinismo y el viejo PRI y sobre todo de sospechosos casos de tráfico de influencias.
Acostumbrado a actuar en base a caprichos y estridencias, el hoy diputado electo plurinominal panista Corral Jurado ha aumentado el tono de sus protestas por su relación política con el senador foxista Santiago Creel Miranda para fijar su condición de disidente y con ello apartar desde ahora la candidatura panista al gobierno de Chihuahua para el 2010 y ya con un compromiso de alianza con el PRD de López Obrador.
Las alianzas de Corral no dejan de sorprender a los panistas. Por ejemplo, en 1998, el 2000 y el 2005 se confabuló con el vocero salinista José Carreño Carlón para impulsar la creación de organismos de control de medios de comunicación electrónicos, pero no nada más de su funcionamiento, sino sobre todo de contenido. En esas tres ocasiones impulsó intentos de ley mordaza que fueron derrotadas por la respuesta libertaria de periodistas. Ahora quiere la Comisión de Radio y Televisión de la próxima Cámara para tratar de imponer reglas al contenido de los medios.
Aunque se viste defensor de criterios de regulación de medios, en realidad Corral tiene más evidencias de irregularidades. En 2004, por ejemplo, utilizó su poder como presidente de la Comisión de Comunicaciones y Transportes del Senado para censurar al politólogo Samuel Schmidt, quien había denunciado en un programa de radio que Corral buscaba asociarse con un grupo extranjero para manejar estaciones de radio “cuya concesión sacaría desde la presidencia de la Comisión de Comunicaciones del Senado”. Corral presionó con impunidad al dueño de la estación y Schmidt fue censurado como analista político y despedido del programa. Schmidt levantó denuncia penal contra Corral, pero la PGR fue presionada por el PAN para desecharla.
Su pleito con Televisa quiere ser vestido como de defensa de los intereses de la sociedad, pero en realidad fue un asunto estrictamente comercial. Corral había pactado con Televisa una línea de crédito para su campaña a gobernador, pero se desentendió de la deuda cuando perdió las elecciones. Televisa demandó a Corral por incumplimiento. Corral se protegió con el fuero y ocultó en la estridencia de denuncias contra la empresa el hecho de que había caído en situación de fraude comercial.
Su alianza con el salinismo se logró a través del vocero salinista Carreño Carlón. Los dos quisieron erigirse en comisarios políticos de la libertad de expresión y trataron de crear en México un premio similar al Pulitzer de los Estados Unidos. Inclusive Carreño y Corral entregaron un reconocimiento al corresponsal Sam Dillon, del The New York Times, por el Pulitzer a sus reportajes de denuncia de sospechas de narco del gobernador sonorense Manlio Fabio Beltrones, pero ocultaron el hecho de que Dillon engañó al Comité Pulitzer porque no entregó precisamente el reportaje sobre Beltrones porque estaba basado en pruebas falsas. Eso sí, Carreño y Corral premiaron a Dillon por un reportaje que no tomó en cuenta el Pulitzer. Inclusive Beltrones demostró la falsedad del reportaje y recibió disculpas del Times.
Las alianzas de Corral sorprenden a los propios panistas. Por ejemplo, se alió al priísta Manuel Bartlett para enfrentarse a las televisoras nacionales, pero se trataba del Bartlett que operó el gran fraude electoral en Chihuahua en 1986 para impedir la victoria del panista Francisco Barrio, entonces padrino político de Corral. Bartlett aplicó al PAN un “fraude patriótico” para bloquear por cualquier medio la victoria “de la derecha”. Todos los intelectuales más importantes y de diversos grupos pidieron la anulación de las elecciones, pero Bartlett impuso su tesis a favor del PRI. Hoy Corral basa su fuerza política no en el PAN, sino en sus relaciones con el PRI de Bartlett y Carlos Salinas y con el PRD de López Obrador.
Corral ha sido un fracaso electoral. Además de que todas sus posiciones han sido plurinominales, en el 2004 perdió las elecciones a gobernador en Chihuahua por 15 puntos de ventaja del priísta José Reyes Baeza. Corral compitió en alianza con el PRD y Convergencia y sacó 41% de votos, el mismo porcentaje del PAN sin alianzas en 1998. Es decir, Corral le hizo perder cuando menos 8 puntos al PAN. En el 2010 quiere de nuevo la candidatura en alianza con el PRD de López Obrador.
En el 2008 Corral renunció con estridencia a su cargo en el comité nacional del PAN por el relevo de Santiago Creel en la coordinación de la bancada panista en el Senado, aunque sin reconocer que la caída de Creel se debió a su alianza con la ex pareja presidencial Vicente Fox-Martha Sahagún. Aislado en el PAN, sin fuerza propia, Corral ha preferido entonces sus alianzas externas con Carlos Salinas, Manuel Bartlett y el perredismo de López Obrador. De ahí que la crítica de Corral al PAN y al presidente Calderón sea parte de los juegos de poder de sus aliados fuera del panismo.
Sergio Sarmiento (y muchos otros como él) no es el único que ha observado una incongruencia total en las ideologías y lealtades de Javier Corral, el cual está plenamente dispuesto a aliarse a su conveniencia hoy con la ultraderecha que tras bambalinas controla al país y mañana con la ultraizquierda si tal cosa conviene a los intereses personales de este personaje con más caras falsas que el dios griego Jano. Sobre esto tenemos un breve artículo aparecido en un sitio Web titulado apropiadamente “Maquiavelo”:
El cambiazo de Javier Corral
Maquiavelo: El arte de la política
25 de septiembre del 2009
Radical el cambio observado en el diputado Javier Corral.
Hace apenas unos meses era el fustigador más severo de su partido, el PAN, y del “jefe nato” de las causas blanquiazules, del señor Felipe Calderón.
Casi no había día en el que no se lanzara en contra de uno o de otro.
Pero llegó a San Lázaro y su óptica sobre su partido y sobre el inquilino de Los Pinos varió diametralmente.
Ahora es el principal –único– defensor del calderonismo. El ariete que se contrapone a Gerardo Fernández Noroña o a cualquiera que ose externar la más leve crítica a la errática administración del michoacano.
¿Qué pasó con la congruencia?
¿Qué se le atravesó a Corral en su camino a San Lázaro?
A Javier Corral le gusta presumir ante todo mundo su “mexicanidad” y su refrendado “patriotismo” y “amor” por México. Pero es el caso que Javier Corral ni siquiera es un mexicano de nacimiento. Nació el 2 de agosto de 1966 en la ciudad de El Paso, Texas, en los Estados Unidos de Norteamérica, y es ciudadano estadounidense de nacimiento, una ciudadanía a la cual jamás ha renunciado. Si lo desea, este extranjero puede irse en el momento que le dé la gana a radicar a su país de origen, no hay impedimento alguno para ello. Sin embargo, en los Estados Unidos no hay Diputados plurinominales ni Senadores plurinominales, ni a nivel federal ni a nivel estatal. Allá un tipo tan pedante, tan soberbio y tan prepotente al igual de falso y traidor como Javier Corral jamás tendría esperanza de futuro político alguno, porque allá los votos son los que cuentan y no las cuotas de poder, esas cuotas de poder con las que Javier Corral se ha estado beneficiando ampliamente incluso en los tiempos en los que Carlos Salinas de Gortari fuera Presidente de México. Mejor se queda en México, en donde puede vivir comodinamente a expensas de los contribuyentes que no votaron por él.
Sobre esto último, se puede agregar algo que podría convertirse en un escándalo internacional para el actual Congreso de la Unión. A partir del primero de junio del 2009, las autoridades norteamericanas empezaron a exigir un pasaporte de ingreso hacia los Estados Unidos a todos los nacidos en dicho país, aunque cruzen a pie por los puentes internacionales que conectan a México con los Estados Unidos, lo cual requiere forzosamente el tener que tramitar un pasaporte estadounidense que identifica a su poseedor como un ciudadano norteamericano. Ahora bien, ¿con qué pasaporte cruza Javier Corral Jurado hacia los Estados Unidos cuando va hacia dicho país? Si cruza mostrando un pasaporte norteamericano que lo acredita como ciudadano norteamericano, ¿qué demonios tiene que andar haciendo un norteamericano en la Cámara Legislativa de México en donde se discuten y se aprueban las leyes que terminarán afectando a todos los mexicanos? Y si cruza con un pasaporte mexicano, entonces ciertamente le está mintiendo a las autoridades norteamericanas en virtud de que jamás ha llevado a cabo ningún trámite ante la Embajada de los Estados Unidos para renunciar formalmente y de manera definitiva a su ciudadanía estadounidense (de hecho, le estaría mintiendo a los gobiernos de ambos países) ni tiene en sus manos documento alguno que muestre que ha renunciado a su ciudadanía norteamericana. Y si tiene los dos pasaportes de los dos países, tanto el pasaporte mexicano que lo identifica como un ciudadano mexicano como el pasaporte norteamericano que lo identifica como un ciudadano norteamericano, usando el uno o el otro a su conveniencia (dándose un privilegio del que no goza el resto de los mexicanos), no sólo estaría llevando a cabo una simulación deshonesta sino que posiblemente esté incurriendo en algún delito, aunque de cualquier manera para este individuo la simulación siempre ha sido un modo de vida.
Muchos analistas de la zona fronteriza Norte de reconocido prestigio coinciden en que la corrupción de Javier Corral en cuanto escaló por circunstancias fortuitas del destino hasta la cima del poder es algo imposible de negar. Uno de ellos es Raúl Flores Simental, editorialista del periódico NORTE DE CIUDAD JUAREZ, quien dejó constancia histórica de ello en su editorial titulado “Un corralito para el coronel” (NORTE DE CIUDAD JUAREZ, 26 de Mayo de 1996.) Las duras cosas que afirma en ese amplio editorial el analista Flores Simental acerca de Javier Corral no son invenciones de Spectator, son rastros que dejó el vil político que en algún momento ambicionó (y tal vez siga ambicionando) convertirse primero en Gobernador de Chihuaha para saltar de allí a la Presidencia de México, o saltar directamente a la Presidencia de México, aunque el principal obstáculo en estos sueños de opio es que estos puestos no son plurinominales, se tiene que exponer directamente al voto (y al castigo) del pueblo.
Otro analista que parece estar decepcionado con las muchas máscaras detrás de las cuales esconde el falso de Javier Corral sus verdaderas intenciones es el afamado editorialista Alvaro Delgado, autor del libro “El Yunque: La ultraderecha en el poder”. Javier Corral estuvo presente en persona en una presentación que hizo de su libro Alvaro Delgado, externando preocupación por las revelaciones expuestas en el libro acerca de la conspiración nacional del Yunque en contra de México. Sin embargo, esto no fué obstáculo alguno para que tiempo después al lanzarse como candidato para la gubernatura de Chihuahua Javier Corral buscara y pactara el apoyo de Carlos Marcelino Borruel Baquera, uno de los ultraderechistas chihuahuenses ligados al funesto DHIAC, organización satélite del Yunque. Sabedor del gran poder que está ejerciendo la extrema derecha encubierta de México en estos momentos procuró el apoyo de estos extremistas en la creencia de que esto le bastaría para colmar sus locas ambiciones de poder y de gloria, aunque el pueblo de Chihuahua que lo conoce mejor tuvo sobre esto la última palabra. A mediados de octubre del 2009, en un artículo titulado “Ante el fracaso, la represión” publicado por la agencia noticiosa Apro, Alvaro Delgado externaba lo siguiente: “¿Con este gobierno y su partido, el PAN, se quieren aliar el Partido de la Revolución Democrática (PRD) para derrotar a Ulises Ruiz en Oaxaca, Fidel Herrera en Veracruz y Mario Marín en Puebla? Jesús Ortega y su corriente de Nueva Izquierda sí. Pero ¿Andrés Manuel López Obrador lo consentirá sólo para tomar un respiro electoral, que en realidad será un respiro para el PAN? ¿Qué argumentó dará para tales alianzas Javier Corral Jurado, operador directísimo de Calderón, con quien se reconcilió a cambio de la presidencia de la Comisión de Gobernación de la Cámara de Diputados?” El 21 de octubre del 2009 Javier Corral tuvo la oportunidad para regresarle a Felipe Calderón el favor concedido votando ya como Diputado Federal -plurinominal- en pro de todos los aumentos de impuestos y endurecimiento de cargas tributarias aplicados por el panismo-Yunquismo en contra del pueblo de México (votó a favor de la Miscelánea Fiscal, votó a favor del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios -IEPS- lesivo para la industria de telecomunicaciones, votó a favor de la Ley de Ingresos de la Federación elevando los gravámenes del Impuesto sobre la Renta -ISR- e Impuesto al Valor Agregado -IVA-, votó a favor de todo lo que propuso Felipe Calderón sin oponerse absolutamente a nada con la excepción de la creación del gravámen del 2 por ciento a alimentos y medicinas porque no pudo hacerlo al removerlo la fracción priista del paquete, desdiciéndose de toda una vida en la que desde las trincheras de la oposición estuvo denunciando vitriólicamente “la voracidad impuestívora de la dictadura que lesiona la economía de las clases populares”. Todo esto lo pudo hacer porque al fin y al cabo nadie votó por él. En realidad, Javier Corral no tendría remordimiento alguno en venderle el alma al mismo Diablo a cambio de poder y gloria, excepto que el Diablo tal vez ni siquiera esté interesado en ofrecer algo a cambio de lo que seguramente ya es propiedad suya.
Uno de muchos personajes importantes a los cuales Javier Corral le clavó un puñal por la espalda (la lista es larga), panista prominente norteño de renombre, fue Francisco Villareal Torres, el hombre que exponiendo su propia vida y aún estando quebrantado de salud luchó por que lo recaudado en los puentes internacionales por concepto de peaje se quedase en Ciudad Juárez para obras en la comunidad fronteriza. Después de varias semanas de protesta, Villarreal fue escuchado por el presidente de la República y el gobierno federal autorizó entregarle al municipio de Ciudad Juárez la mitad de lo que se obtuviese por peaje en el Puente Internacional Paso del Norte (en el lado norteamericano, en el puente de retorno situado a unas cuadras, el gobierno federal le permite a la comunidad de El Paso quedarse con el cien por ciento de lo que se recauda por concepto de peaje en el puente de regreso a México). Villarreal no solamente logró la admiración y respeto de los fronterizos del norte de México, sino de personalidades del interior y exterior del país. El mismo Presidente de México Ernesto Zedillo lo visitó en su casa de Ciudad Juárez durante su último visita a la frontera, al conocer del agravamiento de la enfermedad. En su momento, Javier Corral alabó y aplaudió entusiastamente la lucha llevada a cabo por el Alcalde panista Villareal Torres para que el total de lo recabado en los puentes internacionales se quedase en Ciudad Juárez. Pero en cuanto Javier Corral llegó al Congreso como diputado -plurinominal- en tiempos de Vicente Fox, no vaciló un solo momento en darle su aprobación a una reducción de lo recaudado en los puentes internacionales, dejándole a la ciudad por la que en vida luchó Francisco Villareal no el 50 por ciento sino el 25 por ciento. Y de paso, clavándole también un puñal en la espalda a todos los residentes de esa ciudad fronteriza que se vió seriamente afectada con el recorte. Era como si Javier Corral le hubiera echado un escupitajo a Francisco Villareal en su propia cara en vida. Sin embargo, a Javier Corral no le fué difícil hacer su cochinada, porque cuando Javier Corral traicioneramente demeritó con su propio voto la lucha llevada a cabo por Francisco Villareal, el renombrado panista ya había muerto el 23 de marzo de 1996, así que no estaba ya para echarle en cara a Javier Corral su excelsa hipocresía por la que es de sobra conocido. Tal vez de haber estado aún vivo Francisco Villareal, Javier Corral se habría abstenido de traicionarlo, porque no sólo es un traidor nato, sino que también tiene fama de cobarde.
