martes, 30 de julio de 2013

México Imperial

Uno de los sueños de opio de la derecha ultraconservadora mexicana, la cual por naturaleza siempre ha aborrecido la democracia aunque por fuera en el siglo XXI se proclame defensora de la misma, ha sido el establecimiento en México de un gobierno de corte monárquico, de preferencia con abolengo europeo en concordancia con la añeja doctrina fascista de que los europeos son racialmente superiores a los autóctonos mexicanos de piel bronceada. Es por ello que, después de haberle dado su respaldo y apoyo a Su Alteza Serenísima que terminó entregando más de la mitad del territorio nacional al país vecino del Norte (después de la entrega de la mitad de México al gobierno norteamericano, Su Alteza Serenísima les vendió a los norteamericanos el territorio de La Mesilla sin encontrar jamás oposición alguna para tal venta entre la clase conservadora de México que se la pasaba todo el tiempo adulándolo), los traidores a la República se desplazaron hasta Europa para ofrecerle a un noble de cabellos rubios y ojos azules el coronarlo como Emperador, una aventura que terminó deshonrosamente para la derecha ultraconservadora de México con el fusilamiento de tres aventureros descastados en el Cerro de las Campanas. Por raro que parezca, los derechistas ultraconservadores todavía tienen puestos sus ojos en un posible sucesor al que consideran digno de llevar con la frente en alto el honroso título de Emperador de México. Helo aquí:

México tiene 'familia imperial'
Excélsior
7 de julio del 2013
No únicamente España o el Reino Unido cuentan con una “familia real”. México también tiene la suya. Sólo que, en este caso, la “familia imperial” vive en el exilio. Además, no es considerada como tal en nuestro país, ante la inexistencia del “trono de México”, pero en Europa son tratados por la nobleza del Viejo Continente como “los legítimos herederos de la dinastía mexicana De Iturbide”.
Se trata de la familia Götzen-Iturbide Franceschi, encabezada actualmente por el “príncipe imperial” Maximiliano, descendiente directo de Agustín de Iturbide, primer emperador mexicano y consumador de la Independencia del país.
Maximiliano o Maximilien von Götzen-Iturbide está casado con María Anna de Franceschi, quien desciende de una línea de nobles croatas y venecianos. Tienen dos hijos nacidos en Australia: Fernando, actualmente de 21 años, quien sería el segundo en la línea de sucesión al “trono imperial”, y Emanuela, nacida en 1998.
Perth, Australia, localidad que cuenta con poco más de un millón y medio de habitantes, en su mayoría inmigrantes, es la ciudad que alberga a los Götzen-Iturbide Franceschi. Maximiliano es empresario, gusta de practicar deportes, como la equitación y el esquí, y participa en competencias de yates.
Su hijo mayor, el príncipe Fernando Leopoldo, fue educado en el exclusivo y prestigioso instituto suizo Le Rosey. Está interesado en la historia mexicana y estudia actualmente administración gubernamental en la Universidad de Georgetown.
Por el Institut Le Rosey han pasado numerosos nobles europeos, como el rey Juan Carlos I de España; Rainiero III, príncipe de Mónaco, o el príncipe Guillermo, gran duque, heredero de Luxemburgo.
En la actualidad no existen registros sobre declaraciones relacionadas con México que haya realizado algún integrante de la familia imperial. Excélsior buscó a Maximilien y a Fernando para entrevistarlos, pero hasta el cierre de esta edición no se recibió respuesta por parte de los Götzen-Iturbide.
“Don Maximiliano es el indiscutible jefe de la Casa Imperial de México y es heredero al trono, tanto por parte de la tradición Iturbide como por la Habsburgo. Él ha sido la cabeza de la Casa Imperial por cerca de 50 años, y es necesario aclarar que no está interesado en desempeñar algún papel político en México”, explicó el investigador Enrique Sada, quien es cercano a los Götzen-Iturbide.
En México la monarquía no existe y la Constitución establece, en su artículo 12, que en el territorio nacional “no se concederán títulos de nobleza, ni prerrogativas y honores hereditarios, ni se dará efecto alguno a los otorgados por cualquier otro país”, por lo que en caso de que los Götzen-Iturbide arriben a México no se les reconocerían sus títulos nobiliarios.
Sin embargo, la inexistencia de la monarquía en nuestro país no fue obstáculo para que, en 2011, Maximiliano Götzen-Iturbide fuera recibido en el Palacio Apostólico del Vaticano como el “legítimo heredero al trono de México” por Joseph Ratzinger, entonces papa Benedicto XVI.
La tragedia de una familia
Al menos tres acontecimientos trágicos han marcado a la dinastía Iturbide. El fusilamiento de Agustín I en Padilla, Tamaulipas, tras su exilio y posterior retorno a México; la ejecución del emperador Maximiliano de Habsburgo, así como la muerte de María Josepha Sophia de Iturbide y Mikos de Tarrodhaza, abuela del actual “príncipe imperial”, en un campo de concentración comunista.
En marzo de 1823, Agustín de Iturbide abdicó al Trono de México y se exilió en Italia. En México fue declarado traidor y fuera de la ley por el Congreso. Se dictaminó que si volvía al país se le debía fusilar inmediatamente, decreto que exhibía el temor de que el antiguo emperador retornara del exilio.
Ignorando el decreto proclamado en su contra, Iturbide se embarcó junto con su familia a México para prevenir al gobierno sobre los planes de España para reconquistar el país. Desembarcó en Soto la Marina el 15 de julio de 1824. Ahí fue arrestado por Felipe de la Garza, y el Congreso local por votación casi unánime —dos diputados se opusieron— condenó a muerte por fusilamiento a Iturbide.
Agustín de Iturbide fue fusilado en Padilla, Tamaulipas, el 19 de julio de 1824. “¡No soy un traidor, no!”, fueron las últimas palabras del primer emperador mexicano.
“Estados Unidos, a diferencia de Inglaterra y el resto de América, no celebraron la obra y el genio del Libertador de México: la vieron con temor y desafecto. Iturbide les recordaba a Napoleón en todos los sentidos, según se desprende de las conversaciones entre Thomas Jefferson y el presidente James Monroe, pues sabían que un hombre así, ya como primer jefe, regente o emperador sería no sólo un estorbo para los planes expansionistas que tenían sobre México y Cuba, también les parecía una amenaza a su integridad territorial y a su sistema de gobierno”, aseguró el historiador Enrique Sada sobre la caída del Primer Imperio Mexicano.
La nieta de Agustín de Iturbide, María Josepha, se convirtió en cabeza de la Casa Imperial de México en 1925, tras el fallecimiento de su tío, también de nombre Agustín.
De acuerdo con el ya fallecido historiador español Juan Balansó, quien siguió la historia de la monarquía mexicana, doña María era muy modesta, piadosa y nunca busco desempeñar papel político alguno. Se casó en dos ocasiones y tuvo dos hijas. Su primer matrimonio fue en Hungría, el 12 de marzo de 1908 con el Barón Johann Nepomuk Tunkl, capitán de caballería del ejército imperial austro-húngaro. De este matrimonio nacieron dos hijas, María Ana Tunkl Iturbide, que permaneció soltera, y María Gisela Tunkl Iturbide, quien se casó en primeras nupcias en 1940 con el conde Gustavo Adolfo von Götzen y, en segundas, con Ottavio Stefano della Porta en 1959. María Gisela fue madre del conde Maximiliano Götzen-Iturbide, actual heredero al Trono de México.
Al terminar la Segunda Guerra Mundial fue internada en un campo de concentración rumano junto con su segundo esposo, Charles de Garriere, acusados de “monárquicos y enemigos del pueblo”. Su heredero, según su testamento y con el consentimiento de sus dos hijas, fue su único nieto: Maximilien von Götzen-Iturbide.
Unión Imperial
Fueron dos las oportunidades que tuvo la familia Iturbide para gobernar México: la primera, cuando por aclamación popular, tras la consumación de la Independencia, Agustín de Iturbide fue coronado como el primer emperador del naciente país.
La segunda oportunidad surgió durante el Segundo Imperio, cuando Maximiliano y Carlota, al no poder tener descendientes, decidieron “adoptar” a los nietos del primer gobernante del México Independiente. Ahí surgió la historia contemporánea de los herederos de ambos imperios.
Maximiliano de Habsburgo, emperador desde el 10 de abril de 1864 al 15 de mayo de 1867, “adoptó” a Agustín de Iturbide y Green, nieto del consumador de la Independencia y primer emperador de la naciente nación mexicana, Agustín de Iturbide, y a su primo Salvador.
Fue idea del ex archiduque del imperio Austro-Húngaro el unir las casas Iturbide y Habsburgo en la figura del denominado Príncipe de Iturbide para asegurar el futuro del trono imperial de México.
“Esta acción no nació de los instintos paternales de Maximiliano y no fue una adopción como tal. Fue un contrato bien pensado que negoció Carlota con la familia Iturbide, pero ella no firmó”, explicó Catherine Mansell a Excélsior.
Según la investigadora, el segundo emperador de México aparece como cotutor, junto con Josefa de Iturbide, tía del niño, y lo hizo “como algo simbólico” con el objetivo de garantizar la permanencia del Imperio Mexicano.
“La derrota de esta idea implicó la derrota del Imperio, pues los mexicanos prefirieron ser ciudadanos de una república que súbditos en una monarquía”, precisó Mansell.
Consultada por este diario, Mansell Mayo detalló que los archivos del emperador Iturbide y su familia se encuentran ahora en Washington D.C., Estados Unidos, concretamente en la Biblioteca del Congreso y en la Universidad Católica e, incluso, las memorias de la esposa del Príncipe de Iturbide se encuentran aún inéditas.
El país arropa a hijos de reyes
Nuestro país cuenta con varios compatriotas que nacieron con sangre azul, pues sus antepasados se enlazaron con nobles de diversos países y, por ello, algunos son herederos al trono o tienen derecho a un título dinástico.
Princesa mexicana
La escritora Elena Poniatowska, de ascendencia polaca, aunque nació en Francia, adquirió la nacionalidad mexicana en 1969. Al nacer adquirió el título de princesa, debido a que su padre fue el príncipe Jean Ciolek Poniatowski, quien descendía de la familia del último rey de Polonia, Estanislao II Poniatowski.
En la década de 1940, los Poniatiski llegaron a la Ciudad de México. A esta familia de linaje real pertenece Kitzia Nin Poniatowska, sobrina de Elena, quien también se dedica a la literatura.
Noble olímpico
Durante los Juegos Olímpicos de Invierno en 2010, realizados en Vancouver, Canadá, participó compitiendo por México en el deporte de esquí un príncipe llamado Hubertus Rudolph von Fürstenberg-von Hohenlohe-Langenburg, descendiente de la familia real de Württemberg, un antiguo principado ubicado en la actual Alemania.
Este deportista de sangre azul nació en la Ciudad de México en febrero de 1959. También es cantante, fotógrafo y empresario. En 1981 fundó la Federación Mexicana de Esquí y en 1984 representó a México en los Juegos Olímpicos de Sarajevo, Yugoslavia.
La madre de Hubertus Rudolph es la princesa Ira von Fuerstenberg, una noble ítalo-alemana y sobrina de Gianni Agnelli, el magnate de la marca de vehículos Fiat. El padre es Alfonso von Hohenlohe, quien introdujo el automóvil Volkswagen a nuestro país.
Según el Comité Olímpico Mexicano, Von Hohenlohe reside en Marbella, en Liechtenstein y, debido a sus actividades, también en Austria, donde es cantante pop y mantiene frecuente contacto en los círculos sociales de Viena.
La condesa mexicana
La mexicana Genoveva Casanova, de profesión modelo, se casó con el conde de Salvatierra, Cayetano Martínez de Irujo, hijo de la Duquesa de Alba. Dos años duró el matrimonio que la convirtió en condesa de Salvatierra, tiempo en que tuvo dos hijos.
Sueños monárquicos
Si bien Maximilien Götzen Iturbide, heredero al Trono de México, no tiene pretensiones de buscar el poder en nuestro país, existen aquí diversos grupos que buscan “la restauración pacífica de la monarquía”.
En redes sociales se puede encontrar al grupo “Yo apoyo el regreso de la monarquía en México. Viva el III Imperio Mexicano” o también al “Partido Monárquico Mexicano”.
“Apoyamos el regreso de la Monarquía a México con don Maximiliano von Götzen-Iturbide, actual portador y protector de la Casa Imperial Mexicana, y príncipe imperial de México. En este sitio estamos en favor de la monarquía y de la Casa de Iturbide como única legítima Casa real que puede aspirar al trono de México”, afirman en un sitio de internet con más de cinco mil seguidores.
“Con el regreso de los emperadores se instauraría la monarquía constitucional... y México poseería la única monarquía del continente y tendría un sistema de gobierno muy parecido al de Reino Unido, España, Noruega, Suecia, Holanda, Bélgica, Mónaco, Luxemburgo o Liechtenstein”, detallan en la web.
En Facebook y Twitter se pide presionar al gobierno para que sean trasladados los cuerpos de la familia imperial Iturbide y su descendientes a territorio nacional y los restos mortales del emperador Maximiliano y la emperatriz Carlota, para “rendirles los honores merecidos como parte importante de la historia mexicana”.