Una de las cosas de las que a Javier Corral le gusta jactarse es que es todo un señor “Licenciado en Derecho”. Pero si alguien cree que Javier Corral obtuvo su título yendo a una universidad de reconocido prestigio por cinco largos años para después hacer su servicio social y elaborar una tesis y presentar un examen profesional al igual que todos, vale más que revise las hemerotecas de los chihahuenses, en donde podrá encontrar las evidencias de que Javier Corral ni cursó sus estudios en la ciudad fronteriza en donde tenía radicada su residencia (Ciudad Juárez), la cual por cierto tiene una de las mejores universidades de México (la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez), ni en una universidad de la Ciudad de México como la UNAM o la Universidad Iberoamericana, habido el hecho de que era precisamente en esa ciudad en donde se desempeñaba como legislador. La obtuvo, extrañamente, en un tiempo récord de unos cuantos años, en una universidad en Los Mochis, Sinaloa, en lo que se supone que fue entonces uno de los más bochornosos casos de tráfico de influencias de un Senador (plurinominal). La universidad en donde le hicieron tan amplio favor fue la Universidad de Occidente, en Los Mochis. La pregunta obligada aquí es: ¿de dónde supuestamente estuvo sacando Javier Corral el tiempo necesario para atender diariamente las clases y cursos en una universidad de un lugar en donde no trabajaba y mucho menos tenía residencia permanente alguna? Cuando se ostenta como “Licenciado en Derecho y Ciencias Sociales por la Universidad de Occidente, Unidad Los Mochis”, lo hace en socarrona burla y demérito de los millares de estudiantes y profesionistas de todo México que si cumplieron y siguen cumpliendo puntualmente con sus obligaciones para asistir a clases por cinco largos años presentando una enorme cantidad de tareas y exámenes en la profesión estudiada.
Los apologistas de Javier Corral (que no son muchos) argumentarán en su defensa que es necesario concederle el beneficio de la duda, y que hay que admitirle la posibilidad de que sea uno de los cerebros más brillantes que ha habido en toda la Historia de México, razón por la cual Javier Corral no encuadra bajo el quemadísimo esquema del “título sin profesionista”. Pero es el caso que Javier Corral jamás ha litigado como Licenciado en Derecho. En el lapso de tiempo en el cual no pudo ocupar cargo público alguno prefirió refugiarse dando clases en la UNAM -una chamba por la cual casi se hincó de rodillas pidiendo que se la diesen al no haber otra opción en puerta- en vez de aprovechar su fama (tanto la buena como la mala) para abrir un bufete jurídico. Es más, ni siquiera sabe cómo tramitar un amparo. Es el equivalente de un médico que no sólo no sabe cómo hacer una operación sencilla como una extirpación del apéndice, ni siquiera sabe cómo aplicar una inyección intramuscular en la nalga. Si tan buen Abogado es, merecedor del título profesional que le dieron en Los Mochis pasando de noche usando sus influencias como Senador y posiblemente dando algo a cambio, ¿por qué nunca lo demostró con hechos?
Sobre el “show” montado por Javier Corral en el Congreso de la Unión en contra de Carlos Salinas de Gortari (lo hubiera hecho cuando Salinas de Gortari era aún Presidente de México en vez de andarlo aplaudiendo y alabando a viva voz como lo estuvo haciendo), un conocido analista escribió lo siguiente en un trabajo publicado en varios medios:
La colita de Corral
Raymundo Riva Palacio
2 de octubre del 2009
Los refranes populares son sabios porque emanan de la experiencia sufrida. Algunos son tan usados que se han convertido en lugares comunes. Pero no hay ninguno que se ajuste más y mejor al diputado panista Javier Corral, émulo tropical de Danton, que ese que reza: “lengua larga, cola corta”.
Setenta y dos horas después, el propio Salinas lo remató, expresando extrañeza de que lo atacara Corral, quien lo había buscado para pedirle “favores” aún después de ser Presidente.
El combativo Corral se puso, entonces, a combatir a Salinas. Llamó a los medios para refutar lo dicho por el ex presidente, y realizó un blitz radiofónico para apoyar sus aseveraciones. Dijo que era falso lo que decía Salinas, y que nunca le había pedido favores. Admitió que sí lo había visto, por intermediación de amigos comunes y, en otra ocasión en La Habana, donde, en su propias palabras, el comandante Fidel Castro le pidió que hablara con Salinas, porque el ex presidente se lo había solicitado. Los cubanos están entre los primeros sorprendidos de tales revelaciones.
Corral sí fue a La Habana, como dice, en una delegación parlamentaria. Castro no lo buscó. Fue al revés. Cuando Corral lo vió, narran aquél momento, se abalanzó sobre de él para abrazarlo. Lo abrumó y “no lo soltaba de la mano”, lo cual para la cultura cubana, resultó bastante incómodo. Los cubanos nunca se aprendieron su nombre, pero lo identificaban como “el de la manita”. En esos días pidió la intermediación del comandante para ver a Salinas, quien se encontraba en una de las casas de protocolo del gobierno cubano.
En la reunión sí le pidió un favor explícito, cuentan quienes conocen los detalles del encuentro. Le pidió a Salinas que mediara con Televisa –sabedor que tenía la relación directa con el presidente de la empresa, Emilio Azcárraga y con su operador político, el vicepresidente de la compañía, Bernardo Gómez–, para que “entendieran” que su discurso beligerante contra Televisa, “era así”, que no podía cambiarlo, pero que no pasaría a mayores. Y no sólo eso. El mensaje que quería les fuera transmitido llevaba la petición expresa para que lo ayudaran a ser gobernador en Chihuahua. No entendía que él, “garantía de gobierno”, no tuviera la promoción que daba Televisa al entonces jefe de Gobierno del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador, de quien les dijo en aquella reunión que “sí era un peligro para ellos”.
No se sabe si Salinas se encargó de la mediación. Sin embargo, el tratamiento que se le ha dado a Corral en los medios no ha sido similar al que, por ejemplo, se ha hecho en contra de otro panista, el senador Santiago Creel, a quien le han decretado la muerte política de las pantallas por mantener una posición en contra de las televisoras similar a la de Corral. En esa misma línea de pensamiento, Corral acaba de asumir la presidencia de la Comisión de Gobernación del Congreso, por cuyas oficinas debería pasar una eventual ley de radio y televisión.
Lo que sí se sabe de aquella entrevista es que no hubo dinero de por medio, como Corral ha reiterado en su defensa mediática contra Salinas esta semana. Sí hubo, en cambio, insinuaciones. Corral le dijo varias veces a Salinas en La Habana, según la reconstrucción de aquella cita, que “no tenía dinero” y que “necesitaba mucho dinero para la campaña”. Pero se infiere que como no hubo una petición expresa, tampoco hubo una respuesta concreta. La gubernatura de Chihuahua traía vuelto loco a Corral, y en cuando menos una ocasión más, en la ciudad de México, lo vio para pedirle que lo ayudara en eliminar una serie de obstáculos con priístas en su estado, para poder caminar hacia la candidatura. Tampoco se sabe qué hizo Salinas, pero Corral fue candidato a la gubernatura.
Seguro, porque ha sido un referente en su carrera política, sigue buscando el cargo. Pero ahora va a tener más problemas. Dentro del PAN está empezando a causar pena ajena por la vergonzosa situación en la que él mismo se metió, debilitándolo como orador y reduciéndole capacidad de acción.
Los priístas en el Congreso piensan en él y se ríen con sólo recordar la manera como Paredes jugueteó con él. Para sus amigos en los medios y el PRD que odian a Salinas, este episodio reduce fuerzas a su defensa. La terquedad de Corral y su ceguera –como el no haber visto la trampa de Paredes– difícilmente lo harán recortar sus pérdidas y dar un paso hacia atrás.
Seguro, Corral irá para adelante, aunque en realidad camine para atrás.
Si lo que quería hacer Javier Corral era acusar a Carlos Salinas de Gortari de sus presuntos nexos con el narcotráfico, tuvo ya demasiadas oportunidades doradas y demasiado tiempo para ello, oportunidades y tiempo que dejó pasar por alto guardando el más absoluto silencio. Cuando debió de haber hablado calló, y hoy que lo hace sus acusaciones suenan tan huecas como su hueco y convenenciero discurso de siempre.
Aunque en su malograda búsqueda por la gubernatura de Chihuahua, Javier Corral no vaciló un solo momento en aliarse con y en pedirle ayuda a los grupos de la extrema derecha de Chihuahua (además de sobornar a la misma izquierda, al PRD, de forjar una alizanza con él para llevarlo al poder), no ha tomado membresía y juramento de secrecía en alguna de las organizaciones clandestinas de ultraderecha como la Organización Nacional del Yunque, aunque eso difícilmente se le podría adjudicar como mérito suyo por el simple hecho de que se tendría que estar loco para invitar a un tipo tan voluble y tan falso como Javier Corral a formar parte de un movimiento subterráneo cuya verdadera finalidad es el establecimiento de un gobierno paralelo secreto a través de un gobierno afín a los propósitos de los cerebros de la ultraderecha mexicana. Simple y sencillamente, no es un tipo confiable para nadie.
El haber doblado la cerviz ante Felipe Calderón manifestando públicamente su apoyo incondicional a la pesada carga tributaria planeada por Felipe Calderón en contra del pueblo de México para el 2010, así como el estarse luciendo públicamente con sus pleitos sensacionalistas en contra de Carlos Salinas de Gortari, le redituaron a Javier Corral los dividendos políticos que esperaba: el 29 de septiembre del 2009 le dieron a este camaleón que no representa a nadie más que a sí mismo la presidencia de la Comisión de Gobernación en la Cámara de Diputados.
Regresemos a la pregunta original.
Entre las declaraciones y acusaciones mutuas que se han estado haciendo Carlos Salinas de Gortari y Javier Corral Jurado, ¿cuál de los dos está mintiendo? ¿A cuál de los dos habremos de creerle?
Vistos los antecedentes de ambos, lo más probable es que a ninguno de los dos.
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POST SCRIPTUM:
Al acercarse las elecciones en el Estado de México programadas para el año 2011, el candidato presidencial de la izquierda en el 2006, Andrés Manuel López Obrador, ya tenía perfectamente ubicado e identificado a Javier Corral:
Javier Corral, sirviente de la mafia en el poder: AMLO
Ciro Pérez Silva
LA JORNADA
26 de febrero del 2011
Al solicitar licencia y “pintar mi raya” con la dirigencia del Partido de la Revolución Democrática (PRD) “logré poner al descubierto a muchos simuladores como (Javier) Corral, que aparentemente son demócratas pero en realidad no son más que empleados o achichincles de quienes quieren que se mantenga el mismo régimen, la política económica de elite. Por eso confirmo que es un reaccionario de alcurnia”, expresó Andrés Manuel López Obrador al reiterar que no puede avalarse una alianza electoral entre PRD y PAN sin traicionar y engañar a la gente.
“Estoy muy tranquilo porque tomamos una buena decisión. Que ellos (los dirigentes del PRD) hagan lo que quieran, lo que les dé la gana. Yo tengo otra ruta. Mi decisión ha sido algo muy estudiado, analizado, cavilado. Así que esta postura mía va más allá del PRD y de la izquierda, es algo que tiene que ver con la nación”, insistió.
Al comenzar la penúltima etapa de la segunda gira por la lealtad en el estado de México, acompañado por el coordinador de los diputados federales perredistas, Alejandro Encinas, el tabasqueño fue interrogado sobre declaraciones del delegado del PAN para esta entidad, Javier Corral.
“Es un sirviente de la mafia en el poder, no voy a polemizar con los empleados de la mafia en el poder”, respondió el ex candidato presidencial, quien negó haber apoyado la candidatura de Corral al gobierno de Chihuahua, como afirmó el panista.
“Nunca lo apoyé, porque en ese momento yo era jefe de Gobierno del Distrito Federal. Nunca me he reunido con él. Él es empleado de (Felipe) Calderón, sólo que engaña con una postura seudoprogresista, pero es miembro, empleado o achichincle de la mafia en el poder; eso es todo.”
En rigor de verdad, el izquierdista Andrés Manuel López Obrador pudo haber ido más lejos y pudo haber golpeado a Javier Corral aún más duro, porque no sólo Javier Corral es un achichincle de la mafia en el poder, es un servidor incondicional de los intereses de la ultraderechista Organización Nacional del Yunque que tiene infiltrado al Partido Acción Nacional y a las altas esferas del gobierno federal, aún sin haber sido juramentado dentro de la terrible organización secreta. Es imposible que Javier Corral pretenda fingir que ignora lo que tiene que ver con la conspiración nacional de la ultraderecha encubierta para controlar las redes del poder: él estuvo presente en persona en una de las presentaciones del libro El Yunque: La ultraderecha en el poder. Aunque Javier Corral aún no ha sido juramentado dentro de la conspiración, está dispuesto a hacer cualquier cosa para servir incondicionalmente a los intereses de la conjura. En algún momento de su vida, Javier Corral decidió que, siendo tan poderosa la ultraderecha incrustada dentro de su partido, le convenía mucho más a sus ambiciones y a sus intereses políticos personales vivir en concubinato con ellos que ir en contra de ellos. Como consecuencia, jamás hizo cosa alguna para que se purgase al PAN de tan terrible infiltración; por el contrario, se hizo tarugo como si nada estuviese ocurriendo. Los ha servido con tal lealtad, que fue escogido para dirigir la campaña electoral en el Estado de México con la cual el PAN-Gobierno pretende humillar a Enrique Peña Nieto en su propio estado removiendo de esta manera al hombre que lleva una amplia delantera en las encuestas y que “amenaza” con ser el líder que sacará al PAN (y con ello al Yunque) de Los Pinos. Y para tan importante misión, no ha dudó un solo momento en insistir obcecadamente en sostener la pretendida alianza que el PAN pretende forjar con el PRD en el Estado de México, siguiendo con la política de alianzas bizarras que fue implementada por César Nava cuando aún era el presidente nacional del PAN. César Nava, cabe recordarlo, es un miembro juramentado dentro de la Organización Nacional del Yunque, y esto es algo que Javier Corral lo sabe perfectamente pero que pretende ignorar cuando se le pregunta por ello. Por si esto fuera poco, Javier Corral no dudó un solo momento en apoyar la pretendida “candidatura de unidad” para la gubernatura del Estado de México a otro Yunquista de línea dura, Luis Felipe Bravo Mena, cerrando cualquier posibilidad a una contienda democrática interna dentro del PAN en el Estado de México para permitirle a las bases el poder escoger a otro que al menos no sea un ultraderechista neo-Nazi de línea dura. Todo lo cual no le ha impedido a Javier Corral estarse presentando públicamente como “un demócrata que lucha por la democracia”, un “demócrata” que jamás ha llegado a un puesto público en toda su vida por el voto popular, incluyendo el cargo que actualmente ostenta como Diputado plurinominal, razón por la cual él ha sido precisamente uno de los que más duro han estado luchando en el Congreso para impedir la posibilidad de que se elimine la categoría de Diputados y Senadores plurinominales que obligaría a todos los aspirantes a llegar por el voto directo del pueblo, una posibilidad que Javier Corral detesta por no convenir tampoco a sus ambiciones y sus intereses políticos.
Después de que Javier Corral hubiera declarado a los medios que no había candidatos vetados para una alianza PAN-PRD, dando a entender con ello que no estaba en contra de que el popular candidato izquierdista Alejandro Encinas fuera el candidato común de una alianza PAN-PRD, viendo con buenos ojos el lanzamiento de este popular político de izquierda que ha ganado a pulso fama de hombre honesto y congruente, tras rechazar Alejandro Encinas cualquier posibilidad de ser postulado para la gubernatura del Estado de México por una alianza conjunta PAN-PRD, el mismo Javier Corral que hace apenas hace unos días le hubiera levantado el brazo a Alejandro Encinas vitoreándolo como el gran candidato común de la pretendida alianza no dudó en movilizarse y en movilizar todos los medios (des)informativos a su alcance, principalmente a las televisoras aliadas del PAN-Gobierno, para objetar duramente el lanzamiento de Alejandro Encinas como precandidato de la izquierda para la gubernatura del Estado de México alegando que no cumplía con los requisitos de residencia en dicho Estado, declarándosele como inelegible para postularse como candidato. O sea que lo que antes era muy bueno para lo cual no había objeción alguna, de la noche a la mañana a conveniencia del PAN-Gobierno se convirtió súbitamente como por acto de magia en una opción inviable que tenía que ser descartada “por no cumplirse con los requisitos de residencia”. Esta es la medida del tamaño del pánico del PAN Yunquista ante la posibilidad de que un izquierdista que no está dispuesto a doblegarse ante los poderes fácticos pueda ser votado por los habitantes de un Estado para ocupar el máximo cargo en dicho Estado, esta es la medida de su miedo: si no se le puede vencer en las urnas, entonces hay que removerlo por medio de chicanas legaloides e impedir que el pueblo pueda votar por él, tal y como se intentó hacer con Andrés Manuel López Obrador usando la chicana legaloide del desafuero para impedirle contender para la Presidencia en las elecciones del 2006. “Si no se le puede ganar, hay que removerlo con chicanas legaloides e impedir que contienda, y si esto tampoco se puede pues entonces hay que recurrir al fraude electoral, y si esto tampoco funciona entonces hay que ir planificando un asesinato como el magnicidio con el cual el candidato priista Luis Donaldo Colosio fue removido del camino. Sin embargo, ¿con qué cara pueden exigir los panistas que Alejandro Encinas cumpla al gusto de ellos con “los requisitos de residencia mínima” a sabiendas de que el mismo Javier Corral es un ciudadano norteamericano nacido en la ciudad de El Paso, Texas, y el cual jamás ha renunciado a su ciudadanía norteamericana? (Si Spectator está errado en esto último, Spectator invita atentamente a Javier Corral a que ponga en Internet la carta dirigida al Departamento de Estado norteamericano o a la Embajada de los Estados Unidos en México en donde renunció desde hace ya buen tiempo por voluntad propia a su ciudadanía estadounidense para poder ser un ciudadano pleno en México sin impedimento alguno ético o moral ya no se diga legal de residencia o ciudadanía para poder ocupar cargos públicos -plurinominales- para los cuales los nacidos en México deberían tener preferencia; dándosele aquí las plenas garantías y seguridad a Javier Corral de que Spectator reproducirá aquí mismo la copia fotográfica de dicha carta-renuncia de ciudadanía norteamericana si es que alguna vez fue hecha y entregada personalmente con sello de recibido en alguna dependencia federal del gobierno norteamericano, con la única condición de que no sea una carta reciente elaborada “al vapor” a raíz de estas denuncias. Javier Corral puede tomar esto como un reto que le está formulando públicamente Spectator en Internet a la vista del mundo entero, con la advertencia severa de que Spectator tiene más material sobre usted que aún no ha sido develado públicamente en estos foros, esto en caso de que tome la decisión de entrar en un debate con Spectator).
Tras el descarrilamiento de lo que iba a ser “la madre de todas las alianzas” con la izquierda, con tal de desacreditar al candidato priista a la gubernatura del Estado de México el doble-cara Javier Corral decidió sacarse de la manga como mago de circo una de sus típicas “acusaciones” alegando la existencia de un misterioso “grupo Atlacomulco” que supuestamente respalda la candidatura del priista Eruviel Ávila para ser Gobernador del Estado de México, una “acusación” que Javier Corral presentó sin pruebas y la cual ha sido negada repetidamente por el mismo Eruviel Ávila. Aún dándole la razón al bocón y protagónico Javier Corral sobre la existencia de tal “grupo Atlacomulco”, resulta un acto de cinismo descarado de su parte que nunca haga mención alguna en sus discursos públicos ante grandes auditorios ni ante los medios masivos de comunicación ni del grupo Yunque ni del grupo Tecos los cuales a diferencia del susodicho tgrupo Atlacomulco no sólo tienen existencia real sino que son verdaderas mafias de hampones criminales incursionados en el terreno de la política con la finalidad de asegurar en sus manos las riendas del poder por los medios que sea sin límite ético ni moral. De ser congruente con sus dichos, antes de relacionar a Eruviel Ávila con el susodicho “grupo Atlacomulco” Javier Corral habría hecho bien (y muchos panistas tradicionalistas de los de antes de los que aún quedan pero que ya no tienen ni voz ni voto dentro del PAN le habrían aplaudido) en encabezar una lucha para limpiar por completo al Partido Acción Nacional de los peligrosos grupos de ultraderecha que lo tienen infiltrado, empezando con la purga de personajes como el mismo Yunquista Luis Felipe Bravo Mena al cual Javier Corral quiere instalar como Gobernador del Estado de México, y lo hubiera hecho antes purgando al PAN de tipos como Manuel Espino, Josefina Vázquez Mota o el Gobernador de Jalisco Etilio González Márquez que aspira a ser el próximo Presidente de México. ¿Pero qué otra cosa se puede esperar de un individuo tan falto de congruencia, tan falto de ética, tan falto de principios, como Javier Corral?
El siguiente editorial elaborado por un analista político norteño de esos que conocen perfectamente a Javier Corral como la palma de su mano lo dibuja tal cual es:
Es necesario hacer aquí una corrección. Se ha manejado insistentemente el dato de que a excepción de la contienda para la gubernatura de Chihuahua llevada a cabo con una fracasada alianza PAN-PRD ultraderecha-izquierda (la cual perdió Javier Corral al ser repudiado ampliamente por los electores chihuahuenses que no quieren tener como Gobernador a un zángano beneficiario de los antidemocráticos dedazos que lo han impuesto una y otra vez como un legislador que no representa a nadie más que a sí mismo), todos los demás cargos por los cuales ha contendido Javier Corral han sido por la vía “plurinominal” y no por el voto directo del pueblo. Se vuelve necesario corregir el dato, ya que en 1991 Javier Corral sí se postuló para una diputación federal contendiendo no como plurinominal sino como candidato directo en contra de Oscar Nieto, hijo del conocido político norteño Santiago “Chago” Nieto Sandoval. Pero de todas formas, también en esa elección Javier Corral fue repudiado mayoritariamente por los electores norteños que lo conocen bien como un individuo falso e hipócrita, castigando sus desmedidas ambiciones de poder y sus ínfulas de prepotencia propinándole una derrota que tal vez nunca olvidará. Es por ello que Javier Corral, como parásito del erario público y sempiterno beneficiario de las “cuotas de poder” plurinominales concedidas al PAN, pese a estarse proclamando repetidamente a sí mismo como “un acérrimo defensor de la democracia”, siempre se ha opuesto terminantemente en sus funciones como legislador (plurinominal) a que se termine de una vez por todas con la categoría plurinominal obligándose a los candidatos a competir directamente por el voto del pueblo (esto es algo por lo que luchó y ofrendó su vida el Apóstol de la Democracia, Francisco Ignacio Madero, en contraste con su sobrino-nieto que ha luchado denodadamente junto con Javier Corral por que se mantenga vigente por siempre la aberrante categoría que los ha convertido en sanguijuelas profesionales de las arcas públicas), lo cual produce una situación interesante: ¿Cómo eliminar del sistema político mexicano una categoría benefactora de zánganos y parásitos como Javier Corral y Gustavo Madero, si para eliminar tan antidemocrática categoría se requieren los votos de los mismos “vampiros” que ostentándose como “salvadores de México” se oponen ferozmente a que se elimine esa categoría sin la cual no serían absolutamente nada y tendrían que buscar una manera honesta de vivir al igual que los demás ciudadanos?
De cualquier manera, ya para abril del 2011 México les podía agradecer a Javier Corral y a Gustavo Madero el haber logrado con su incompetencia e ineptitud el fracaso de la alianza PAN-PRD para el Estado de México que tanto trabajo le costó al anterior presidente del PAN, el ultraderechista Yunquista César Nava, cimentar con los Chuchos haciéndolos olvidar quizá con muy buena$$$$ razone$$$$ que el único beneficiario de dicha alianza habría sido el cada vez más retrógrado Partido Acción Nacional, precisamente el partido que con una feroz guerra sucia mediática prácticamente le robó a la izquierda de México la silla presidencial en el 2006 para imponer a un hombre funesto cuya presencia en Los Pinos le ha costado sumamente cara a la Nación. La destrucción de la pretendida alianza, aunque no por gusto propio, es el único bien que estas dos lacras de la política mexicana le han hecho al país, razón de más para que les sigan obsequiando diputaciones y senadurías en el Congreso a este par. Plurinominales, claro está, porque para estos dos no hay de otra.
En algún momento de su vida, Javier Corral, sabiendo perfectamente la terrible naturaleza de la conspiración nacional tendida por la Organización Nacional del Yunque en complicidad con las demás sectas clandestinas de la ultraderecha de México para el establecimiento en México de un gobierno paralelo secreto, en algún momento de su vida decidió venderle el alma a los golpistas del nuevo milenio poniéndose incondicionalmente a su servicio a cambio de seguir siendo recompensado con puestos en el gobierno y cargos plurinominales en los cuales no representa a nadie más que a sí mismo y a sus propios intereses personales. Y si pudiera, le vendería el alma al mismo Diablo con tal de poder llegar de alguna manera a la Presidencia de la República. Después de todo, si el mismo Felipe Calderón lo hizo, ¿por qué no él?
Al cerrar el mes de abril del 2011, una urgentemente requerida Ley de Seguridad Nacional pendiente de ser discutida y aprobada por el Congreso de la Unión terminó siendo enviada a la congeladora porque un caprichudo y berrinchudo Diputado plurinominal Javier Corral Jurado (presidente de la Comisión de Gobernación en el Congreso) henchido de soberbia y vanidad se negó a declinar el turno de su comisión para dictaminar sobre el asunto (con la declinación la discusión de la Ley de Seguridad Nacional se habría turnado directamente al pleno del Congreso de la Unión para su discusión y aprobación) impidiendo de este modo que se aprobara una reforma que el mismo Ejecutivo panista había estado promoviendo (cumpliéndose el viejo adagio que dice que cuando la perra es brava hasta los de casa muerde). Esto, después de que por casi un año el mismo Javier Corral mantuvo congelado el asunto en su comisión sin citar a los demás Diputados involucrados para darle seguimiento y dictamen al asunto en tiempo y forma). Y aunque después el panismo-Yunquismo intentó echarle la culpa al PRI por el hundimiento del proyecto de Ley de Seguridad Nacional, el caso es que la culpa de este episodio vergonzoso recae totalmente sobre los hombros de Javier Corral, porque no sólo se nego a declinar el turno de su comisión para dictaminar sobre el proyecto sino que él mismo mantuvo congelado el proyecto hasta el día en que el Congreso de la Unión cerró su período ordinario de sesiones.
Y si bien no le interesó ni le importó un comino al plurinominal Javier Corral que el proyecto de una Ley de Seguridad Nacional se fuera a pique, a los pocos días empezó a moverse y desplazarse por todos lados para impulsar la realización de un período extraordinario de sesiones en la Cámara de Diputados y el Senado de la República para dictaminar las reformas Política y Electoral, explicando que la fecha límite para hacer los ajustes era el 30 de junio del 2011, afirmando el 6 de mayo del 2011 ante los medios lo siguiente: “Estamos ante el primer plazo fatal que de no cumplirse sería una lástima, una oportunidad perdida, porque nos vamos a ir exactamente con la misma legislación bajo la que se rigió la elección de 2009 y es importante hacer ajustes”. Sin decir, desde luego, que su inusitado interés por sacar adelante una Reforma Política tenía que ver personalmente con su egoísta interés de promover una reforma que permita la reelección de Diputados y Senadores (en la actualidad ni los Diputados ni los Senadores en México, incluídos plurinominales como Javier Corral que no representan al pueblo y que en realidad no representan a nadie más que a ellos mismos en el Congreso de la Unión, están impedidos por Ley de ocupar el mismo cargo por dos períodos consecutivos, lo cual ha obligado a tipos como Javier Corral ha efectuar malabarismos que le permitan saltar de un cargo a otro en vez de tener el beneficio de seguir ocupando el mismo cargo indefinidamente de ser posible, y plurinominalmente desde luego, de ser también ello posible, consolidando una partidocracia en México que no se ha visto desde los tiempos de Porfirio Díaz). Bien dijo el mismo poeta Javier Sicilia cuando pronunció su famosa frase Estamos hasta la madre que aparece en su ya famosa “Carta abierta a políticos y criminales” hecha pública a principios de abril del 2011 (tomada de la edición 1976 de la revista Proceso), la cual se reproduce íntegra a continuación con la esperanza de que haya alguien en el ciberespacio que realmente escuche sus palabras (a los parásitos profesionales que viven del sistema a costillas del erario público como Javier Corral desde luego no les importa esta carta que está dirigida a ellos, ya que todo esto les entra por un oído y les sale por el otro):
Dando muestras de ser el oportunista que siempre ha sido, el viernes 10 de julio del 2011, Javier Corral se trasladó hasta Ciudad Juárez con el pretexto de una conferencia que iba a impartir en dicha ciudad, aunque se puede suponer que su intención en todo momento fue tratar de aprovechar la oportunidad para poder “lucirse” y llamar la atención como siempre le ha gustado hacerlo aprovechándose de que precisamente en dicho día y en esa misma ciudad el connotado activista social Javier Sicilia daría por concluída la Caravana por la Paz con Justicia y Dignidad con la firma de un pacto ciudadano, quizá con miras a servir como “intermediario” entre Javier Sicilia y el gobierno federal, ocasión que el protagónico y oportunista Javier Corral no pudo aprovechar para poder llevar “agua a su molino” porque Javier Sicilia nunca tuvo intención alguna de reunirse con Javier Corral en dicha ciudad y mucho menos darle una oportunidad para aprovecharse del evento con fines de promoción política personal o para andarse luciendo ante los medios como intermediario entre los manifestantes y el gobierno federal. De cualquier modo, lo más importante es que para trasladarse a Ciudad Juárez, Javier Corral dejó tirada su tarea y responsabilidad en el Estado de México como el coordinador de la campaña electoral del Yunquista Luis Felipe Bravo Mena faltando tan solo tres semanas para llevarse a cabo las elecciones para la gubernatura en dicho Estado. De haberlo sabido, los demás panistas-Yunquistas jamás le habrían confiado a Javier Corral la tarea de tratar de rescatarle a Luis Felipe Bravo Mena su naufragante campaña. Y mucho menos estarían dispuestos a darle ningún apoyo en sus intenciones para convertirse en Senador de la República -por la vía plurinominal de representación proporcional, por supuesto, nunca por el voto directo del pueblo que espera la oportunidad de poder propinarle otra senda derrota en las urnas.