Este es el aspirante a ocupar el digno cargo de Emperador de México (si se puede), Maximilien von Götzen-Iturbide, por si acaso la ultraderecha de México admiradora del fascismo alemán del siglo pasado se sale con la suya con alguna nueva intentona de acabar con la República en México, al momento de ser recibido por el Papa Benedicto XVI:



Quienes quieran ir a ver la osamenta genuina, descarnada, auténtica, original, sin falsificación alguna, del Emperador Agustín de Iturbide, lo pueden lograr con tan solo hacer un viaje a la Ciudad de México, ya que están en exhibición en un lugar bastante público, la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México:




Esta es la línea de sucesión del noble que está más que listo para ser coronado en México si es que acaso se llegan a dar en el país suficientes traidores como los que se dieron en los tiempos de Benito Juárez:



Son muchos los mexicanos que por falta de tiempo dedicado a la lectura ignoran que México casi estuvo a punto de caer gobernado a perpetuidad por una monarquía dinástica apuntalada por la derecha ultraconservadora de México que todavía hasta el día de hoy estaría gobernando al país en aras únicamente de los intereses de los poderosos. Les faltó muy poco para lograrlo en aquella época cuando la República que se encontraba sitiada, como lo relata el siguiente historiador:

Responder a un bufón
Víctor Orozco
EL DIARIO
28 de julio del 2013
A propósito de la descalificación de la personalidad de Benito Juárez, –tratándolo como un traidor a la patria–, que hizo el ex presidente de la República Vicente Fox, proliferaron los mensajes en las redes sociales. El grueso de ellos, consideraba las declaraciones como otra más de sus tonterías, en cuya producción ha sido un prodigio,  pues aderezó el ataque con la bufonada de decir que había sido el mejor de todos los presidentes, incluyendo a Juárez. Sin embargo, otros  compartieron la diatriba contra el hombre de Guelatao aceptando el infundio. La causa: el famoso tratado Mc Lane-Ocampo, acuerdo signado por el embajador de Estados Unidos y el secretario mexicano Melchor Ocampo, el 14 de diciembre de 1859 en la ciudad de Veracruz, donde residía por entonces el Poder Ejecutivo federal.
Me ocupo del tema en esta columna, por una consideración de actualidad. A pesar de los más de ciento cincuenta años transcurridos desde la reforma liberal, de la cual emergió finalmente la nación mexicana, existen poderosas fuerzas políticas que ora agazapadas, ora a la luz del día, han reciclado parte del programa levantado en aquella época por el derrotado partido conservador. Uno de sus propósitos es la recuperación de la hegemonía ideológica que tuvo el clero católico hasta antes de las leyes juaristas. En correspondencia con la consabida pérdida de libertades y aherrojamiento de las conciencias que ello implica, se fortalecería –aún más– la capacidad de los grandes poderes fácticos para dominar al pueblo mexicano. Las alianzas sagradas entre jerarcas religiosos, conspicuos empresarios, políticos conservadores, dueños de los medios, sus auxiliares intelectuales, acabaría por hundirnos en  la conformidad y la sumisión. Pasarían así, sin mayores problemas, leyes represivas, enseñanza religiosa en las escuelas oficiales, bajas salariales, enajenaciones de patrimonio público, explotaciones sin control de los recursos naturales. Todo esto forma parte sustancial del programa de las derechas en todo el mundo y en México desde luego.
Digamos que durante aquel momento crucial de la historia mexicana a finales de la década de 1850, disputaron no solo dos proyectos históricos –inconciliables, como bien los establecía Miguel Miramón el caudillo militar de los conservadores– sino dos actitudes, dos maneras de entender la vida, dos formas de conducirse: una, obsecuente con los viejos poderes, predicadora y promotora del vasallaje –económico, político y cultural–, amante de la intolerancia ante todo de la religiosa, inmovilista, partidaria de los fueros y privilegios. La otra, explosiva, libertaria, abierta al mundo y a las ideas, enemiga de monopolios –otra vez, económicos, políticos o culturales–, abridora de caminos para nuevas reivindicaciones: de mujeres, de indígenas, de trabajadores asalariados, multiforme, variada, iconoclasta, independentista. Sólo hay que consultar la prensa, los folletos, los autores, los discursos de la época y el lector moderno se percatará de estos dos mundos encontrados.
Y Benito Juárez, no el más radical, tampoco el de mayores arrestos intelectuales entre los reformadores, encarnó y personificó a estas fuerzas sociales representantes de la revolución, término con el cual se identificaban y las reconocían también sus enemigos. Lo hizo porque fue el estadista, con la destreza y el genio –admirables en prohombres como Abraham Lincoln y Napoleón Bonaparte- necesarios como para rodearse de grandes personalidades, incluso de rivales, sin huirle a la posible competencia. Así pasó a la historia, pues condujo dos gestas: triunfó de la reacción nacional e internacional, primero en 1857-1860 y luego en 1862-1867. Estos hechos, reconocidos casi universalmente le valieron ser el mayor de los políticos y estadistas producidos en este país. (Sin embargo, leí de algún tonto que Juárez es un héroe construido por los priistas).
Los ataques permanentes de voceros derechistas contra Juárez, encuentran su origen en aquellas dos visiones que se han disputado el campo a lo largo de la historia nacional. A Juárez le tocó o él lo buscó, un papel protagónico en aquella década cuando resplandeció la disputa. Por tanto, ha sido objeto de cualquier tipo de agresiones por grupos con nombres cambiantes: clericales, papistas, cristeros, sinarquistas, franquistas, pro nazis, anticomunistas…y ahora por Vicente Fox, quien es quizá todo lo anterior sin saberlo.
Volvamos al trillado acuerdo, que no tratado, pues nunca alcanzó tal categoría por las formales razones de no haber sido ratificado por el senado de los Estados Unidos, ni firmado por el presidente mexicano, –Benito Juárez–, a quien el Congreso le había otorgado facultades extraordinarias. Coloquémonos en 1859. Hay dos gobiernos en la República: el constitucional instalado en Veracruz y el proveniente del golpe de estado de Tacubaya, encabezados el primero por el licenciado Benito Juárez y el segundo por el general Miguel Miramón. Se libra una guerra devastadora en buena parte del territorio. Los mexicanos no pelean solos esta contienda, como ha sucedido en las guerras civiles de cualquier país. Inglaterra, Francia, España, el Vaticano, Estados Unidos mueven sus piezas y buscan ganancias: privilegios, vuelta al régimen colonial, religión única, porciones del territorio mexicano. Todos aprovechan el momento y arrancan concesiones, ya con uno o con otro de los disputantes.
En el año, son dos poderes extranjeros los de mayor peligro: España y Estados Unidos. El gobierno ibérico era rabiosamente antirrepublicano y aspiraba a reinstaurar la monarquía en México con un príncipe de la casa real en Chapultepec. Estos deseos embonaban justamente con el proyecto de los conservadores mexicanos quienes lo habían revivido con energía a raíz de la guerra con Estados Unidos. De hecho, ello implicaba una vuelta al reloj y el regreso al sistema colonial, con un gobierno compartido por criollos y peninsulares. No se conformó Su Majestad desde luego con las puras intenciones. Tenía a su favor la poderosa (al menos para México) flota de guerra anclada en La Habana y por lo pronto mandó una escuadrilla a Tampico e hizo preparativos para intervenir abiertamente en el conflicto a favor de los conservadores. Don Juan Prim, Conde de Reus, gloria del liberalismo español, senador por entonces, denunció abiertamente la maniobra en el cuerpo legislativo español el 13 de diciembre: “El Senado entiende que el origen de esas desavenencias es poco decoroso para la nación española, y por lo mismo ve con sentimiento los aprestos de guerra que hace vuestro gobierno, pues la fuerza de las armas no nos dará la razón que no tenemos”. No había muchos dudosos en ese tiempo de la inminente intervención española. Así lo comunicó el delegado apostólico Luigi Clementi al papa Pío XII. Y así lo veían escritores mexicanos y europeos. El gobierno republicano estaba en un tris de ser cogido entre dos fuegos, el de los cañoneros hispanos y el de las tropas conservadoras que asediaban el puerto.
Por su parte, los norteamericanos se frotaban las manos y el presidente Buchanan demandaba poderes al Congreso para emplear la fuerza militar en México y garantizar con nuevos territorios los “justos reclamos”. Tenían en su favor un derecho ya adquirido: el tratado de La Mesilla, (celebrado el 30 de diciembre de 1853, por el régimen clerical-militar de Santa Anna), aparte de la cesión de unos 120,000 kilómetros cuadrados, les concedió derecho de paso para tropas y mercancías por el istmo de Tehuantepec y otras concesiones en la Baja California.  Exigieron al gobierno de Juárez la entrega lisa y llana de estas zonas más otras de Sonora y Chihuahua. El estira y afloja fue interminable. Los mexicanos miraban hacia el mar, esperando divisar de un momento a otro los barcos españoles, al tiempo que demandaban el reconocimiento de Estados Unidos y buscaban frenar los desembozados planes de Washington. El resultado fue el convenio celebrado entre el enviado norteamericano y el ministro Melchor Ocampo. Se ratificaron los derechos de Estados Unidos derivados del tratado de La Mesilla y se ampliaron las concesiones, sin renunciar México a la soberanía sobre ningún territorio y sin ceder nuevas porciones del mismo. Fue una jugada de política internacional que caminó al filo del precipicio. Juárez obtuvo lo que quería: el apoyo diplomático y la posibilidad de empréstitos. El senado norteamericano no estaba en condiciones de discutir mucho, la inminente guerra civil –cantada desde hacía décadas– ocupaba su atención íntegra. En marzo de 1860, la jugada maestra de Ocampo y Juárez rindió frutos. Los españoles entregaron a los conservadores dos barcos artillados para bombardear Veracruz mientras las tropas la sitiaban por tierra. Ya fondeados en la isla de Sacrificios, estaban mayores buques de guerra listos para intervenir. El gobierno de Juárez, integrado por consumados políticos y juristas, emitió entonces un decreto declarando piratas a las embarcaciones, que habían pasado frente a San Juan de Ulúa sin izar bandera. Dos cañoneras norteamericanas las apresaron en el fondeadero de Antón Lizardo y las condujeron a Nueva Orleans. La reina española reclamó entonces a Washington por sus buques, pero ya el hecho estaba acabado: Miramón no pudo tomar Veracruz y los marinos hispanos se quedaron con las ganas –si las tenían– de instalar otra cabeza coronada en un trono mexicano.

Esto hay que aclararlo porque debe ser aclarado: Maximiliano de Habsburgo en realidad no actuó de mala fé cuando decidió trasladarse hasta México para ser coronado como Emperador. La tragedia en el asunto es que Maximiliano desde un principio fue engañado cuando los conservadores de aquél entonces le ofrecieron el trono de México, haciéndole creer que esta acción que implicaba el desmantelamiento y la destrucción de la República para suplantarla por una monarquía de corte absolutista tenía un gran respaldo y apoyo entre la gran mayoría de la población mexicana, siendo que era precisamente lo contrario. El siguiente cuadro trata de capturar el momento en el que los conservadores de ese entonces -padres ideológicos de los derechistas ultraconservadores de hoy incluyendo a los sectores más reaccionarios del Partido Acción Nacional y las sociedades secretas de ultraderecha como el Yunque y los Tecos de la ciudad de Guadalajara- le ofrecieron a Maximiliano el trono de México asegurándole e inclusive jurándole que los mexicanos en su gran mayoría ansiaban la destrucción de la República de corte democrático para ser reemplazada por una monarquía en la que al pueblo no se le diera jamás derecho de voto ni representación popular:


Algo muy importante debe ser recalcado: precisamente por el hecho de que no había un apoyo mayoritario en México para la destrucción de la República y la instauración de una monarquía, precisamente porque era una minoría de conservadores apátridas la que quería imponer su voluntad sobre la gran mayoría del pueblo de México, la única manera en la cual podían lograr tal cosa era recurriendo a la fuerza de las armas, a la fuerza bruta, algo para lo cual siempre estuvieron muy dispuestos, sin importer cuánta sangre Mexicana se tuviera que derramar con tal de afianzar el poder. El error de Maximiliano consistió en no darse cuenta de que había sido engañado vilmente por los mismos conservadores de los cuales descienden los ultraderechistas de hoy, y en no haber renunciado a su trono de opereta al percatarse de que los que anhelaban la destrucción de la República era un puñado pequeño de malos mexicanos tan malos como muchos que hoy militan en las filas de la misma caterva ideológica.

De haber triunfado la casta traidora, seguramente los primeros beneficiados habrían sido el General Tomás Conde de Mejía y el General Miguel Marqués de Miramón dejándole a sus descendientes vastos territorios y amplias fortunas así como de una gran cantidad de iletrados peones y esclavos a su servicio incondicional. Eso era tras lo que andaban por más que trataran de disimularlo, esas eran sus verdaderas intenciones. Toda esta demencial parefernalia del siglo XIX que se proclamaba cristiana nunca quiso aprender que cuando Jesús de Nazareth ejerció su ministerio él jamás tuvo intención alguna de ponerse una corona de oro proclamándose como rey echando a andar al mismo tiempo una casta nobiliaria y privilegiada de parásitos dedicados al ocio y al esplendor, por el contrario, él siempre instruyó a sus discípulos que su misión era servir a los pobres y ayudar al desprotegido, poniendo él mismo el ejemplo al decir que él no había venido al mundo para ser servido sino para servir. Lástima que sus autoproclamados fieles seguidores jamás quiseron ni han querido asimilar tan importante lección consignada en los mismos Evangelios. Y a los nobles de antaño sin duda alguna se les habrían unido nuevas hornadas de la teatral “nobleza” de opereta, con personajes tales como Luis Felipe Bravo Gran Comendador de la Casa Real Mena del Yunque y Antonio Leaño Barón de Tecos.