De seguro sumamente contrariado por lo que consideró como un desaire de Javier Sicilia de no darle la oportunidad de poder “lucirse” a su lado ante los medios cuando la Caravana por la Paz con Justicia y Dignidad culminó en Ciudad Juárez, Javier Corral, precisamente el encargado diputadil (plurinominal) de la Comisión encargada de discutir la nueva Ley de Seguridad Nacional (y el cual rechazó que el proyecto de Ley fuera turnado al pleno del Congreso en donde podría haber sido discutido sin que Javier Corral pudiera meter ya las manos ello manteniéndola por más tiempo en su congeladora), obtuvo dulce venganza primero haciéndole creer (junto con otros diputados plurinominales de su calaña) a Javier Sicilia que las peticiones ciudadanas hechas por Javier Sicilia y sus seguidores sí serían “escuchadas” por su Comisión en el Congreso, para después clavarle el puñal por la espalda, como lo documenta la siguiente nota:
Después de que el Partido Revolucionario Institucional se opuso terminantemente a dar su aval a la reelección de congresistas (algo por lo que peleó duramente a favor el plurinominal perpetuo Javier Corral para tratar de eternizarse en el presupuesto oficial sin recibir jamás un solo voto directo de nadie), sin lugar a dudas, y pensando en Javier Corral un editorialista que vive en la misma ciudad en donde vive Javier Corral escribió lo siguiente:
Poco después de haberse publicado el trabajo anterior, tras la dura derrota inflingida a la hermana del Presidente Felipe Calderón y al Partido Acción Nacional, pese a que esta contó con todo el apoyo de las dependencias federales para promover inequitativamente su candidatura poniendo a los demás contendientes en desventaja, prominentes panistas empezaron a poner distancia con la misma corrupta y sempiterna lideresa magisterial Elba Esther Gordillo cuya alianza con el PAN en apoyo directo de la candidata Luisa María “Cocoa” Calderón no le sirvió en lo absoluto para darle el triunfo a esta última. Ejemplo de ello son las declaraciones de Javier Corral publicadas el 16 de noviembre del 2011 en EL DIARIO en donde cínicamente expuso que él nunca estuvo de acuerdo (¿?) en aprobar la alianza con el partido PANAL de Elba Esther Gordillo, aún cuando dicho partido PANAL estuvo apoyando en diferentes cosas a “Cocoa” Calderón durante varios meses previos a la elección. “Una de las críticas que yo he formulado es que ella (Elba Esther Gordillo) ha sido transversal a partidos de tal forma que en un mismo año puede estar aliada en el PRI en Nuevo León y en ese mismo año estar aliada en Veracruz o en otro estado”. Señaló además que con toda claridad se puede afirmar que la reforma electoral que incorporó en el Cofipe la prohibición para que un partido político pueda celebrar coaliciones dentro de una elección de un mismo tipo con diferentes partidos, estuvo prácticamente dedicada a ella. Agregó que dentro del PAN siempre ha sostenido que esas alianzas es más lo que les quitan que lo que les dan, además de colocarlos en una contradicción entre lo que postulan en materia educativa y lo que se pacta después en materia electoral. “Por eso yo creo que esa alianza nunca fue conveniente ni el partido debiera seguir en esa ruta”, apuntó.
En realidad, tales declaraciones de Javier Corral son una muestra del cinismo y la hipocresía del que hacen gala los corrompidos adherentes del PAN-Gobierno. ¿En dónde estuvo Javier Corral cuando en el 2006 Elba Esther Gordillo estaba al lado de Felipe Calderón festejándole prematuramente su presunto triunfo electoral? ¿En dónde estuvo Javier Corral cuando Felipe Calderón se exhibía por todos lados con la corrupta lideresa magisterial simbolizando con ello el empobrecimiento moral del mismo PAN? Nuevamente, el panista convenenciero Javier Corral demostró ser el ejemplo del refrán que dice que cuando el barco se hunde, las ratas son las primeras en abandonarlo.
El problema del activista social Javier Sicilia y sus seguidores en su dura lucha por un México mejor es que no solo tiene en su contra el cinismo y la hipocresía de diputados simuladores que no representan a nadie más que a ellos mismos como Javier Corral, sino que tiene también en contra a la misma ultraderecha de México, la cual lo ve como “un peligro” no para México sino para la permanencia eterna del PAN y la misma ultraderecha en el poder. Y esto es a fin de cuentas el meollo del asunto. Esto nos lo confirma la siguiente nota:
En verdad, hay una plaga de alacranes que tiene infestadas las cúpulas del poder, conformada tanto por los que están juramentados dentro de alguna de las sociedades secretas de extrema derecha que están encabezando la gran conspiración en contra de México, como sus esquiroles como Javier Corral para quienes el estar amamantando los dineros del pueblo bajo una simulación de democracia es ya una forma de vida.
Actuando como un verdadero parásito, ávido de poder y ansioso de seguir chupando por el resto de su vida las ubres del presupuesto oficial, Javier Corral se postuló por enésima ocasión en el 2012 para ser lanzado por el PAN como candidato a Senador de la República (¡plurinominal, desde luego, nunca exponiéndose al voto directo de nadie!). Pero no contaba con que había otros dos aspirantes a la misma posición, Cruz Pérez Cuéllar y Carlos Borruel. Inflado de ego como un pavo real, mientras los otros dos sí hicieron una intensa campaña en Chihuahua el plurinominaloide Javier Corral se quedó todo el tiempo en la Ciudad de México presumiendo sus influencias y dando conferencias de prensa tratando de llamar la atención de los medios para su propia gloria vanidosa. Pero tras las elecciones llevadas a cabo el 19 de febrero del 2012, Javier Corral se encontró que en todo el Estado de Chihuahua no juntó los votos de ni siquiera más de 13 mil personas, siendo superado por amplio margen por sus otros dos opositores (ambos le ganaron en razón de dos a uno). Como era de esperarse, el mañoso dinosaurio panista recurrió a su “plan B” dedicándose a hacer “grilla” lloriqueando ante los medios y demandando la anulación total de las elecciones internas del PAN en el Estado de Chihuahua diciendo “no vamos a repetir que nos roben nuestro triunfo, no lo vamos a permitir” (como si no supiera que el único a beneficiarse con su postulación como plurinominal es él mismo y nadie más), argumentando irregularidades tales como la repartición de despensas hecha como soborno a quienes fueran a votar por sus opositores. En una reacción inesperada, el precandidato ganador Cruz Pérez Cuéllar en declaraciones suyas publicadas el 24 de febrero del 2012 se dirigió a sus “enemigos” a quienes acusó de repartir despensas en su nombre, señalando: “… debería darles vergüenza. Perversos, miserables y cobardes. A su ‘no lo vamos a permitir’ les respondo ‘no nos vamos a dejar”, advirtió para luego llamar a sus seguidores a continuar dando la batalla para defender la victoria, invitando a sus seguidores a “seguir dando la batalla” al decirles que “ya derrotamos al dedazo, ya derrotamos la frivolidad y el derroche, sólo nos queda defender nuestra victoria”. El “plan B” de Javier Corral siempre fue muy sencillo en caso de no ganar en las urnas: inhabilitar haciendo trampas haiga sido como haiga sido a los otros dos precandidatos que quedaron muy por encima de él en la votación, para así quedar él como el único precandidato sin nadie más interpuesto en su camino, y de preferencia sin votación alguna de por medio con los otros dos encima de él removidos. Y presentándose en todo momento, desde luego, como un “salvador de México y de la democracia”. Aunque esta ya es otra historia.
Después de que Javier Corral hubiera declarado a los medios que no había candidatos vetados para una alianza PAN-PRD, dando a entender con ello que no estaba en contra de que el popular candidato izquierdista Alejandro Encinas fuera el candidato común de una alianza PAN-PRD, viendo con buenos ojos el lanzamiento de este popular político de izquierda que ha ganado a pulso fama de hombre honesto y congruente, tras rechazar Alejandro Encinas cualquier posibilidad de ser postulado para la gubernatura del Estado de México por una alianza conjunta PAN-PRD, el mismo Javier Corral que hace apenas hace unos días le hubiera levantado el brazo a Alejandro Encinas vitoreándolo como el gran candidato común de la pretendida alianza no dudó en movilizarse y en movilizar todos los medios (des)informativos a su alcance, principalmente a las televisoras aliadas del PAN-Gobierno, para objetar duramente el lanzamiento de Alejandro Encinas como precandidato de la izquierda para la gubernatura del Estado de México alegando que no cumplía con los requisitos de residencia en dicho Estado, declarándosele como inelegible para postularse como candidato. O sea que lo que antes era muy bueno para lo cual no había objeción alguna, de la noche a la mañana a conveniencia del PAN-Gobierno se convirtió súbitamente como por acto de magia en una opción inviable que tenía que ser descartada “por no cumplirse con los requisitos de residencia”. Esta es la medida del tamaño del pánico del PAN Yunquista ante la posibilidad de que un izquierdista que no está dispuesto a doblegarse ante los poderes fácticos pueda ser votado por los habitantes de un Estado para ocupar el máximo cargo en dicho Estado, esta es la medida de su miedo: si no se le puede vencer en las urnas, entonces hay que removerlo por medio de chicanas legaloides e impedir que el pueblo pueda votar por él, tal y como se intentó hacer con Andrés Manuel López Obrador usando la chicana legaloide del desafuero para impedirle contender para la Presidencia en las elecciones del 2006. “Si no se le puede ganar, hay que removerlo con chicanas legaloides e impedir que contienda, y si esto tampoco se puede pues entonces hay que recurrir al fraude electoral, y si esto tampoco funciona entonces hay que ir planificando un asesinato como el magnicidio con el cual el candidato priista Luis Donaldo Colosio fue removido del camino. Sin embargo, ¿con qué cara pueden exigir los panistas que Alejandro Encinas cumpla al gusto de ellos con “los requisitos de residencia mínima” a sabiendas de que el mismo Javier Corral es un ciudadano norteamericano nacido en la ciudad de El Paso, Texas, y el cual jamás ha renunciado a su ciudadanía norteamericana? (Si Spectator está errado en esto último, Spectator invita atentamente a Javier Corral a que ponga en Internet la carta dirigida al Departamento de Estado norteamericano o a la Embajada de los Estados Unidos en México en donde renunció desde hace ya buen tiempo por voluntad propia a su ciudadanía estadounidense para poder ser un ciudadano pleno en México sin impedimento alguno ético o moral ya no se diga legal de residencia o ciudadanía para poder ocupar cargos públicos -plurinominales- para los cuales los nacidos en México deberían tener preferencia; dándosele aquí las plenas garantías y seguridad a Javier Corral de que Spectator reproducirá aquí mismo la copia fotográfica de dicha carta-renuncia de ciudadanía norteamericana si es que alguna vez fue hecha y entregada personalmente con sello de recibido en alguna dependencia federal del gobierno norteamericano, con la única condición de que no sea una carta reciente elaborada “al vapor” a raíz de estas denuncias. Javier Corral puede tomar esto como un reto que le está formulando públicamente Spectator en Internet a la vista del mundo entero, con la advertencia severa de que Spectator tiene más material sobre usted que aún no ha sido develado públicamente en estos foros, esto en caso de que tome la decisión de entrar en un debate con Spectator).
Tras el descarrilamiento de lo que iba a ser “la madre de todas las alianzas” con la izquierda, con tal de desacreditar al candidato priista a la gubernatura del Estado de México el doble-cara Javier Corral decidió sacarse de la manga como mago de circo una de sus típicas “acusaciones” alegando la existencia de un misterioso “grupo Atlacomulco” que supuestamente respalda la candidatura del priista Eruviel Ávila para ser Gobernador del Estado de México, una “acusación” que Javier Corral presentó sin pruebas y la cual ha sido negada repetidamente por el mismo Eruviel Ávila. Aún dándole la razón al bocón y protagónico Javier Corral sobre la existencia de tal “grupo Atlacomulco”, resulta un acto de cinismo descarado de su parte que nunca haga mención alguna en sus discursos públicos ante grandes auditorios ni ante los medios masivos de comunicación ni del grupo Yunque ni del grupo Tecos los cuales a diferencia del susodicho tgrupo Atlacomulco no sólo tienen existencia real sino que son verdaderas mafias de hampones criminales incursionados en el terreno de la política con la finalidad de asegurar en sus manos las riendas del poder por los medios que sea sin límite ético ni moral. De ser congruente con sus dichos, antes de relacionar a Eruviel Ávila con el susodicho “grupo Atlacomulco” Javier Corral habría hecho bien (y muchos panistas tradicionalistas de los de antes de los que aún quedan pero que ya no tienen ni voz ni voto dentro del PAN le habrían aplaudido) en encabezar una lucha para limpiar por completo al Partido Acción Nacional de los peligrosos grupos de ultraderecha que lo tienen infiltrado, empezando con la purga de personajes como el mismo Yunquista Luis Felipe Bravo Mena al cual Javier Corral quiere instalar como Gobernador del Estado de México, y lo hubiera hecho antes purgando al PAN de tipos como Manuel Espino, Josefina Vázquez Mota o el Gobernador de Jalisco Etilio González Márquez que aspira a ser el próximo Presidente de México. ¿Pero qué otra cosa se puede esperar de un individuo tan falto de congruencia, tan falto de ética, tan falto de principios, como Javier Corral?
El siguiente editorial elaborado por un analista político norteño de esos que conocen perfectamente a Javier Corral como la palma de su mano lo dibuja tal cual es:
Madereados y acorralados
Francisco Rodríguez Pérez
EL DIARIO
10 de abril del 2011
El tristemente célebre chihuahuense Gustavo Madero, inverosímil presidente del Partido Acción Nacional, y el ex niño prodigio juarense, Javier Corral, convertido ahora en comendador personal del presidente de la República para armar la alianza PAN-chuchos, en el Estado de México, fracasaron rotundamente.Título: Chucherías
Cartonista: Naranjo
Fuente: PROCESO
Ese par ha rendido malos frutos: ni construyeron la “Madre de Todas las Alianzas”, ni lograron la unidad PAN-PRD que pretendían, ni pudieron sacar un candidato priísta para su causa... porque a quien ellos querían de candidato ¡ya es el candidato del PRI! (Nota de Spectator: La frase “la madre de todas las alianzas” no es algo que haya salido de la propia inspiración de Javier Corral. El primero en utilizar una expresión así para darle tintes melodramáticos a lo que decía fue el brutal dictador de Iraq Saddam Hussein, el cual cuando hizo todo lo posible de su parte por dar inicio a su estúpida guerra con la nación militarmente más poderosa del mundo, dijo en tono desafiante y jactansioso que “la madre de todas las guerras ha comenzado”, una guerra que terminó convirtiéndose en “la madre de todas las derrotas”, exponiendo al farsante dictador como “la madre de todos los mentirosos”, “la madre de todos los tontos” y “la madre de todos los cobardes”.)
Les fallaron hasta las ansias de poder.
Ya lo decíamos, ni Gustavo, ni Javier, han dado muestra alguna de eficiencia y de eficacia; han sido legisladores, sí, pero han perdido todas sus batallas. Quizá en su fuero interno se sientan triunfadores, si las cuotas políticas y de poder que han detentado, cual favores políticos de otros, colman sus expectativas.
Mientras tanto, esos panistas chihuahuenses creen hacer política “de grandes ligas”. Hasta cree Madero ser heredero del “apostol de la democracia” y estar a la altura de algunos, esos sí grandes e históricos líderes panistas; cree Javier Corral, por su parte, ser el tribuno más importante del mundo, y piensa que con su machacona temática de los medios ha pasado a la historia de los legisladores excepcionales.
En todo caso, ese par de perdedores ha sucumbido a la “magia” de López Obrador, que se las hizo una vez más. Y ha sucumbido a la estrategia del PRI que les quitó a su gallo, a su “malova” de Edomex: Eruviel Ávila, a quien habían contactado con la esperanza de tomarlo “de rebote” si el PRI no lo hacía candidato y se provocaba la división interna. ¿Qué les pasó? ¿Fueron tan obvios que el PRI “adivinó” sus jugadas y frustró sus intenciones?
Hoy los panistas, empezando por Madero y Corral, tienen que aceptar que el PRI tiene al mejor candidato. Y todavía peor: tienen que soportar el desprecio del “candidato de las izquierdas”, Alejandro Encinas, quien ha dicho enfático que no aceptará ser candidato del PAN, ni aunque sólo sea por adhesión o por declinación, si todavía por vergüenza, o por carecer de ella, los panistas toman esa medida desesperada.
Les fue mal y de malas a los derechistas y conservadores chihuahuenses que ya se lamían los bigotes con su “experimento” en Edomex. No les alcanzaron ni las chucherías... ni el pan. La consulta fue ficticia e insuficiente.
Los exabruptos, las descalificaciones, las faltas de respeto, las tontas bromas de Madero y las descalificaciones, los arrebatos y las imposiciones de Corral, traen de un ala a su partido ya que por lo menos el PRD goza de cabal salud para obtener, aún sin ganar la gubernatura, su cuota de votos y posiciones... para el 2012 y AMLO.
Para colmo de males, el presidente de la República, tan ficticio como sus guerras; tan errático, como sus acciones de gobierno; tan falso como sus promesas, le puso la cereza al pastel cuando, desesperado, dio instrucciones a la rupestre dirigencia panista para insistir en el acercamiento PAN-PRD, lo que lo convierte en presunto delincuente electoral.
MADERO
Gustavo Madero es comunicólogo, pero no comunica nada; es empresario, pero no emprende nada; es líder, pero no lidera nada. Es nieto de Evaristo Madero González, hermano menor de Francisco y de Gustavo, los Madero de la Historia Patria, los Madero de la Revolución, pero él no es revolucionario. Si es algo, por supuesto, un reaccionario, peor aún: un reaccionario incompetente.
Sin ser político se refugió en la política, para dejar allí su cuota de sarcasmo. Director general de Planeación y Evaluación del gobierno del estado en el gobierno de Francisco Barrio Terrazas, hasta el 2001 se metió a la política postulado como candidato del PAN a la Presidencia Municipal de Chihuahua capital. Por supuesto que perdió ante el candidato del PRI, Jorge Barousse Moreno.
Perdedor y todo, no obstante le gustó el negocio y en el 2003 fue candidato a diputado Federal por el VI Distrito Electoral federal que ganó de “panzazo”. Designado presidente de la Comisión de Hacienda y Crédito Público de la Cámara de Diputados impulsó sin éxito el IVA a los alimentos y las medicinas. Otro fracaso a su larga lista...
En 2006 fue electo senador de la República por Chihuahua, donde fue designado presidente de la Comisión de Hacienda y Crédito Público e integrante de las comisiones de Comercio y Fomento Industrial, de Energía, y de Relaciones Exteriores - Asia Pacífico, así como Coordinador de su bancada. Con más pena que gloria, evitó ser candidato panista al Gobierno del Estado, y prefirió buscar la dirigencia del PAN.
Madero, tantas imposiciones, tantas designaciones... tantos fracasos.
CORRAL
Javier Corral ha pasado de niño “genial” y periodista a político, portavoz de la derecha en el poder.
En 1982 se afilió al PAN y participó del padrinazgo de Francisco Barrio Terrazas en sus campañas a la alcaldía de Ciudad Juárez y a la gubernatura del estado.
En 1992, por dedazo, fue electo Diputado local. Designado presidió el congreso barrista, para luego ser convertido en líder estatal del PAN. En 1997, por dedazo, fue Diputado Federal. En 2000 con todo y trampas, en contra de Ramón Galindo, fue “electo” Senador.
Durante sus pasos por la Cámara de Diputados –hoy es diputado federal, otra vez (plurinominal)– y el Senado, Corral se ha distinguido por su monótono y monotemático interés en la legislación de los medios de comunicación masiva y la promoción de las empresas de Carlos Slim, por ejemplo.
En el 2004 Corral fue convertido en candidato del PAN a la gubernatura del estado. Corral fue postulado por una coalición del PAN, el PRD y Convergencia, pero fue amplia y fácilmente derrotado por el candidato del PRI, José Reyes Baeza.
Pensando en la senaduría, otra vez, anduvo por allí armando “alianzas” como en Oaxaca, pero peleándose con su querido compadre, Cruz Pérez Cuéllar.
Pensando en la senaduría, otra vez, todavía andan por el Estado de México, tratando de levantar los pedazos de una alianza que no ha podido concretar.
Corral tiene la consigna presidencial de construir esa alianza PAN-PRD, pero sólo ha estado impulsado la alianza PAN-Chuchos, descalificando a López Obrador y a cuantos osen oponerse a los designios presidenciales, que ahora obedece mansamente... pensando en la senaduría... otra vez.
El panismo y los Chuchos confiaban en él. Pero si no fue capaz de hacer triunfar una alianza por él encabezada, en qué cabeza cabía que podía hacerlo en Edomex.
La consulta les quedó chiquita. Los candidatos les quedaron chiquitos.
Corral lo decía sin inmutarse, sin negar sus intereses: los comicios del 3 de julio en Edomex, son el preámbulo más importante para las elecciones federales de 2012, por lo que una alianza entre PAN y PRD sería “la madre de todas las alianzas”. Oaxaca, Sinaloa, Puebla, Guerrero y Baja California, fueron ensayos para llegar a la alianza en el Edomex.
En aquel estado hay hegemonía, y, gracias a los oportunismos y pragmatismos aliancistas, se está consolidando una coalición de izquierdas allá, y el PRI, ha salido sumamente fortalecido y unido.
Un envalentonado Corral aseguraba que aplicaría toda su experiencia política y electoral (¿?) para lograr la alternancia en la entidad mexiquense, con más de 10 millones de electores.
Corral presume que contribuyó a que en las elecciones en Oaxaca, el año pasado, el PRI perdiera por primera vez la gubernatura, y que ganara Gabino Cué, candidato perredista, por la Coalición conformada por PAN, PRD, PT y Convergencia.
Entre sus grandes ambiciones (la senaduría para seguir machacando a los medios) ha buscado construir desde la alianza en Edomex como “una transición democrática” y, como “una idea de reconciliación nacional”.
Quiere, según su dicho, concretar una alianza con contenidos y programas que luego se desarrollarían supuestamente en beneficio de los mexiquenses. Jura y perjura que no sólo se trata de una alianza antiPRI o anti Peña Nieto.
Legisladores monotemáticos –como los monocultivos que echan a perder la tierra– Javier y Gustavo, son un par de perdedores. Tribunos por dedazo, apapachados funcionarios y dirigentes de partido ¿Cómo siguen confiando en ellos el presidente, el PAN y los Chuchos?
Por lo pronto, Corralito y Maderito han convertido a “la madre de todas las alianzas” en una madrastra fea, cruel y castigadora. Una madrastra que trae madereados y acorralados a los panistas, a los chuchos y a quienes en ellos creyeron.
Es necesario hacer aquí una corrección. Se ha manejado insistentemente el dato de que a excepción de la contienda para la gubernatura de Chihuahua llevada a cabo con una fracasada alianza PAN-PRD ultraderecha-izquierda (la cual perdió Javier Corral al ser repudiado ampliamente por los electores chihuahuenses que no quieren tener como Gobernador a un zángano beneficiario de los antidemocráticos dedazos que lo han impuesto una y otra vez como un legislador que no representa a nadie más que a sí mismo), todos los demás cargos por los cuales ha contendido Javier Corral han sido por la vía “plurinominal” y no por el voto directo del pueblo. Se vuelve necesario corregir el dato, ya que en 1991 Javier Corral sí se postuló para una diputación federal contendiendo no como plurinominal sino como candidato directo en contra de Oscar Nieto, hijo del conocido político norteño Santiago “Chago” Nieto Sandoval. Pero de todas formas, también en esa elección Javier Corral fue repudiado mayoritariamente por los electores norteños que lo conocen bien como un individuo falso e hipócrita, castigando sus desmedidas ambiciones de poder y sus ínfulas de prepotencia propinándole una derrota que tal vez nunca olvidará. Es por ello que Javier Corral, como parásito del erario público y sempiterno beneficiario de las “cuotas de poder” plurinominales concedidas al PAN, pese a estarse proclamando repetidamente a sí mismo como “un acérrimo defensor de la democracia”, siempre se ha opuesto terminantemente en sus funciones como legislador (plurinominal) a que se termine de una vez por todas con la categoría plurinominal obligándose a los candidatos a competir directamente por el voto del pueblo (esto es algo por lo que luchó y ofrendó su vida el Apóstol de la Democracia, Francisco Ignacio Madero, en contraste con su sobrino-nieto que ha luchado denodadamente junto con Javier Corral por que se mantenga vigente por siempre la aberrante categoría que los ha convertido en sanguijuelas profesionales de las arcas públicas), lo cual produce una situación interesante: ¿Cómo eliminar del sistema político mexicano una categoría benefactora de zánganos y parásitos como Javier Corral y Gustavo Madero, si para eliminar tan antidemocrática categoría se requieren los votos de los mismos “vampiros” que ostentándose como “salvadores de México” se oponen ferozmente a que se elimine esa categoría sin la cual no serían absolutamente nada y tendrían que buscar una manera honesta de vivir al igual que los demás ciudadanos?
De cualquier manera, ya para abril del 2011 México les podía agradecer a Javier Corral y a Gustavo Madero el haber logrado con su incompetencia e ineptitud el fracaso de la alianza PAN-PRD para el Estado de México que tanto trabajo le costó al anterior presidente del PAN, el ultraderechista Yunquista César Nava, cimentar con los Chuchos haciéndolos olvidar quizá con muy buena$$$$ razone$$$$ que el único beneficiario de dicha alianza habría sido el cada vez más retrógrado Partido Acción Nacional, precisamente el partido que con una feroz guerra sucia mediática prácticamente le robó a la izquierda de México la silla presidencial en el 2006 para imponer a un hombre funesto cuya presencia en Los Pinos le ha costado sumamente cara a la Nación. La destrucción de la pretendida alianza, aunque no por gusto propio, es el único bien que estas dos lacras de la política mexicana le han hecho al país, razón de más para que les sigan obsequiando diputaciones y senadurías en el Congreso a este par. Plurinominales, claro está, porque para estos dos no hay de otra.
En algún momento de su vida, Javier Corral, sabiendo perfectamente la terrible naturaleza de la conspiración nacional tendida por la Organización Nacional del Yunque en complicidad con las demás sectas clandestinas de la ultraderecha de México para el establecimiento en México de un gobierno paralelo secreto, en algún momento de su vida decidió venderle el alma a los golpistas del nuevo milenio poniéndose incondicionalmente a su servicio a cambio de seguir siendo recompensado con puestos en el gobierno y cargos plurinominales en los cuales no representa a nadie más que a sí mismo y a sus propios intereses personales. Y si pudiera, le vendería el alma al mismo Diablo con tal de poder llegar de alguna manera a la Presidencia de la República. Después de todo, si el mismo Felipe Calderón lo hizo, ¿por qué no él?
Al cerrar el mes de abril del 2011, una urgentemente requerida Ley de Seguridad Nacional pendiente de ser discutida y aprobada por el Congreso de la Unión terminó siendo enviada a la congeladora porque un caprichudo y berrinchudo Diputado plurinominal Javier Corral Jurado (presidente de la Comisión de Gobernación en el Congreso) henchido de soberbia y vanidad se negó a declinar el turno de su comisión para dictaminar sobre el asunto (con la declinación la discusión de la Ley de Seguridad Nacional se habría turnado directamente al pleno del Congreso de la Unión para su discusión y aprobación) impidiendo de este modo que se aprobara una reforma que el mismo Ejecutivo panista había estado promoviendo (cumpliéndose el viejo adagio que dice que cuando la perra es brava hasta los de casa muerde). Esto, después de que por casi un año el mismo Javier Corral mantuvo congelado el asunto en su comisión sin citar a los demás Diputados involucrados para darle seguimiento y dictamen al asunto en tiempo y forma). Y aunque después el panismo-Yunquismo intentó echarle la culpa al PRI por el hundimiento del proyecto de Ley de Seguridad Nacional, el caso es que la culpa de este episodio vergonzoso recae totalmente sobre los hombros de Javier Corral, porque no sólo se nego a declinar el turno de su comisión para dictaminar sobre el proyecto sino que él mismo mantuvo congelado el proyecto hasta el día en que el Congreso de la Unión cerró su período ordinario de sesiones.
Esto fue lo que dijo el poeta Javier Sicilia, promotor de la Marcha Nacional por la Paz con Justicia y Dignidad:
La mierda la crearon los partidos: Sicilia
Agencia APRO
7 de mayo del 2011
El poeta Javier Sicilia subrayó que Felipe Calderón no es el único que debe escuchar la demanda de los manifestantes de la Marcha Nacional por la Paz con Justicia y Dignidad.
El reclamo, diferenció, es para todos los partidos y los políticos. Sicilia respondió al senador Manlio Fabio Beltrones, quien exigió al presidente Calderón escuchar a los manifestantes:
“¡No, también senador Beltrones, óiganos!, no pedimos nada más que salga Calderón a escucharnos y a recibirnos, a las bancadas de los partidos, a las presidencias de los partidos, ellos también han sido omisos.
“Calderón tiene 40 mil muertos, una mala estrategia de guerra, pero la mierda la crearon ellos, la destrucción de las instituciones la empezaron ellos y siguen haciendo omisiones, siguen comportándose como delincuentes, esto va para todos los partidos también, que no se equivoquen”.
La marcha camina de San Miguel Topilejo hacia Ciudad Universitaria. Habrá una parada de descanso en el poblado de San Pedro Mártir, en Tlalpan. El domingo, el contingente llegará a la Plaza de la Constitución.
Y si bien no le interesó ni le importó un comino al plurinominal Javier Corral que el proyecto de una Ley de Seguridad Nacional se fuera a pique, a los pocos días empezó a moverse y desplazarse por todos lados para impulsar la realización de un período extraordinario de sesiones en la Cámara de Diputados y el Senado de la República para dictaminar las reformas Política y Electoral, explicando que la fecha límite para hacer los ajustes era el 30 de junio del 2011, afirmando el 6 de mayo del 2011 ante los medios lo siguiente: “Estamos ante el primer plazo fatal que de no cumplirse sería una lástima, una oportunidad perdida, porque nos vamos a ir exactamente con la misma legislación bajo la que se rigió la elección de 2009 y es importante hacer ajustes”. Sin decir, desde luego, que su inusitado interés por sacar adelante una Reforma Política tenía que ver personalmente con su egoísta interés de promover una reforma que permita la reelección de Diputados y Senadores (en la actualidad ni los Diputados ni los Senadores en México, incluídos plurinominales como Javier Corral que no representan al pueblo y que en realidad no representan a nadie más que a ellos mismos en el Congreso de la Unión, están impedidos por Ley de ocupar el mismo cargo por dos períodos consecutivos, lo cual ha obligado a tipos como Javier Corral ha efectuar malabarismos que le permitan saltar de un cargo a otro en vez de tener el beneficio de seguir ocupando el mismo cargo indefinidamente de ser posible, y plurinominalmente desde luego, de ser también ello posible, consolidando una partidocracia en México que no se ha visto desde los tiempos de Porfirio Díaz). Bien dijo el mismo poeta Javier Sicilia cuando pronunció su famosa frase Estamos hasta la madre que aparece en su ya famosa “Carta abierta a políticos y criminales” hecha pública a principios de abril del 2011 (tomada de la edición 1976 de la revista Proceso), la cual se reproduce íntegra a continuación con la esperanza de que haya alguien en el ciberespacio que realmente escuche sus palabras (a los parásitos profesionales que viven del sistema a costillas del erario público como Javier Corral desde luego no les importa esta carta que está dirigida a ellos, ya que todo esto les entra por un oído y les sale por el otro):
Carta abierta a políticos y criminales
El brutal asesinato de mi hijo Juan Francisco, de Julio César Romero Jaime, de Luis Antonio Romero Jaime y de Gabriel Anejo Escalera, se suma a los de tantos otros muchachos y muchachas que han sido igualmente asesinados a lo largo y ancho del país a causa no sólo de la guerra desatada por el gobierno de Calderón contra el crimen organizado, sino del pudrimiento del corazón que se ha apoderado de la mal llamada clase política y de la clase criminal, que ha roto sus códigos de honor.