Los pseudo-historiadores revisionistas de la ultraderecha mexicana tales como Salvador Borrego y sus émulos tratan -a su manera- de pintar una historia muy diferente sobre cómo sucedieron las cosas. Para ellos, el fin de la aventura del Segundo Imperio se debió a una muy malvada conspiración fraguada por una insignificante minoría maquinando sus maldades en el seno de las logias masónicas mexicanas. Pero de haber sido cierto que el clamor popular de la gran mayoría de los mexicanos pedía a gritos la implantación de una monarquía en México, el desenlace histórico hubiera sido al revés. Ni siquiera el día de hoy la gran mayoría de los mexicanos en su sano juicio desearía que el actual sistema republicano, con todo y sus reconocidos defectos, fuese suplantado por una monarquía de corte absolutista con un Rey o un Emperador actuando como una especie de divina trinidad del cual emanen todos los tres poderes (legislativo, ejecutivo y judicial). De cualquier modo, con la presencia de las tropas francesas invasoras en México -a las cuales los conservadores apátridas también les abrieron las puertas del país al igual que como lo hicieron con Maximiliano- lo fácil hubiera sido para quienes creían firmemente en la idea de la democracia y la formación de una república respaldada por el voto popular salir corriendo del país dejándole a los traidores salirse con la suya. La implacable derecha ultraconservadora de México -citando panfletos tendenciosos como los elaborados por el presbítero Francisco Regis Planchet- no le perdona a Benito Juárez el haber actuado como salvaguarda de la República y valladar en contra de la instalación de una monarquía de corte absolutista en México, tachándolo rencorosamente de sanguinario, perverso, traidor, cobarde (nada de lo cual critican a Adolfo Hitler al cual admiran), en fin, de ser todo un Gran Satán. Y lo siguen haciendo hasta nuestros días. Y por cierto, hablando de Regis Planchet, en una cosa no debe haber absolutamente duda alguna: si Benito Juárez representaba los ideales republicanos en contraposición con las pretensiones monárquicas de los conservadores del ayer, y Regis Planchet siempre se identificó a sí mismo sin contrapujos como un decidido anti-Juarista, repudiando ferozmente todo lo que en vida representaba Benito Juárez y todo aquello en lo que creía Benito Juárez y por lo cual luchaba Benito Juárez, ¿qué otra cosa pudiera esperarse de Regis Planchet sino que una de sus mayores ilusiones fuera la presencia permanente en el territorio nacional de soldados franceses apuntalando a sangre y fuego la instalación de una monarquía en México, sin importar cuánta sangre mexicana tuviera que ser derramada? ¡Hasta les habría dado personalmente la bendición a todos y cada uno de los invasores franceses y la absolución completa de todos sus pecados en agradecimiento por hacer huír o mejor aún por matar a todos los mexicanos que se opusieran al establecimiento de una monarquía en México encabezada por un monarca nacido en Europa. Cabe agregar que, como muchos pudieran suponerlo ya, Regis Planchet no era un mexicano y mucho menos un indígena mexicano como Benito Juárez, puesto que no nació en México, era un extranjero, era un francés, y como tal siempre tuvo sus lealtades bien puestas en mente, demostrándolo con creces con sus escritos anti-Juaristas (Spectator tiene más información documentada sobre el presbítero Francisco Regis Planchet en su trabajo El verdadero Benito Juárez).

Para la instalación de una monarquía en el México contemporáneo, la primera opción de la ultraderecha mexicana sería que México fuese gobernado por un descendiente directo del sátrapa alemán Adolfo Hitler. Pero al no dejar Hitler descendencia alguna (o una de dos, o siempre fue cierto que Hitler quien se jactaba de ser muy varonil era estéril con problemas de disfunción eréctil además de traumas serios y trastornos de personalidad, o posiblemente sean ciertas las hipótesis que sostienen que Hitler era un homosexual que en lugar de aceptar su condición “saliendo del closet” usó a Eva Braun como distractor de la opinión pública para ocultar su condición homosexual y seguirse presentando a los alemanes como todo un macho man sin serlo), mientras que la segunda opción consistiría en buscar “realeza” que esté dispuesta a hacerles el juego a los alucinados de la ultraderecha mexicana, sobre todo los radicados en los Estados de Jalisco y Guanajuato. Un México gobernado por gente de “sangre azul”, con pedigree, tal es el anhelo de muchos ultraderechistas mexicanos, como el alucinado autor Salvador Borrego Escalante que en su libro pro-fascista antisemita América Peligra defendió a capa y espada los imperios que la derecha ultraconservadora le quiso imponer al pueblo de México a sangre y fuego. Una monarquía para México, una nueva casta de vividores, con todo y títulos nobiliarios. Lo cual demuestra que, aún en pleno tercer milenio, los enemigos de México aún siguen con sus sueños de opio y no están dispuestos a dar su brazo a torcer. No han cambiado en nada, ni cambiarán porque son gente de mente cerrada, al igual que el payaso Maximilien von Götzen-Iturbide que gusta de disfrazarse para atender eventos de gala dignos de la realeza anti-republicana y autócrata, posiblemente con los enfermeros de algún sanatorio siguiéndole de cerca sus pasos.

lunes, 8 de julio de 2013

La pseudo-izquierda salva a la ultraderecha

En julio del 2013, al Estado de Baja California llegó a una cita con el destino, una cita en la cual a los bajacalifornianos se les presentó la oportunidad de poder quitarse de encima un gobierno de derecha ultraconservadora duramente opuesto a cualquier tipo de alternancia. Pero era algo mucho más que esto. La derecha ultraconservadora de México veía preocupada la misma supervivencia del Partido Acción Nacional, su vehículo favorito para ejercer el poder tras bambalinas desde el partido político más afín a sus ideales de agenda de todos los partidos políticos de México, ante la posibilidad de que una eventual derrota en Baja California podría terminar dándole la puntilla de muerte al PAN tras el descalabro electoral sufrido un año atrás en julio del 2012.

Gobernado por 24 años continuados por las derechas conservadoras de México, el Estado de Baja California fue el primer Estado en el cual el gobernante Partido Revolucionario Institucional mundialmente famoso por su hegemonía absoluta perdió por vez primera en 1989 una gubernatura ante la derecha conservadora de México, con el ascenso al poder de Ernesto Ruffo Appel, el cual encabezaba una nueva corriente de panistas identificada como el neopanismo de México. Hay quienes están convencidos, incluidos académicos e historiadores de prestigio, de que la entrega pacífica de Baja California a la derecha conservadora de México fue en realidad el resultado de una de varias concertacesiones llevadas a cabo entre el gobierno priista de Miguel de la Madrid con el PAN a cambio de obtener la aceptación tácita de dicho partido al presunto triunfo de Carlos Salinas de Gortari tras la muy cuestionada elección presidencial celebrada un año atrás en la cual se presume que se llevó a cabo un fraude electoral colosal con la famosa caída del sistema (el sistema de cómputo IBM) que le arrebató al candidato de las izquierdas de México, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, la banda presidencial.

De acuerdo a las encuestas llevadas a cabo varios meses antes de las elecciones, el electorado de Baja California ya estaba dando muestras palpables de lo que puede llamarse un hartazgo del PAN. De acuerdo a un sondeo llevado a cabo en febrero del 2013 por Testa Marketing, cuando dentro del PAN aún no se definía un candidato para la gubernatura, si el candidato priista fuera Arturo Castro Trenti y si el panista fuera Héctor Osuna Jaime, el primero obtendría un 41.8 por ciento de la intención del voto mientras que el segundo obtendría un 36.1 por ciento de la intención del voto; mientras que si el candidato panista fuera Francisco Vega de la Madrid, el priista obtendría un 41.6 por ciento del voto mientras que el panista obtendría un 38.6 por ciento del voto. En ambos casos, el candidato priista llevaba la delantera.

Al llegar el 2013 Baja California había estado ya por casi dos décadas y media bajo el yugo de la ultraderecha encubierta, sin que muchos bajacalifornianos se percataran de ello. En esto tiene mucho que ver el hecho de que las sociedades secretas del neo-fascismo mexicano tienen un fuerte raigambre en Baja California. Este raigambre comenzó en los albores de la Segunda Guerra Mundial cuando ante la remota posibilidad de que Baja California pudiera ser tomada por los japoneses al estar relativamente despoblada Baja California empezó a ser poblada en forma masiva con una infusión de gente llegada de estados en los cuales la Guerra Cristera aún estaba fresca, mucha de la cual era admiradora y simpatizante del dictador ultraderechista alemán Adolfo Hitler. Este legado de la extrema derecha persiste hasta nuestros días, y aunque muchos bajacalifornianos se han percatado de la influencia del conservadurismo extremo en Baja California aún no se han percatado plenamente de ello. Para citar tan solo un ejemplo de muchos que se podrían citar, en Playas de Rosarito está anclada una escuela de bachillerato que lleva el nombre de Raymundo Guerrero Guerrero. Se trata ni más ni menos que de uno de los personajes más siniestros del Estado de Jalisco, el implacable cancerbero al servicio de la conspiración lanzada por la tenebrosa sociedad secreta Tecos de la Universidad Autónoma de Guadalajara para el establecimiento en México de un gobierno pro-fascista amigo de dictadores europeos de ultraderecha como Francisco Franco y Benito Mussolini. Muchos sinarquistas de zonas tales como Guanajuato se fueron a poblar Baja California, y aunque no todos ellos eran antisemitas pro-fascistas, bastaron unos cuantos para sembrar en Baja California las semillas de una causa maldita de origen.

Como preámbulo al proceso electoral de Baja California de 2013, no era necesario que los ultraderechistas hoy incrustados dentro del Partido Acción Nacional estuvieran ondeando tras bambalinas la bandera de que su único anhelo era “salvar” a México de “la gran conspiración judía masónica comunista”, una fantasiosa conspiración inventada con fines de propaganda por el fascismo europeo y adoptada por por los mexicanos pro-fascistas como su bandera de lucha y propaganda; habría bastado con que los panistas y los extremistas de la derecha hubieran saneado la administración pública tras haberse apoderado de la silla presidencial en el año 2000. Pero el caso es que cuando pudieron hacerlo no metieron a la cárcel ni le incautaron un solo peso a pillos de enorme monta como la corrupta ex-lideresa magisterial Elba Esther Gordillo. Un buen ejemplo de ello (entre muchísimos otros) es el siguiente caso:

Administrador de Aduana de Tijuana se da vida de millonario en EU
EL UNIVERSAL
17 de junio del 2013
Alejandro Amadeo González Guilbot, administrador central de la Aduana de Tijuana, tiene un sueldo mensual de 104 mil 113 pesos. Sin embargo, su vida es más parecida a la de un millonario, que a la de un servidor público.
Posee en Houston, Texas, dos casas con un valor cercano al millón de dólares, vehículos de lujo valuados en al menos 600 mil dólares, entre ellos un Rolls-Royce Ghost.
El funcionario del Servicio de Administración Tributaria (SAT), de la Secretaría de Hacienda, también aparece como titular de dos negocios en Houston.
González Guilbot ha sido funcionario público por casi dos décadas. En 1994 fue director del Reclusorio Preventivo conocido como El Torito; de 1995 a 1998, director del Reclusorio Sur del Distrito Federal; en 1999 fungió como subdirector de la aduana en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
De 2001 a 2003 estuvo en la Presidencia de la República en la Dirección de Atención Ciudadana; de junio de 2003 a 2006 trabajó para Pemex -en PMI, Houston-, pero entabló una demanda laboral contra la paraestatal, que lo indemnizó con un pago de 783 mil pesos.
Fue hasta 2011 cuando reapareció en el servicio público en el SAT como Administrador Regional de Evaluación del Pacífico Norte. Desde el 16 de marzo pasado González Guilbot es el administrador central de la Aduana de Tijuana.
El funcionario está al frente de uno de los cruces más importantes del país con Estados Unidos -con cerca de diez mil operaciones diarias-, su sueldo mensual de poco más de 104 mil pesos, unos 8 mil dólares, contrasta con su casa en Wynden Estates, en una privada que comparte con siete vecinos.
La vida en Houston
Registros de las oficinas de Impuestos y de la Propiedad del Condado de Harris en Texas, obtenidos por EL UNIVERSAL, indican que González Guilbot adquirió en enero de 2006 una residencia ubicada en 111 N Wynden Estates Ct, Houston, valuada en 896 mil 453 dólares y clasificada como residencial bajo el número 0670740020006.
González Guilbot escogió un barrio céntrico en Houston para comprar la propiedad, en una de las zonas más lujosas de esta ciudad donde viven unos 600 mil mexicanos, casi 10% de la población total. Algunos de los vecinos que comparten el complejo residencial dijeron no conocerlo, aunque una mujer madura respondió que se necesitaría consultar a una persona de nombre "Alexander González" para confirmar si podía hablar de González Guilbot.
El barrio está a menos de 5 kilómetros de Galleria, el principal centro comercial de Houston, donde además de restaurantes, en los que se venden cortes de carne de 80 dólares, hay tiendas con las mejores marcas de ropa. Ahí mismo hay una sucursal de Neiman Marcus, exclusivo sitio para compras departamentales en Estados Unidos.
No es la zona más cara de Houston, comenta un hombre jubilado, pues hay otras, por ejemplo, donde habitó alguna vez el ex presidente de Estados Unidos, George Bush padre, cerca de la avenida San Felipe, en River Oaks, a donde se puede llegar caminando en 10 minutos desde la casa de González Guilbot. En River Oaks viven algunos empresarios petroleros, una de las industrias más boyantes en Texas, además de la hospitalaria.
Wynden Estates Court es muy tranquilo. Los vecinos sacan a sus perros a pasear y señalan que aquí no hay crímenes ni inseguridad. El pasto luce verde, como si lo acabaran de cortar, y el pavimento no tiene un sólo bache. Por sus calles circulan BMW, Mercedes Benz y otros autos de marcas caras, mientras en las cocheras el más humilde puede ser un Cadillac de más de medio millón de pesos.
La casa marcada con el 111 del conjunto residencial donde tiene su casa González Guilbot está en venta, dispone de 4 recámaras, una principal con tina y amplia estancia, así como 3 baños. En total son mil 450 metros cuadrados en dos pisos de construcción. Cuentan con un cubo que podría albergar un elevador, si hubiese el deseo de instalarlo. Rentarla costaría entre 5 mil y 6 mil dólares mensuales.
Las 8 viviendas de la privada son semejantes. La ventaja de vivir en Wynden Estates es la privacidad, cuentan vecinos. Sonriente, una mujer de unos 60 años permite ingresar a la privada, tras teclear su clave personal se abre una reja de un metro y medio de alto que da acceso al conjunto residencial, que es vigilado por cámaras de seguridad y la policía local que realiza rondines cotidianos.
Dentro, en el 111, que es propiedad del titular de la aduana en Tijuana, se encuentra estacionado uno de los siete vehículos de lujo que posee González, una camioneta Lexus 2011 con un valor aproximado de 85 mil dólares. El Rolls-Royce, que según los registros oficiales de automotores tiene, no se aprecia en el exterior, aunque la cochera del domicilio está cerrada.
Un joven de unos 20 años sale del 111. Titubeante dice que Alejandro Amadeo no está. Fue el enlace con González Guilbot, a quien se solicitó una entrevista cuando se comunicó por teléfono con el reportero. No aceptó.
Otros bienes
En los registros del gobierno de Texas aparece otro domicilio como propiedad de Guilbot Alejandro Amadeo G., ubicado a 35 minutos del centro de Houston, a donde se llega por la carretera I 610 y luego por la interestatal Sur 59.
En el 8527 de Atascocita Lake Way, Humble TX 77346, está la otra residencia, valuada en 162 mil 187 dólares. Es muy parecida a la de Wynden Estates Court, pero carece de alberca como las de sus vecinos.
En esta zona abundan los fraccionamientos con lujosas casas. Cerca, además, hay grandes almacenes o restaurantes. Los habitantes no tienen necesidad de viajar hasta el centro de Houston, aunque el tráfico apenas afecte las grandes arterias vehiculares.
En la entrada de la casa está tirado un ejemplar de la Sección Amarilla y en la puerta atorada la publicidad de pizzas, lo que denota que en varios días nadie ha ingresado al inmueble. La seguridad está a cargo de cámaras monitoreadas las 24 horas desde un lugar remoto, según un letrero de advertencia.
Un par de mexicanos remodelaban la loseta de la alberca de la casa vecina al 8527. "Aquí viven, no son casas de descanso. Para eso tienen ranchos fuera. Estas casas tienen hasta seis recámaras", dijo Emmanuel, originario del Estado de México, quien lleva 10 años trabajando en esta zona de Houston.
En estas propiedades sólo se encontró uno de los siete vehículos registrados por González Guilbot ante el Departamento de Vehículos Motorizados de Texas, adquiridos entre 2004 y 2012.
El servidor público compró en febrero de 2004 un Cadillac Escalade de la serie Luxury del año, placa 80SLV6, con un valor estimado en 52 mil dólares; al año siguiente registró un Nissan Altima S/SL; y en diciembre de 2006 adquirió un Mercedes Benz S550 modelo 2007, que cuenta con la matrícula 308TRJ, con un valor aproximado de 95 mil dólares.
La relación de los vehículos propiedad del administrador incluyen un Lexus LS 460 con placa RRK390, que adquirió del año en marzo de 2009, y que se cotiza en 75 mil dólares. También tiene un BMW X3, modelo 2007 y matrícula HBF742, que adquirió en enero de 2010.
En junio de 2012 compró además un Rolls-Royce Ghost del año, placas RRG82, valuado en 325 mil dólares; en febrero de ese mismo año compró un Lexus LX 570 modelo 2011, con matrícula DK1Y894, con un valor aproximado en el mercado de 85 mil dólares.
Las empresas
Ante la Secretaría de Estado del gobierno de Texas, donde se registran las empresas que operan en la entidad, Alejandro Amadeo González Guilbot aparece como propietario de dos en Houston. Sin embargo, en ambos casos los domicilios de referencia son sedes de negocios de mensajería donde se recibe correspondencia.
Loyc Investments, LTD Co., es una sociedad que se conformó en 2004 (cuando el administrador trabajaba para Pemex), junto con María Caraza, Juan Uriarte y Carmen I. González. Es una importadora de alimentos diversos, así como avena y salmuera, según datos de las autoridades aduanales de Estados Unidos.
En 2007 abrió otra empresa: Allofe LTD Co., dedicada a la importación de papel para bolsas de té, y uno de sus clientes es Lagg's de México, empresa propiedad de su familia.
En el caso de Loyc Investments, LTD Co., el domicilio está en Dr. Kingwood 4582, pero en ese sitio hay una oficina de una empresa de mensajería y a lado un restaurante de comida china y un negocio de belleza. Esta dirección está a escasos cinco minutos en auto de una de las casas de González Guilbot, la ubicada en el número 8527 de Atascocita Lake Way.
Como domicilio de Allofe registró la calle San Felipe, con el número 5161, sólo que ahí también es el de otra empresa de mensajería, donde el encargado dijo que se reciben las cartas y documentos de sus clientes, quienes las recogen. Se le preguntó por González Guilbot y dijo no saber quién era. San Felipe 5161 está a unos cinco minutos en auto de la otra casa de González Guilbot, en Wynden Estates Court 111, en el centro de Houston.
Se le solicitó personalmente una entrevista, pero no aceptó. El servidor público habló brevemente vía telefónica con el reportero, pero no quiso responder a ninguno de los cuestionamientos respecto a los bienes de su propiedad que se detectaron en Houston, que contrastan con sus percepciones como funcionario del Servicio de Administración Tributaria, y aunque se insistió en cuestionarle sobre estos recursos, declinó responder.
Ofreció una conversación con el abogado de la madre en Houston, Héctor Longoria, quien sólo aceptó hablar de un litigio familiar por una herencia estimada en 200 millones de dólares, pero rechazó a hablar sobre los bienes e ingresos del director de la Aduana de Tijuana.

Este tipo fue cobijado por el panismo en el poder directamente desde la misma Presidencia de la República a lo largo de dos funestos sexenios panistas, protegido y mimado y consentido por los mismos que en otros tiempos prometían que iban meter a la cárcel a todos los corruptos que había en la administración pública. Gracias a la miles de veces putrefacta derecha ultraconservadora de México, el tipo pudo hacerse de varias casas como la siguiente en la cual aparece estacionada una camioneta Lexus 2011 con valor aproximado de 85 mil dólares y una BMW modelo 2007:




Aquí está otra residencia del funcionario aduanal, ubicada en el 8527 de Atascocita Way, en Humble, Texas, 77346, valuada en 162 mil 187 dólares:




Y esta fotografía muestra cómo es el interior de una de las mansiones del ultracorrupto funcionario:




Se puede suponer, porque hay material para hacerlo, que una de las razones por las cuales se le estuvo dando tanta protección al tiempo que se daba una vida que el mismo Aladino envidiaría, es porque compartía parte de sus increíblemente fabulosos dineros mal habidos con sus superiores, y dada su jerarquía, en realidad había apenas unos cuantos escalafones entre el Administrador de la Aduana de Tijuana y el Presidente Felipe Calderón. Justo cuando a este ex-protegido de la excelsamente corrupta y putrefacta derecha ultraconservadora de México se le puso al descubierto, los panistas concentraban todos sus esfuerzos para no perder la gubernatura de Baja California en el estado gobernado por ellos sin alternancia alguna desde que Ernesto Ruffo Appel se convirtió en el primer candidato de oposición que le arrebató una gubernatura al otrora invencible y hegemónico Partido Revolucionario Institucional. Cabe mencionar que a estas alturas, ya al mismo Ruffo Appel estaba siendo señalado por presuntos vínculos con el crimen organizado:

Blásquez apoya exhorto del Congreso
El Sol de Tijuana
Organización Editorial Mexicana
16 de febrero de 2012
El gobierno del actual precandidato a la senaduría, Ernesto Ruffo Appel, fue señalado con ligas con el crimen organizado, afirmó Marco Antonio Blásquez, precandidato a la senaduría por el Movimiento Progresista, quien declaró además que fue amenazado por el panista en varias ocasiones para no dar a conocer el hecho.
"Tengo la certeza que el gobierno de Ruffo Appel estuvo ligado al narcotráfico", expresó Blázquez en conferencia tras fungir como invitado a la Asociación de Periodistas de Tijuana (APT).
Ruffo Appel, quien fuera mandatario estatal de Baja California en 1989, ejerció un gobierno de corrupción, según dijo el actual precandidato izquierdista, quien estuvo acompañado por Daniel Solorio Ramírez para completar la fórmula.
Lo anterior al ser cuestionado sobre las declaraciones de varios funcionarios acerca de los rumores del nexo entre los gobiernos de los exmandatarios del Partido Acción Nacional (PAN), Ruffo Appel y Eugenio Elorduy Walther.
En ese sentido, ya el Congreso del Estado presentó la petición a la titular de la Procuraduría General de la Republica (PGR), Marisela Morales Ibáñez, para que se inicie una investigación en su contra.
Asimismo, el precandidato que forma parte del movimiento social liderado por Andrés Manuel López Obrador (AMLO), criticó la campaña de proselitismo interno de la fórmula panista conformada por Ruffo y Víctor Hermosillo Celada, éste último exalcalde de Mexicali.
"Nosotros no somos comics", refirió Blásquez sobre la publicidad difundida como parte del proceso interno del PAN en Baja California para la senaduría.
Por otra parte, tanto Blásquez como Solorio hablaron sobre las propuestas de su partido a nivel nacional, resaltando el tema de seguridad y educación.

El PAN de Baja California, infestado hasta su misma médula por Yunquistas, Tecos, y fascistas encubiertos de todo tipo aglutinados en sociedades secretas cohesionadas bajo terribles juramentos de lealtad, de cualquier modo podía contemplar la posibilidad de no perder la gubernatura en dicho Estado gracias a que tuvo el patrocinio, el apoyo económico, las campañas desinformativas y las guerras sucias maquinadas por este tipo de seres maquiavélicos. Entre la parafernalia de guerra, no se les ocurrió otra cosa que repetir lo mismo de siempre visto con creces en la elección presidencial del 2006: fabricación de encuestas amañadas dándose el triunfo por márgenes tan amplios que no se los cree ni un borracho, propalación de calumnias, rumores, desinformación, discursos y diatribas viscerales llenas de odio con la finalidad de fomentar el divisionismo, en fin, lo mismo de siempre. En vez de presentar propuestas nuevas o al menos pedirle perdón a México por los 80 mil cadáveres y 25 mil desaparecidos que dejó al país la fallida guerra de Felipe Calderón en contra del narco, no se les ocurrió mejor cosa que hacerle pura guerra sucia al candidato de la gubernatura del PRI Ricardo Castro Trenti fabricando fotomontajes e inventando falsedades apodándolo “el Diablo” y caricaturizándolo como tal. De hecho, abrieron la campaña electoral en Baja California con un infamante spot de guerra sucia que tenía como logo:


“PRImero me CASTRO que votar por TRENTI”

Esta es la imagen de la intensa campaña visceral sin ninguna propuesta constructiva:




Hay más, mucho más. Los panistas-Yunquistas de Baja California auxiliados por los panistas-Yunquistas de otros estados así como emisarios y enviados especiales de las sociedades secretas de la terrible ultraderecha mexicana tales como la sociedad Tecos de Guadalajara empezaron a coordinar la campaña gastando millones de pesos en muchos otros anuncios tales como los siguientes:






En realidad, estas campañas negras son las mismas que las que utilizaron los ultraderechistas en Alemania cuando encabezados por Hitler se movieron como verdaderos demonios para conquistar el poder presentando la lucha entre el Nazismo y los opositores al Nazismo como una lucha entre el Bien y el Mal. Sus discípulos en Jalisco, en Guanajuato, y en todo México incluyendo Baja California, aprendieron bien la lección de los propagandistas del Nazismo. Esta es la forma en la cual operan porque no saben operar de otra manera.

Se trata de los mismos que en el 2006 pusieron en marcha en todo México una campaña nacional de desprestigio presentando a través de los medios radiofónicos y televisivos al candidato presidencial de la izquierda Andrés Manuel López Obrador como todo “un peligro para México”, usando como estrategia de la guerra sucia a un gachupín importado de España producto de la España franquista-fascista de nombre Antonio Solá; los cuales con su bombardeo continuo y constante de denostaciones y calumnias en contra del candidato Andrés Manuel López Obrador convencieron a muchos de que por un estrechísimo margen de victoria le dieran la Presidencia a un tipo que lanzó a México a una guerra desatinada que terminó costándole a México más de 80 mil cadáveres y más de 25 mil desaparecidos.