No quiero, en esta carta, hablarles de las virtudes de mi hijo, que eran inmensas, ni de las de los otros muchachos que vi florecer a su lado, estudiando, jugando, amando, creciendo, para servir, como tantos otros muchachos, a este país que ustedes han desgarrado. Hablar de ello no serviría más que para conmover lo que ya de por sí conmueve el corazón de la ciudadanía hasta la indignación. No quiero tampoco hablar del dolor de mi familia y de la familia de cada uno de los muchachos destruidos. Para ese dolor no hay palabras –sólo la poesía puede acercarse un poco a él, y ustedes no saben de poesía–. Lo que hoy quiero decirles desde esas vidas mutiladas, desde ese dolor que carece de nombre porque es fruto de lo que no pertenece a la naturaleza –la muerte de un hijo es siempre antinatural y por ello carece de nombre: entonces no se es huérfano ni viudo, se es simple y dolorosamente nada–, desde esas vidas mutiladas, repito, desde ese sufrimiento, desde la indignación que esas muertes han provocado, es simplemente que estamos hasta la madre.
Estamos hasta la madre de ustedes, políticos –y cuando digo políticos no me refiero a ninguno en particular, sino a una buena parte de ustedes, incluyendo a quienes componen los partidos–, porque en sus luchas por el poder han desgarrado el tejido de la nación, porque en medio de esta guerra mal planteada, mal hecha, mal dirigida, de esta guerra que ha puesto al país en estado de emergencia, han sido incapaces –a causa de sus mezquindades, de sus pugnas, de su miserable grilla, de su lucha por el poder– de crear los consensos que la nación necesita para encontrar la unidad sin la cual este país no tendrá salida; estamos hasta la madre, porque la corrupción de las instituciones judiciales genera la complicidad con el crimen y la impunidad para cometerlo; porque, en medio de esa corrupción que muestra el fracaso del Estado, cada ciudadano de este país ha sido reducido a lo que el filósofo Giorgio Agamben llamó, con palabra griega, zoe: la vida no protegida, la vida de un animal, de un ser que puede ser violentado, secuestrado, vejado y asesinado impunemente; estamos hasta la madre porque sólo tienen imaginación para la violencia, para las armas, para el insulto y, con ello, un profundo desprecio por la educación, la cultura y las oportunidades de trabajo honrado y bueno, que es lo que hace a las buenas naciones; estamos hasta la madre porque esa corta imaginación está permitiendo que nuestros muchachos, nuestros hijos, no sólo sean asesinados sino, después, criminalizados, vueltos falsamente culpables para satisfacer el ánimo de esa imaginación; estamos hasta la madre porque otra parte de nuestros muchachos, a causa de la ausencia de un buen plan de gobierno, no tienen oportunidades para educarse, para encontrar un trabajo digno y, arrojados a las periferias, son posibles reclutas para el crimen organizado y la violencia; estamos hasta la madre porque a causa de todo ello la ciudadanía ha perdido confianza en sus gobernantes, en sus policías, en su Ejército, y tiene miedo y dolor; estamos hasta la madre porque lo único que les importa, además de un poder impotente que sólo sirve para administrar la desgracia, es el dinero, el fomento de la competencia, de su pinche “competitividad” y del consumo desmesurado, que son otros nombres de la violencia.
De ustedes, criminales, estamos hasta la madre, de su violencia, de su pérdida de honorabilidad, de su crueldad, de su sinsentido.
Antiguamente ustedes tenían códigos de honor. No eran tan crueles en sus ajustes de cuentas y no tocaban ni a los ciudadanos ni a sus familias. Ahora ya no distinguen. Su violencia ya no puede ser nombrada porque ni siquiera, como el dolor y el sufrimiento que provocan, tiene un nombre y un sentido. Han perdido incluso la dignidad para matar. Se han vuelto cobardes como los miserables Sonderkommandos nazis que asesinaban sin ningún sentido de lo humano a niños, muchachos, muchachas, mujeres, hombres y ancianos, es decir, inocentes. Estamos hasta la madre porque su violencia se ha vuelto infrahumana, no animal –los animales no hacen lo que ustedes hacen–, sino subhumana, demoniaca, imbécil. Estamos hasta la madre porque en su afán de poder y de enriquecimiento humillan a nuestros hijos y los destrozan y producen miedo y espanto.
Ustedes, “señores” políticos, y ustedes, “señores” criminales –lo entrecomillo porque ese epíteto se otorga sólo a la gente honorable–, están con sus omisiones, sus pleitos y sus actos envileciendo a la nación. La muerte de mi hijo Juan Francisco ha levantado la solidaridad y el grito de indignación –que mi familia y yo agradecemos desde el fondo de nuestros corazones– de la ciudadanía y de los medios. Esa indignación vuelve de nuevo a poner ante nuestros oídos esa acertadísima frase que Martí dirigió a los gobernantes: “Si no pueden, renuncien”. Al volverla a poner ante nuestros oídos –después de los miles de cadáveres anónimos y no anónimos que llevamos a nuestras espaldas, es decir, de tantos inocentes asesinados y envilecidos–, esa frase debe ir acompañada de grandes movilizaciones ciudadanas que los obliguen, en estos momentos de emergencia nacional, a unirse para crear una agenda que unifique a la nación y cree un estado de gobernabilidad real. Las redes ciudadanas de Morelos están convocando a una marcha nacional el miércoles 6 de abril que saldrá a las 5:00 PM del monumento de la Paloma de la Paz para llegar hasta el Palacio de Gobierno, exigiendo justicia y paz. Si los ciudadanos no nos unimos a ella y la reproducimos constantemente en todas las ciudades, en todos los municipios o delegaciones del país, si no somos capaces de eso para obligarlos a ustedes, “señores” políticos, a gobernar con justicia y dignidad, y a ustedes, “señores” criminales, a retornar a sus códigos de honor y a limitar su salvajismo, la espiral de violencia que han generando nos llevará a un camino de horror sin retorno. Si ustedes, “señores” políticos, no gobiernan bien y no toman en serio que vivimos un estado de emergencia nacional que requiere su unidad, y ustedes, “señores” criminales, no limitan sus acciones, terminarán por triunfar y tener el poder, pero gobernarán o reinarán sobre un montón de osarios y de seres amedrentados y destruidos en su alma. Un sueño que ninguno de nosotros les envidia.
No hay vida, escribía Albert Camus, sin persuasión y sin paz, y la historia del México de hoy sólo conoce la intimidación, el sufrimiento, la desconfianza y el temor de que un día otro hijo o hija de alguna otra familia sea envilecido y masacrado, sólo conoce que lo que ustedes nos piden es que la muerte, como ya está sucediendo hoy, se convierta en un asunto de estadística y de administración al que todos debemos acostumbrarnos.
Porque no queremos eso, el próximo miércoles saldremos a la calle; porque no queremos un muchacho más, un hijo nuestro, asesinado, las redes ciudadanas de Morelos están convocando a una unidad nacional ciudadana que debemos mantener viva para romper el miedo y el aislamiento que la incapacidad de ustedes, “señores” políticos, y la crueldad de ustedes, “señores” criminales, nos quieren meter en el cuerpo y en el alma.
Recuerdo, en este sentido, unos versos de Bertolt Brecht cuando el horror del nazismo, es decir, el horror de la instalación del crimen en la vida cotidiana de una nación, se anunciaba: “Un día vinieron por los negros y no dije nada; otro día vinieron por los judíos y no dije nada; un día llegaron por mí (o por un hijo mío) y no tuve nada que decir”. Hoy, después de tantos crímenes soportados, cuando el cuerpo destrozado de mi hijo y de sus amigos ha hecho movilizarse de nuevo a la ciudadanía y a los medios, debemos hablar con nuestros cuerpos, con nuestro caminar, con nuestro grito de indignación para que los versos de Brecht no se hagan una realidad en nuestro país.
Además opino que hay que devolverle la dignidad a esta nación.
Javier Sicilia
Dando muestras de ser el oportunista que siempre ha sido, el viernes 10 de julio del 2011, Javier Corral se trasladó hasta Ciudad Juárez con el pretexto de una conferencia que iba a impartir en dicha ciudad, aunque se puede suponer que su intención en todo momento fue tratar de aprovechar la oportunidad para poder “lucirse” y llamar la atención como siempre le ha gustado hacerlo aprovechándose de que precisamente en dicho día y en esa misma ciudad el connotado activista social Javier Sicilia daría por concluída la Caravana por la Paz con Justicia y Dignidad con la firma de un pacto ciudadano, quizá con miras a servir como “intermediario” entre Javier Sicilia y el gobierno federal, ocasión que el protagónico y oportunista Javier Corral no pudo aprovechar para poder llevar “agua a su molino” porque Javier Sicilia nunca tuvo intención alguna de reunirse con Javier Corral en dicha ciudad y mucho menos darle una oportunidad para aprovecharse del evento con fines de promoción política personal o para andarse luciendo ante los medios como intermediario entre los manifestantes y el gobierno federal. De cualquier modo, lo más importante es que para trasladarse a Ciudad Juárez, Javier Corral dejó tirada su tarea y responsabilidad en el Estado de México como el coordinador de la campaña electoral del Yunquista Luis Felipe Bravo Mena faltando tan solo tres semanas para llevarse a cabo las elecciones para la gubernatura en dicho Estado. De haberlo sabido, los demás panistas-Yunquistas jamás le habrían confiado a Javier Corral la tarea de tratar de rescatarle a Luis Felipe Bravo Mena su naufragante campaña. Y mucho menos estarían dispuestos a darle ningún apoyo en sus intenciones para convertirse en Senador de la República -por la vía plurinominal de representación proporcional, por supuesto, nunca por el voto directo del pueblo que espera la oportunidad de poder propinarle otra senda derrota en las urnas.
De seguro sumamente contrariado por lo que consideró como un desaire de Javier Sicilia de no darle la oportunidad de poder “lucirse” a su lado ante los medios cuando la Caravana por la Paz con Justicia y Dignidad culminó en Ciudad Juárez, Javier Corral, precisamente el encargado diputadil (plurinominal) de la Comisión encargada de discutir la nueva Ley de Seguridad Nacional (y el cual rechazó que el proyecto de Ley fuera turnado al pleno del Congreso en donde podría haber sido discutido sin que Javier Corral pudiera meter ya las manos ello manteniéndola por más tiempo en su congeladora), obtuvo dulce venganza primero haciéndole creer (junto con otros diputados plurinominales de su calaña) a Javier Sicilia que las peticiones ciudadanas hechas por Javier Sicilia y sus seguidores sí serían “escuchadas” por su Comisión en el Congreso, para después clavarle el puñal por la espalda, como lo documenta la siguiente nota:
Rompe Sicilia diálogo con diputados federales
NOTIMEX
5 de agosto del 2011
Javier Sicilia acusó a los legisladores federales de romper el diálogo con el Movimiento por la Paz, Justicia y Dignidad, al haber aprobado, en lo general, las reformas a la Ley de Seguridad Nacional, las cuales reglamentan la participación del Ejército Mexicano en tareas de seguridad pública.
“La mañana del miércoles 3 de agosto nos enteramos con sorpresa que contra nuestra exigencia de que detuvieran la Ley de Seguridad Nacional, contra la advertencia de que no nos dijeran una cosa en público y otra en los pasillos, en la burocracia, en los tejemanejes oscuros del poder, contra el peso de la palabra, los diputados aprobaron la minuta sobre esa Ley que previamente había enviado el Senado”, señaló.
Por ello, en un acto de protesta a las afueras del Palacio Legislativo de San Lázaro, el líder del movimiento social advirtió que los ciudadanos ya no se sentarán a las mesas de diálogo “hasta que los legisladores federales manden señales claras de que van a honrar y cumplir con la palabra empeñada”.
Sicilia también recriminó al gobierno federal de “celebrar” la aprobación realizada por los integrantes de la Comisión de Gobernación en días pasado, por lo que consideró como una farsa las mesa de diálogo establecidas con el Movimiento.
“Ya que el Gobierno Federal, a través de la Secretaría de Gobernación, ha impulsado y celebra la aprobación de la referida minuta, y ésta y otras dependencias federales han presionado para su aprobación, entendemos también que el Poder Ejecutivo ha trastocado las condiciones de seriedad y dignidad bajo las cuales se discutirían estos temas en las mesas de trabajo. Reiteramos nuestra disposición a un diálogo verdadero para abordar los temas sustantivos que involucran a la guerra en curso”, señaló Sicilia.
En este marco, aclaró, no ha sido el movimiento quién rompió el diálogo, sino los legisladores y el gobierno en su afán de “continuar con un proceso de legalización anticonstitucional de la estrategia bélica de la actual administración. Por lo tanto continúa la guerra”.
Hace una semana, el Movimiento Ciudadano por la Paz se reunió con senadores y diputados federales en el Castillo de Chapultepec, en donde los legisladores se comprometieron a revisar en conjunto con la ciudadanía las modificaciones a dicha ley.
Ante la aprobación realizada, Sicilia aseguro que “no se pueden hablar con hombres y mujeres que no hablan verdad... solo queda una palabra herida por la traición”.
“Lo llamamos engaño —aclaró— no porque se hubieran comprometido a desechar la Ley de Seguridad Nacional, sino porque habíamos establecido un mecanismo de seguimiento para revisar ese tema y otros que habíamos establecido en el Alcázar”.
“Cuando pidieron perdón no supieron lo que decían, porque detrás de esa palabra sagrada, estaba sólo la inconsciencia y el desprecio no sólo por nuestros 50 mil muertos, por nuestros más de 10 mil desaparecidos y nuestros más de 120 mil desplazados, sino el desprecio por el amor al que se refiere Octavio Paz y el desprecio por los seres humanos de carne y hueso que viven hoy en esta nación y que mañana, con el auspicio de esa Ley, pasaran a engrosar las fosas de nuestros muertos y el ejército de reserva de la delincuencia”, reprochó. En este marco, Javier Sicilia anunció nuevas movilizaciones sociales en las calles, una de las cuales tendrá lugar el próximo domingo 14 de agosto en la Ciudad de México.
”Vamos a movilizarnos y los llamamos a ustedes hermanos y hermanas de nuestra nación a movilizarse con nosotros el domingo 14 y en adelante para levantar, junto a la bandera nacional, la bandera blanca contra la guerra, y para volver a insistir, hasta que lo entiendan los poderes del Estado y también las bandas criminales, que no queremos un muerto más, ni un desaparecido más, ni un torturado más, que queremos un México donde cada lugar sea el adecuado y cada hora la propicia para mirarnos a los ojos y amarnos”, concluyó.