Hipócritamente, al mismo tiempo que las clases simpatizantes de la derecha ultraconservadora de Baja California, coordinadas tras bambalinas por las sociedades secretas de la ultraderecha mexicana que tienen fuerte presencia en Baja California recurrían a tácticas de guerra sucia basadas en los modelos del Nazismo, la misma derecha ultraconservadora bajacaliforniana de cualquier modo no vacilar en tronar con indignación ilimitada fingiéndose víctima de guerra sucia cuando los priistas les pidieron explicaciones sobre la siguiente nota:
Exhiben a diputado panista de BCD por supuesta relación con joven de 15 años
Antonio Heras
Agencia APRO
24 de junio del 2013
A escasos 10 días de que concluyan las campañas políticas en esta entidad, la única de las 14 en donde estará en juego la gubernatura, el PAN recibió un duro golpe al difundirse un video en YouTube que incrimina en presuntos actos de pederastia al presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso local y coordinador de los diputados panistas, Rubén Alanís Quintero.
En la cinta, que fue subida a la red por el usuario identificado con el sobrenombre de elyas71, el también coordinador de la campaña del candidato a la alcaldía de Mexicali, Jaime Rafael Díaz Ochoa, sostiene una conversación con cierta carga sexual con el adolescente “Joel”, quien cumplió 15 años el pasado 4 de marzo, y en la que ambas partes admiten sostener una relación de “novios”.
La mañana de este lunes, el diputado Alanís Quintero presentó una denuncia penal contra quien o quienes resulten responsables de los presuntos delitos de calumnia y difamación, de acuerdo al Número Único de Caso (NUC) 0202-2013-25023 del Nuevo Sistema de Justicia Penal.
El panista declaró que la intención de esta acción tiene fines políticos, cuyo objetivo es desacreditar al PAN a escasos días de que finalicen las campañas y en donde hay una tendencia que muestra que los candidatos de la coalición alianza Unidos por Baja California tienen una ventaja sobre el PRI.
Alanís Quintero indicó que lo que se le imputa en “la confección del audio” es totalmente falso, con toda la intención de causar descrédito, perjuicio y exponerlo al desprecio público al suponer que ha cometido un delito.
En los dos últimos meses, dijo, ha recibido llamadas telefónicas de manera reiterada de “números imposibles de identificar” por ser privados, donde utilizan voces con tono intimidatorio para pedirle que se retire de las actuales campañas políticas, “pues de lo contrario harían hasta lo imposible por perjudicarlo”.
Según el legislador panista, hizo caso omiso debido a que los “señalamientos no tenían fundamento y estaban fuera de toda realidad”, los cuales calificó de “muy comunes en estos escenarios de época electoral”, pero aseguró que “ahora es evidente que tiene relación con el ataque que ha recibido vía este audio claramente editado”.
A pesar de que el panista intentó politizar el asunto, dos exgobernadores de su partido coincidieron en que dicho caso debe investigarse.
Alejandro González Alcocer condenó este tipo de conductas y sostuvo que “son actitudes reprobables totalmente, pero es ámbito de cada uno y cada uno debe responder de sus actos y si esto es real habrá que sancionar”.
A su vez, Eugenio Elorduy Walther pidió no hacer juicios sin investigaciones de las autoridades correspondientes, en este caso la Procuraduría General de Justicia de Baja California.
De gira proselitista por Tijuana, el dirigente nacional del PAN, Gustavo Madero, eludió hacer cualquier comentario sobre este asunto que circula por redes sociales desde el pasado fin de semana.
Los antecedentes
No es la primera vez que Alanís Quintero se ve envuelto en un escándalo de índole sexual.
La prensa local ha dado cuenta de dos hechos, el primero registrado en 2011, cuando fue sorprendido masturbándose frente a un niño en los sanitarios de la tienda Ley, ubicado en el bulevar Benito Juárez de esta ciudad.
El segundo incidente ocurrió meses más tarde. En esta ocasión la policía lo detuvo en el estacionamiento de la misma tienda departamental por sostener relaciones sexuales con un joven mayor de edad. Alanís logró esquivar la acción penal, gracias a que el PAN lo cobijó.
La tarde del pasado sábado 22 circuló en las redes sociales una grabación telefónica en el que el diputado le reclama presuntamente a un adolescente por etiquetarlo en una fotografía que exhibe la relación que ambos sostienen.
Un especialista en edición señala que la grabación se realizó desde el lugar donde se encontraba el menor de edad.
Este es un fragmento de la conversación entre el legislador y Joel.
Diputado: “Quiero que me digas qué tengo que hacer para respetar a tu familia, para estarte cuidando, no hay bronca, yo lo hago, yo te puedo hablar, yo luego te voy a decir, yo también tengo que cuidar esto, para llegar a un acuerdo, para que esto pudiera funcionar”.
Joel: “Pues sí, pero no te enojes así, me asustaste”.
Diputado: “Mira te digo una cosa, no me enojé, me asusté”.
Joel: “Yo sí me puse bien triste, porque dije, no más me ilusionaste”.
Diputado: “¡No, no, no! Es que mira, me asusté, perdóname, pero tengo que cuidarme ahorita públicamente, ya luego tendré la oportunidad de platicar contigo, no ha llegado de trauma, tenlo por seguro que ahí voy a estar el sábado disponible”.
Joel: “Pero ya no te enojes conmigo. Yo ¿sabes qué dije? Ya no vamos a ser novios, es que no más me volaste”.
Diputado: “No, no era eso. Es que también  entiéndeme, me asusté. Me pones la foto ahí” (en el perfil de Facebook).
Joel: “Entonces ¿sí vamos a ser novios?
Diputado: “Sí, hay que ver”.
Joel: “Bueno, sí o no, pues”.
Diputado; “Sí, sí,  claro que sí. Yo te lo dije en serio”.
Joel: “Por qué ya ves, cuando me contestaste me dijiste: ¡qué tienes! ¿Pues qué voy a tener? Si ya no podía hablarte por ningún lado”.
Diputado: “No, perdóname, oye, no, pues muchas gracias. Oye ¿tienes 16, 17? (años) No me preocupa ¿Eh? Nomás quiero saber, no me preocupa”.
Joel: “Si estoy, chiquito, pero no tanto”.
Diputado: “¿15?
Joel: “Apenas los cumplí”.
Diputado: “¿Cuándo?”.
Joel: “Pues en marzo… el 4 de marzo”.
Diputado: “¡Ah, qué lindo! Oye ¿Y sabes qué quieres hacer? ¿A dónde vamos?”
Joel: “No sé. Yo lo único que quiero es que… Yo sé que te asustaste, pero yo sí me asusté mucho… la verdad… en serio”.
Diputado: “Ok, no pues. ¿A dónde iríamos? o ¿Qué quieres hacer?”
Joel: “Pues yo quiero mirarte a los ojos para ver que no me echas mentiras”.
Diputado: “Ok, pues igual vamos un ratito y platicamos nomás y ya me regreso, para verte, platicar, a lo mejor poder darte un beso, no sé”.
Joel: “Pero ¿Ya no te vas a enojar conmigo?”.
Diputado: “¡No!”.
Joel: “¿Y ya me vas a poner otra vez?”.
Diputado: “Si, ¿Por qué no sacas otro Facebook, para no meter ése? Porque van a decir: ¡borra a ese cabrón! Pues obviamente ellos pensaron que era alguien que quería hacerme daño. Pues abre otro y me mandas mensajes. Ponte Joel”.
“Es guerra sucia”: Alanís
Tras la difusión del video, el diputado panista cerró su cuenta en Facebook pero ante de hacerlo publicó un mensaje en el que atribuye la filtración a una “guerra sucia”.
Escribió el panista:
“La guerra sucia está a todo lo que da, quiero expresarles que estamos tranquilos gracias por sus comentarios, las difamaciones y las campañas negras son el último recurso que les queda, sigamos trabajando, vamos muy bien.
“¡Gracias al voto de la gente y al arduo trabajo de los candidatos y voluntarios de campaña ganaremos este 7 de julio!” minutos después, cerró la cuenta.
Más tarde, en una entrevista difundida por El Mexicano, Alanís negó que la voz del audio difundido sea la suya y calificó el contenido como “una infamia” claramente atribuida a los tiempos políticos que vive el estado de cara a las elecciones del próximo 7 de julio.
“No soy yo, no es mi voz, es un audio que está hecho para causarme daño y que se hace circular en estos días en que están en la fase final las campañas políticas. Me quieren dañar a mí y a los candidatos de mi partido, el PAN. “Ni soy yo el del audio ni conozco al chavo que ahí se escucha”, sostuvo.
Además afirmó que no tiene “ese tipo de conductas” pedófilas y homosexuales. “Ni las tengo ni las he tenido”, enfatizó.
Según Alanís, se trata de un audio editado y anónimo que proviene de sus adversarios y afirmó que presentará una denuncia contra quien resulte responsable del delito de difamación.
Apoya a Alanís comunidad lésbico-gay
En medio de las descalificaciones por su conducta, el diputado Alanís Quintero recibió el apoyo de la comunidad lésbico gay de esta ciudad.
Según dicha agrupación, Joel no tiene 15 años, sino 21, y la llamada data de hace dos años.
Armando Rodríguez, dirigente de la comunidad LGBT, convocó a una conferencia de prensa para hablar del escándalo que envuelve al líder de los diputados panistas en el Congreso y fijó su postura:
“Debido a los últimos acontecimientos homofóbicos y discriminatorios que se han acrecentado la ultima semana en el estado de Baja California, y que de nueva cuenta trasgreden nuestros derechos humanos fundamentales los cuales no se negocian ni se venden”.
Y es que la semana pasada, el candidato del PRI a la gubernatura, Fernando Castro Trenti, critico las bodas entre personas del mismo sexo y las adopciones de niños al considerar que éstos pueden seguir el mismo camino de sus padres.

Con tal de impedir su expulsión de la gubernatura de Baja California, el PAN-Yunquista concentró todos sus esfuerzos, todos sus recursos y todas sus energías en Baja California dejando desatendidos otros Estados en donde recibió una severa. tunda en las urnas. Hasta Baja California se desplazó Margarita Zavala, la esposa del ex-Presidente Felipe Calderón en persona, para hacer estar haciendo campaña de puerta en puerta a favor del candidato panista. También se trasladó en persona hasta Baja California el presidente nacional del PAN Gustavo Madero para instalarse en dicho Estado con la finalidad de estar recorriendo las calles y estar tocando de puerta en puerta rogándole a los bajacalifornianos a salir a votar el 7 de julio de 2013. Prácticamente se hincaban de rodillas en cada casa que visitaban haciendo promesas luminosas (e incumplibles considerando la cantidad estratosférica de recursos requeridos para cumplirlas).

Para subrayar la inmensa y casi increíble hipocresía del panismo-Yunquismo de Baja California, se trata de los mismos que en 1999 prácticamente obligaron por todos los medios posibles a la ya famosa niña Paulina del Carmen a evitar quedar embarazada por el tipo que la violó, para así obligarla en contra de su voluntad a tener al fruto de la violación, y tras esto desentenderse de ella sin darle un solo centavo de apoyo económico “porque su bastardito a fin de cuentas es de ella, no de nosotros”. Así se mueve y así se maneja la ultraderecha de México. No hay uno solo “bueno” entre ellos, y la extrema derecha con fuerte presencia en Baja California no es ninguna excepción.

Como parte de su despiadada guerra sucia para poder retener el poder a toda costa, faltando menos de una semana para la celebración de las elecciones el PAN-Yunquista interpuso varias denuncias ante la Procuraduría General de la República en contra del candidato priista a la gubernatura. Pero una vez que se confirmara posteriormente el triunfo del panismo-Yunquismo en Baja California, el liderazgo panista anunció que no ratificaría ya las denuncias ante la PGR en contra de Castro Trenti. Resulta claro que la intención de tales denuncias jamás tuvo que ver cosa alguna con la aplicación de la justicia. Fueron tan solo un golpe propagandístico de última hora con el fin de restarle votos y simpatías al candidato priista presentándolo como un hampón.

Una vez concluido el proceso electoral en Baja California, y con la encomendada misión de continuar “salvando” a los bajacalifornianos de un posible regreso del PRI a la gubernatura de dicho estado, la cúpula mafiosa panista envió a Baja California para actuar como representante plenipotenciario del PAN ante el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana del Estado de Baja California (IEPCBC) a uno de los políticos más nefastos de la derecha en la historia contemporánea de México, a Javier Corral Jurado, del cual ya se ha documentado algo de su negro historial en los trabajos Dos alacranesEl escorpión ataca de nuevo, precisamente al parásito sempiterno que pese a no haber ganado jamás en toda su vida una sola elección al ser repudiado por los electores que lo conocen bien de cualquier modo se las ha arreglado para seguir brincando de Diputado a Senador y de Senador a Diputado utilizando para ello sus nexos con la mafia que se apoderó del PAN desde hace varias décadas jactándose a su vez de estar “luchando por la democracia”, precisamente el amoral y falto de ética que se ha ganado a pulso el mote de la Reina de las pluris. Ese apodo no se lo puso Spectator, se lo puso otro panista, Juan Ignacio Zavala, y para probarlo se reproduce a continuación la siguiente nota:

Reyerta panista en Twitter: Corral y Zavala se acusan de rateros, traidores, aviadores...
Álvaro Delgado
Agencia APRO
17 de junio del 2013
Cancelada la sesión del CEN por falta de quórum, que discutiría auditar el manejo presupuestal en la fracción en el Senado, la encolerizada disputa de facciones por el poder y el dinero en el Partido Acción Nacional (PAN) escaló a niveles de pleito de callejón cuando Javier Corral, del bando de Gustavo Madero, y Juan Ignacio Zavala, del de Felipe Calderón, su cuñado, se acusaron de corruptos, traidores, hipócritas, cínicos y aviadores.
Hasta Andrés Manuel López Obrador fue introducido al pleito por Zavala, quien acusó a Corral de traicionarlo, como pronto lo hará también con Madero.
Aunque el pleito grupal ha tenido varios escenarios –el CEN, la Asamblea Nacional, las cámaras del Congreso y las páginas de los periódicos en los que colaboran–, la arena fue hoy la red social Twitter, en la que Corral acusó a Zavala de ser un “aviador” en el Senado con sueldo de 70 mil pesos mensuales y beneficiarse de un préstamo de 300 mil pesos sin ser legislador.
“Corrupto, ladrón, cínico”, le llamó Corral a Zavala, luego de que éste respondió que era asesor parlamentarios de Ernesto Cordero, el depuesto coordinador de los senadores que lo empleó desde septiembre del año pasado, y le reviró que el vividor era él. “Reina de las pluris”, le espetó.
El profesional de las plurinominales, Javier Corral, ha cobrado más de 21 millones de pesos del 2000 a la fecha”, tuiteó el cuñado de Calderón, luego de que Corral le recordó el préstamo que obtuvo, al parecer, por intermediación del senador Roberto Gil Zuarth, exsecretario particular de Calderón.

¡Tal es la ralea del corrupto prócer de la derecha ultraconservadora panista que fue enviado para garantizar que los bajacalifornianos sigan por muchos años venideros bajo el yugo del PAN-Yunquificado! Cabe agregar que Javier Corral jamás ha vivido en el estado de Baja California, no conoce las problemáticas de dicho Estado y en realidad eso poco le importa. Él solo ve por sus propios intereses, y lo hace con la misma ferocidad con la cual se opone a que en el Congreso de la Unión se eliminen las categorías de plurinominales que a él en lo particular lo han beneficiado convirtiéndolo en multimillonario sin haber ganado jamás en toda su vida una sola elección y sin representar a nadie ante el Congreso de la Unión más que a sí mismo y sus propios intereses. Estos son los que se proclaman “salvadores de Baja California y de todo México, siempre luchando en pro de una democracia plena”. El pillo de Javier Corral es uno de los principales obstáculos que se enfrenta en el panorama político mexicano para eliminar la categoría de los plurinominales y hacer efectivo el lema de Francisco I. Madero del sufragrio efectivo. Resulta irónico, incongruente y hasta aberrante que el envío del anti-demócrata Javier Corral a Baja California se llevó a cabo con todos los parabienes de Gustavo Madero, el cual desde las filas de la derecha ultraconservadora jamás se ha cansado de deshonrar a su tío-abuelo Francisco I. Madero que, ese sí, fue un mártir de la democracia.

Pero quizá lo más aberrante del proceso electoral llevado a cabo en Baja California en 2013 es que fue la misma izquierda (en realidad una pseudo-izquierda que ni a izquierda llega), fue el mismo Partido de la Revolución Democrática al cual los panistas de la derecha ultraconservadora le robaron la Presidencia de la República en el 2006, el que le proporcionó al PAN el escaso margen de alrededor de un cuatro por ciento de la votación para impedir que el PAN pudiera ser expulsado por muchos bajacalifornianos que ya estaban dando claros síntomas de un hartazgo del PAN. Fue el liderazgo de la misma izquierda mexicana la que, traicionando ideología y optando por la desmemoria histórica le proporcionó oxígeno al PAN para mantenerlo con vida. De no haber sido por ese cuatro por ciento que la izquierda mexicana le regaló al PAN en Baja California a cambio de nada, el PAN habría recibido un golpe durísimo que lo habría puesto prácticamente en vías de extinción. Aquí es cuando la izquierda mexicana tuvo la oportunidad de cobrarle con creces al PAN la factura por haberle robado a la izquierda la Presidencia en el 2013. Difícilmente el liderazgo de la pseudo-izquierda perredista volverá a tener otra oportunidad similar.

Exhibiendo su típica incongruencia, el mismo PAN que ha estado reclamando furiosamente que en Veracruz no ha habido alternancia alguna terminará gobernando a Baja California por más de tres décadas consecutivas, sin alternancia alguna. Pero ser incongruentes y haber hecho que el PAN abandonara los ideales de su fundador Gómez Morín para dedicarse a la búsqueda del poder por el poder mismo (como siempre ha acostumbrado hacerlo la extrema derecha de México) es algo que no les produce rubor alguno. Ya aceptaron su calidad de incongruentes, y parece que creen que hasta les sienta bien decir una cosa y hacer lo contrario.

Los bajacalifornianos deben resignarse a la idea de que estarán bajo la pinza del PAN-Yunquista por lo menos por otros seis años, tras haber estado en las garras de la derecha ultraconservadora de México en forma continuada desde 1989. Fueron conducidos de nueva cuenta al matadero con todas las trampas, las guerras sucias, las campañas de difamación y calumnias, el uso de los recursos públicos y el uso de todas las porquerías habidas y por haber. No les quedará más remedio que aguantarse, porque no será sino hasta el 2009 cuando tengan otra oportunidad de quitarse de encima a estos parásitos que viven y se benefician de la confabulación y el engaño. Y en lo que resta a México, se perdió una oportunidad única para terminar de acabar con el nido predilecto de las derechas ultraconservadoras de México, dándosele una segunda oportunidad para que la causa de la derecha extrema encubierta de México pueda tratar de recuperarse con el oxígeno que recibió de la misma izquierda a la cual tanto aborrece.

sábado, 6 de julio de 2013

Antinomias

Un tema recurrente en los tractos de la derecha ultraconservadora, sobre todo en mamotretos voluminosos como los elaborados por el famoso antisemita Salvador Borrego Escalante, es sobre el abuso en la impartición de la justicia en los países con regímenes comunistas, como en la ya difunta Unión Soviética, como en Checoeslovaquia cuando estaba gobernada por los comunistas, o como en Cuba. Uno supondría que, si se toma en serio a los alucinados de la derecha ultraconservadora, en caso de llegar ellos al poder entonces ellos se encargarían de ponerle el ejemplo a los comunistas de antaño sobre cómo debe ser un sistema imparcial de impartición de justicia, con fiscales incorruptibles, garantizándose en todo momento el respeto a los derechos  humanos, evitando en todo lo posible el castigar a inocentes y aplicando todo el peso de la ley a todos aquellos encontrados culpables de la comisión de delitos graves, sin judicializar la política y sin politizar la justicia.

Bueno, al menos en lo que respecta a la impartición de la justicia bajo los Nazis en Alemania cuando Hitler era dictador, el asunto ya es cosa juzgada por la misma Historia. Pero si nos remitimos a tiempos recientes, específicamente a México, podemos juzgar a la derecha ultraconservadora por la forma en la cual se llevó a cabo la procuración de justicia cuando esta gobernó a México por 12 años. En el sexenio más reciente, el de Felipe Calderón, para muestra basta un botón, el siguiente:

La fiscal, en entredicho
Columna Portarretrato
Raymundo Riva Palacio
21 de abril del 2013
Cuando el presidente Felipe Calderón designó a Marisela Morales como su tercera procuradora en el sexenio en la primavera de 2011, parecía el sueño de los panistas para el año electoral que se venía. Había sido funcional al Ejecutivo, y por sus antecedentes, existía la posibilidad de que, dado el momento y la necesidad, torciera la ley en beneficio de objetivos políticos. “Denme el beneficio de la duda”, replicó a este espacio cuando se le criticó. “Nunca lo he hecho y nunca lo voy a hacer”.
El 19 de abril de ese año se publicó en la columna Estrictamente Personal: “Morales es la metáfora de la burócrata que por disciplinada y gris llega a la cúspide de su carrera. Fue revivida por el entonces procurador Eduardo Medina Mora, que la nombró jefa de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO), tras descubrir que sus mandos trabajaban para el narcotráfico. En una paradoja que marcó su destino, estaba tan excluida y arrumbada en la última fila de la SIEDO que no fue contaminada por la corrupción imperante.
“Entró al cargo empapada de miedo. No quería aparecer en conferencias de prensa y en las primeras en las que participó pedía que no le tomaran fotografías de la cara. Entró en la tormenta de la ‘Operación Limpieza’... Lo que sí le encargaron fue el llamado Michoacanazo, la acción en que se detuvo a una treintena de políticos michoacanos por su presunta vinculación con los cárteles de la droga. Prácticamente todos los detenidos se encuentran en libertad, en parte porque no se integraron al expediente todas las pruebas de que disponían las autoridades. La jefa de la SIEDO no hizo bien su trabajo, debido a lo cual una operación judicial de gran envergadura se convirtió en un asunto meramente político. Jurídicamente, se puede argumentar que fue un fiasco. No importó en su designación. La forma como se ha prestado a la politización de casos jurídicos parece ser hoy una virtud.
“El caso más famoso fue el desafuero contra el entonces jefe de Gobierno del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador, cuando lo acusaron de haber violado la suspensión de un amparo en el predio El Encino. El caso, paradigmático en el gobierno de Vicente Fox, lo construyó el procurador Rafael Macedo de la Concha, quien responsabilizó de ello a Morales, que era la coordinadora general de Investigaciones de la PGR… En vísperas de que se girara orden de aprehensión en contra de él, Fox fue persuadido del error político que estaba cometiendo –por una falta administrativa menor que alcanzaba fianza– y reculó.
“El desafuero de López Obrador causó el despido de Macedo de la Concha y el retiro temporal de la PGR de Morales, quien ya había abusado antes de su poder. En 2005 se le abrió una investigación por falsificación de pruebas y delitos contra la administración de justicia, por haber acusado a Benjamín Sánchez Magallán, ex coordinador de la Unidad Especializada en Delincuencia Organizada –antecesora de la SIEDO–, de sustracción de documentos del caso del crimen del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo. Morales lo acusó en 2003 de desaparecer la declaración del nuncio papal Jerónimo Prigione, por lo que lo arrestaron. Sánchez Magallán se amparó y la denunció por las irregularidades en su consignación”.
Cuando con esos antecedentes se le señaló de ser funcional a los intereses del Ejecutivo, ella protestó. Se le dio en aquél momento el beneficio de la duda y que, como se había escrito, cambiara la idea de que “por años ha chapaleado en el lodo, como soldado incondicional del Presidente en turno, a costa de la ley que está obligada a procurar”. Tres años después, con el PAN fuera del poder, las cosas se le volvieron a voltear. Esta semana, el tramo de la “Operación Limpieza” que le tocó realizar, se derrumbó y aquellos a quienes metió en la cárcel como parte de una purga de funcionarios contra el narcotráfico, la acusan hoy de falsificación de pruebas.
No son nuevas las imputaciones y ella misma, a lo largo de este tiempo, las fue negando. Contaba, en cambio, todo el trabajo que hacía. Desde que como jefa de la SIEDO viajó múltiples veces para hablar con “Jennifer”, el testigo protegido de la DEA y pieza central en la “Operación Limpieza”, y posteriormente como procuradora a Texas, para entregar información a jueces federales sobre ex gobernadores priistas en Tamaulipas. Como el caso del Michoacanazo, que inició Medina Mora y profundizó ella le costó la gubernatura al PRD –no la ganó el PAN porque el gobernador Leonel Godoy movió la maquinaria de la izquierda a favor del PRI en el último mes de campaña–, en Tamaulipas le costó dos puntos al PRI en la campaña presidencial y un desprestigio que afectó la imagen del candidato Enrique Peña Nieto.
Morales había regresado a la PGR con Medina Mora por recomendación del secretario de la Defensa, general Guillermo Galván, y se convirtió en su gente de confianza durante la “Operación Limpieza”. Cuando Medina Mora renunció por no querer usar la justicia para fines políticos contra el PRI, como sí hizo contra el PRD, propuso a Morales en la terna, pero el presidente se inclinó por Arturo Chávez, que tuvo un paso efímero por la PGR porque no aceptó mezclar la ley con la política.
Llegó el turno de Morales, quien siempre tenía en la punta de la boca una frase que repetía como si fuera la descripción de su vida: “Cuando te toca, aunque te quites; cuando no te toca, aunque te pongas”. ¿O no es así?, afirmó una vez ante su interlocutor como si fuera pregunta. No había, en efecto, mejor frase que se le aplicara, en todos los sentidos. Ese destino que tuvo en algún momento, ha girado caprichosamente ahora en busca de otro destino, muy ominoso, que la persigue.

Aquí hay más material de reflexión:

Operación limpieza: las farsas de la PGR
Anabel Hernández
Revista PROCESO # 1903
21 de abril del 2013
Una investigación basada en los documentos y declaraciones ministeriales del testigo protegido Jennifer apunta a que la exprocuradora Marisela Morales fue la responsable de las falsas declaraciones ministeriales contra el que fuera zar antidrogas, Noé Ramírez Mandujano. Este semanario tuvo acceso a información pormenorizada –y verificada– de su historial como informante a modo.
A Roberto López Nájera le falta un dedo, contactó al FBI a través de internet y tiene asignada la clave de testigo protegido Jennifer, que ahora nombra el desastre que fue el sexenio de Felipe Calderón en materia de procuración de justicia y combate al narcotráfico.
López Nájera se decía abogado de Édgar Valdez Villarreal, La Barbie, y colaborador de Arturo Beltrán Leyva. Sergio Villarreal Barragán, El Grande, operador de los Beltrán Leyva, afirmó en una declaración ministerial que López Nájera era conocido en la organización como El 19 y afirmaba estar casado con una hija del general Jesús Gutiérrez Rebollo. Y uno de los acusados en la Operación Limpieza, que nunca fue detenido, reveló que López Nájera era un abogado de Acapulco, Guerrero, bajo de estatura y moreno, al que contractó tras un ataque sexual contra un familiar.
La historia del polémico acusador y la del titular de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO), Noé Ramírez Mandujano, se empezaron a entrecruzar en 2007.
El 20 de septiembre de ese año el procurador general Eduardo Medina Mora y Ramírez Mandujano fueron advertidos de que los Beltrán Leyva habían infiltrado a la SIEDO cuando se encontraban en la XIX Conferencia Nacional de Procuración de Justicia en Jiutepec, Morelos.
Por entonces otra protagonista del escándalo, Marisela Morales, estaba fuera de la PGR. Su último cargo era el de titular de la Unidad Especializada en Investigación de Delitos cometidos por Servidores Públicos y contra la Administración de la Justicia, que desempeñó de mayo a diciembre de 2005, en el sexenio de Vicente Fox.
A Morales se le vinculaba con el exprocurador Rafael Macedo de la Concha, con quien incluso se afirma que procreó un hijo. El general De la Concha renunció en abril de 2005 y fue enviado como agregado a la embajada de México en Italia.
Pero en aquel septiembre de 2007 un agente del programa Resolución 6 del FBI, adscrito a la agencia antidrogas estadunidense DEA en la embajada de su país en México y quien usaba el nombre de “Juan de Jesús”, buscó a  Mario Alzave Trujillo, entonces titular de la Unidad Especializada en Investigación de Delitos Contra la Salud de la SIEDO. Le dijo que se había comunicado por internet con un informante relacionado con los Beltrán Leyva, en aquel tiempo socios de Joaquín Guzmán Loera, El Chapo. Era Roberto López Nájera.
El hombre del FBI dijo que si la SIEDO le mandaba fotos de su personal, dicho informante podía reconocer a los exmilitares y exgafes (miembros del Grupo Aeromóvil de Fuerzas  Especiales, GAFE) que estaban pasándole información a los narcos.
Arzate le transmitió la propuesta a Ramírez Mandujano y éste pidió que el estadunidense se la planteara directamente a Medina Mora. Sin indagar más, el procurador ordenó que las fotografías se enviaran enseguida.
Ramírez Mandujano le encargó la tarea al ingeniero Miguel Ángel Colorado González, coordinador técnico de la SIEDO. Minutos después, el agente del FBI recibió las fotos del personal de la Dirección General Adjunta de la Coordinación Técnica de la SIEDO, encabezada por el capitán Fernando Rivera Hernández.
En respuesta, López Nájera dijo reconocer plenamente al propio Rivera Hernández, Roberto García García y Milton Carlos Cilia Pérez como los que informaban a los Beltrán Leyva de los operativos en su contra. Añadió que en los días siguientes se reunirían con Arturo Beltrán Leyva en Cuernavaca, Morelos. Medina Mora ordenó que el ingeniero Colorado González espiara a los tres elementos señalados para corroborar el señalamiento.
Aunque Colorado era el jefe del capitán Rivera Hernández, éste no se le subordinaba ni le informaba nada; argumentaba que él era el enlace de la PGR con el grupo de inteligencia militar de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y que la información podía fugarse.
Medina Mora se quejaba con sus subordinados de que no podía cambiar esa forma de operar, ya que estaba enfrentado con el secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, y si también chocaba con la Sedena, “entre ambos lo harían pedazos”.
El procurador tuvo que pedir la autorización del general Guillermo Galván Galván, titular de la Secretaría de la Defensa, para investigar a los militares imputados. El secretario dijo que si se comprobaba el dicho del informante, se actuaría conforme a derecho.
Sin embargo, el capitán Rivera Hernández se dio cuenta de que lo seguían y utilizó a la guardia para amenazar al personal de Colorado. Esto se le informó a Medina Mora.
Ramírez Mandujano le pidió al procurador que cambiara de área a los militares sospechosos para que dejaran de filtrar información mientras se les investigaba. Medina Mora le prometió trasladarlos al área de trata de personas del Centro Nacional de Planeación, Análisis e Información para el combate a la delincuencia (Cenapi), donde no tendrían información relacionada con el narcotráfico, pero ese cambio nunca se realizó.