No ha habido engaño (¿?): legisladores
Luego de conocer la postura oficial del Movimiento por la Paz, la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados reiteró su voluntad de continuar con un diálogo permanente con la sociedad civil como parte del debate sobre de la Ley de Seguridad Nacional.
Después de tres horas de trabajo, el organismo estableció su compromiso de incorporar a los representantes del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad al trabajo de la revisión de la minuta.
En un comunicado leído por la presidenta de la Junta, Josefina Vázquez Mota (aspirante a la candidatura presidencial por el Partido Acción Nacional para el 2012, con el pleno apoyo y respaldo de la sociedad secreta de ultraderecha Tecos de la Universidad Autónoma de Guadalajara), respaldado por los siete grupos parlamentarios representados en la Cámara de Diputados enfatizó la voluntad de los partidos políticos “de conseguir un diálogo permanente, sincero (¿?) y respetuoso con los representantes de la sociedad civil”, en el análisis de la Ley de Seguridad Nacional.
“Nuestra disposición y compromiso a un diálogo permanente es insistir que en el espíritu del Legislativo en ningún momento ha habido ni la más mínima intención de engaño, de suspicacia y mucho menos de traición a un Movimiento” (¿?).
En ese sentido, la también coordinadora del grupo parlamentario del PAN comentó que es indispensable construir el diálogo con los dirigentes de los movimientos sociales, para diseñar una agenda que abone a la paz y a la concordia de México.
Vázquez Mota aseguró que los legisladores actuarán con estricto apego constitucional y garantizarán que las decisiones en materia de seguridad cumplan con los compromisos que se establecieron en el Alcázar del castillo de Chapultepec. (¿?)
El presidente de la Comisión de Gobernación, Javier Corral Jurado, aseguró que no hay ningún clima de simulación en el proceso legislativo de la minuta de la Ley de Seguridad Nacional (!!!), porque éste contempla tanto el análisis y la discusión que requieren para modificar, aprobar o rechazar cualquier proyecto de dictamen entre las Cámaras.
Después de que el Partido Revolucionario Institucional se opuso terminantemente a dar su aval a la reelección de congresistas (algo por lo que peleó duramente a favor el plurinominal perpetuo Javier Corral para tratar de eternizarse en el presupuesto oficial sin recibir jamás un solo voto directo de nadie), sin lugar a dudas, y pensando en Javier Corral un editorialista que vive en la misma ciudad en donde vive Javier Corral escribió lo siguiente:
Reelección: muere la democracia
Javier Cuéllar
EL DIARIO
5 de noviembre del 2011
Dicen por ahí que un pueblo que olvida su historia está condenado a repetirla y esta idea viene muy a propósito de la calentura que traen desde hace algún tiempo muchos legisladores en el sentido de restablecer la reelección para muchos cargos de elección popular como lo son, por ahora los de diputados, senadores y alcaldes, reelección que significaría un retroceso político para nuestro país cuando a cada rato la historia nos reafirma las nefastas consecuencias que puede acarrear a un pueblo el eternizamiento en el poder de sus gobernantes. El hecho más reciente nos lo confirma lo sucedido en Libia, el omnipresente caso de Fidel Castro en Cuba donde se pasa de una dictadura de medio siglo a una monarquía hereditaria de línea colateral.
Pero no necesitamos acudir a la historia universal para conocer de primera mano las consecuencias de una dictadura que monopoliza el poder eternamente, el caso de Porfirio Díaz ampliamente conocido por todos, es una prueba castiza de este triste fenómeno político aunque, en verdad, el General Díaz no fue la clase retrograda de tirano que si lo fueron los gobernantes de Libia y Cuba. Pudiéramos hablar de muchas dictaduras con aspiraciones eternas que han existido en el pasado reciente en todo el planeta pero contamos con el conocimiento del público lector respecto a todos estos casos.
Las intenciones reeleccionistas de todos estos hijos de Porfirio Díaz resulta muy peligrosa porque, al igual que todo hecho político se da en un entorno histórico determinado, que en el caso es el que priva actualmente, y caprichosamente tenemos que existen personajes que sin la necesidad de la reelección se han mantenido en puestos de elección popular por muchos más de diez años consecutivos, lo cual equivale a superar el promedio de permanencia en el poder en tratándose de monarquías absolutistas donde la presencia en el poder tiene como único limite la vida del gobernante.
¿A que me refiero con esto? Veamos: salvo las muy raras excepciones de gobernantes que detentaron una longevidad muy prolongada, podemos tomar como ejemplo de continuidad en el poder dos fenómenos políticos aceptados universalmente: el Imperio Romano y el Papado.
Efectivamente, analizando estos dos casos tenemos que en ambos la asunción al trono de sus jefaturas más altas, el emperador y el Papa, lo fueron y continúan siendo en el caso de El Vaticano, en forma vitalicia. Así las cosas, de acuerdo a los registros históricos que con admirable exactitud existen en ambos casos, tenemos que el promedio de reinado de los gobernantes supremos de esos reinos ha sido menor a los ocho años, casi ligeramente superior a los seis, porque si bien es cierto que existieron papas que gobernaron veinticinco o más años, como el tan venerado Juan Pablo II, no menos cierto es que también existieron otros que apenas gobernaron unos días como lo fue el caso de Juan Pablo I. Total, ese es el promedio histórico de los gobiernos vitalicios.
Por lo pronto, la mayoría priísta en el congreso derrotó a los nietos de Porfirio días del bando reeleccionista al mantener el principio histórico de la No Reelección consagrado en nuestras leyes y emanado del movimiento revolucionario de 1910. Pero si tal principio toral fuera abolido por el multipartidista movimiento reeleccionista, entonces veríamos eternizarse como senador al dueño de la franquicia política del Partido Verde Ecologista de México, el llamado Niño Verde, utilizando para ello las alianzas y elecciones directas así como las listas de candidatos plurinominales en las cuales figurarían eternamente no sólo él sino infinidad de caciques políticos revividos del más augusto panteón porfirista. Aquí en Chihuahua no cantarían mal las rancheras en el Partido del Trabajo con el señor Aguilar y toda su inefable familia y en el Partido Acción Nacional veríamos envejecer a un Javier Corral, a un Galindo y a una serie de personajes que nunca se cansarán de estar prendidos a las ubres presupuestarias.
Con la reelección, la competencia y participación política interna de los partidos casi sería un cadáver inmediato porque al interior de los diversos partidos existen contubernios muy marcados para suprimir la libre competencia que por ahora no ha funcionado del todo bien debido a la persistencia del principio de la no reelección, pero sin ese muro que obliga a los elegidos en la votación anterior a replegarse en sus casas y abandonar definitivamente el puesto, sería relativamente fácil suprimir todo movimiento de oposición y competencia interna y disciplinar a todos los miembros de un partido como un autentico rebaño de mansos corderos. Lo único que prevalecería sería la lambisconería y la única escalera que funcionaría en casi todos los partidos para ascender en la estructura en espera de la muerte del tirano sería el servilismo. Triste futuro para la democracia interna.
En el PRI, al menos en el viejo PRI, que está a punto de entronizarse nuevamente, las cosa funcionarían un tanto cuanto diferentes, al menos al principio, porque de acuerdo a los antecedentes históricos, cada vez que un candidato del PRI ganaba una elección, aunque le precediera un gobernante emanado de su mismo partido, la barredora entraba a su gabinete como un torbellino de limpieza profunda que ponía de patitas en la calle a todos los funcionarios o empleados del equipo de gobierno anterior.
Para no ir muy lejos veamos lo que ha pasado con los gobiernos de César Duarte y Héctor Murguía Lardizábal, prácticamente no dejaron títere con cabeza, toque a degüello a todo lo que oliera a Reyes Ferríz y a Reyes Baeza, como si hubiera ganado otro partido de otro país, de otro continente y de otro planeta. Salvo muy extrañas excepciones, todos los miembros del anterior gobierno salen despedidos como tapón de sidra.
Esta limpia de funcionarios, que para algunos pudiera parecer mala en realidad tiene su razón de ser. Permite que los múltiples miembros del PRI que se quedaron durante la administración anterior calentando la banca puedan volver a reactivarse políticamente y puedan sentarse a la mesa donde se reparte el pastel presupuestario a saciar su hambre sexenal a que los condenó el ostracismo temporal y también permite incorporarse a la comilitona presupuestal a nuevos miembros del PRI que, en caso de aprobarse la reelección estarían condenados de antemano a la hambruna eterna y serían fácil carne de cañón para engrosar las filas de la rebelión. Como bien lo dijera el Filósofo de Güemez, en el PRI “La política es como los frijoles de la olla; unos arriba unos abajo, pero todos adentro”. Aunque nadie lo crea este es un mecanismo interno de funcionamiento controlado que está basado en la esperanza que todo priísta tiene de volver o de ingresar a una chamba de gobierno en un futuro no mayor de seis años si no es que antes, lo cual mantiene vivo al partido tricolor.
Esto no sucede en el PAN, donde ya está comprobado que al triunfar en las elecciones y ascender al poder, solamente una minúscula casta dorada se reparte todos los sueldos y canonjías gubernamentales dejando fuera a toda la inmensa masa partidista que, en doce años, se ha desilusionado o muerto de hambre y ha desertado de sus filas vociferando ajos y cebollas contra este club de potentados, que ahora son los que propugnan por el establecimiento de la reelección. Reelección que el PRI no necesita y que significaría su ruina.
Los diputados del PAN dicen: “El PRI dice confiar en la consulta ciudadana, pero en los hechos no confía en las legislaturas locales al no darles la facultad para que ellas digan sí o no a la reelección. Que digan sí a un nuevo derecho de los ciudadanos.” (Mira, mira, ¿Cuáles ciudadanos?). “Los ciudadanos nos eligieron para tomar decisiones, no para patear el bote; para resolver. La reelección lo que busca es darle un giro de 180 grados para que quienes estamos aquí, en esta Legislatura y en las estatales, le pongamos más atención a los ciudadanos y menos atención a los partidos políticos; por eso la reelección le da más poder y espacios a los ciudadanos y menos a los partidos políticos.”
De plano estos diputados piensan que somos muy mensos, ¿cuál atención a los ciudadanos si a un candidato sólo puede postularlo un partido político? En nuestro entorno histórico contemporáneo los partidos políticos han monopolizado las propuestas y a nosotros sólo nos queda votar por quienes ellos digan.
Lo cierto es que la iniciativa porfirista tiene como objetivo encaminar al establecimiento de una dictadura para favorecer únicamente a ciertos caciques de los partidos que no son el PRI y aunque en cierto modo con la no reelección se trate de sustituir a los ineptos saciados y regordetes por los ineptos flacos y hambreados, con la reelección porfirista de los panistas aparte de que en el poder legislativo se eternizarían los ineptos, la democracia interna de esos partidos se extinguiría y sus miembros populares ni tan siquiera tendrían una débil esperanza. Mejor dejen las cosas como están: Sufragio efectivo y No reelección. Lo bueno sería que desapareciera el Senado y que la Cámara de Diputados se redujera a cien miembros.
Poco después de haberse publicado el trabajo anterior, tras la dura derrota inflingida a la hermana del Presidente Felipe Calderón y al Partido Acción Nacional, pese a que esta contó con todo el apoyo de las dependencias federales para promover inequitativamente su candidatura poniendo a los demás contendientes en desventaja, prominentes panistas empezaron a poner distancia con la misma corrupta y sempiterna lideresa magisterial Elba Esther Gordillo cuya alianza con el PAN en apoyo directo de la candidata Luisa María “Cocoa” Calderón no le sirvió en lo absoluto para darle el triunfo a esta última. Ejemplo de ello son las declaraciones de Javier Corral publicadas el 16 de noviembre del 2011 en EL DIARIO en donde cínicamente expuso que él nunca estuvo de acuerdo (¿?) en aprobar la alianza con el partido PANAL de Elba Esther Gordillo, aún cuando dicho partido PANAL estuvo apoyando en diferentes cosas a “Cocoa” Calderón durante varios meses previos a la elección. “Una de las críticas que yo he formulado es que ella (Elba Esther Gordillo) ha sido transversal a partidos de tal forma que en un mismo año puede estar aliada en el PRI en Nuevo León y en ese mismo año estar aliada en Veracruz o en otro estado”. Señaló además que con toda claridad se puede afirmar que la reforma electoral que incorporó en el Cofipe la prohibición para que un partido político pueda celebrar coaliciones dentro de una elección de un mismo tipo con diferentes partidos, estuvo prácticamente dedicada a ella. Agregó que dentro del PAN siempre ha sostenido que esas alianzas es más lo que les quitan que lo que les dan, además de colocarlos en una contradicción entre lo que postulan en materia educativa y lo que se pacta después en materia electoral. “Por eso yo creo que esa alianza nunca fue conveniente ni el partido debiera seguir en esa ruta”, apuntó.
En realidad, tales declaraciones de Javier Corral son una muestra del cinismo y la hipocresía del que hacen gala los corrompidos adherentes del PAN-Gobierno. ¿En dónde estuvo Javier Corral cuando en el 2006 Elba Esther Gordillo estaba al lado de Felipe Calderón festejándole prematuramente su presunto triunfo electoral? ¿En dónde estuvo Javier Corral cuando Felipe Calderón se exhibía por todos lados con la corrupta lideresa magisterial simbolizando con ello el empobrecimiento moral del mismo PAN? Nuevamente, el panista convenenciero Javier Corral demostró ser el ejemplo del refrán que dice que cuando el barco se hunde, las ratas son las primeras en abandonarlo.
El problema del activista social Javier Sicilia y sus seguidores en su dura lucha por un México mejor es que no solo tiene en su contra el cinismo y la hipocresía de diputados simuladores que no representan a nadie más que a ellos mismos como Javier Corral, sino que tiene también en contra a la misma ultraderecha de México, la cual lo ve como “un peligro” no para México sino para la permanencia eterna del PAN y la misma ultraderecha en el poder. Y esto es a fin de cuentas el meollo del asunto. Esto nos lo confirma la siguiente nota:
La ultraderecha, contra el movimiento de Sicilia
Álvaro Delgado
Agencia APRO
10 de mayo del 2011
El activista Eduardo Gallo lanza una afirmación contundente: cuando alguna organización civil destaca por sus críticas a las políticas y estrategias federales, el gobierno ofrece recursos, prebendas o cargos públicos, y así acalla a algunos descontentos. No todos se dejan comprar, aclara el expresidente de México Unido Contra la Delincuencia, y agrega que grupos ultraderechistas ya empezaron una ofensiva mediática contra el movimiento que encabeza Javier Sicilia.------------------------
La cooptación, domesticación y amordazamiento de las organizaciones ciudadanas y sus dirigentes, por la vía de la transferencia de los recursos públicos y el reparto de cargos, es una práctica común en México, afirma el activista Eduardo Gallo, expresidente de México Unido Contra la Delincuencia (MUCD).
El objetivo es claro: desnaturalizar las organizaciones cívicas para neutralizar el rechazo a las estrategias oficiales, como la “guerra” del gobierno de Felipe Calderón contra el crimen organizado, y que sea menos sonoro el clamor social de seguridad, justicia y paz.
“Pero esto se da no sólo con dinero, sino con otras maneras: invitaciones a reuniones, eventos, comidas y cenas en las que es posible codearse con altos miembros del poder público, con el secretario de Gobernación o el procurador, que dan rápidamente un cita. Esto es muy seductor para quienes se marean al subirse a un ladrillo y desgraciadamente le ocurre a la mayoría.”