El siguiente editorial muestra un convencimiento de cómo al caerse la tramoya de la justicia charra administrada por uno de los peores gobiernos en tiempos recientes (de derecha ultraconservadora tenía que ser), la vida de uno de los acusados y hoy liberados se encuentra en peligro por lo mucho que sabe:

Tomás Ángeles, un enemigo peligroso para Calderón
Editorial
Revista Siempre!
20 de abril del 2013
A cuatro meses de haber dejado el cargo como procuradora general de la república, Marisela Morales —con sobrepeso y la misma gruesa capa de maquillaje que esconde sus verdaderas facciones— se pasea en los centros comerciales desconfiada, insegura y en compañía de un guardia.
Se trata, evidentemente, de una abogada dedicada a hacerle el trabajo sucio al poder y a su país.
Su obra cumbre durante el sexenio de Felipe Calderón fue acusar al entonces subsecretario de la Defensa Nacional, general de división Tomás Ángeles Dauahare, de proporcionar información a los hermanos Beltrán Leyva; de facilitar el aterrizaje en Cancún de aviones cargados de cocaína y de recibir a cambio dinero sucio.
Prueba de que se trató de una venganza política, urdida por el mismo Calderón, es que la Procuraduría General de la República, hoy encabezada por Jesús Murillo Karam, decidió —a falta de evidencias— remitir su desistimiento a un juez para que ordene su libertad.
El caso Ángeles Dauahare pone en evidencia los turbios manejos de lo que llamó el exmandatario la “guerra contra el narcotráfico”, amén, claro, de ser un vivo ejemplo de cómo la Procuraduría General de la República fue utilizada como un instrumento de presión y venganza política.
¿Qué razones o motivos tuvo Calderón para encarcelar a Ángeles Dauahare, pero sobre todo para ensuciar su nombre?
Quienes lo conocen dicen que se trata de uno de los militares más destacados del Ejército, con una hoja de servicio impecable.
¿Acaso el pecado del general consistía en ser un crítico de la ilegalidad con que el gobierno venía manejando la lucha contra los cárteles? ¿Se opuso a que el Ejército atacara a unos e ignorara a otros?
Si hay un hombre que conoce a detalle los operativos de una guerra que dejó cien mil o más muertos, que costó al Estado mexicano miles de millones de pesos y dio al país un enorme desprestigio internacional por no obtener resultados, ese hombre se llama Tomás Ángeles Dauahare.
La lealtad de este general a las instituciones, su disciplina y manejo de la seguridad nacional, la información a la cual tenía acceso lo convirtió en un militar peligroso para Calderón. Sobre todo cuando muchos lo consideraban el favorito para ocupar la titularidad de la Secretaría de la Defensa Nacional durante la administración de Enrique Peña Nieto.
Hoy queda en evidencia que la eliminación política del general era imprescindible para quienes buscaban que la red de intereses construida en torno al combate a los cárteles no resultara afectada al producirse el cambio de gobierno.
Calderón le debe una explicación al país sobre las razones que tuvo para torcer, como lo hizo, la aplicación de la ley, en un contexto que exigía exactamente lo contrario: un sistema de justicia penal que permitiera consolidar en tribunales el combate a la delincuencia organizada.
En lugar de esa optimización, la pasada administración dejó el aparato en ruinas. El procurador Murillo Karam ha sido muy cuidadoso al insistir en la urgencia de construir un nuevo sistema de justicia y en no dar detalles sobre las condiciones en las que encontró la Procuraduría General de la República. Pero es evidente que su antecesor permitió que la institución estuviera al servicio de la ilegalidad y de la politización de la justicia.
La detención del exsubsecretario de la Defensa se produjo justo dos meses antes de las elecciones presidenciales, cuando todo indicaba que el candidato del PRI iba a ser el ganador, y los medios de comunicación jugaban con la baraja de candidatos a ocupar cargos en el primer círculo del futuro presidente.
Después de su justa liberación, es obligado preguntar: ¿qué sigue para este general? ¿Cómo y hasta dónde puede ser reivindicado su prestigio? ¿Qué van a hacer el Ejército y el gobierno para limpiar su nombre? Pero, sobre todo, para protegerlo.
Por las declaraciones que dio la noche de su liberación, Tomás Ángeles Dauahare no está dispuesto a retirarse. Tampoco, asegura, a ser un problema para el gobierno. Sin embargo, mientras viva seguirá siendo una pieza clave para conocer el trasfondo de la política implementada por Felipe Calderón en contra del crimen organizado.
Sabe lo que pocos saben. Su vida peligra. Eso es un hecho.

En la misma revista, una semana después se publicó lo siguiente:

Infamia al general Ángeles Dauahare
José Alfonso Suárez del Real y Aguilera
Revista Siempre!
27 de abril del 2013
Autoproclamado durante toda su carrera pública como campeador del Estado de derecho, Felipe Calderón Hinojosa se ufana como el paradigma defensor de leyes y de los procedimientos legales que rigen la república mexicana.
Así lo acreditan la infinidad de intervenciones del otrora legislador michoacano, del dirigente panista, del candidato a diversos puestos de elección popular y del cuestionado presidente de la república, quien escudado en la defensa del Estado de derecho lanzó el país a una guerra no convencional, que detonó con una flagrante violación constitucional al ordenar la salida de las fuerzas armadas de sus cuarteles, negándoles —durante todo su mandato— el necesario marco jurídico para sustentar su participación cotidiana en acciones no contempladas por nuestra Carta Magna para las instituciones armadas del Estado mexicano.
No contento con su obcecación por someter al Ejército al innecesario desgaste inherente a la falta de normatividad para asumir funciones policiales en diversas regiones del país, Calderón redujo la Procuraduría General de la República a una mera dependencia operada al antojo de su vengativo carácter, como de ello da testimonió el michoacanazo, estratagema judicial que distorsionó y evidenció el uso faccioso de la justicia por parte de quien alardeaba sobre un irrestricto apego a la ley.
A fin de cumplir con aviesos objetivos —y violar con ello la legalidad—, en materia judicial, Calderón y sus secuaces fincaron en la inmoralidad y la ilegalidad su “guerra contra el crimen organizado”, sosteniendo sus actos con denuncias arregladas, presentadas por los llamados testigos colaboradores, burda implantación del modelo estadunidense que otorga a delincuentes arrepentidos canonjías y concesiones a cambio de delaciones que en ese país conllevan exhaustivas pesquisas, y que en el nuestro se concreta a la credibilidad absoluta que el ministerio público otorgó a las acusaciones lanzadas por personajes de dudosa confiabilidad.
En ese contexto se ubican las acciones enderezadas en contra de funcionarios a quienes inconsistentes imputaciones de los testigos protegidos —acusaciones auspiciadas por el entreguismo presidencial hacia las autoridades estadunidenses—, que desembocaron en arrestos ejemplares que llevaron a las cárceles de alta seguridad a servidores públicos inocentes, para beneplácito de la secretaria de Seguridad Nacional de los Estados Unidos, Janet Napolitano.
La prueba palmaria de la doble moral de Felipe Calderón se patentiza ante su impulsivo e irracional patrocinio para ordenar la detención de seis integrantes del Ejército Mexicano, arrestados con base en las acusaciones del testigo colaborador preferido de su administración —el narcodelincuente Roberto López Nájera, identificado como Jennifer—, quien afirmó la vinculación de los detenidos con el narcotráfico, grave imputación que no se investigó previamente a la detención de los militares señalados por su delator.
Por ello, la liberación por falta de pruebas del exsubsecretario de la Defensa Nacional, el general Tomás Ángeles Dauahare, demuestra los niveles de infamia a los que llegó una administración que se jactó de defender a ultranza el Estado de derecho y que en realidad contravino la premisa —que atinadamente enarboló el expresidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, durante su mandato— de que al Estado de derecho sólo lo defiende el propio Estado de derecho.

El país entero fue testigo del uso faccioso del aparato de justicia cuando fue gobernado por la derecha reaccionaria, al igual que los alemanes fueron testigos del uso faccioso de su aparato de justicia cuando fue gobernado por la ultraderecha en los tiempos de Hitler, demostrando que los fascistas de hoy son iguales a los fascistas de ayer, no han cambiado en nada.

Las derechas y derechas ultrarreaccionarias de México están ansiosas por volver a ocupar la silla presidencial en el futuro, para darle a México más de lo mismo que documentan los anteriores articulistas. Y para ello están volviendo a echar mano de los mismos discursos viscerales y vitriólicos del pasado que tan buenos resultados les dieron, recurriendo a la exculpante por comparación diciendo “pero es que ellos hicieron cosas iguales o peores que nosotros” como si ello fuera gran justificante y gran consuelo, recurriendo a las mismas mentiras y falacias que han estado manejando en su propaganda tendenciosa profetizando reiteradamente la instalación de un super-gobierno mundial controlado por marxistas encubiertos. A ver quién les cree en esta ocasión.

El caso de los generales arrestados por órdenes que tuvieron que haber sido giradas directamente por Felipe Calderón tiene una conclusión (que veremos más abajo), porque ningún funcionario público se atreverá a detener a un oficial de alto rango del Ejército mexicano a menos de que una autoridad suprema lo ordene. Y en México, solo hay un hombre que actualmente cuenta con tanto poder para ordenar tal cosa, y ese hombre es el que despacha en Los Pinos.

Pero empezamos este trabajo con el título de antinomias, y vale la pena aclarar tal cosa para quienes nunca hayan escuchado esa palabra en sus vidas o que ignoren su significado.

Antinomias. Esto es parte de un procedimiento que consiste en buscar los argumentos contrarios a una propuesta o postulado, para que de este modo, teniendo todos los puntos de vista contrarios, las antinomias, sea posible extraer la verdad usando el sentido común. Es una vieja herramienta de la filosofía formalizada por Immanuel Kant.

La mañana del viernes 5 de julio del 2013, después de haber sido echados a prisión por una administración de corte derechista acusados de tener nexos con el narcotráfico, varios militares de alto rango del Ejército mexicano fueron liberados al no encontrar el juez pruebas en su contra excepto las declaraciones de un testigo protegido mentiroso que, ese sí, era un delincuente al servicio del narco:

Deberá PGR liberar a otros cinco militares
Agencia APRO
4 de julio del 2013
A nueve días de la liberación del mayor Arturo González Rodríguez, acusado de proporcionar información al cártel de los Beltrán Leyva dentro de la “Operación Limpieza”, la Procuraduría General de la República (PGR) alista la liberación de cinco militares detenidos durante la administración de Felipe Calderón por supuestos nexos con el narcotráfico.
De acuerdo con el abogado José Ordóñez González, el Juzgado Tercero publicó ayer el acuerdo por el que la dependencia encabezada por Jesús Murillo Karam presentó conclusiones no acusatorias contra los generales Roberto Dawe González, Ricardo Escorcia Vargas y Rubén Pérez Ramírez, además del teniente coronel Isidro Silvio Hernández y el mayor Iván Reyna Muñoz.
Autoridades ministeriales confirmaron la decisión del Ministerio Público Federal de no continuar con el juicio, y comentaron que están a la espera de que Murillo Karam ratifique las conclusiones no acusatorias presentadas ante el juez Tercero de Procesos Penales con residencia en Toluca, Raúl Valerio.
Los militares quedarán en libertad inmediatamente después de que se dé esa ratificación, añadieron.
Los cinco militares mencionados, junto con el general Tomás Ángeles Dauahare, fueron acusados de presuntos vínculos con el cártel de los Beltrán Leyva, pero la PGR determinó que no hay pruebas que sustenten los dichos de testigos protegidos como Jennifer y el narcotraficante Sergio Villarreal Barragán, El Grande.
El 26 de junio, luego de cuatro años y medio de reclusión, el juez primero de Distrito en el Penal de “El Rincón”, en Nayarit, Mauricio Fernández de la Mora, absolvió y ordenó la libertad del mayor Arturo González Rodríguez, al estimar que la acusación de colaborar con la organización criminal provenía de testigos protegidos “mentirosos y mendaces”.
Con base en el fallo de la causa penal 38/2009, el juzgador consideró que no podía considerar culpable a González Rodríguez con base en los dichos de testigos protegidos “mendaces y mentirosos” como Jennifer y María Fernanda, artífices de la “Operación Limpieza”. En su sentencia, el impartidor de justicia estableció que María Fernanda ni siquiera conocía al mayor.
Los testigos protegidos acusaron al militar de proporcionar a los Beltrán Leyva y a Edgar Valdez Villarreal, La Barbie, información de las Secciones Segunda y Séptima del Estado Mayor de la Defensa, sobre los movimientos del entonces presidente Felipe Calderón. También lo acusaron de reclutar militares para el cártel de los Beltrán, capacitar a sus grupos de escoltas a través de una empresa de seguridad privada de su propiedad y abastecerlos de armas.
Al final, el juez consideró que ninguna de las acusaciones fue probada, y en el caso de Jennifer se trata de declaraciones que fueron rendidas en el extranjero ante una autoridad que era incompetente y sin abogado, razón por la que tampoco tenían validez.
González fue capturado el 23 de diciembre de 2008 en Chiapas, con base en una orden de localización y presentación librada por la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO), derivado de una denuncia anónima que lo involucraba con el narcotráfico.
A cinco años de haber sido lanzada la “Operación Limpieza”, de un total de 13 funcionarios que fueron encarcelados por su supuesta protección al narcotráfico, 10 ya fueron absueltos y liberados por falta de pruebas, entre ellos Noé Ramírez Mandujano, extitular de la SEIDO (antes SIEDO), y Gerardo Garay Cadena, excomisionado de la Policía Federal, los principales acusados.
Dos días después de que Ramírez Mandujano fue absuelto por los tribunales de las acusaciones que el gobierno de Calderón presentó en su contra en 2008, ocurrió la liberación del general Ángeles Dauahare, que en mayo de 2012 fue acusado, junto con Roberto Dawe González y Rubén Pérez Ramírez, así como el teniente Silvio Isidro de Jesús Hernández Soto y el mayor Iván Reyna Muñoz, de proporcionar a la organización criminal de los hermanos Beltrán Leyva información sobre las acciones del gobierno federal en su contra, por lo menos durante 2007, a cambio de dinero.
En su edición 1891, la revista Proceso dio a conocer que el caso del general Dauahare, quien dejó la cárcel el pasado 17 de abril, se le empezó a derrumbar al gobierno calderonista horas antes de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación liberara a la ciudadana francesa Florence Cassez.
De acuerdo con la nota firmada por Jorge Carrasco, a la PGR de Jesús Murillo Karam le iba resultar difícil sostener las acusaciones de delincuencia organizada fincadas por su antecesora Marisela Morales con el apoyo del entonces subprocurador Cuitláhuac Salinas y el teniente coronel de infantería y ahora coronel Avigaí Vargas Tirado, uno de los enclaves que tuvo el Ejército en la PGR durante el gobierno de Calderón.
Y así fue.
Requerida judicialmente por el abogado defensor del divisionario, Ricardo Sánchez Reyes Retana, la PGR aseguró que no tenía manera de comprobar que el general retirado fue protector del cártel de los hermanos Beltrán Leyva, cargo por el que el gobierno de Calderón le enderezó la acusación de delincuencia organizada con la finalidad de cometer delitos contra la salud.
En un escrito entregado al juez Tercero de Distrito en Procesos Federales con sede en el penal del Altiplano, en Toluca, Estado de México, Raúl Valerio Ramírez, la dependencia respondió al abogado que las declaraciones de los “testigos protegidos colaboradores” no estaban corroboradas de manera convincente, salvo el hecho de que el encausado fue servidor público de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).