A Gallo –quien dice haber renunciado a MUCD por falta de transparencia y rendición de cuentas en ese organismo y por no canjear independencia por recursos públicos– le consta cómo los políticos buscan mediatizar la acción ciudadana también con el ofrecimiento de cargos y candidaturas.
No es sólo el caso de Elena Herrejón, presidenta de la organización Provecino, quien en 2006 fue candidata a senadora por Nueva Alianza (Panal, el partido de Elba Esther Gordillo), sino la propia experiencia de Gallo: el Partido Acción Nacional (PAN) le ofreció, también ese año, ser candidato a delegado y diputado local en la capital del país.
–¿De quién fue la invitación?
–Del entonces presidente del partido, Manuel Espino, a quien aprecio como persona pero a quien le dije que no me interesaba. Me insistió: “¿Qué te parece diputado federal por Morelos?”. “Manuel”, le respondí, “¿qué parte no me has entendido? Mi vida no va en esa dirección”.
Gallo, a quien Convergencia le hizo también una oferta, recuerda cómo en 1998 un hijo de María Elena Morera, expresidenta de MUCD y quien ahora encabeza Causa Común, se convirtió en asesor del secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, y por ello él se distanció temporalmente de esa organización.
“Son formas diferentes con las que los políticos buscan consentir a los integrantes de la sociedad civil, cooptarlos o cuando menos jalar sus voluntades para que haya buena disposición en disculpar los actos equivocados o la no acción en algún área que pudiera ser criticada ante la opinión pública. Son formas que se siguen por todos lados.”
Tras una década de participar en el activismo cívico, a raíz del secuestro y asesinato de su hija Paola en Morelos, en junio de 2000 –cuya investigación asumió personalmente por la incompetencia de las autoridades–, afirma que la cooptación de organizaciones no se ha dado sólo en el gobierno de Calderón, sino desde el sexenio de Vicente Fox, cuyo secretario de Seguridad Pública, Ramón Martín Huerta, lo hizo tras la multitudinaria marcha contra la delincuencia del 27 de junio 2004.
Recuerda cómo Fox se comprometió a crear un observatorio ciudadano para evaluar la acción gubernamental, pero Martín Huerta ofreció solamente crear un consejo de participación ciudadana. “A veces el presidente promete cosas que no puede cumplir”, le dijo a Gallo en una reunión.
Ante el reclamo del activista de que Fox mintió, el funcionario dijo que interpretara como quisiera. “Lo tomo como que todo esto es una farsa y frente a una farsa lo que te digo es: chinga tu madre. No estamos para que jueguen con nosotros. A los ciudadanos se les respeta”.
Indiferente al reclamo del activista, Martín Huerta lanzó el anzuelo: “Les vamos a asignar recursos a cada una de las organizaciones para que puedan elaborar sus programas, sus trípticos y puedan llegar a la comunidad”.
Gallo, quien tiene fama de claridoso, subraya: “Fue así como de manera directa, precisa y específica se buscó cooptar a las organizaciones ciudadanas que habían participado en la organización de la marcha (de 2004) ofreciéndoles dinero”.
El Yunque otra vez
En ese entonces las organizaciones que convalidaron la decisión del gobierno de Fox fueron, entre otras, la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), presidida entonces por Jorge Espina Reyes; la Unión Nacional de Padres de Familia (UNPF), encabezada por Guillermo Bustamante, y el Consejo Ciudadano de Justicia Penal, liderada por José Antonio Ortega Sánchez.
Son los mismos organismos bajo el control de la organización ultraderechista El Yunque que el pasado lunes 2 repudiaron la Marcha Nacional por la Paz con Justicia y Dignidad que el jueves 5 salió de Cuernavaca y llegará a la Ciudad de México el domingo 8, encabezada por el poeta Javier Sicilia, cuyo hijo fue asesinado junto con otros seis jóvenes.
“Denunciamos la manipulación del repudio a la violencia, a quienes pretenden manipular el repudio a la violencia para generar un movimiento sociopolítico demoledor de la institución presidencial, con odio al Ejército, que puede inducir a pactar con los criminales, entregando como botín a nuestras familias”, afirmaron organizaciones encabezadas por Ortega Sánchez.
“La marcha convocada por Javier Sicilia, cuyo dolor todos comprendemos, al parecer con el apoyo del gobierno del Distrito Federal y algunos medios de comunicación, puede ser la mayor manipulación política de la violencia e inseguridad para atacar al presidente Felipe Calderón y responsabilizar a los militares”, insistió Ortega Sánchez, quien censuró la participación de simpatizantes del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).
“Marcos, con su dinero sucio salido de secuestros, extorsiones y asesinatos, se suma a la ‘caravana por la paz’, para marchar tomado de las manos con quienes claman ‘¡Basta de sangre!’ y le reclaman al presidente haber molestado a los pobres narcos. ¿Buscan estos señores el fin de la violencia? ¡Por supuesto que no! La violencia es un mero pretexto. Su negocio no es la paz, no es la seguridad pública. Su negocio es el mismo viejo, sucio y totalitario afán de la revolución socialista”, escribió el abogado del cardenal Juan Sandoval Íñiguez.
Gallo conoce bien a Ortega Sánchez y a Guillermo Velasco Arzac, presidente de Coordinadora Ciudadana y jerarca de El Yunque, quienes respaldan decisiones del gobierno desde Fox. Son parte de “un grupo que, definitivamente, no trabaja con otro interés que no sea el dinero”, y ambos, aseguró, “viven de eso” (Proceso 1463).
Pero la cooptación de organizaciones sociales que con Fox inició Martín Huerta ha escalado con Calderón –cuya espiral de violencia ha cobrado la vida de aproximadamente 40 mil personas y el propio PAN reconoce 103 mil asesinatos en una década– mediante recursos públicos y mecanismos de persuasión.
Desde el poder público, afirma, también se busca dividir a los ciudadanos agraviados, como las víctimas de la guardería ABC de Hermosillo, Sonora, donde murieron 49 niños. “Los padres de familia fueron divididos por el gobierno del estado. A algunos se les han dado recursos para que ya no haya ruido, y los que no han aceptado son los que siguen luchando por que haya justicia”.
También existe la otra cara de la moneda, dice: “Así como hay quienes se dejan cooptar, hay quienes no tenemos precio y actuamos con base en principios y convicciones. Ojalá no hubiera nunca alguien que se dejara cooptar, pero es una debilidad humana a la que muchas personas sucumben”.
Gallo afirma que el gobierno busca hacer que las organizaciones ciudadanas dependan económicamente del Estado para despojarlas de su independencia, pero también controlarlas para que lo respalden en lo que le interesa.
“Por ejemplo, cuando el presidente de la República dice que los gobiernos de los estados no cooperan, de repente líderes de organizaciones se lanzan a la cargada contra los gobernadores que no han construido policías certificadas, pero se les olvida que el gobierno federal tampoco está certificados a todos, porque está atrasado ese programa.”
Explica: “Salen a criticar a los gobiernos de los estados porque no tienen los penales adecuados, pero se les olvida que el gobierno federal tampoco ha cumplido con eso. Avientan la pedrada para otro lado para no confrontarse”.
Cauteloso pero firme, Gallo reconoce que existe cercanía de Calderón con Isabel Miranda, madre de Luis Alberto Wallace, secuestrado y asesinado en julio de 2005, y con Alejandro Martí, padre del niño asesinado en 2008.
“Así es. Cuando vas creciendo en peso como organización de la sociedad civil, entonces evidentemente el gobierno busca tenerte cercano precisamente para evitar que con ese peso que vas adquiriendo puedas generarle un problema, como señalar algo que cause un impacto en la sociedad. Y entonces te llaman, te buscan, tienes reuniones para oír tu opinión, una junta no empieza a tiempo porque no has llegado y te esperan.”
“Ya no habrá donativos…”
Pone como ejemplo una reunión privada convocada por Calderón, en julio del año pasado en Los Pinos, con Causa Común, encabezada por María Elena Morera; México SOS, de Alejandro Martí, y MUCD, que entonces él presidía. Gallo conoció a Calderón cuando era candidato presidencial, para saber su punto de vista sobre su estrategia de combate al crimen organizado.
“Me dio la palabra primero como organización: ‘Le decimos abiertamente que no estamos de acuerdo con la estrategia que se está siguiendo para combatir a la delincuencia y en esta guerra de las drogas, y no estamos de acuerdo porque la estrategia no tiene parámetros que permitan evaluarla’.”
Añadió: “Pero tampoco estamos de acuerdo porque detona la violencia, porque creemos, y se lo dijimos desde aquella ocasión como candidato a la Presidencia, que el ataque a la delincuencia debe ser a través de las estructuras financieras. No lo decimos nosotros, la historia en el mundo de combate a la delincuencia lo ha evidenciado. Ese es el flanco débil”.
Como Martí no asistió, cuenta Gallo, el director de México SOS, Alejandro Camacho, expuso lo que hace esa organización, y luego habló Morera. “Su posición fue: ¿En qué podemos ayudar, presidente, en qué podemos ser útiles para el país?”.
Sólo él asumió una posición crítica a la estrategia de Calderón, quien para eso los convocó. “Desconozco si a ellos se les invitó para lo mismo. Si les llegó así, respeto cómo respondieron”.
Por eso la estrategia de Calderón se mantiene, porque la mayoría de las organizaciones guarda silencio, como ha ocurrido en los Diálogos por la Seguridad Pública convocados por el gobierno. En el más reciente, en enero, sólo cinco de al menos 30 pidieron cambiar la estrategia.
“Todos los demás no tocaron el tema de si están o no de acuerdo o se fueron a otros temas que en consecuencia no permiten al Presidente recibir un mensaje claro y contundente de que en la sociedad civil no estamos de acuerdo con su estrategia.”
Su renuncia a la presidencia de MUCD obedeció, entre otras razones, a esta conducta de aminorar la crítica al gobierno para no poner en riesgo las transferencias de recursos públicos, vía donativos y contratos.
El tema se abordó en febrero, en una reunión del Consejo de la organización, fundada en 1997, en la que se discutió la posición que se debía asumir sobre el debido proceso en casos como el de las tres indígenas acusadas de secuestrar policías federales, el de Jorge Balderas Garza, supuesto agresor del jugador Salvador Cabañas, y el de la francesa Florence Cassez.
Según Gallo, Josefina Ricaño, primera presidenta de MUCD y quien lo sustituyó a su renuncia, rechazó incluir el caso Cassez en el posicionamiento sobre el debido proceso. “Van a decir que estamos defendiendo secuestradores”, dijo, y ante la preguntas de dónde estaban las evidencias sólo atinó a decir que eso decían “los medios”.
Pero lo que irritó a Gallo fue el argumento que dio Pablo Girault Ruiz, secretario del Consejo y actual tesorero de MUCD, para no hablar sobre el asunto de Cassez: “Van a dejar de fluir recursos y contratos del gobierno”.
Eso y la falta de claridad en el manejo de los recursos de la administración previa, encabezada por Ana Franco –quien nunca hizo entrega-recepción a su renuncia por motivos de salud– precipitaron un choque de Gallo con el “grupo de poder” que controla MUCD, del que forman parte, entre otros, Girault Ruiz, director general de Fundación Dondé, y Félix Gavito, presidente de la Fundación Nemi.
Este último está implicado en dudosas transacciones de tres millones de pesos aportados por la Secretaría de Seguridad Pública federal para un programa elaborado presuntamente por Nelia Tello Peón, hermana del asesor de Calderón en seguridad nacional.
Harto de la opacidad, Gallo decidió renunciar porque no se cumplió el compromiso de regresar a los principios fundacionales de México Unido Contra la Delincuencia, por los que aceptó presidir la organización. “No estaba dispuesto a cargar responsabilidades que no me competen, porque por algo había opacidad”.
MUCD, dice, va a seguir: “En cultura de la legalidad puede haber muchos contratos, mucho dinero y mucho desarrollo y van a poder ayudar, pero ya no con el proyecto original, porque éste requiere de principios y valores que no tienen”.
–¿Están autoamordazados?
–Así es, pero también están de alguna manera maniatados cuando dicen que es una organización que está en el tema de seguridad y justicia, cuando no es así. Es válido cambiar, pero que la gente sepa que cambiaste. Si no le dices, la gente estará esperando algo que no recibirá nunca. Y en esa parte hay que tener cuidado, porque las personas se pueden sentir engañadas.
En verdad, hay una plaga de alacranes que tiene infestadas las cúpulas del poder, conformada tanto por los que están juramentados dentro de alguna de las sociedades secretas de extrema derecha que están encabezando la gran conspiración en contra de México, como sus esquiroles como Javier Corral para quienes el estar amamantando los dineros del pueblo bajo una simulación de democracia es ya una forma de vida.
Actuando como un verdadero parásito, ávido de poder y ansioso de seguir chupando por el resto de su vida las ubres del presupuesto oficial, Javier Corral se postuló por enésima ocasión en el 2012 para ser lanzado por el PAN como candidato a Senador de la República (¡plurinominal, desde luego, nunca exponiéndose al voto directo de nadie!). Pero no contaba con que había otros dos aspirantes a la misma posición, Cruz Pérez Cuéllar y Carlos Borruel. Inflado de ego como un pavo real, mientras los otros dos sí hicieron una intensa campaña en Chihuahua el plurinominaloide Javier Corral se quedó todo el tiempo en la Ciudad de México presumiendo sus influencias y dando conferencias de prensa tratando de llamar la atención de los medios para su propia gloria vanidosa. Pero tras las elecciones llevadas a cabo el 19 de febrero del 2012, Javier Corral se encontró que en todo el Estado de Chihuahua no juntó los votos de ni siquiera más de 13 mil personas, siendo superado por amplio margen por sus otros dos opositores (ambos le ganaron en razón de dos a uno). Como era de esperarse, el mañoso dinosaurio panista recurrió a su “plan B” dedicándose a hacer “grilla” lloriqueando ante los medios y demandando la anulación total de las elecciones internas del PAN en el Estado de Chihuahua diciendo “no vamos a repetir que nos roben nuestro triunfo, no lo vamos a permitir” (como si no supiera que el único a beneficiarse con su postulación como plurinominal es él mismo y nadie más), argumentando irregularidades tales como la repartición de despensas hecha como soborno a quienes fueran a votar por sus opositores. En una reacción inesperada, el precandidato ganador Cruz Pérez Cuéllar en declaraciones suyas publicadas el 24 de febrero del 2012 se dirigió a sus “enemigos” a quienes acusó de repartir despensas en su nombre, señalando: “… debería darles vergüenza. Perversos, miserables y cobardes. A su ‘no lo vamos a permitir’ les respondo ‘no nos vamos a dejar”, advirtió para luego llamar a sus seguidores a continuar dando la batalla para defender la victoria, invitando a sus seguidores a “seguir dando la batalla” al decirles que “ya derrotamos al dedazo, ya derrotamos la frivolidad y el derroche, sólo nos queda defender nuestra victoria”. El “plan B” de Javier Corral siempre fue muy sencillo en caso de no ganar en las urnas: inhabilitar haciendo trampas haiga sido como haiga sido a los otros dos precandidatos que quedaron muy por encima de él en la votación, para así quedar él como el único precandidato sin nadie más interpuesto en su camino, y de preferencia sin votación alguna de por medio con los otros dos encima de él removidos. Y presentándose en todo momento, desde luego, como un “salvador de México y de la democracia”. Aunque esta ya es otra historia.
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