Los militares, inocentes ante la Ley, pero de cualquier modo encarcelados por la administración del derechista conservador y reaccionario Felipe Calderón en su “guerra” contra el narco, no quedaron muy conformes con su simple liberación:

Exigen militares liberados castigo a responsables de esta “villanía”
LA JORNADA
5 de julio del 2013
Agraviados por haber pasado más de once meses en prisión por una acusación que nunca se pudo comprobar de tener vínculos con el narcotráfico, esta madrugada fueron excarcelados del penal de máxima seguridad del Altiplano, los generales Rubén Pérez Ramírez, Roberto Dawe González y Ricardo Escorcia Vargas, además del teniente coronel Silvio Isidro de Jesús Hernández Soto. Pese a la molestia que les causó su detención y encarcelamiento, los militares aseguraron que no tienen sed de venganza, pero sí pidieron a las autoridades que se castigue a los responsables de esta “villanía”.
En punto de la 1:40 horas de este viernes, los generales y el teniente coronel cruzaron juntos la ultima garita del Centro Federal de Readptación Social para encontrarse con sus familiares y abogados que durante más de cinco horas los esperaron en el exterior del penal bajo una incesante lluvia. Ya libres, rechazaron tener interés en contrademandar a ex funcionarios de la Procuraduría General de la República (PGR), responsables de su aprehensión en mayo del año pasado, pero dijeron que este asunto no puede quedar sin castigo.
Rubén Pérez y Ricardo Escorcia agradecieron “la buena disposición” que tuvo la administración federal que encabeza Enrique Peña Nieto, para hacer justicia en este caso, y para no continuar con la farsa que se inventaron en el gobierno de Felipe Calderón, “tal vez para justificar su guerra contra el narcotráfico” dijo en general Pérez.
Horas antes, el juzgado tercero de distrito en materia penal federal había decretado la libertad inmediata de los generales, el teniente y del mayor Iván Reyna Muñoz —que no salió por tener una acusación pendiente por el delito de extorsión en Querétaro—, luego de que la PGR entregara conclusiones no acusatorias en el proceso que se les instruyó por presuntos vínculos con el cártel de los Beltrán Leyva.
El expediente lo inició la anterior administración federal y lo consignó la PGR a cargo de la entonces titular Marisela Morales. La imputación sólo se sustentaba en dichos de testigos protegidos que luego cayeron en contradicciones.
“La verdad fue una situación difícil. Estoy muy molesto. Me siento agraviado, fue una villanía lo que se hizo y qué bueno que se hizo justicia. Espero que la investigación que hacen las autoridades, no deje de castigar a los a los responsables de todo esto” dijo el general Pérez.
“Claro que hay resentimiento (con la anterior administración federal) por cómo se manejaron las cosas. También lamento que la institución a la que represento, se le haya agraviado de esta forma, pero bueno, ya serán las autoridades las que determinen lo conducente”, agregó.
De su lado, Ricardo Dawe, dijo que a pesar del agravio que sufrió ahora no queda más que mirar para adelante, y esperar a que la PGR investigue y castigue a los responsables toda esta situación.
“La verdad no me explico, ni idea tengo quien haya sido el responsable de haberme metido en este problema. Espero que las instancias investiguen quién cometió estas anomalías que hubo y que terminaron con este “usted disculpe”, apuntó.
Ricardo Escorcia, dijo que aunque no sabe a ciencia cierta quién fue el que orquestó todo esta situación que los mantuvo más de un año en prisión, se imagina que el ex presidente Felipe Calderón y con la ex procuradora Marisela Morales mucho tuvieron que ver,porque al final ellos son los que daban las órdenes, o al menos eso es lo que dice la constitución”.
“Pese a todo no tengo resentimiento contra nadie. Bien lo dice el Salmo 98 y el 101: la venganza no es mía, la venganza es de Dios. … Claro que tiene que haber justicia, pero esa no lo imparto yo”, dijo.
Los generales Rubén Pérez y Roberto Dawe adelantaron que en breve se reportarán con sus superiores, ya que son miembros de la Secretaría de la Defensa Nacional, mientras que Escorcia dijo que se dedicará a descansar ya que es un general retirado.
El teniente coronel Isidro Silvio Hernández Soto no dio declaraciones a su salida de la cárcel, mientras que el mayor Iván Reyna Muñoz, también absuelto por el juez, no fue liberado por tener una causa pendiente en su contra.

No queda duda alguna que un muy ingrato Felipe Calderón, no conforme con sacar al Ejército mexicano de los cuarteles para meterlo en una guerra estúpida para la cual el Ejército no estaba preparado y en la cual no hubo triunfo alguno ni proclamación de victoria al concluir el último insano sexenio de la derecha conservadora de México, decidió sacrificar a varios de sus más leales militares en pago a su lealtad y a sus servicios refundiéndolos en prisión hasta el último día en el que estuvo atornillado en una silla presidencial a la cual llegó por un triunfo tan cuestionado que todavía millones de mexicanos lo siguen considerando como un presidente ilegítimo y espurio. Y los militares habrían seguido en prisión, de no ser porque el pueblo de México expulsó al ultraderechizado Partido Acción Nacional del poder en el 2012. De haber sido Josefina Vázquez Mota la sucesora de Felipe Calderón, los militares habrían seguido pudriéndose en prisión por otro sexenio en virtud de que esta amoral mujer le habría cubierto el trasero a su amoral predecesor y correligionario político.

El principal culpable, el principal responsable del encarcelamiento de los militares, es sin duda alguna el entonces Presidente Felipe Calderón. Tuvo sus cómplices al cometer este acto de injusticia, al igual que Hitler tuvo sus cómplices cuando envió a millones de judíos a los hornos crematorios. Pero el peso de la culpa por tamaña arbitrariedad e injusticia reace sobre los hombros de este enano al cual el saco le quedó demasiado grande.

¿Y en dónde estaba Felipe Calderón mientras los militares humillados y vejados por él de tal manera se preparaban para salir de prisión y quedar reivindicados ante el pueblo de México? Pues, paseándose en Europa, promoviendo para México un “estado de derecho”. ¿Cómo el que él mismo le dió al país a lo largo de seis penosos y dolorosos años?:

Calderón presume en España su gobierno: “de estado fallido al milagro mexicano”
Alejandro Gutiérrez
Revista PROCESO
3 de julio del 2013
En un escenario totalmente controlado y bajo el cobijo del expresidente español José María Aznar, Felipe Calderón ofreció hoy aquí su primera conferencia fuera de Estados Unidos, en la que destacó que “el gran reto de México es ser un país de leyes” para que se consolide el Estado de derecho.
En su larga intervención, Calderón resaltó que medios de comunicación que llegaron a hablar de “Estado fallido” durante su gobierno, hoy se refieren al “milagro mexicano”.
El expresidente de México aprovechó el rígido modelo en su comparecencia en el campus de verano de la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES), que encabeza Aznar, para evitar responder a las preguntas de la prensa, argumentando que está en su año de “voto de silencio”.
“No quisiera hacer declaraciones. Estoy en año de voto de silencio. Quiero ser cuidadoso y por lo menos un tiempo estar así, una disculpa”, se justificó ante los reporteros al finalizar su conferencia celebrada en la localidad de Guadarrama, al norte de Madrid.
En su intervención ante un público conformado básicamente por estudiantes, el exmandatario mexicano afirmó que “el gran reto de México es ser un país de leyes” para que se consolide el Estado de derecho, porque “para que haya comercio tiene que creerse en la libertad humana y para que haya inversión tiene que haber estado de derecho”.
Asimismo, en este ambiente a modo, se dedicó a defender durante 45 minutos las reformas económicas y políticas que puso en marcha su gobierno frente a la crisis económica de 2009 y destacó el papel de apertura de México en el comercio internacional durante su gestión.
Calderón no pronunció una sola palabra sobre el país que dejó como consecuencia de su guerra contra el narcotráfico, ni de los alrededor de 70 mil asesinados reconocidos oficialmente, más de 24 mil desaparecidos y decenas de miles de desplazados como consecuencia de esa estrategia.
No dijo una palabra sobre la denuncia que se formuló en su contra en la Corte Penal Internacional de La Haya, por violaciones “sistemáticas y generalizadas contra los derechos humanos”. Tampoco habló de la pelea al interior de su partido en México, Acción Nacional, donde el grupo de su discípulo Ernesto Cordero pelea contra el dirigente nacional, Gustavo Madero.
Solo se dedicó a presumir supuestos logros en materia económica
“Las claves estuvieron no sólo en enfrentar con fuerza y firmeza la crisis expandiendo y luego contrayendo, aportando competitividad y eso radica en la inversión en capital humano y físico, así como en el comercio, allí veo la potencialidad de la relación atlántica”, dijo.
Propugnó que América, Europa y África deben aprovechar su capacidad para expandirse mediante el comercio y la inversión.
Tras criticar las medidas proteccionistas de algunos países del G-20 o incluso de Brasil, Calderón resaltó la decisión de su gobierno de seguir abriendo a México a los tratados internacionales, hasta llegar a 44 acuerdos que abarcan a más de mil millones de consumidores en el mundo, que permitió reducir las tarifas arancelarias del 11 al 4 por ciento.
Repasó las medidas contracíclicas que adoptó su gobierno en plena crisis, primero para ayudar a la expansión y luego el ajuste en el déficit público.
En un mensaje que en España es motivo de gran debate sobre el déficit público, Calderón explicó que en el caso de México la clave fue que se tuvo claridad que esas medidas debían ser temporales, porque hacerlas permanentes tiene consecuencias muy negativas, justo esto es lo que le está pasando a Europa.
Asimismo, defendió su decisión de cerrar la compañía eléctrica Luz y Fuerza del Centro, cuyo operación calificó de “caótica” y “brutal”, con “un sindicato capaz de movilizar a miles y con amenazas de retirar la luz en toda la ciudad de México y zona metropolitana” y que “se negaba a la instalación de computadoras”.
Aseguró que pese a que está previsto en la ley, “ningún presidente había podido con la encomienda de cerrarla (LyFC)”.
El expresidente presumió que México tiene una deuda del 32% del Producto Interno Bruto (PIB) frente al 65% que es la media de los países de la OCDE.
Apabulló con más datos, al señalar que dejó las reservas del Banco de México dos veces y media del total de la deuda externa mexicana, y que el déficit público en México será cero.
Tras la participación de Calderón estuvo presente la bloguera cubana Yoani Sánchez.
Por su parte, durante la introducción a la conferencia, José María Aznar destacó la presidencia de Calderón, “que es digna de ser reseñada”, y “su coraje y determinación” de combatir a la criminalidad organizada, cuyos “valores” dijo compartir.
El exmandatario y aún consejero de Endesa, de cuya empresa eléctrica es broker y que es una firma con amplia presencia en México, bromeó diciendo que en Guadarrama sí podía decir lo que quisiera (a favor de Calderón) y no como le sucedió en 2006 “por desconocer parte de la realidad mexicana, cuando en la sede de tu partido, Acción Nacional, expresé mi deseo que ganaras la presidencia de México y casi me cuesta que me arresten”, dijo entre risas.
Fue notoria la ausencia del embajador de México en España, Francisco Ramírez Acuña, y de personal de la embajada en el evento, la cual es habitual en estos actos. Sin embargo, el portavoz de la embajada, Bernardo Graüe, sí confirmó que Ramírez Acuña recibió a Calderón a su llegada a España, en el aeropuerto de Barajas, de la capital española.
Quien sí estuvo en la conferencia fue Luis del Rivero, el destituido presidente de Sacyr ValleHermoso, la constructora con la que PEMEX sindicó sus votos en el consejo de administración de la petrolera Repsol.
Por la tarde, Calderón participó en un encuentro en la Fundación Internacional para la Libertad, que preside el premio Nóbel Mario Vargas Llosa. Está previsto que esta misma noche abandone España.

Y en esto consiste precisamente la antinomia. Porque hay dos visiones contradictorias.

Saque el lector, de estas contradicciones opuestas, saque la verdad del asunto. Aunque a estas alturas, la mayoría del pueblo de México ya emitió su juicio histórico sobre lo que realmente es la derecha ultraconservadora en el poder. Y lo que le puede suceder a México si los derechistas por algún milagro del destino, ya sea con un apretado y cuestionado triunfo obtenido en las urnas con sus guerras sucias mediáticas y sus propagandistas de corte neo-Nazi, o con un golpe de estado al estilo del ultraderechista chileno Augusto Pinochet, toman el poder en sus manos implantando un regimen de corte dictatorial tipo fascista. Ya sabemos cómo gobiernan, ya sabemos lo que se puede esperar de ellos. Sin duda alguna.

Estos son los militares de alto rango a los cuales Felipe Calderón abusando de sus facultades presidenciales echó a la cárcel para así demostrarle a quienes todavía lo escuchen que “nadie está por encima de la ley” (excepto, desde luego, el Señor Presidente):





 

Lo procedente sería que a Felipe Calderón le tocara su turno de ser enjuiciado por varios delitos, empezando por el de abuso de poder. Sin embargo, esto no ocurrirá jamás porque los panistas, sabiendo de antemano que sus próceres en la silla presidencial serían tan corruptos o inclusive mucho más corruptos que sus predecesores, no movieron un solo dedo para reformar la Constitución quitándole al Presidente de México la inmunidad (y la impunidad) que lo sitúa por encima de los demás mexicanos que sí pueden ir a prisión por delitos mucho menores que los delitos en los que incurrió Felipe Calderón. En el fondo, los panistas, los neopanistas, y los ultraderechistas infiltrados dentro del PAN, siempre supieron que eran unos corruptos. Y en los hechos lo demostraron a plenitud.